Regresa De Nuevo Conmigo
img img Regresa De Nuevo Conmigo img Capítulo 3 Secuestro
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Capítulo 16 ¿Por qué no fuiste tú img
Capítulo 17 Has llegado tarde img
Capítulo 18 Provocación img
Capítulo 19 Veamos si puedes seguir adelante img
Capítulo 20 Encerrada en casa img
Capítulo 21 Es solo una casa img
Capítulo 22 Volver al pasado img
Capítulo 23 Visita inesperada img
Capítulo 24 Está bien, me iré img
Capítulo 25 Acogiendo a Janice img
Capítulo 26 De regreso a casa img
Capítulo 27 ¡Cómo te atreves! img
Capítulo 28 A la misma altura que él img
Capítulo 29 Ocupada img
Capítulo 30 Nunca la había visto así img
Capítulo 31 El desfile img
Capítulo 32 Doble lesión img
Capítulo 33 ¿Cómo está ella img
Capítulo 34 Arruina su cita a ciegas img
Capítulo 35 Ocúpate de tus propios asuntos img
Capítulo 36 Todas las cosas que me debes img
Capítulo 37 Disculparse img
Capítulo 38 No es una pesadilla img
Capítulo 39 Provocando abiertamente img
Capítulo 40 Guerra comercial img
Capítulo 41 Sal de aquí img
Capítulo 42 Ella nunca podrá ser perdonada img
Capítulo 43 Adoración img
Capítulo 44 No puedes morir sin mi permiso img
Capítulo 45 Lane City, he vuelto img
Capítulo 46 Entró en pánico por primera vez img
Capítulo 47 Marcia Cheng img
Capítulo 48 En el nombre de la Sra. Rong img
Capítulo 49 Envidia y celos img
Capítulo 50 Siempre siento que ella no es simple img
Capítulo 51 Una negociación rota img
Capítulo 52 Ella realmente se sentía como si no tuviera hogar img
Capítulo 53 Admiración img
Capítulo 54 No quiero demorarme en el pasado img
Capítulo 55 Ella es mi esposa img
Capítulo 56 Encuadre img
Capítulo 57 No hay escapatoria de mí img
Capítulo 58 Cuidar no es una ventaja img
Capítulo 59 ¿Toma este lugar como su hogar img
Capítulo 60 Algo le sucedió a Marcia img
Capítulo 61 Autodirección y realización img
Capítulo 62 Pecho cálido y fuerte img
Capítulo 63 Protegiéndolo img
Capítulo 64 Siempre he estado callado img
Capítulo 65 El culpable img
Capítulo 66 Ser llevado a la comisaría img
Capítulo 67 La desgracia puede ser una bendición disfrazada img
Capítulo 68 Ella está embarazada img
Capítulo 69 Otro malentendido img
Capítulo 70 Larga vida a su amistad img
Capítulo 71 Tío Remy img
Capítulo 72 Defendiendo a su mejor amiga img
Capítulo 73 Alejándose más el uno del otro img
Capítulo 74 Sopesando los pros y los contras img
Capítulo 75 El que estaba profundamente atrapado en la relación img
Capítulo 76 El aire se llenó de odio cuando los rivales enamorados se encontraron img
Capítulo 77 Accidente automovilístico inesperado img
Capítulo 78 Aborto espontáneo img
Capítulo 79 El cóctel de SY Company img
Capítulo 80 Una serie de eventos desafortunados img
Capítulo 81 El Salvador img
Capítulo 82 Reconciliar img
Capítulo 83 Un nombre y una dirección img
Capítulo 84 Luchando con sabiduría y coraje img
Capítulo 85 Los majestuosos modales de Janice img
Capítulo 86 El beso de Malcolm img
Capítulo 87 No te preocupes, estoy aquí img
Capítulo 88 Las palabras de Malcolm img
Capítulo 89 Con enemigos a ambos lados img
Capítulo 90 Intercede por Roy img
Capítulo 91 Trampa de belleza img
Capítulo 92 A dónde ir img
Capítulo 93 Conociendo a Roy de nuevo img
Capítulo 94 Confundido img
Capítulo 95 El dolor de Malcolm img
Capítulo 96 ¿Ya no se preocupa por mí img
Capítulo 97 Cooperemos img
Capítulo 98 Su cuidado disfrazado img
Capítulo 99 Cuyo tormento img
Capítulo 100 Las cosas cambiaron img
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Capítulo 3 Secuestro

"Me han secuestrado". La simpleza de sus palabras no disminuía gravedad de la situación que estaba atravesando.

Malcolm aflojó el agarre del bolígrafo que tenía en la mano, pero se recuperó de inmediato y rápidamente ocultó la expresión de angustia que había aparecido en su rostro un instante antes.

"¿Necesitas que llame a la policía?". La apatía y la fría indiferencia en su voz hizo trizas toda la esperanza del corazón de Janice, mientras que su semblante decayó a causa de la decepción.

Sin embargo, respiró hondo para enterrar su frustración y dijo: "¿Podrías venir a rescatarme?".

Lo único que Janice quería era que Malcolm acudiera a salvarla, no su padre y mucho menos la policía.

Pero para su desgracia, a ese hombre de corazón frío no le importaban sus deseos.

"Estoy ocupado en este momento. Tengo mucho trabajo por hacer y de verdad no tengo tiempo que perder contigo". La actitud despiadada de Malcolm se debía a que creía la chica le estaba mintiendo, que ese era solo otro de los trucos para llamar su atención.

Janice apretaba con fuerza el teléfono contra su rostro, sintió que el corazón se le rompía en pedazos cuando escuchó sus palabras, pero se negó a perder la fe tan fácilmente.

"Malc, no estoy bromeando". Alivia notó la desesperación en la voz temblorosa de Janice y tuvo que apartar la mirada porque no tenía el valor suficiente para ver cómo su amiga perdía la esperanza poco a poco.

Malcolm apretó los labios y entrecerró los ojos debido a la luz que se colaba por la rendija de una de las cortinas. Después, soltó un profundo suspiro que denotaba agotamiento, miró hacia otro lado y dijo: "Janice, ¿no recuerdas lo que te dije antes de casarnos?".

Janice se quedó sin aliento, y tan pronto como se acordó a lo que se refería, su visión se nubló y los recuerdos comenzaron a surgir en su mente.

¿Cómo no acordarse? Nunca olvidaría lo que Malcolm le había dicho ese día frente a la Oficina de Asuntos Civiles.

"Janice, no te amo. No me casé contigo por amor, no esperes que sea feliz por estar contigo. No voy a interferir en tu vida y espero que tampoco me molestes, ya que soy un hombre muy ocupado y no tengo ganas de lidiar con tus tonterías".

Esas palabras todavía continuaban frescas en su mente. No pudo evitar que las lágrimas comenzaran a brotar de sus ojos y se derramaran sobre la colcha que estaba a su lado.

Janice sollozó y se secó las mejillas húmedas con el dorso de la mano. "Sí, lo recuerdo. Está bien, sigue con tu trabajo, Malc. Tengo que colgar ahora".

Cuando colgó el teléfono, Janice se sintió invadida por una especie de tristeza con la que no tenía forma de lidiar y de la que no sabía cómo deshacerse.

Alivia abrazó a su amiga mientras se preguntaba si ese hombre tenía corazón.

Después de todo, debería haber mostrado un poco de compasión, aunque no la quisiese como esposa, al menos por el bien de un ser humano que necesitaba ayuda. ¿Cómo puede una persona ser tan despiadada?

Alivia apretó los dientes con rabia y se levantó, pero Janice la sujetó por la muñeca y la detuvo.

"Alivia, no hagas nada por favor. ¡Te lo ruego!". Janice rompió a llorar desconsoladamente, supo que no había cura para su corazón. Por su parte, Alivia, como era de esperarse, no podía soportar ver a su amiga en ese estado.

"¿En serio vas a dejar que ese desalmado se quede de brazos cruzados? De verdad, no lo entiendo. ¿Por qué lo quieres? De todos los hombres del mundo, ¿por qué tienes que enamorarte de un hombre como Malcolm?". A Alivia ya no le importaba la rudeza de sus palabras y se juró a sí misma que haría que Malcolm se arrepintiera por tratar a Janice como una tonta sin valor.

Todo lo que ese hombre había hecho en los últimos dos años fue destrozar el corazón de su pobre amiga hasta no dejar nada más que un enorme vacío. Alivia siempre intentó no meterse en sus asuntos porque no quería herir los sentimientos de Janice, pero después de ver cómo el amor propio de su amiga se reducía a nada ante sus propios ojos, ya no podía sentarse y mirar sin hacer nada al respecto.

La ira se apoderó de todo su cuerpo y cada centímetro de su ser la impulsaba a salir corriendo de allí, pero Janice la sujetó por el dobladillo de su ropa.

"¡Por favor! No quiero que sepa lo destrozada que me siento".

La desesperación en su voz golpeó el corazón de Alivia con fuerza, sin embargo, para los dos vándalos que las observaban, era mero teatro.

"¿Sabes cuántos hombres desearían tener a su lado una mujer como tú? ¿Por qué te arrastras tanto frente a una hombre que no te quiere?", le dijo el hombre alto. Luego, se acercó a Janice, se paró frente a ella y extendió la mano para tocarle la cabeza.

Sin embargo, en lugar de resistirse, Janice levantó la cabeza y lo miró con tristeza.

"¿En serio? Entonces, ¿por qué Malc no me quiere? ¿Por qué no me tiene ni un poco de cariño?". Cuando Janice habló, la expresión del hombre se tornó seria de repente, pues no sabía qué contestarle.

Al ver que no decía nada, su compañero le reclamó por haberle dirigido la palabra.

"Hermano, ¿por qué tienes que hablar con ellas? ¡Date prisa! ¡Ya no puedo esperar más!". Estaba parado con la camisa abierta, y mientras hablaba se iba desabrochando el cinturón para bajarse los pantalones.

Alivia se acercó a Janice y se paró frente a ella.

La mirada del hombre alto se intensificó mientras miraba con lujuria a las dos mujeres indefensas.

"No sé por qué no le agradas a 'Malc', pero tampoco me interesa saberlo. Señorita, usted dijo que si la dejábamos hacer esa llamada telefónica, no se resistiría a nada de lo que quisiéramos hacerle", el hombre alto continuó hablando mientras se desabrochaba la camisa a toda prisa.

Alivia apretó los puños y miró desafiante a los hombres, pero Janice le tomó la mano y negó con la cabeza.

"¡Un millón!", dijo, de repente, Janice con un aire de arrogancia. Luego, volvió a abrir sus labios rosados y continuó: "Y no tendrán que enfrentar ningún cargo criminal si nos dejan ir ahora".

El hombre bajo soltó una carcajada histérica y dijo:

"¿Piensas que somos estúpidos? Si ni siquiera puedes hacer que tu esposo confíe en ti, ¿cómo esperas que creamos que tienes un millón de dólares? ¡Deja de hacernos perder el tiempo y danos lo que prometiste!". Después, se dirigió hacia Alivia con pasos apresurados y trató de sujetarla.

Sin embargo, con un movimiento rápido, Alivia logró posicionarse a su espalda y le torció el brazo detrás del cuello provocando que él gritase de dolor.

Janice apartó la mirada y gritó tan fuerte como pudo. "Mi padre es Jill Jian. Si no confían en mí, ¡pídanle el dinero a él!".

Luego tomó la mano de Alivia y caminó hacia la puerta como si nada hubiera pasado mientras sus captores permanecían allí sintiéndose aturdidos.

Cuando los dos hombres recobraron sus sentidos, Janice y Alivia ya estaban en la puerta. El hombre alto estiró sus piernas y se paró frente a ellas con una expresión de incredulidad en el rostro.

"¿Me estás tomando el pelo? ¡Cariño, todos en Lane City saben que Jill Jian solo tiene una hija!". La miró con una expresión llena de arrogancia en su rostro para darle a entender que era demasiado inteligente como para creer en sus mentiras.

Janice se sintió frustrada por las palabras del hombre, pero mantuvo una expresión seria y ocultó sus emociones.

"Todos en Lane City también saben que Jill Jian tiene una hija fuera del matrimonio". Janice no dijo nada más porque el hombre parecía haber entendido lo que ella quiso decir.

El hombre no quiso darle importancia a lo que le decía la chica, pero había algo que llamaba su atención. Se quedó pensativo, ya que todo parecía encajar.

De repente, sus ojos se abrieron con horror al darse cuenta de algo y tartamudeó: "Entonces... Entonces ese 'Malc'... ¿Es el señor Rong, ?".

"¿Es él, verdad?", preguntó con voz temblorosa. Janice lo miró confundida, pero luego, asintió con la cabeza tan pronto como se dio cuenta a quién se refería. "Sí, Malcolm Rong".

Cuando Janice mencionó su nombre, el hombre alto sintió que sus rodillas se debilitaban como si fueran a ceder en cualquier momento.

Malcolm Rong... Era el hombre más poderoso de toda Lane City.

Era el hombre que después de perder a sus padres a temprana edad, se hizo cargo de la empresa de su padre y le mostró al mundo de qué estaba hecho en realidad. Uno por uno, echó de la empresa a todos sus familiares desleales y a los altos ejecutivos que intentaron aprovecharse de él y de su desgracia. Después de eso, las personas que trabajaban para él le juraron lealtad y nadie se atrevió a traicionarlo. Fue su pragmatismo despiadado lo que le permitió a Malcolm sacar a SY Company de la cuneta y llevarla a la historia como una de las empresas más exitosas de toda la ciudad.

Sin embargo, lo que asustó al vándalo no era el éxito de Malcolm en los negocios, sino su temperamento. Los rumores sobre el mal genio del hombre comenzaron a circular poco después de la muerte de sus padres. Al parecer, perdía los estribos cada vez que se veía envuelto en una situación en contra de su propia voluntad, y además, los rumores también decían que la hija ilegítima de la familia Jian era su pareja.

Lo que significaba que quienquiera que se metiera con Janice tendría que lidiar con Malcolm. El hombre alto ni siquiera se atrevió a pensar en las consecuencias que le traería molestar a Malcolm y casi de inmediato el tono de su voz cambió.

"Señorita Jian, lamento lo que pasó, no queremos tu dinero. Solo esperamos que cumpla su palabra de no denunciarnos a la policía". El hombre alto fue lo suficientemente sensato como para no pedir dinero después de lo que le había hecho a la mujer de Malcolm, ya que lo único que le quería era salir vivo de allí.

Janice no dijo ni una palabra más. Ella no tenía por qué hacerlo, así que simplemente tomó la mano de Alivia y salió por la puerta sin siquiera mirar atrás. Ambas lucían completamente ilesas, casi como si nunca hubiesen sido secuestradas.

            
            

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