Esposa Virtuosa
img img Esposa Virtuosa img Capítulo 6 Uriana todo lo controla...
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Capítulo 9 Una invitación especial... img
Capítulo 10 Mentira, tras mentira... img
Capítulo 11 Las situaciones incomodas no son para aguantarse. img
Capítulo 12 Anastasia, me vas a obedecer... img
Capítulo 13 Ganó la impulsividad... img
Capítulo 14 Anastasia encuentra apoyo para sus futuros planes... img
Capítulo 15 Cómplices... img
Capítulo 16 Anastasia empieza a sentir pánico. img
Capítulo 17 Arrepentimiento... img
Capítulo 18 Vigilar de cerca... img
Capítulo 19 Descubiertos... img
Capítulo 20 Sentimientos correspondidos... img
Capítulo 21 Hay que planear una fiesta para despedir la soltería... img
Capítulo 22 Planeando la boda... img
Capítulo 23 En desacuerdo... img
Capítulo 24 Un beso de agradecimiento... img
Capítulo 25 Dime que todo sigue igual... img
Capítulo 26 No quiero detalles... img
Capítulo 27 No escuchó advertencias... img
Capítulo 28 Día de consulta... img
Capítulo 29 Asechadas... img
Capítulo 30 Nostalgia contenida. img
Capítulo 31 ¡No tengo precio! img
Capítulo 32 De camino al altar. img
Capítulo 33 ¿Dónde está la novia img
Capítulo 34 ¿Dónde está Anastasia img
Capítulo 35 ¡Nueva millonaria! img
Capítulo 36 ¡De nuevo la ex! img
Capítulo 37 ¡No te dejaré escapar! img
Capítulo 38 Charlando con el secuestrador. img
Capítulo 39 Un nuevo empleo. img
Capítulo 40 Surgiendo... img
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Capítulo 6 Uriana todo lo controla...

Anastasia no podía ocultar el rostro de maldad luego de que el oficial de policía le soltó los pies y las manos.

-¿Se encuentra usted bien, Señorita? -mencionó con tranquilidad el oficial de policía.

-¡Ahora sí! Muchas gracias... -El oficial de policía no se pudo resistir a pasar varias miradas por el cuerpo desnudo y completamente lampiño de Anastasia.

Jhon Anderson sin darse cuenta tenía el ceño fruncido y se le escapaba una mirada despiadada, observando cómo ese hombre fantaseaba sin ningún pudor con su futura mujer.

-¿Puede explicar qué estaba pasando? -interrogó el oficial mientras me ayudaba a subir la cremallera del vestido.

Anastasia se aprovecharía de la situación y haría que ese sinvergüenza recibiera una amonestación.

-¡Estaba durmiendo en casa y este señor me sacó por la fuerza a la calle! Sus intenciones no eran claras. ¡Parecía que me quería hacer daño! -Jhon Anderson no decía nada, aunque quisiera alegar.

-Ambos tendrán que acompañarnos al destacamento de la policía. Tomaremos sus declaraciones y el juez procederá a establecer una sentencia. La señorita fue encontrada de una forma en la que se atentaba contra su dignidad. El auto será remolcado por una grúa hasta el parqueadero del destacamento.

Anastasia se ató la hebilla de los zapatos y se subió al coche de la policía, se sentó al lado de Uriana y cruzó las piernas.

-¡Necesito llamar a mi abogado! -pidió Uriana al oficial y este le concedió el derecho marcándole desde su celular.

Lo citó de inmediato en la estación de policía y Anastasia por dentro disfrutaba por estarle fregando la vida.

Nadie habló durante todo el camino, al llegar a la estación Anastasia tropezó con un escombro y aunque Uriana llevaba las manos en la espalda amarradas con un precinto de seguridad lo bloqueó con su cuerpo para evitar que se golpeará.

-¡Gracias! -exclamó Anastasia recuperando su postura.

-Uriana, ¿qué pasó? ¿Por qué mi cliente está esposado? -interrogó directamente el abogado al oficial de la policía.

-Fue capturado en una situación sospechosa con la señorita aquí presente. -El abogado escuchó con incredulidad y le preguntó a Uriana.

-¿Qué estaban haciendo? -Uriana blanqueó los ojos y le respondió

-¡Nada! Solo la saqué a la fuerza de la casa y ella decidió vengarse de mí. ¡Pero le aseguro que no le hice nada! -Maximiliano sabía que Uriana no mentía, ese era el único requisito que le pedía para poder defenderlo de la mejor forma.

-¿Quiere decir que todo fue planeado por esa astuta mujer? -interrogó de nuevo-. Bueno no te preocupes qué de aquí nos vamos en menos de veinte minutos. He traído refuerzos.

Apenas Anastasia ingreso a la sala donde estaba el juez se percató que hasta el Espíritu Santo había bajado para defender a ese hombre.

Sin embargo, tomó aire y se dirigió al lugar donde el oficial le indicó.

Uriana puso una sonrisa victoriosa al ver al Juez. Se debían algunos favores y era evidente que de allí saldría ileso, aunque no pudiese demostrarlo no le había hecho nada a esa mujer.

No le había puesto un dedo encima, excepto que la había sacado de la cama... no siquiera podría alegar que había ingresado de forma ilegal en la mansión, estaba a su nombre y podía hacer lo que quisiera.

Cuando empezó el interrogatorio Anastasia no se ocupó en ocultar lo que había hecho, aceptó que lo había hecho para vengarse de Uriana.

El juez tomó la situación como una burla a la autoridad y ordenó que Anastasia debía pasar veinticuatro horas detenida.

-Sí, enciérreme señor Juez. -Puso sus manos al frente del oficial para que la esposara y la trasladara a la celda.

-¡Pagaré la fianza! Ella debe asistir a un evento importante esta noche. Señor juez, sé que usted sabrá entenderme... hoy anunciamos nuestro compromiso con la familia. -El juez lo felicitó y acepto que la fianza fuese pagada.

Anastasia resoplaba completamente enfadada, ni siquiera tenía claro que él le hubiese dicho que anunciarían su compromiso.

Uriana le ofreció el brazo con una sonrisa de triunfo.

-¡Tenga la bondad, futura esposa! -Anastasia le pasó una mirada de arriba abajo y rechazó la oferta caminando en dirección a la salida con prisa.

Uriana se reía a carcajadas y repetía

-¡Nadie puede conmigo! ¡Nadie!

El abogado estaba esperándolos en el auto, se había adelantado a buscarlo mientras Uriana pagaba el monto de la fianza, que le había salido por un ojo de la cara.

-¡Sube al auto sin hacer alguna escena! -ordenó y a Anastasia no le quedó más que obedecer.

Se subió al auto también y se sentó a su lado, paso una mano por los hombros de la chica y la atrajo hacia él para besarle la cabeza.

-¡Hoy te portaste muy mal! Además, me debes el dinero de la fianza... pienso cobrártelo peso a peso. Ya encontraré la forma. Maximiliano detente en el próximo salón de belleza, esta cenicienta necesita un retoque. -De nuevo la ira se apoderó de Anastasia.

-¡Eres un... estúpido! -tenía muchas maldiciones apuntadas en su diccionario, pero prefirió guardarlas para después.

-¡No estoy tan seguro! Ya aprenderás que mis palabras son ley. En la fiesta te comportarás como una dama o...

Anastasia lo retó porque no tenía miedo

-O ¿Qué? ¿Volverás a amenazarme con hacerle daño a mi padre? ¡Qué bajo de tu parte que tengas que recurrir a amenazas para conseguir lo que quieres!

Anastasia sabía que podía retarlo desde el momento que accedió a pagar la fianza. Si se hubiese querido vengar la hubiese dejado presa, pero él la necesitaba para alimentar su ego y demostrar que siempre tendría la última palabra.

El auto se detuvo en un salón de belleza y allí pidió que la maquillaran y le arreglaran el cabello, a Maximiliano le encargó encontrarle un nuevo vestido porque la quería despampanante y que se robara toda la atención del lugar.

El estilista se lució, no tuvo que esforzarse mucho porque Anastasia tenía una magia que encantaba a cualquiera. Quedó como toda una reina, los comentarios y las miradas no se hicieron esperar al momento de verlos ingresar al evento, todos empezaron a aplaudir de la emoción. ¡Por fin se casaría el soltero más cotizado del lugar!

            
            

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