Mi Loba Interna
img img Mi Loba Interna img Capítulo 2 El Encuentro
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Capítulo 8 Los Celos img
Capítulo 9 El Desencanto img
Capítulo 10 La Advertencia img
Capítulo 11 Un Padre. img
Capítulo 12 Inolvidable. img
Capítulo 13 La Promesa. img
Capítulo 14 La Frontera. img
Capítulo 15 El Despecho. img
Capítulo 16 El Pretendiente. img
Capítulo 17 Agradecimiento. img
Capítulo 18 La Familia. img
Capítulo 19 El Desierto. img
Capítulo 20 La Interpretación de los Sueños. img
Capítulo 21 La Historia de la Bruja. img
Capítulo 22 La Pareja Real img
Capítulo 23 Comprometidos img
Capítulo 24 Malas Decisiones img
Capítulo 25 El Desierto de Nariv img
Capítulo 26 El Primer Enfrentamiento. img
Capítulo 27 En Busca de la felicidad img
Capítulo 28 Las Cascadas img
Capítulo 29 El Abandono img
Capítulo 30 Mi Prometida img
Capítulo 31 Noche de Luna Llena. img
Capítulo 32 La Magia img
Capítulo 33 Listos para Invadir img
Capítulo 34 El Acto. img
Capítulo 35 La Desesperación img
Capítulo 36 Al borde del abismo img
Capítulo 37 Siete Meses img
Capítulo 38 El Nacimiento img
Capítulo 39 El Aullido de liberación img
Capítulo 40 La Rebelión img
Capítulo 41 El Segundo Enfrentamiento img
Capítulo 42 El Desenlace img
Capítulo 43 Oro Puro img
Capítulo 44 Una Visita Inesperada. img
Capítulo 45 El Reino de las Hadas. img
Capítulo 46 Rechazados img
Capítulo 47 La Muerte. img
Capítulo 48 El Retorno img
Capítulo 49 Trastornada. img
Capítulo 50 Un Ultimo Sueño img
Capítulo 51 Epílogo img
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Capítulo 2 El Encuentro

Todas las señoras de la aldea lavaban las ropas en las piedras del rio y para mí era la primera vez, este cambio de niña a mujer ya no me estaba gustando mucho que digamos... me sentía débil, pero tenía que aprender a lavar mi ropaje... todas ellas platicaban de sus matrimonios, problemas de sus esposos y recetas nuevas, hay no... tanta información que yo no estaba interesada en escuchar así que quise alejarme a unas cinco piedras más atrás. Muchos peces me rodeaban y sentía sus mordiditas arrancando la piel muerta de mis pies.

"Mis días" habían pasado así que por lo menos sabía que no atraería animales raros con mi sangrado, pero como había pasado con mucho dolor había comido muy poco y había pasado mucho tiempo en cama. Otra vez me sentía observada, siempre tuve un excelente oído y si me concentraba podía escuchar hasta grandes distancias... escuchaba las pisadas eran dos ¿patas? Mmm eran cuatro... noooo eran ocho, pero después eran diez y seis. Me moví para subirme a una roca alta y logré ver atrás de los arbustos habían unos lobos grises muy grandes que se mordían las orejas y jugaban entre ellos, empujándose, mordiéndose las patas y jugueteaban como chiquillos. Ellos no me miraban, pero levantaron sus cabezas para oler algo en el ambiente... Seguí escuchando ruido en los arbustos más grandes y otra vez logré ver esos grandes ojos azules tan hipnotizantes observándome. -¡Ónix! Ya pronto van a comenzar las clases.

-¡Si nana ya estoy terminando! Pero mi estomago rugía del hambre... así que pensé en cortar frutas en mi camino a la escuela, cuando termine de torcer mi ultima bata, escuche unas fuertes pisadas atrás de mí, me di la vuelta y me quede petrificada... era un inmenso lobo blanco que tenía esos ojos azules tan penetrantes traía una liebre muy grande en el hocico, la puso en el suelo frente a mi y retrocedió para desaparecer entre la maleza. La recogí y miré para todos lados, pero no pude ver ni escuchar nada. Mi nana llego para apurarme...

-Hija apresúrate que aun debemos ir a casa para que te vistas y acudas a tu centro de estudio. Yo meti la libre a mi canasta y apresure el paso. -Si nana aquí voy. Seguí observando el ambiente, pero no pude percibir nada. Al llegar a casa saque la liebre y se la di a nana para que hiciera un suculento guiso... Ella la miro detenidamente... observando y tocando los agujeros donde habían enterrado grandes colmillos.

-¿Ónix querida de donde sacaste esto? Ella me miraba con los ojos muy abiertos. -Estaba en el suelo nana solo la tome, pensé que podría ser una buen alimento ya que tengo mucha hambre... le sonreí y ella comenzó a desollar la liebre para separar la piel de su carne.

Corto vegetales y comenzó a cocinar, olía tan delicioso...

-Me alegra que tu apetito haya regresado mi niña... yo estaba por terminar de vestirme y de arreglar mi cabello, cuando me aviso que la comida estaba lista. Nos sentamos a comer juntas, pero yo tenía que masticar rápido porque la maestra Chaya era muy estricta cuando llegábamos tarde. Le di las gracias a nana por el rica comida y salí corriendo para poder llagar a tiempo a mis clases, estas consistían en matemáticas, ciencias donde aprendíamos sobre las hierbas, religión donde nos enseñaban acerca de la existencia del Dios del Sol amo y señor del día, la Diosa de la luna ama de la noche, astronomía que era mi favorita y defensa personal algo en lo que me desempeñaba demasiado bien jajaja siempre fui muy fuerte, rápida y mis sentidos estaban bien agudizados. La maestra explicaba acerca de las propiedades de la canela, la pimienta negra y las espinacas... toda la biología se me hacía aburrida, pero era muy útil... ya que todas nuestras medicinas se basaban en este tipo de elementos naturales que nos proveía la tierra de nuestro hermoso bosque. Chaya era tan detallista que explicaba hasta demasiado era tan ordenada en todo era una típica signo virgo según la fecha de su nacimiento y la alineación de las estrellas. Ya el sol estaba por esconderse para que nuestro Dios se fuera a dormir así que las clases estaban terminando. Iba caminando de regreso a casa y el idiota de Jonás me gritaba groserías... siempre me había molestado desde muy niños... pero entre más crecía sus ataques se volvían mas abusivos y ahora tenia mas secuaces que le secundaban todas sus estupideces.

-¡Niña fea, niña tonta, niña macho! ¡Niña fea, niña tonta, niña macho!

Que me gritaran hasta el cansancio y eso solo me provocaba arrancarles sus putas cabezas, los correteaba para golpearlos y pobre del que atrapara porque literalmente lo molía a golpes... Nana me decía que Jonás solo me molestaba porque yo le gustaba... pero que asco... ademas como le iba a gustar si siempre me agredía... la ultima vez que le pegue casi le fracturo el brazo así que por eso agrego el estúpido ¡niña macho! Llegue a casa azotando la puerta... mis abuelos me miraron con una sonrisa.

-¿Era Jonás otra vez Ónix?

-Si tata y no te prometo ser sutil la próxima vez que lo tenga mis manos... en serio le hare mucho daño. -Jajajaja tranquila mi niña talvez el solo quiere acercarse a ti jajajaja.

-Si aja estoy ansiosa por que se acerque para que vea lo que le espera, me sentía furiosa. Pero nana después de reírse comenzó a toser... le costaba respirar y la fuimos a acostar a la cama... le hice un te de limón con miel de abeja y la tos se le redujo, pero nomas un poco.

            
            

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