-Rachel ya está listo el desayuno -gritó mi madre.
-Voy enseguida -contesté mientras le daba el último repaso a mi imagen en el espejo. El conjunto gris de falda y chaqueta me quedaba holgado, dándome un aire formal, mi cabello lo llevaba recogido en un moño un tanto severo, me habría gustado llevarlo suelto o quizás en una coleta, pero mi inflexible padre no me lo permitiría. Un poco de maquillaje me hubiera ayudado, más tampoco sería aceptado. Odiaba discutir, así que evitaba los conflictos y llevarle la contraria a Frederick Lake era una discusión segura.
-Tenemos que esperar que la señorita tarde todo el tiempo que quiera, para poder desayunar -me reprochó mi padre al verme bajar las escaleras.
-Estaba terminando de arreglarme -le aclaré -no quiero fallar en nada hoy, siento haberme demorado unos minutos.
-Eres un exagerado Fred, apenas acabas de sentarte, deja a la pequeña en paz. -Mi madre me tomó de la mano cuando me senté en la mesa -Lo harás excelente, ya veremos tu nombre en el periódico.
-Gracias mamá -le contesté sonriendo.
-Basta de tanta chachara Helen, vamos a dar gracias por estos alimentos y al terminar rezaremos el rosario.
Miré a mi mamá y le supliqué con la vista que me ayudara, mi entrevista era dentro de un par de horas y tenía que tomar dos autobuses para llegar a mi destino.
-Frederick, el rosario, lo haremos más tarde, recuerda que Jody nos va a acompañar y Mercy también, la peque no nos acompañará, tiene que ir a la entrevista. -Le habló como si fuera un niño para que entendiera, ya que a veces era demasiado testarudo.
El hombre resopló con el ceño fruncido.
-¿Al menos la jovencita si podrá dar gracias por los alimentos o también estará ocupada? - soltó de malhumor y con un rin tintín en su voz.
-Siempre hay tiempo para dar gracias. -Contesté con amabilidad.
Llegué a la imponente edificación con sus enormes columnas que daban de inmediato la sensación de monumentalidad, mis ojos se desviaron a las icónicas letras "The Times" grabadas en el lateral del edificio. La emoción se apoderó de mí, al igual que los nervios. Entré. El vestíbulo que era otro espectáculo arquitectónico.
Murales de tres metros de altura del artista Hugo Ballin adornaban las paredes, representando escenas de la historia de Los Ángeles y de la industria periodística. Tuve que obligarme a cerrar la boca para no quedarme como una idiota viendo aquel lugar impresionante. Me dirigí a la recepción y allí me indicaron que subiera al décimo piso donde sería la entrevista. Me sentí decepcionada al observar que no era la única que optaba por el puesto, había dos chicas, una rubia y la otra morena, perfectamente vestidas y por encima se le notaba que eran de dinero y al igual que ella estaba recién salida de la universidad. Las saludé, pero me ignoraron. Me senté y esperé que me llamaran. Sin poder evitarlo, escuché la conversación de las dos jóvenes.
-Anoche fuimos al concierto de Black Paradise. -Dijo la rubia emocionada.
-¿Cómo estuvo? -preguntó la morena con un pequeño grito.
-Increíble, hasta conseguí un pase de cortesía.
-¡Oh, no lo puedo creer! ¿Cómo lo conseguiste? Qué envidia tengo.
- Es muy fácil, pero aquí no debo hablar acerca de eso, otro día te lo cuento -la rubia paseó su mirada por el corredor - Lo que si puedo decirte que es sencillo y efectivo.
-Que rabia, yo quería ir, pero mi papá se enloqueció anoche y me quitó las llaves del coche porque yo no había llegado a la casa por tres días.
-No sabes de lo que te perdiste... Una vez que me dieron el pase, fui hasta los camerinos. -Gritó la rubia emocionada.
-¿Y qué pasó después?
-Estaban todos los chicos, excepto Tyler.
-¿No estaba? Qué decepción. -La morena hizo un puchero.
-Se había marchado al hotel con algunas mujeres y yo me quedé con el resto de la banda acompañada de otras groupies.
-¿Y qué hiciste? Porque los demás no serán Tyler Rhode, pero están buenísimos.
-Pasé la noche con Max... y no me preguntes que hicimos porque no lo recuerdo, ingerimos tanto alcohol -susurró muy bajito, aunque Rachel aún escuchaba -y tanta cocaína que es un milagro que esté hoy en esta entrevista, mi hermana me buscó y me sumergió en café y analgésicos.
- ¿Cómo me pude perder algo así? -se reprochó la morena - ¿cuándo va a haber otro concierto?
-La banda va a permanecer aquí en Los Ángeles, están grabando su nuevo álbum y tengo el número del baterista.
Las dos dieron un grito de emoción.
-Yo quiero a Tyler, los otros están buenísimo, pero no me interesan.
-No te han dicho que debes comenzar desde abajo para conseguir los grandes puestos... Es lo que estoy haciendo porque yo también lo quiero, todo es con él. Pero no somos las únicas, la lista es larguísima, todas quieren una follada con el dios del Rock.