Capítulo 5 No sabe apreciarte

Si Tessa no recordaba mal, Samuel había tirado el reloj al suelo porque no le gustaba. Fue ella quien intentó volver a armarlo con pegamento.

A pesar de que el reloj ya no funcionaba, no tuvo el corazón de tirarlo.

Samuel sintió una mirada y se dio la vuelta, solo para encontrarse con los fríos e indiferentes ojos de Tessa. Frunciendo el ceño, dejó el reloj sobre el tocador.

"¿Por qué pusiste esta basura aquí? ¿Qué crees que es mi casa? ¿Un basurero?".

Tessa se encogió de hombros. "Si quieres, puedes tirarlo". Luego, pasó por su lado para buscar su collar.

Samuel abrió los ojos como platos.

Había pensado que el reloj era importante para ella, así que ¿por qué consentía en desecharlo?

Al parecer, sus sospechas eran correctas. Tessa realmente había cambiado.

De lo contrario, no estaría saliendo con otro hombre.

Su expresión se contorsionó con furia. "¡Tessa!", gruñó. "Accediste tan rápido a divorciarnos porque ya encontraste a una nueva pareja, ¿cierto?".

Ella se encogió de hombros una vez más. "Si quieres pensar eso, adelante".

Fue directamente al tocador, abrió un cajón y sacó una caja de collar. A pesar de su proximidad con Samuel, siguió sin prestarle atención. Como ya había encontrado lo que buscaba, se dio la vuelta para irse.

De repente, Samuel la agarró de la muñeca con una expresión lívida. "¿Cómo te atreves a regresar aquí e irte como se te da la gana?".

Tessa intentó tirar de su brazo hacia atrás, pero fue en vano. "¿Qué crees que estás haciendo?", siseó con una mirada exasperada.

¿Por qué este hombre estaba siendo tan irrazonable? No lo había visto tan malhumorado.

Samuel la sostuvo con más fuerza. "La abuela quiere verte, así que esta noche vendrás a casa conmigo".

Tessa frunció el ceño y lo miró como si hubiera perdido la cabeza. "¿Estás loco? ¡No, no quiero! ¡Lleva a Betty contigo!".

La furia de Samuel aumentó ante su negativa. "¿No me escuchaste? ¡Te dije que la abuela quiere verte a ti! Si no fuera por ella, no estaría a solas contigo".

Tessa hizo una mueca burlona. "Siempre que la abuela me pedía que la visitara, inventabas excusas para que no nos encontráramos. ¿Por qué no haces eso en lugar de insistir en que te acompañe?".

"¿Has olvidado todo lo que mi abuela ha hecho por ti?".

Tessa frunció los labios con fuerza. Durante estos tres años, la abuela era el único miembro de la familia Pearson que la trataba con amabilidad y la cuidaba. La compadecía mucho porque ella debía lidiar todos los días con la actitud indiferente de Samuel.

La abuela la trataba como si fuera su nieta biológica. Por eso Tessa no podía negarse cuando se trataba de ella.

"¿Vas a ignorarla, Tessa? No sabía que eras tan despiadada. ¿Ahora te resulta inútil? ¿Por eso la estás ignorando?".

"¡Yo no soy ese tipo de persona!", gruñó ella.

Samuel resopló. "Entonces, ven conmigo".

A pesar de que se sentía conflictuada, Tessa se subió al auto de Samuel. Era consciente de que la abuela se preocupaba constantemente por su matrimonio.

Suspirando con frustración, cerró los ojos. Si ella no hubiera insistido en casarse con este hombre...

En la casa de la familia Pearson, una entusiasta voz les dio la bienvenida apenas entraron a la sala. "¡Oh, mi hermosa nieta está aquí! ¡Tessa, siéntate a mi lado! Te he estado esperando. Me alegra tanto que finalmente estés aquí".

Las pestañas de Tessa revolotearon mientras forzaba una sonrisa. "Abuela, lo siento. Yo...".

Alena Pearson le dio una palmadita en el dorso de la mano. Los labios de la anciana se curvaron en una sonrisa amable. "No tienes que decírmelo. Ya lo sé todo".

Tessa abrió mucho los ojos con desconcierto. "¿Lo sabe todo?".

Si Alena realmente supiera sobre su separación, no estaría tan tranquila.

Samuel también se veía sorprendido mientras observaba a su abuela.

Alena lo miró fijamente antes de volverse hacia Tessa. "Escucha, no hay forma de que la novia que yo elegí para él no sea la mejor. ¡Es Samuel quien no sabe apreciarte!".