-Ese tu amigo Damián, no confíes en él.
Solo evítalo, ¡te quiere hacer daño!.
Cuelga la llamada...
No respondí a ninguna de sus preguntas, no me dío tiempo de hablar.
-¡Damián!. Dije.
Pensé por un momento, intenté ubicar en qué momento, podía ser cierta su advertencia.
Él, es mi compañero de clases, siempre fue amistoso conmigo, en una ocasión hasta llegó a invitarme a una cena, lo rechacé por motivos personales.
Pero aun así, seguíamos hablando en la universidad era tan difícil de creer, pero -¿ por qué, ese hombre diría tal cosa?, no ganaba nada inventando eso.
Al día siguiente, retorne a mi facultad teníamos examen de filosofía, no estudie mucho porque perdí mi interés en el estudio, solo era cuestión de tiempo que me vaya.
Ibrahim, me dijo que hasta que llegué el momento, debería de actuar como si nada hubiera pasado, entonces estaba esperando junto con dos compañeras, de pronto llega Damián, lo vi de reojo.
Las palabras que me dijo, ese hombre vuelven a mi mente, solo lo ignoré no pierdo nada haciendo caso a sus advertencias.
Para mi suerte él paso directamente, respiré aliviada.
Unas de las chicas, comentaba que la noche pasada hubo un asesinato, según ella -Era un hombre joven, nadie sabía de donde salió.
-Un desconocido, dijo.
Solo escuché ese comentario en silencio no me gusta meterme en conversaciones ajenas.
-Ulm... eso no es noticia nueva, dijo Emi la otra chica.
-Mi papá es fiscal, y esté fin de semana levantaron 3 cuerpos.
Siguió comentando -Eran tres tipos extraños, también fueron asesinados por armas de fuegos se encontraron muchas balas alrededor de los cuerpos, -Era un ajuste de cuentas, según las investigaciones.
-Según mi tio que trabaja como encubierto así actúan los cartel, lo que no cuadra es lo que estarán haciendo por acá, según mi papá ellos pertenecen a un cartel de Colombia.
-¿Colombia? Dijo Bel, la otra chica.
-Si, así están diciendo.
Mi mente se puso en blanco, mi cabeza estallaba de dolor.
Algo extraño estaba pasando, será que tiene relación con Ibrahim o peor conmigo.
No pude concentrarme en nada más, en mi mente solamente quería hablar con Ibrahim.
Después, de las clases me apresuré a entrar en mi vehículo, tenía prisa para llamar a Ibrahim pero para mi disgusto, Damián salió a mi paso.
Era raro, su mirada delataba un aura oscura por primera vez, me fije que dudaba al hablar conmigo, como si estuviera esperando a alguien.
-Damián, fingí sorpresa.
-¿Necesitas algo?- estoy apresurada en llegar a casa.
Se contuvo por un momento,
-¡No solo quería saludarte!-Me sentí mal, cuando me ignoraste.
Lo miré por un momento
-Ahhh... no te ignoré, solo conversaba con las chicas-Últimamente estoy muy distraída.
-¡Lo siento!
Dije para amortiguar.
-ok, Suspiró y siguió -Al menos, eso me hace sentir mejor.
Sonrió mirando sus alrededores.
Por último, antes de que me dejes botado aquí -¿te puedo pedir, un favor?
Estaba algo confundida pero respondí con un -Si..
Estoy algo nerviosa y preocupada por responder así.
-¿Un aventón, se puede?
Hizo un puchero como un adolescente mimado.
Tenía mis dudas pero accedí -Ok. Vamos...
No puedo negarme, ya no tenía excusas.
-Gracias, ¡eres la mejor!...
En el vehículo, me encontraba a solas con él, eso me tenía preocupada, después de lo que ese hombre me dijo;
-Claire...
Susurró con un tono preocupado.
-Si, Damián.
Estaba pensando que me iba a decir esta vez,
-¿Me perdonarías, si hago algo malo?
-¿Malo?
Pronuncie, mi rostro cambio de color en ese momento.
Entonces, resulta que el hombre tenía razón, y yo estaba con él en mi vehículo a
A pesar que aún no arrancaba ya tenía puesta mi cinturón y me era difícil escaparme.-¿Y ahora, qué hago? Soy realmente,-¡ una estúpida!
Me hago de la desentendida, para no llamar su atención.
Mientras voy mirando, si no hay alguna persona cercana que pueda ayudarme.
-¡Depende, si no es muy malo!
Lo miré de frente.
-Off. dijo -Te estuve observando todo este tiempo, y mi misión era llevarte con alguien.
Solo le miré en silencio , ya no sé con qué intención me está hablando de esto.
-Pero...¡No pude hacer!- eres muy buena persona.
-No te mereces eso, creo que te harían daño.
Dijo mirando al costado.
-¿Quién me hará daño?
Necesito saber.
-Mencionaron una venganza, pues yo no entendí bien.-y ahora los engañé- les dije, que saliste de mi curso y no volviste a hablarme.
Después de un silencio volví a preguntar.
-¿Dime por favor quien? O ¿por qué?
Él no parecía escuchar mis palabras solo seguía hablando.
-Claire, nunca vuelvas a hablarme,- ¡te quiero!
Y no quiero dañarte, -ese hombre te va a cuidar, solo ve con él.
-¿Hombre? ¿ Estás hablando de Ibrahim?
Dije exaltada
-No te olvides- nunca menciones a manu, cerca de mí o de alguien más.
Me detuve al escuchar esas palabras,
Sólo grité -¡Bájate, o si no!..
-No te preocupes, nunca te hare daño, -tú protector está aquí.
-¿Protector?
Miré mi retrovisor, realmente era Ibrahím estaba detrás, de mi auto.
Se bajo apresuradamente y lo saco del cuello de su camisa, arrastrado.
-¿Qué está pasando? Preguntó con un tono fuerte.
Su rostro era de furia le sostuvo a Damián, de su camisa sólo pude escuchar que le amenazaba.
-¡Te avise, maldito! Con ella no te metas.
Lo subió a su vehículo, arrastrado para mi sorpresa
él no se opuso en ningún momento, me baje para persuadirlo, no quería que algo malo pasará.
-Ibrahim no... déjalo.
-Éste maldito, no escuchó mis advertencias,-¿ te hizo algo?
Empezó a observarme cuidadosamente.
-No... grite con fuerza.
-¿Qué hacías con él? -Te dije luz, como pudiste.
Acaso no sabes, ese bastardo te iba a vender.
Esas palabras eran tan crueles.
-¿Por qué?-¿Qué hice de tan malo?
Eso me conmovió mucho y me tire al suelo no podía dejar de llorar, mi rostro estaba cubierto de lágrimas.
-Esos hombres están detrás de Manuel, ellos quieren hacerle daño, y la única forma eres tú niña tonta.
-¡Manu murió!... ya casi no tengo voz.
Por los nervios hasta me perdí la voz.
-Nadie sabe, que pasó con él, -¡por eso, vine por ti,
Sabes, una vez, el me hizo prometer que si algo le pasaba, -¡yo te cuidaría!.
-¡Maldito, Manuel! -¡Obvio, que tuve que aceptar!...
-Tengo una deuda personal con él.
Eso es todo, te quieren matar y yo soy tu única oportunidad de salir con vida.
Su aspecto cambió mucho desde la última vez, que nos vimos.
Lo noté más delgado y con ojeras.
-Ahora, vaya a tu casa, descansa tranquila está noche.-mañana enviaré alguien por ti, nos iremos.
Se puso un poco más tranquilo,
Lo miré pero no puedo hablar.
-Luz, ¡estarás bien, te prometo!
Me subí a mi vehículo, lo puse en marcha.
Voltee a mirar por última vez.
-¡Vete, ahora! Me grita.
No sé cómo llegué a casa esa noche, pero no pude dormir, era obvio que tenia que ir con él, algo estaba pasando.
Y él era la única persona que podría explicarme y ayudarme.
No quiero dañar a más personas, pero tengo mucho miedo de lo que vaya a pasar.
-¡Me siento tan sola!