Capítulo 3 03

EZKAR PRICE.

Dejo caer el boligrafo al suelo como excusa para poder bajar lo suficiente la cabeza y ver las hermosas piernas de Kate, que lleva unos tacones altos de color rojo que por alguna extraña razón me parece haberlos visto antes, aunque no tengo idea de en donde.

La rubia juega con su cabello, ella sabe a la perfección que lo que estoy haciendo lo hago por ella, para verla y deleitarme con esa figura tan sexy que tiene.

Calum entra haciendo ruido y vuelvo a mi puesto, colocandome recto y fingiendo no haber estado saboreando con mi mente a su esposa.

-Aquí están los papeles que pediste, no entiendo porque no podía ir Kate a buscarlos. -Dice dejándose caer sobre el sillon que se encuentra frente a la mesa de reuniones de mi despacho.

-Porque no se lo habrían dado, Kate no es oficial en esta empresa ¿O acaso olvidaste que tuvo que dejar de lado su puesto por la maternidad? -Digo, sin levantar la vista de los papeles. No necesito hacerlo para saber que he dado en el clavo, porque Calum carraspea y la mencionada hace una mueca de desagrado.

Ella no está muy contenta con la idea de ser madre, la realidad es que nunca lo estuvo, pero debió hacerlo para complacer a la familia de su ahora esposo y a la suya misma, quienes tenían un acuerdo monetario muy grande al que no podían fallar.

-Parece ser que todo está bien ¿Planeas regresar a la empresa, Kate? -Indago. No me caería nada mal tener una que otra noche de pasión como en los viejos tiempos cuando su prometido se iba de viajes, tengo que aceptar que lo que estoy haciendo no está para nada bien pero no es como sí Kate pusiera mucha resistencia al hablarle bonito.

Ella sonríe pícara.

-Puede ser, me gustaría estar en un sitio tranquilo -se encoge de hombros- ya sabes, he pasado mucho tiempo en casa y quizás me volví más lenta que se yo. -La miro y ella me mira, lame su labio inferior en modo coqueto, Kate sabe como tenerme con facilidad.

Calum por otro lado no se ve nada contento, está viendo la pantalla de su teléfono y gruñe.

-Vas a tener que esperar para reengancharla, -dice llamando la atención. -Nuestras familias han quedado de acuerdo para hacer un viaje todos juntos este fin de semana, lo que quiere decir que estamos incluidos en ello.

Bufa.

-Seguro es para llevar a Noa a ver el lago del que tanto hablaba tú madre, -Kate se pone en pie y se dirige hacía donde está Calum para sentarte justo en frente. -Déjame ver el mensaje, -él le muestra la pantalla y ella sin tocar el aparato lee todo con calma. -Esto es idea de las mujeres, en la forma de expresarse se nota. -Hace una mueca y se cruza de brazos molesta. -Detesto tener que ir a sitios así, hay mosquitos y animales salvajes. Ay no, tendré que soportar la mala señal y que los mensajes lleguen tarde.

Aún sigo sin comprender cómo es que esos dos pueden dormir en la misma cama cada día de sus vidas y no terminar enamorados. Kate es un bombom de primera, todo en ella grita ser sexy y Calum es un hombre que no pierde tiempo a la hora de poner sus ojos sobre alguna chica. Que raro que lo hayan emparejado con una persona que no soporta.

-Como sea, igual tenemos que ir a menos que quieras explicarle a todos que no estamos felizmente enamorados. -Sonríe y da miedo, Kate se echa hacía atrás a ella también le ha parecido de muy mal gusto ese gesto.

-Estás loco... -Tocan a la puerta, miro el reloj guindado en la pared son las 10 am ¿A quien se le ocurre venir a interrumpir a estar horas?

-Adelante, -habla Calum como si acaso él fuera el dueño de este despacho cuando la realidad es que el suyo está a unas puertas más allá de aquí.

Sara entra con una cara inexpresiva, es sorprendente saber que sí posee ropa decente en su armario. Camina hasta donde se encuentran Calum y Kate, dejando unas hojas sobre la mesa.

-Las copias que pidió el señor. -Habla en la dirección en la que Calum está sentado. Kate ni voltea a verla, solo se mira las uñas como si eso fuera lo más interesante de este mundo.

No soy tonto para no darme cuenta, el muy canalla se esta devorando con los ojos a la nueva empleada como descaro. Sara, por supuesto, tiene esa mirada de querer marcharse rápido lo que hace que la maldad brote en mí.

-Oh, -derribo con mi mano el vaso de agua que estaba sobre el escritorio haciendo que se llene el piso del líquido. -Limpialo.

Sara levanta una ceja y Kate se ríe, porque sabe que lo he hecho a propósito.

-Uh, ya le llamo al personal de limpieza señor. Se van a encargar de hacer su trabajo tal cual está establecido en el contrato que han firmado. -Comenta Sara sin vacilar logrando que quede estupefacto.

-¿Qué no escuchaste que te dijo que lo limpiaras tú? -Kate se volteo en el sitio en donde está sentada y Sara, le habla como si no fuera nadie.

-Repito, ya le diré al personal de limpieza. Quienes se encargan de este tipo de labores, pues por ello le pagan, no me he negado en ningún momento a la petición del CEO. -Hace una pausa y sonríe con suficiencia. -Solo le estoy aclarando que me retiro para buscar a los que les corresponde esta tarea, puesto que en mi contrato estaba especificado que debo y no hacer, como asistente de la jefe de recursos humanos. -Se da media vuelta y sale cerrando la puerta.

Escucho como Calum estalla en una carcajada, el muy desgraciado ha visto la cara que tengo puesta y se ha largado a reír.

-Esa chica me agrada ¿Dónde la conseguiste Ezkar? -Lo fulmino con la mirada y me pongo en pie.

A no, esto no se va a quedar así pedazo de carne con tacones.