Brisa suave2, el viento vuelve a soplar.
img img Brisa suave2, el viento vuelve a soplar. img Capítulo 6 Cansada
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Capítulo 20 Convivir. img
Capítulo 21 Misión 🦋 img
Capítulo 22 Ya no me molestas... img
Capítulo 23 Cercanos. img
Capítulo 24 Perdí a alguien img
Capítulo 25 Beso img
Capítulo 26 Te extrañé img
Capítulo 27 Tenemos un problema img
Capítulo 28 Herido. img
Capítulo 29 Descansar. img
Capítulo 30 Cocinar juntos. img
Capítulo 31 Reemplazo temporal. img
Capítulo 32 No quiero salve! img
Capítulo 33 La ama. img
Capítulo 34 Llevártela. img
Capítulo 35 Visita img
Capítulo 36 Ella es libre. img
Capítulo 37 ¿QUIÉN TE DIO ESA AUTORIDAD img
Capítulo 38 Yo img
Capítulo 39 Embarazada. img
Capítulo 40 El tesoro. img
Capítulo 41 Enfrentamiento img
Capítulo 42 Invasión img
Capítulo 43 Una leyenda. img
Capítulo 44 Contraataque. img
Capítulo 45 Nuestro hijo. img
Capítulo 46 ¿Están a salvo img
Capítulo 47 Infiltrado. img
Capítulo 48 Peligro constante. img
Capítulo 49 Será personal. img
Capítulo 50 47.2 img
Capítulo 51 El tesoro de Daniel img
Capítulo 52 Enfrentamiento entre hermanos img
Capítulo 53 Apretó el gatillo img
Capítulo 54 Busquedad img
Capítulo 55 Ya es tarde para negociar. img
Capítulo 56 Un sueño. img
Capítulo 57 Es más valiosa. img
Capítulo 58 Tu fin. img
Capítulo 59 Su vida no sería en vano. img
Capítulo 60 Esto no termina aquí img
Capítulo 61 Es él mejor. img
Capítulo 62 Ya me cansé de tí,es hora de que te mueras. img
Capítulo 63 Cariño, estoy aquí. img
Capítulo 64 Un hijo. img
Capítulo 65 Abuelos. img
Capítulo 66 Fin. img
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Capítulo 6 Cansada

Me respondió.

Me miró fijamente como si estuviera esperando que reaccionará, algo dentro de mí me dice que no es un cliente común.

🦋

En mi mente estoy muerta de miedo, pero no puedo demostrar mis debilidades, sigo fingiendo ser una buena secretaria.

-¡Tomé asiento, por favor!

Dije educadamente señalando el sofá.

- Deseas tomar algo, un Café, té, agua o alguna bebida especial.

Era lo único que podía hacer, realmente estaba esperando su respuesta.

Tal vez, este equivocada y solo sea un cliente a más,

Pero mi instinto me dice que no confíe mucho.

Uhm... de pronto,

Observo que en el bolsillo de su pantalón tenia un cuchillo, en su cintura un arma, no puedo identificar que tipo pero lo pude ver.

Ese hombre no disimulo nada, ¡oh, mi Dios!, en mi mente me digo

-¡Tengo que salir de acá!- ¿ Pero a dónde?

Soy una chica frágil no puedo defenderme, éste hombre parece ser alguien preparado, además mide como 1, 80 metros.

Mil preguntas pasan por mi cabeza, si era un asalto, si venía por uno de mis jefes o talvez se estaba escondiendo de alguien, mi mente volaba y no me había dado cuenta de que me estaba hablando,

–¡Perdón, es que me distraje!

Dije.

-¡No hay problema!, ¿ Usted debe de tener mucho trabajo!

-¿Si no es molestia, y si no te va a tomar mucho tiempo?

-Me gustaría, tomar una bebida tradicional, desde que pise este país, suelo observar que toman mucho. -¡Tengo curiosidad!

Una sonrisa se dibujaba en su rostro.

-Ahhh... bueno.

A la hora pude percibir de que bebida estaba hablando, -Si no te molesta, voy a comprar de la esquina, en el quiosco.

-¡No me importa! Al contrario si no te molesta hacerlo.

Era gentil a pesar de su apariencia ruda.

-Realmente me gustaría mucho probar,

Asiento con mi cabeza, me retiro de la sala.

Fueron momentos muy intensos, tanta presión que viví en algunos minutos solo quería salir corriendo, pero no podía.

Si era uno de esos hombres, que habían atacado mi casa, él se encargaría de encontrarme, y no quiero poner en peligro a más personas, mejor me quedó.

¡Tal vez, esté sea mi destino! me dije.

Estaba parada enfrente del vendedor,

–Srita. ¿está usted bien.

Mi cara me delataba, al mirarme se podía ver que no estaba bien.

Me callé, sólo le sonreí de forma silenciosa, como dando a entender que estaba bien.

Volví a la oficina, el seguía ahí sentado mirando el periódico.

Ese hombre tenía un aura muy fuerte, verlo de lejos me hacía sentir escalofríos tuve que disimular mi cara de miedo y angustia volví a entrar.

El hombre, tenía una cara de sorpresa, era como sino me esperaba devuelta.

Me apresuré y prepare la bebida, le serví atentamente lo miró y después procedió a tomar.

Solo me quede en mi oficina mirando un cuaderno, realmente ya no tenía trabajo que hacer.

Tenía una sonrisa misteriosa como si estuviera calculando algo.

De pronto, se dirigió a mi –¡No creí que volverías!

Pronunció lentamente.

Lo miré algo sorprendida -¡Es mi trabajo!

Dije hojeando mi cuaderno.

-¿Morir también, es tu trabajo?

Esa pregunta sonó algo irónico.

-Supongo que no.

Pero últimamente ya deberían contratarme para eso, ya que siempre me están queriendo matar.

Me reí por un momento, mi vida se tornó como un tornado sin comienzo.

Me observa detenidamente, vuelve a preguntar.

-¿Por qué, no te fuiste?-Tenías la oportunidad de huir.

-Jamás, haría eso.

Dije decidida.

-¿Sabes quién soy?- ¿ o en algún momento te imaginaste?

Era obvio que me había dado cuenta de que no era un cliente.

-Supongo que si.

Respondí moviendo la cabeza.

-¡Pues si lo sabes, quién soy! -Debería de haber huido.

-¡Alguien que vino a hacer su trabajo, no me dejará ir muy lejos!

-¿ Qué es ese trabajo? Me preguntó aun seguía bebiendo su bebida.

-¡ Matarme!

La muerte siempre estaba detrás de mí, pero eso no me molestaba.

-¡y aún igual así volviste! ,¿ no sería mejor, que te hayas escapado, cuando tuviste la oportunidad?-Pero volviste y hasta me serviste, una bebida

-Uf. ¿Que eres? Niña...

Dijo moviendo la cabeza y sonriendo

-¡No soy nada, ni nadie!

-¿Por qué tanta gente te busca? Si no eres nadie.

Suspiré por un momento.

-Sólo no tengo, donde irme - mucho menos, no puedo esconderme de ti, -¡ Me hallarías igual!

-¡Eres valiente!, me agradas

Su mirada era tan sombría.

-¡No lo soy! -pero no puedo permitir que más personas sean dañadas por mí culpa.

-¿Qué hiciste, niña?

Su pregunta era triste

-No lo sé, aún no descubrí.

Mi respuesta era aun más

-Eres muy inteligente, me percibiste muy rápido.

Eso no suele pasar conmigo.

- Desde que te vi en la puerta, ¡supe que viniste por mí!

El me escuchaba atentamente, mirando su rostro tenía una expresión tranquila.

Suspiré por un momento y me atrevi a preguntar; -¿Me matarás?

Un silencio se apoderó de la sala.

-Si es así,- ¡ me resignaré y acepto.

Si ese es mi destino.

-¡ No lucharé más!

Realmente ya estoy cansada...

            
            

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