Capítulo 10 Si planeas algo, dirígete a mí

La villa de la familia Lu estaba rodeada de un exuberante jardín y el camino que conducía a la puerta principal estaba alineado con árboles de alcanfor que se erguían como guardias de hoja perenne a ambos lados de la propiedad.

Para un niño como Bruce, ese lugar era como un enorme jardín y mientras caminaban, Minnie le enseñó cómo identificar las plantas a su alrededor.

"Mira, esto es un árbol de alcanfor y

sus hojas son excelentes para ahuyentar insectos. Has vivido aquí durante mucho tiempo, ¿alguna vez viste algún mosquito en esta zona? Todo es gracias a estos árboles".

Bruce miró a su alrededor y observó a los altos alcanforeros. "Siempre me pregunté por qué el anuncio en la televisión decía que deberíamos eliminar todos los mosquitos cuando en mi casa no hay ninguno. Pero si existe este árbol, ¿por qué la gente compra inciensos repelente de mosquitos?".

Minnie le dio unas palmaditas en la cabeza y dijo: "No conoces lo que es la pobreza. En esta propiedad hay muchos árboles de alcanfor, pero, ¿sabes cuánto valen? ¡Cada uno de ellos cuesta alrededor de 5.000 dólares! ¿Cómo podría una persona común y corriente comprar uno?".

Parecía que Bruce quería hacer algún comentario al respecto, así que Minnie extendió la mano y le acarició el cabello. "Y no digas que 5.000 dólares no es mucho dinero. Algún día, te llevaré a ver cómo vive la gente común y entonces lo entenderás".

Luego continuaron caminando y

estudiando las plantas alrededor de la casa mientras paseaban.

Había álamos blancos, cedros, azufaifa y también un huerto de árboles frutales. Ella le enseñó a Bruce a reconocerlos uno por uno.

El niño estaba asombrado por todas las cosas que estaba aprendiendo y en un momento tomó la mano de Minnie para preguntarle: "¿Cómo sabes tanto?".

Ella volvió a acariciarle la cabeza. "Es algo que todo el mundo sabe y tú también lo sabrás de memoria cuando leas más, así que deberías empezar a estudiar mucho".

Hablaron durante todo el trayecto desde la casa hasta el gran jardín detrás de la villa, el cual

fue construido en un estilo sureño de arquitectura paisajista. Las plantas eran más frondosas en ese sector y crecían alrededor de puentes y ríos artificiales e incluso había flores que colgaban de las puertas que separaban la entrada del mismo. Era tan hermoso y encantador que los invitados siempre se detenían a contemplarlo.

También había un círculo de árboles altos no muy lejos del jardín. Bruce señaló uno de ellos y preguntó: "Jessica, ¿qué es ese árbol de allí?".

Minnie siguió sus deditos.

"Ese es un Ginkgo, un árbol de crecimiento muy lento. Nuestros ancestros lo llamaban el árbol de los nietos porque demoraba demasiado en crecer. Y si plantas uno, recién dará fruto cuando tengas tus propios nietos.

"¡Guau!".

Bruce abrió la boca asombrado.

"No esperaba que un árbol fuera tan significativo".

Minnie dijo: "Debes estudiar mucho porque si no lo haces, te faltarán conocimientos cuando lo necesites".

Bruce levantó la cabeza para mirarla. "¿Me estás tomando el pelo? Estoy muy seguro de que soy mejor que todos en la escuela".

Ella no pudo evitar reírse de su arrogancia. "Bruce, eres el mejor, pero, ¿obtendrás el mejor promedio? Te propongo un trato. Si lo consigues, te recompensaré con algo".

Bruce levantó la cabeza. "Eh... ¿Y qué me puedes ofrecer? ¿Tienes cosas buenas que valgan mi esfuerzo?".

Aunque fingió que no le importaba, en realidad estaba decidido a estudiar con mucho esmero para sus exámenes finales en la escuela; Al fin y al cabo, era un niño, le gustaba que los adultos se preocuparan por él y lo alentaran. 'Voy a conseguir las mejores notas y así Jessica estará orgullosa de mí', pensó.

Bruce levantó la barbilla con orgullo y Minnie le sonrió feliz. "Bueno, entonces, si obtienes el mejor promedio, te dejaré jugar un juego. No olvides que tengo tu teléfono y tu PS4 Pro. Si quieres jugar con ellos, tendrás que complacerme".

Le guiñó un ojo a Bruce en broma, pero sus palabras hicieron que el niño perdiera su ímpetu. Agitó sus manos y le dijo: "Lo sé. ¡Deja de amenazarme! Obtendré el primer lugar en mis exámenes. ¡Sólo espera y verás!".

Lucía tan arrogante como siempre.

Minnie sonrió y le frotó la cabeza.

'¿Por qué mi hijo se volvió tan obediente? Cuanto más lo conozco, más obediente me parece y ya casi quisiera llevármelo de una vez'.

Sin embargo, Bruce no podía escuchar sus pensamientos y solo la miró mientras ella le sonreía con cariño.

La intuición de un niño es muy aguda por lo que cada vez que se miraban, él sentía que algo tierno y cálido irradiaba a través de su pecho. Era algo que solo podía sentir cuando miraba a Jessica. 'Ella es diferente a otras mujeres'. Bruce confirmó ese punto de nuevo.

Se inclinó y preguntó: "Jessica, ¿ya decidiste qué tipo de hoja usaremos como marcador?".

Minnie señaló al alto Ginkgo del que estaban hablando antes. "¿Qué te parece ese árbol? Este tipo de Ginkgo se llama Ginkgoales. Las hojas son muy hermosas y hay en dos colores, amarillo y verde. Además, quedan muy hermosas cuando las colocas en los libros".

Sus palabras conmovieron a Bruce. "¡Está bien, buscaré algunas de ellas entonces!".

Bruce se quitó los zapatos y estaba a punto de trepar al árbol, por lo que

Minnie se asustó. "¿Qué estás haciendo? ¿Vas a trepar al árbol?".

"¡Sí! Vi en la televisión que a mucha gente le gustaba trepar a los árboles y siempre quise intentarlo, pero papá no me deja. Ahora al fin tengo la oportunidad, así que, por supuesto, quiero hacerlo".

Minnie se preocupó. "¿Qué pasa si te caes del árbol? Déjame que yo lo haré yo, ¿de acuerdo?".

Bruce hizo caso omiso de sus preocupaciones. "No te preocupes. Tendré mucho cuidado. Mira lo fuerte que me estoy sujetando".

Y sin más preámbulos, Bruce trepó al Ginkgo. Quiso imitar a los escaladores que veía en la televisión y subió al árbol con gracia, como un mono.

Minnie lo miraba preocupada desde debajo. Cada movimiento del niño sacudía las ramas y su corazón, por lo que dijo con ansiedad: "Bruce, deja de escalar más. Ya fue suficiente. Baja ahora".

Bruce la miró y pensó: 'No lo haré.

¡Es muy fácil trepar a un árbol! Solo necesito usar mis manos y mis pies, y no tengo miedo en absoluto. ¡No hay nada de qué preocuparse!'.

Subió más y más alto hasta que al final pisó una rama robusta. Luego, extendió una mano y tomó una hoja.

La hoja de Ginkgo tenía un tallo delgado que se abría en forma de abanico hasta tomar la forma de una hoja de color verde claro y sus venas se podían ver de lado a lado mientras que los bordes parecían transparentes bajo la luz del sol.

'Jessica tenía razón. Es muy hermosa'.

El niño continuó estudiando la hoja con detenimiento.

"Bruce, ¿ya tomaste una? Si lo hiciste, debes bajar ya".

Aunque no podía verlo, Bruce asintió y se apresuró a tomar algunas hojas más para Jessica. Mientras lo hacía, le dijo: "No me digas qué hacer. Bajaré pronto".

La forma madura en la que habló divirtió a Minnie durante un momento. "Bueno, baja ahora. Deja de jugar para que podamos regresar".

"Está bien", dijo Bruce quien con cuidado, protegió las hojas en su mano y se deslizó hacia abajo. Sin embargo, mientras bajaba, sus pies se engancharon en una de las ramas y sus manos no fueron lo suficientemente rápidas para sujetarse al árbol, por lo que se cayó.

"¡Ah!".

"¡Bruce!".

Minnie sintió que su corazón se detenía. Corrió hacia él e intentó sostenerlo con cuidado.

Si una pequeña piedra que caía desde una altura considerable podía causar agujeros en el suelo, ¿qué pasaría si fuese una persona?

Minnie logró frenar la caída de Bruce a expensas de su brazo. Cuando escuchó el "clic" delator en su muñeca, el dolor fue tan fuerte que no pudo sujetarlo, por lo que Bruce cayó, golpeándose la cabeza con una de las piedras del suelo y comenzando a sangrar a causa de la herida.

"¡Señor Bruce!". El guardaespaldas vio la escena a lo lejos y corrió hacia ellos muerto de miedo y cuando llegó, empujó a Minnie a un lado para ver cómo estaba su joven amo.

Como la tomó desprevenida, Minnie se apoyó en su muñeca rota para amortiguar el movimiento y, sin darse cuenta, colocó todo su peso sobre ella. En ese momento, pudo escuchar el crujido y sintió cómo el dolor comenzó a extenderse, pero

no le importó en absoluto porque todas sus preocupaciones estaban dirigidas a Bruce.

"¡Bruce!".

El niño no abría los ojos y todavía se aferraba a las hojas de Ginkgo que había recogido, así que Minnie intentó quitárselas, pero su agarre era demasiado fuerte.

El guardaespaldas llamó por radio al médico de cabecera y más compañeros mientras hacía todo lo posible por contener la hemorragia y cuando se dio cuenta de que Minnie estaba tratando de quitarle las hojas de la mano a Bruce, extendió el brazo para detenerla.

"Señorita Jessica, por favor aléjese".

Para él, ella era la responsable del accidente y no estaba seguro de si había sido intencional o no. De todos modos, no importaba porque su jefe lo decidiría una vez que regresara a casa.

El médico de familia llegó pronto. Ordenó a los guardaespaldas que colocaran a Bruce en la camilla y rápidamente le envolvió la herida para evitar más pérdida de sangre. Luego, hizo un gesto con la mano y dijo: "¡Lleven al Sr. Bruce a la enfermería ahora y tengan cuidado con él!".

Los guardaespaldas siguieron sus instrucciones y se llevaron a Bruce.

Minnie quería ir con ellos y cuidar del niño, pero no pudo hacerlo porque los guardias de seguridad la siguieron y tres de ellos la detuvieron formando un muro entre ella y Bruce.

"Señorita Jessica, por favor no nos lo ponga más difícil a ninguno de nosotros".

Minnie entró en pánico y los miró con ansiedad. "Por favor, déjenme pasar. No haré nada. Solo necesito saber que esté a salvo y después de eso, pueden hacer lo que quieran, pero ahora déjenme ir a verlo, ¿de acuerdo?

Sin embargo, los guardias no se movieron.

"Señorita Jessica, no podemos permitirle que lo haga. Espere a que el Sr. Michael vuelva y él le dirá si puede ir".

No importaba lo que Minnie dijera, no la dejarían entrar. Los nervios la consumían. Quería empujarlos y pasar a la fuerza para ver cómo estaba a Bruce, pero los guardaespaldas eran demasiado grandes y fuertes para ella.

"¡Jessica Lin!".

Justo cuando llegaron a un callejón sin salida, Minnie escuchó un rugido, así que se dio la vuelta y vio a Michael que se acercaba a toda prisa.

Él venía echando humo y antes de que ella pudiera decir algo, la abofeteó con tanta fuerza que se le adormeció los oídos.

"Maldita. ¡Si planeas hacer algo, dirígete a mí, pero no metas al niño en esto. ¿Cómo te atreves a hacerle daño?".

"¡Nunca me atrevería a lastimar a Bruce!".

"¿De verdad? Lo incitaste a que trepara a ese árbol, lo dejaste caer y se golpeó la cabeza contra el suelo, ¿y aun así dices que no te atreverías a lastimarlo? Jessica, querías que Bruce se lastimara y muriera, ¿no es así?".

Minnie quería defenderse, pero no podía decir nada. Michael tenía razón. Todo era su culpa porque debía haber impedido que Bruce trepara al árbol. Minnie bajó la cabeza y permaneció en silencio.

"¿Tienes algo más que explicar?". Para Michael, el silencio de Minnie significaba que estaba de acuerdo con su acusación.