Capítulo 2 Milo e su esposa

Me giro lentamente y lo miro con los ojos entrecerrados. La manera.

cómo lo miro lo hace palidecer. Es lo suficientemente intenso como para dejar

cualquiera palidece, pero este tipo es un puto maricón. "Tu sabes

¿Con quién estás hablando, hombre? No insistiría si fuera tú a menos que

que quiere que le rompa la cara". Mis puños están cerrados junto a mi cuerpo. Nadie tiene derecho a exigirme respeto.

especialmente un político cobarde como él.

Levanta la mano en el aire, como si se estuviera rindiendo. "Claro claro,

Pido disculpas. Llamaré a tu secretaria".

Gruño en respuesta, le doy la espalda y continúo.

hacia la entrada del club. Parece que todo lo relacionado con esta subasta ha sido

hecho para cambiarme. No es un buen augurio para mi compra de hoy.

Cuando estoy enojado, me gusta desquitarse con una virgencita inocente.

El lugar está repleto, y no pasará mucho tiempo antes de que comience el espectáculo. Yo juro

que unos pervertidos aquí vienen al show y nunca compran nada.

Tomo mi asiento habitual en la parte delantera y me recuesto, dándole una buena

mira a los hombres que están aquí esta noche. Jameson se cuela y se sienta frente a mí en la misma mesa y sigue mirando hacia abajo.

Es una buena idea que él no me hable de todos modos. si el piensa que su posición en el tablero lo mantiene protegido de alguna manera.

equivocado. No me lo pensaré dos veces antes de matar a cualquiera que entre en el

mi camino, sea quien sea.

Miro hacia atrás y veo que Mikhail está participando en la subasta y está

en la mesa VIP ubicada en el entrepiso del club. jefe de la mafa rusaBostón. Nunca compra nada, solo viene de vez en cuando a

sigue tu propia subasta. El tipo es más discreto que yo, y eso quiere decir mucho

Empieza la música de fondo, y dirijo mi atención al escenario, donde el

Los hombres de Mikhail están parados frente al micrófono. "Gracias por

presencia en la subasta de las vírgenes", dice, antes de iniciar las instrucciones

hábitos que hay que seguir al pujar, que ni siquiera escucho.

He estado aquí suficientes veces para saber cómo funciona.

Tamborileo con los dedos sobre la mesa, esperando que el camarero.

tomar mi pedido pronto. El whisky prácticamente me está llamando. LA

el servicio suele ser lento y Mikhail no contrata suficientes camareros para la

número de clientes que frecuentan la casa.

Dos rusos están sentados en mi mesa. El hecho de que hablen.

su lenguaje me hace sentir incómodo. No confío en los rusos porque ellos

son peores que los italianos. Incluso después de la mala experiencia que tuvo con Milo y su esposa.

"¿Qué están bebiendo?", una camarera que nunca había visto antes

pregunta. Es bonita, pero parece demasiado joven para trabajar en ella.

Un club nocturno.

Le sonrío, pero parece ponerla nerviosa mientras juega con un pequeño mechón de pelo. "Whisky con hielo. Doble".

Ella escribe mi pedido en un bloc de notas con manos temblorosas.

su atención se desplaza hacia los rusos. Ella les habla en ruso, y eso me hace hervir la sangre.

Necesito una subasta mejor que esta, pero no hay nada más en Bostón. Los rusos son geniales organizando eventos como este. "¿Podrías

¿Pueden hablar inglés, pendejos? Estamos en los Estados Unidos, por el amor de

Dios". Observo a los dos hombres que dejan de hablar y me miran.

"Los rusos en su propio club, así que ten cuidado con lo que dices".

Aprieto los dientes y coloco mis puños cerrados sobre la mesa.

En este momento siento que estoy listo para explotar y me encantaría colorear esto.

mesa con la sangre de ese idiota. "¿Qué mierda me estás diciendo?

¿llamó?".

La camarera se apresura a volver a nuestra mesa y deja el vaso de whisky.

en frente de mí. "Disculpe la demora, señor". ella mira a los dos rusos. "Además, Vlad e Igor, ¿podrían venir conmigo?" Miguel

exige tu presencia en su mesa." Me miran antes de asentir y levantarse.

Mikhail parece haberse dado cuenta de un error fatal que ninguno de su equipo

me Jameson cuenta, se que aclare esa haber la garganta. puesto " a decir rusos verdad, en la misma rusos mesa también que yo.

Me están cabreando".

Lo miro con los ojos entrecerrados. "No recuerdo haber tenido

pidió su opinión".

Él niega con la cabeza. "No, pero no veo por qué no lo haríamos podemos llevarnos bien esta noche. no tengo mas intencion de hablar

de negocios".

Tomo un largo trago de mi whisky irlandés de primera línea.

La bebida que corre por mi garganta alivia un poco mi ira.

La ira es una emoción que he estado tratando de contener desde que me conozco.

por personas. Es por eso que recurrí a la lucha libre, una salida.

por toda la ira peligrosa que pronto brota a la superfície.

Necesito relajarme y disfrutar del espectáculo. Al final de la noche, tendré uno.

juguete nuevo para disfrutar y desahogar mis frustraciones.