Capítulo 7 CAPITULO 6

Tania estaba sorprendida por lo que había pasado la noche anterior, era algo con lo que no contaba, comenzar su primer día de trabajo.

- Levántate - le dijo nada más entrar a aquella habitación, había pasado la noche más incómoda por su culpa y ahí estaba él, con su mirada perdida y con una resaca monumental.

- Aún no - sentenció, estaba molesto de que esta apenas comenzar y ya le estaba dañando su vida.

- ¡No me jodas! - le dijo mientras veía como abría las ventanas y dejaba que el sol saliera con todo su poder.

- ¡No me importa cómo me vas a tratar, te levantas y ya! - le contestó fuertemente, sabía que lidiar con él iba a ser algo bastante importante.

- No - contestó tajantemente.

- Lo harás o comenzaremos con el pie izquierdo, mil dólares menos - le contestó y este se molestó.

No tenía más que hacer, que levantarse, sabía que con ella no podía lidiar, era algo imposible, jamás había escuchado a alguien así.

Esperó un momento afuera, no le apetecía tampoco tener que verlo sin ropa, Hans usaba la silla de ruedas como excusa, podía caminar un poco, necesitaba tomarse de algo, la lesión había sido en una de sus piernas y en su cadera, volver a la pista implicaba tener que estar bien.

Una hora después de saber que se estaba bañando, lo vio totalmente arreglado y con ropa de deporte.

- Hoy haremos un chequeo de donde te encuentras físicamente, quiero saber cómo estas exactamente - le dijo y este la miró totalmente serio, le molestaba incluso que le tocará, le resultaba fastidioso.

- ¿Que harás? - le dijo mientras se acostaba en la camilla y esta comenzaba a tocar su pierna.

- Revisarlo, es lógico lo que hago, no piense cosas que no son, que usted no me provoca más que un cólico en el estómago, este tranquilo - le dijo mientras le veía volver a molestarse aún más.

- No es necesario de que sea grosera - le contestó y está sonrió.

- Yo soy dependiendo de cómo sean conmigo, si quiere que esto sea mucho más sencillo, compórtese cómo un adulto, a mí no me interesa estar lidiando con un niño y me haría todo más fácil - le contestó y estaba totalmente sería.

- ¿Que pasó ayer? - era la duda que tenía desde ayer, no se acordaba de nada y ella tampoco quería acordarle.

- ¡Nada, solo vómito como un idiota borracho y ya! - le dijo esta, aquella noche le había besado, estaba molesta por lo que había pasado y no quería recordarlo.

- Te entiendo, sé que estaba borracho, si dije algo idiota, me disculpas - le dijo y esta lo miró fijamente, que Hans ofreciera una disculpa era algo nuevo.

La pierna parecía estar bastante mal, la cadera no tanto, esta había logrado sanar, pero sabía que la acción repetitiva de estar en un coche le dañaría gradualmente.

- Necesito que esta vez pongas de tu parte, es justo y necesario que lo hagas, la lesión puede dañarte para siempre si no prestas suficiente atención, así que tenlo claro, haré lo posible, pero el 80% te corresponde a ti - le dijo y este volvió a su habitual mala cara.

- ¡Y eso que te pago para que te recuperes! - le dijo este y ella sonrió haciéndole un poco .as brusco.

- ¡Auch! Si me golpeas así nunca me recuperaré - le dijo y esta sonrió con malicia, si el alcohol no te mata, no creo que esto lo haga, así que de una vez te lo digo, tienes que dejar de tomar, ¡no sé cómo la gente se mata con algo tan absurdo, aún no lo entiendo! - le dijo mientras seguía masajeando aquella pierna.

- Dices eso como si fueses la más santa, ayer al igual que yo, estabas en una discoteca y te vi tomar - le dijo, la había observado bastante de hecho.

- No te interesa que tome yo o no, sí, estaba en una discoteca, pero jamás tomó licor, así que si tú excusa es esa para no cuidarte, estas bastante mal, solo espero que piense en lo que realmente importa y es tu recuperación.

- No lo digo por eso, ya sé que debo cuidarme, es que lo dices como si fuese lo peor de la vida, tomar no es nada extraño, no entiendo por qué lo satanizas de esa manera - le contestó, sabía que la vería por un año y no quería ser un maldito.

- Si, pero aun así he visto muchos morir por ese veneno, para mí, todo lo que conlleva a una adicción no es bueno - le contestó y este se quedó en total silenció.

Aquella primera clase había sido bastante tranquila, solamente caminar un poco, masajes y más masajes, no sabía si aquella joven iba a hacer algo realmente, pero su entrenador tenía fe en ella.

- Necesito que entrenes, tu cuerpo tiene que estar bien, todo depende de ti - le dijo y se marchó, estaba preocupada, pues este le costaba seguir una caminata simple.

-Está bien, ya sé que va a tocar, contigo es difícil llevar la contraria - dijo con molestia, con ella era difícil hacer algo que no estaba en el plan, además debía esperar a que esta llevara unos meses para poder decir si era buena o no.

- ¿Dónde está mi dormitorio? - le preguntó con seriedad, había olvidado que esta viviría junto a él, aunque la casa era extremadamente grande, sabía que no podía hacer algo para que esta no se quedara ahí.

- Voy a decirle a alguien que acomode una - le dijo y con una sonrisa maliciosa, pidió que la pusieran en la más alejada de todas, era su forma de vengarse por haberlo levantado tan temprano

Esta sin más fue hacia donde él le había dicho, la habitación era bastante pequeña y parecía ser que guardaban algunos chécheres en ella, no tenía intención alguna para pelear, solo quería dormir un poco, estarían en terapia en dos horas nuevamente, así que necesitaba recuperar fuerzas de aquella salida que había tenido la noche anterior.

Llamó a su madre y a su padre, quizás la independencia de estar junto a ellos le ayudaría, los amaba, pero sentía que le trataban como a una niña pequeña, ella podía hacer eso y mucho más, era una adulta funcional, quizás, esta era la mejor forma par a que por fin se dieran cuenta.