Rivales.
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Capítulo 5 Capitulo 5

- Marcos es un caballero, estoy segura de que el no mandaría ninguna amenaza por escrito.

- Yo tampoco lo hice.

- Ya dije lo que tenía que decir ahora me voy, no le digo que fue un placer porqué nunca es un placer toparse con usted señor Lombardo.

- ¿Por qué me odias tanto Anggi? En la escuela solíamos hablar sin ningún odio.

- Lo mismo podría preguntarle yo, aunque no tengo tiempo para escuchar su respuesta.

No quiero que se vaya, pero no tengo algún motivo para detenerla así que contra mi voluntad tengo que dejarla ir.

- Ten un buen día Anggi, me disculpo por el mal entendido, ven tengo una salida secreta. - Ella me mira extrañada y aclaro. - Evita que la prensa me vea al salir.

- ¿Me vas a asesinar?

- No, el femicidio no es lo mío. Es por aquí. - Piso un botón y ella se me queda mirando, un ascensor se abre y ella se queda maravillada conozco esa mirada.

- ¿Fue su idea?

- Sí, la puede copiar si desea.

- No me gusta copiar nada, aunque debo reconocer que es una idea ingeniosa.

- Lo es, es mi escape.

- Claro con su fama, debe cuidarse mucho de que no lo vean cuando sale con una chica diferente.

- Te equivocas. No saco a mujeres por aquí, este es mi secreto.

- Vaya, vaya así que tengo en mi poder dos de sus grandes secretos.

- Así es Anggi y como el anterior te pido no le digas a nadie.

Se queda callada, pero sé que no lo diría, no conozco a una mujer tan leal como ella y eso es lo que me encanta de ella.

- Aunque en realidad son tres secretos los que tengo en mi poder.

- ¿Que? ¿Cuál es el otro?

- Que mala memoria señor Lombardo veo que los años le están pasando factura.

- ¿Me está llamando viejo, señorita de la Vega?

- No, es su memoria quién lo delata. Pero está bien refrescaré su memoria. Recuerda que lo vi copiando para un examen para el cual no se había preparado, y de no haber aprobado lo sacarían del equipo de fútbol.

- ¡Que! No puede ser que aún recuerde eso.

- Nunca olvidó señor Lombardo. Así como no olvidaré que pensaba demandarme por un cenar con usted, y el mismo día me salvó de ser vista por alguna cámara saliendo de su empresa.

Las puertas del ascensor se cierran, y ella trata de mantener la mirada fija en el panel, mientras yo solo puedo mirarla a ella, pero el viaje en ascensor es muy rápido así que pronto tengo que despedirme de ella.

- Hasta luego, Anggi.

Ella sale del elevador tan elegante como siempre yo me quedo en el ascensor y las puertas se cierra ella me da una mirada coqueta y las puertas se cierran. Este día quedará grabado en mi mente, el día que la mujer que hace que no pueda razonar vino a tirarme en la cara una bolita de papel. ¿Por qué tuvimos que ser competencia Anggi? De todas las mujeres que existen eres tú la que verdaderamente quiero tener a mi lado, sé que mi comportamiento te aleja de mi pero esa fama de mujeriego es lo que me mantiene en la pelea, y al mismo tiempo me encanta que seas tu quién me de tantos dolores de cabeza. Llegó nuevamente a mi oficina y me encuentro con mi hermano, quién está sentado y cruzado de piernas frente a mi escritorio.

- ¿Me pregunto a quién sacaste a escondidas de aquí?

- Eso no te importa.

- Ja, ja, ja, hermano se te está viendo la costura.

- ¿De qué carajos hablas?

- Está bien, no me digas. Solo vine a compensarte el fiasco de la cena de anoche, te invito a almorzar.

- ¿Me vas a dejar tirado?

- No, prometo que no lo haré.

- Está bien, vamos.

- Entonces ... La competencia puede visitarte.

- Púdrete.

Antes de salir, guardo bien la hoja en la que hace un momento acababa un hermoso diseño que posiblemente nunca saldrá del papel. Me detengo frente a mi secretaria y le digo.

- Ilda, la señorita nunca estuvo aquí.

- Entiendo señor.

Caminamos hacia el ascensor y cuándo entramos mi hermano se me queda mirando trato de ignorarlo, pero es evidente que me quiere decir algo, acomoda su corbata y me da una mirada.

- Dime de una vez, lo que estás pasando.

- Bueno es que no me gustaría estar en tus zapatos, no me imagino a Sofía como mi competencia.

- Bueno cosas del negocio hermano, no es tan malo como parece, sabes ella hace que cada día quiera tomar la delantera y siempre estoy pendiente de lo que hace.

- ¿O sea que reconoces que te gusta?

- Puede que llame un poco mi atención, después de todo no soy inmune a la belleza femenina.

- Hermano, pero con esa fama de don Juan la estás alejando.

- Así es, y es lo mejor. Nuestras empresas al ser las más grandes son también las que nos separan no hay manera en que una relación de esa magnitud prospere.

- Bueno entonces le estás dejando el camino libre a Adrián.

- ¿Que sabes tú qué yo no sepa?

- Bueno todos lo saben, que él está tratando de conquistar a Anggi, dicen que los han visto cenando y estuvo en primera fila el día del desfile.

- Yo nunca los he visto juntos, puede que solo sea un rumor.

- Si puede ser, pero que más te da, si no estás interesado en ella, obviamente hay otros que no son inmunes a sus encantos.

- Ya está bueno de hablar de ella.

No puedo creer que Adrián, la esté conquistando y tiene todo a su favor ya que yo nunca he demostrado mi interés, no desde que renuncie a ella, si eso es cierto seguro irá con ella al dichoso baile de las joyas, igual iré solo tengo que empezar a retomar mi soltería completamente y evitar que me vean con diferentes chicas. Espero que ella también lo haga.

- ¿Estás pensando en la forma de evitar que Adrián se quede con Anggi?

- No, claro que no. Además, esa mujer es tan difícil que no creo que nadie logré conquistarla.

- Mmm, pues los detalles le encantan.

- Pensé que te gustaba su amiga, y no ella.

- En efecto hermano, pero hace un par de días estaba esperando a Sofía, y frente a mi Adrián le dio una rosa y ella parecía encantada.

- ¿Qué paso después?

- No lo sé, como te dije solo estaba esperando a Sofía en cuanto salió se despidió de su amiga y fuimos a comer.

- Mmm, una rosa es irse por lo seguro.

- Tienes que reconocer que está ardiendo de rabia.

- No tengo porqué, ella y yo no somos nada, no nos une nada.

- En eso tienes razón. Además, tú no tienes intenciones de tener una relación seria.

                         

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