Capítulo 9 El plan se lleva a cabo

Robert tomó una silla y se sentó junto a Mandy.

"Eres un hombre muy atractivo, Robert. Me da lástima que no puedas ser mi novio real".

Él alzó una de sus cejas, mirándola de arriba abajo. El chico del bar comenzó a preparar un cóctel exclusivo para su jefe apenas lo vio con una mujer. No obstante, Mandy estaba distraída, perdida en sus pensamientos y no se percataba de lo que sucedía a su alrededor.

"No fue mi intención besarte la última vez, pero tú me besaste también". Mandy estaba convencida de que el hombre se negaba a estar con ella, dado que había irrumpido en su habitación, besándolo sin su consentimiento. Por lo tanto, ella quería dejarle claras sus intenciones.

Robert se mordió con levedad los labios al tiempo que estudiaba el rostro de la chica. Tenía curiosidad por saber qué iba a decir.

"Mira, yo vine aquí para ser tu amiga. No soy una mala mujer, y aún más importante...", Mandy hizo una pausa con una mueca de misterio. "No le diré a nadie sobre tu preferencia sexual. Será nuestro pequeño secreto".

El gesto agradable en el rostro de Robert se borró de un momento a otro. Solo entonces, Noah entró al bar y vio a Robert sentado con Mandy. Le asombró presenciar la cita que estaba teniendo el hombre.

"Es una buena idea, piénsalo. No me importa si quieres seguir con ese hombre. No te preocupes por lo que piensen los demás, tu secreto está a salvo conmigo. Puedes seguir saliendo con tu novio y yo podría ser tu mejor amiga, esa persona con quien puedes abrirte y contarle cómo te sientes. ¿Qué te parece?", Mandy lo contempló ansiosa por una respuesta. Parecía el plan perfecto que podría beneficiar a ambos. Como Robert estaba confundido con su sexualidad, ella podría ayudarlo a descubrir sus gustos.

Aunque todos tenían derecho a estar con quien quisieran, Mandy asumió que alguien había obligado a Robert a estar con un chico. Sintió que el hombre estaba pasando por una etapa, y que con el pasar del tiempo, volvería a salir con chicas.

Robert cerró los ojos y respiró hondo. "Ya dije esto antes y lo diré otra vez", apretó los dientes, haciendo énfasis en cada palabra.

Su intensa ira parecía casi palpable, pero trató de controlarse.

Juzgando por la postura tensa de Robert y la expresión de su rostro, Noah comprendió que el hombre estaba iracundo. Le asustaba pensar en que este desahogaría su ira con él.

"No tenemos una relación, no soy su novio. ¿Lo entiendes?". Robert estaba a punto de explotar. ¿Por qué a la mujer no le entraba en la cabeza la verdad? Ella solo pretendía vivir en su mundo imaginario, creyendo que su intuición no la engañaba.

"Bueno, eso hace más fácil todo. Puedo invitarte a salir sin sentirme culpable", Mandy hizo una mueca alegre. Ella creía que Robert seguía dudando aceptar su sexualidad.

"No me importa si te gustan los hombres, igual podemos ser novios". Tocó con suavidad el hombro de él y le dedicó un gesto alegre.

Robert se quejó en sus adentros con frustración. "Lo siento, no estoy listo para aceptar tu oferta". De alguna manera le agradaba la sinceridad de Mandy. Era audaz y directa, a diferencia de otras mujeres que se le lanzaban para una noche de lujuria. Mandy destacaba con luz propia entre las otras mujeres solo interesadas en la belleza y riqueza del hombre.

Robert podía predecir las intenciones de todas las mujeres que trataban de conquistarlo. Sin embargo, Mandy seguía siendo todo un misterio.

Él posó su mirada en la mujer, preguntándose qué era eso que tanto quería de él.

Ella le causaba mucha curiosidad desde la primera vez que lo besó.

"Puede que no quieras estar conmigo ahora, pero te seguiré buscando hasta que me aceptes", Mandy sonrió con una expresión confiada. Ella nunca había conocido a alguien que le interesara tanto y no estaba lista para dejar ir a Robert, incluso si su relación era solo un medio para poner fin a la tortura de su familia.

"Oh, ¿estás segura?", Robert arqueó una ceja.

La confianza de la mujer lo dejó atónito.

"No te estoy forzando, así que medita qué deseas hacer. Y no te preocupes, no le diré a nadie tu secreto incluso si no quieres estar conmigo". Mandy se regocijó, rezando para que él aceptara.

"Solo te estoy pidiendo que te hagas pasar por mi novio. No te causaré ningún problema. Por favor piénsalo".

Mandy tenía todo planeado en su cabeza, convencida de que Robert la aceptaría. Presentarle ese hombre a sus padres resolvería todos sus problemas.

La tía de Mandy la había estado llamando solo para hablar sobre el asunto del matrimonio. Ella mintió sobre su situación sentimental sin pensar en las repercusiones. Su mente estaba repleta de pensamientos confusos. ¿Cómo iba a responder todas esas preguntas?

La voz fuerte de una mujer sacó a Mandy de su letargo.

"¿En serio lograste hacer que el hombre guapo de la caceta se disculpara contigo?", cuestionó una de las chicas, moviendo su cabeza de un lado a otro con incredulidad.

Robert y Mandy se miraron antes de percatarse de la conversación de esas mujeres.

Mandy buscó a través de la multitud y reconoció que era la misma mujer que causó problemas el día anterior.

"Sí. Para serte sincera, ese tipo era en exceso atractivo, pero fue grosero y arrogante. Me costó demasiado hacer que se disculpara conmigo", se rio con fuerza, haciendo girar un mechón de su cabello ondulado.

Las mujeres que la acompañaban rieron también.

Esa mujer parecía ser parte de una familia pudiente. La gente no podía ofenderla a pesar de que era claro que solo estaba presumiendo.

El bar estaba bastante tranquilo a excepción de la melodiosa balada que resonaba en los altavoces. Pese a eso, la atención de los presentes, sin lugar a dudas, se centró en las ruidosas mujeres.

La actitud desvergonzada de la mujer disgustó a Mandy.

"Tal parece que tú le pediste perdón a esa mujer según su versión de la historia", bromeó Mandy. El corazón de Robert dejaba de latir cada vez que Mandy sonreía.

La actitud especial que tenía la chica con él, lo hizo querer estar aún más cerca de ella.

"Esa mujer solo está alardeando", Robert subió los hombros con indiferencia. Él ya había conocido a muchas mujeres como ella que inventaban historias parecidas para llamar la atención. El asunto había terminado. De todas formas, él no tenía intención de destapar la verdad en frente de las amigas de esa mujer.

En cambio, Mandy no quería que eso se quedara así.

"¿Cómo pudiste aguantar a una perra así? ¡Dios! Esa mujer es un verdadero fastidio". Mandy presenció lo que pasó anoche con sus propios ojos.

No podía soportar que esa mujer estuviera fanfarroneando y tergiversando la verdad de esa manera.

Robert alzó la cabeza y observó a la mujer, que seguía charlando con sus amigas.

"¿Qué vas a hacer?", cuestionó Robert.

Mandy se frotó las manos con emoción. "Mostrar la verdad". Se puso de pie, arregló un poco su vestido y se acercó con cautela a la mujer.

"Qué Interesante", dijo ella con furia. Robert apoyó la barbilla en la palma de su mano mientras ansioso esperaba ver qué tramaba Mandy.