Capítulo 8 8

ÉL

Ahora estoy en la misma habitación de hace rato, me he despertado del desmayo un rato después, estoy solo nuevamente, supongo que me han traído aquí desde la sala de emergencia.

Piso el botón de atención en un costado de la cama y el cuarto se llena de enfermeras y doctores, lo primero que hago es preguntarles por Karina.

-¿Y la chica, está bien?

-Si señor, experimentó un bajón de tensión pero ya está bien, quizás sea producto de lo mismo que los trajo aquí. Hace un rato que despertó y sus padres ya hicieron todo el papeleo para llevársela a casa

-¿A casa? pero es que aún tengo mucho que preguntarle... necesito que...-me veo interrumpido por alguien extraño y misterioso que entra por la puerta con autoridad y decisión.

Todos en la habitación guardan silencio, los doctores parecen temerle a este hombre, así que bajan sus cabezas en señal de respeto. Yo lo veo intrigado ¿Quién podrá ser?

-¿Quién eres tú?...-No responde nada.

El hombre fulmina a los doctores con su mirada y les pregunta "¿Por qué no puede recordarme?", "No lo sabemos señor, pero creemos que tiene una amnesia temporal por las sustancias que consumió ayer".

¿Cuáles sustancias consumí ayer? Ahora me doy cuenta de que este hombre piensa que he estado en un burdel o algo parecido drogándome toda la noche. "Oye, ¿De qué demonios estás hablando?", "Lo siento señor, le ruego que me perdone, he sido imprudente". Mientras tanto el hombre misterioso le baja dos a sus ánimos, me mira con sujeción y me dice:

-Discúlpeme a mi también señor. He venido a buscarlo, sé que debe tener muchas preguntas en este momento, pero si viene conmigo se las responderé todas. -Este hombre debe ser algún subordinado mío para que me hable de esta manera.

- Está bien, supongo...

-Ya tramité su alta y todo lo que necesita, ¿Quiere que despida a estos médicos insolentes? -Los pobres médicos están muertos de miedo, parece que en realidad si soy el dueño del hospital- sólo dígame y será un hecho -El hombre mira con desprecio a los médicos, se ve es un hombre muy duro con los demás.

-No, está bien no hace falta.

-Como usted diga señor.

Me levanto de la cama y me cambio de ropa, este hombre ha traído ropa de alta calidad y tiene un dispositivo muy interesante que usa para hacer llamadas, supongo que es un teléfono, pero no me parece similar ese modelo. Ya estoy listo, la ropa me queda genial, nunca había usado algo como esto o eso creo, es muy llamativa y moderna.

Cuando salgo del vestidor está este hombre esperándome, no quiero seguir llamándole "tu", así que le pregunto su nombre. "Me llamo Liam Pevensi señor, soy su secretario personal hace más de 10 años". El hombre es sumamente serio y formal, tanto que parece traumado más bien. Lo miro de arriba abajo haciendo una evaluación personal de esta persona desconocida para mí. Parece tener unos 30 años, Es moreno pero de rasgos perfilados, su nariz y mandíbula destacan en su cara, pero lo más llamativo son sus ojos verdes, es interesante este rasgo en las personas de color ya que es poco común. Diría que no es tanto el color, sino la forma en la que mira, es profunda y penetrante, usa un corte militar lo que lo hace ver más imponente. Sin embargo, ante mí no actúa de la misma manera, parece que yo le inspiro respeto.

-Dime una cosa Liam, ¿por qué me llamas señor a cada rato?

-De qué otra forma podría llamarle señor, además usted mismo me lo pidió hace mucho tiempo, ¿es que acaso no lo recuerda?

-La verdad es que no lo recuerdo, pero tampoco recuerdo nada más, pero si te puedo decir que me hace sentir viejo, por favor llámame Erick solamente

-Pero señor...

-Te dije que me llamaras Erick

-Está bien señ... Erick, me costará un poco acostumbrarme así que le pido paciencia

-Jejeje, claro está bien tranquilo -al decir esto el ambiente se ha relajado un poco- supongo que eres alguien de confianza Liam si estás junto a mis desde hace tanto tiempo. Necesito que me digas lo último que sabes de mí.

Quiero que este hombre me confirme algunas cosas. Yo a diferencia de Karina no recuerdo mi nombre, ni fecha y ni nada, quiero confirmar si al igual que ella he pasado tanto tiempo en ese maldito laboratorio, eso es lo que pienso que ella sintió cuando vio la fecha, ¿Cuántos años habrán pasado para ella? Sentí como si fueran muchos al ver su cara, ¿Habrán sido los mismos para mí? Quizá, aunque no lo creo, este hombre parece haberme visto hace poco, sin embargo, no está alarmado como si yo hubiera desaparecido hace mucho, así que solo sé que no se nada.

Liam no parece seguro decirme nada, creo que lo que tiene que decir no le conviene, incluso es posible que sea su culpa todo lo que me pasó, ahora que he perdido la memoria quizá lo vea como una oportunidad de librarse de la responsabilidad, si me lo dice es posible que recupere la memoria y lo termine despidiendo, pero eso en realidad no importa ahora y tampoco quiero despedirlo, después de todo es la única persona que sabe quién soy y mi mano derecha. Así que para aliviar su angustia repongo:

-Tranquilo Liam, no tienes que temer, se que debes tener tus dudas y creer que la voy a pagar contigo, pero te prometo que no lo haré, justo ahora lo único que quiero es respuestas -El hombre que estaba sudando y tenso, lanza un suspiro de alivio.

-Está bien señ... Erick, responderé lo mejor que pueda

-Ok, primero, supongo que como mi secretario siempre estás a mi lado, ¿por qué ahora cuando desaparecí no lo estabas?

-Bueno la última vez que hablamos estaba sumamente molesto conmigo porqué no había logrado concretar un trato importante con "lifecare industries" la empresa americana, así que tuvo que hacerlo usted mismo, luego de eso me dijo que iba a tomarse unas vacaciones lejos de todo y todos para mejorar su salud, pero decidió no llevarme con usted, supongo que porque estaba molesto. Eso fue hace casi dos meses, desde entonces no había sabido más nada de usted, ni llamadas ni emails, me quedé cuidando los intereses del grupo Forstella como me ordenó, y tampoco lo contacté porque así lo quiso. Hasta esta mañana cuando recibí una llamada del hospital.