-Sì claro- intervino Matt- no es para tanto, el pobre hombre viene botando la baba por Vetty, la invita a cenar, le lleva flores, chocolates, la lleva a donde ella quiera. La trata como a una reina- dice Matt- yo la verdad aún no estoy muy convencido. . .
-No seas aguafiestas, Matt- lo reprendió Isabella.
-Su Excelencia, tiene razón, cariño. James, es un buen muchacho, dulce, bueno y trabajador.
-Lo que en mi diccionario significa: lento y aburrido- intervino Zahir, despreocupadamente.
-Para nada, Alteza- le respondió Vetty, con una enorme sonrisa- no es nada aburrido, si viera como nos divertimos juntos.
-Oww, oww no queremos detalles Vetty- dice Matt y Zahir, vuelve a tensarse inconscientemente.
-¡Cochino!- lo reprende Su, con la mirada- estamos hablando de mi hermanita.
-Que sea tu hermanita no significa que no. . .
-¡Basta!- intervino Ivette, con una seria mirada- es suficiente. No tengo intenciones de ventilar mis intimidades.
-No tiene que hacerlo- dice Zabdiel, quien hasta el momento se había mantenido en silencio- sus intimidades son cosas suyas Ivette y nadie aquí puede pedirle que las comparta.
-La verdad es que yo si quisiera que. . . – empezó Isabella.
-Mi señora, Mi reina, es evidente que la jovencita Cooper, se encuentra escandalizada y no veo motivos para seguirla avergonzando.
-Pero Majestad. . . – Isabella suplica, pero el Jeque no cede.
-Bien sabes que no puedo negarte nada amada mía, pero esta vez creo que lo más prudente es que lo conversen a solas. Además no veo inconvenientes, la joven Cooper, es mayor de edad, hermosa como pocas, dulce, buena y si el joven al cual hacen referencia es un conocido y buen muchacho, no existen inconvenientes para que estén juntos.
-Quizás Matt, tenga razón- intervino Zahir- como anda el mundo uno no sabe quien es quien.
-James, es un buen hombre. Él. . .
-Siento interrumpir- la voz de Haimir, les impide seguir la conversación.
-No te preocupes Haimir- le dice Zabdiel- ¿Qué ocurre?
-Tiene usted una visita, mi señor.
-¿Una visita?- frunce el ceño- nuestros visitantes ya han llegado. No sabía que esperábamos a nadie más.
-La verdad es que no creo que esta visita sea esperada- le dice- ni agradable, Excelencia.
-¿Quién es?- Zabdiel se tensó.
-El señor Esquizbel Mubarack- Zabdiel, tensó la mandíbula. ¿Qué quería su detestable primo ahora?, había pasado varios meses sin tener noticias de él. ¿Qué sucedía a hora? Se preguntó con todas sus terminaciones nerviosas en alerta.
-Bien. No es una visita esperada y menos deseada. Hazle pasar.
-¿Qué querrá esa alimaña del desierto?- preguntó Zahir, frunciendo el ceño.
-No lo sé- respondió Zabdiel, igualmente con el ceño fruncido- pero seguramente nada bueno.
-¡Buenas tardes!- exclamó Esquizbel, llegando detrás de Haimir. Quién hizo una reverencia y se marchó- que bueno ver a toda la familia real reunida. Bueno, no toda. Falta la tía Hayffa.
-Buenas tardes- respondieron Isabella, Suseth, Ivette y Matt a coro, pero Zabdiel y Zahir lo miraron en silencio.
-¿A qué debemos el terrible deshonor de tu visita?- pregunta Zahir, mirándolo con desprecio.
-Usted siempre haciendo gala de sus buenos modales , Alteza.
-Guardo mis modales para quienes son dignos de ellos, es evidente que tu no produces en mí, la necesidad de ser educado- le escupe con desprecio.
-Es una suerte entonces que el Jeque sea Zabdiel y no tú.
-Ciertamente.- le da la razón- de ser yo El Jeque, estarías desterrado hace mucho. . . en el mejor de los casos- le dice con una cínica sonrisa y Esquizbel, responde con una igual.
-Es suficiente- interviene Zabdiel- ¿y bien?, ¿a qué has venido?
-Solo a traer un presente al nuevo miembro de la familia.
-¿Una cobra, tal vez?- le pregunta con odio Zahir.
-Esas nos son tácticas mías- dice ríendo- y menos para el Príncipe heredero.
-Entonces, ¿Un escorpión?
-Ese sería un regalo ideal para el padre de la criatura, no para un bebé inocente- le dice mostrándole una hilera de hermosos dientes- además es mi primo. . .
-Y futuro Jeque. . .
-Dejemos el asunto, Alteza. Solo he traído un regalo, como dictan las costumbres. No había podido venir a traerlo, pero aquí estoy.
-No creo en ti alimaña ponzoñosa- le dice Zahir.
-Eso lo tengo presente primito. ¿Puedo acercarme, Su Majestad?- le pregunta a Isabella, quién mira a Zabdiel y luego a Esquizbel.
-Por supuesto - le dice con voz dulce.
Esquizbel, se acerca y le tiende a Isabella, un envoltorio con hermosos colores vivos.
-Espero que disfrute mucho el regalo, de seguro le será útil- le dice mirando a Isabella, enfundada en su Caftán azul cielo con dorado.
-Muchas gracias- responde ella, tomando el presente.
-¡Oh por Alá!- gime él mirando a Nael. Suseth, tiene la sensación de sujetarlo con más fuerza. Zabdiel y Zahir están ceñudos e Isabella, un poco incomoda. Mientras que Matt e Ivette, observan atentos y en silencio- ¡es un bebé precioso, sin duda alguna ha salido idéntico a su madre!- la adula y Zabdiel contrae la mandíbula.
-Gracias- repite Isabella.
-El pequeño Nael Jamal, en Norusakistan aún retumba el nombre de nuestro futuro Rey- sonríe- Alá mediante, crezca lleno de salud y prospoeridad- dijo elevando ambas manos.
-Es bueno que reconozcan a su futuro Soberano- le dice Zahir- Su Excelencia, no solo se ha casado, sino que ha sido bendecido con un hijo varón. Sin duda Alá está de su parte- Esquizbel, lo mira con desprecio.
-Es incapaz de ocular que me detesta, Alteza.
-No tendría porqué- se encoje de hombros- siempre he sabido que eres una animal más del desierto. Sucio, ponzoñoso, peligroso. Pero alimaña al fin.
-Gracias por el presente Esquizbel. Si nos disculpas tendré que pedirte que te retires. Nuestros invitados acaban de llegar y necesitan descansar, les llevaremos a sus habitaciones.
-Por su puesto, Excelencia- su tono no ocultaba el odio hacia él, era evidente que lo humillaba que lo echara de Palacio- quizás vuelva pronto.
-Vuelve nunca- le dijo Zahir- no te extrañaremos- Esquizbel, lo mira fijamente con una burlona sonrisa en el rostro. Se da media vuelta y se marcha.
-¿Qué diablos fue eso?- pregunta Suseth, dejando escapar la respiración que contenía.
-Precisamente eso. . . el diablo- responde Zahir con el ceño fruncido.
-Ese hombre me da escalofríos- dice Ivette, mirando fijamente la puerta por donde ha salido.
-¿Qué le trajo a Nael?- pregunta Suseth, nerviosa.
-No lo sé- responde Isabella abriendo el hermoso envoltorio para encontrarse con una suave y delicada tela.
-¿Qué es eso?- pregunta Matt.
-Parece ser una manta- respondió Isabella, cuándo abría la bella tela y constataba que si era eso. Una manta para el bebé, con una hermosa decoración de una enorme corona realizada con henna.
-Parece ser un lindo gesto- dice Ivette.
-Esa sabandija, nunca tiene buenos gestos. Algo trama, lo sé- dice Zahir