Capítulo 4 Trágalo vivo

Gloria solo asintió con indiferencia.

-Déjenlo en paz, no creo que me dé mala voluntad.

Fue un día largo. Gloria dormiría profundamente por la noche.

Solía preocuparse por perder a Jordi, pero pronto se iban a divorciar. Estaba más tranquila y apacible después de perderlo.

Pensó que tiraría y daría la vuelta en la cama. Sin embargo, ella durmió profundamente.

En realidad, podría soportar perderlo.

La alarma de la mañana la despertó.

Gloria se refrescó y se lavó. Miró el desayuno sobre la mesa con una sonrisa.

Le gustaba el desayuno americano, pero a Jordi no. A Jordi le gustaba el desayuno tradicional inglés, por lo que había estado adaptándose al hábito de Jordi durante años.

Ahora, podía comer lo que quisiera, y se sentía muy bien.

Por la mañana, recibió la llamada de Irene. La gente del departamento legal del Grupo Brown no podía esperar a verla. Irene hizo una cita para ella y salió después de desayunar.

En un coche fuera de la villa, un hombre de negro marcó misteriosamente un número al mismo tiempo.

-Jefe, ella está afuera.

-Síguela.

Jordi tenía una cara sombría. Nunca supo que Gloria tenía su propia villa. Incluso lo instó a divorciarse de él. Ella... parecía haberse convertido en una persona diferente.

...

Cuando Gloria llegó al lugar de reunión, vio que Micah ya estaba sentado junto a la ventana.

Se acercó a él con una sonrisa y le dijo.

-Micah, llegaste tan temprano.

Micah levantó la vista, pero cuando vio que era Gloria, se sorprendió: -¿Gloria?

Gloria sonrió, -Deberías llamarme Norma.

Micah estaba tan sorprendido, -Gloria, tú...

Solía apreciar mucho a Gloria, pero no esperaba que... Ella fuera...

No podía ocultar sus sentimientos por ella en este momento.

Los dos rápidamente se pusieron manos a la obra y hablaron sobre el caso.

Sin embargo, ¡Gloria no sabía que Jordi estaba teniendo una mirada malhumorada en el coche cercano!

Solo podía ver a un hombre sentado frente a Gloria. Aunque no sabía quién era el hombre, ¡Gloria le sonrió tan brillantemente!

Jordi la miró con ojos agudos, como si fuera a comérsela viva.

Se sentía irritado sin razón alguna.

Gloria lo amaba mucho antes, pero le sonreía tan brillantemente a otro hombre. ¿Ya estaba muerto para ella?

Gloria no se dio cuenta de Jordi en absoluto. Después de la conversación, ella y Micah cenaron antes de partir.

No había estado de compras durante mucho tiempo, así que decidió ir de compras y comprar muchas cosas.

Cuando regresó a la villa, estaba casi oscuro.

Los sirvientes habían arreglado todas sus cosas estos dos días. Le dieron la lista después de que volviera.

Gloria de repente encontró algo que faltaba en la lista. ¡Se tocó el cuello y se puso pálida!

¿Dónde estaba el collar? No podía perder ese collar.

¿Se le olvidó llevarlo de prisa?

Después de pensarlo, decidió volver a la mansión de los Collins para buscarlo.

Sin embargo, ella entró en el dormitorio, y vio a Jordi de pie frente a su tocador y mirando el reloj en su mano en trance.

Gloria se sorprendió: en los últimos tres años, nunca había entrado en su habitación. Pero él estaba mirando el reloj que ella le dio en trance y ni siquiera se dio cuenta de que ella estaba aquí.