Capítulo 5 5

Kat vació el contenido y luego le devolvió el bolso a Rusty. "Aprieta el bolso. Siente cada centímetro".

Rusty lo hizo y se puso tenso. Kat dio un paso atrás. "Ambos lados del forro tienen dos cuchillos falsos que son de plástico. No son afilados, pero podrían haberlo sido. Pasar un detector de metales sobre el bolso no habría funcionado para encontrarlos. También puse un tubo de agua a lo largo de la parte inferior del bolso que probablemente confundiste con un acolchado. Podría haber contenido veneno, un arma biológica o un gel explosivo que podría encenderse con el encendedor que me devolviste. Tienes que sentir cada centímetro de algo que buscas e investigar cada golpe o inconsistencia. Nunca permita que ninguna sustancia pase por seguridad, incluso si cree que es simplemente agua. Su mejor opción es asegurar las carteras y los bolsos en un lugar separado cuando tenga visitas de un día. Quítales sus pertenencias cuando entren y devuélvelas cuando salgan".

Rusty descubrió los revestimientos ocultos y sacó los objetos. Ella suspiró. "Veo."

Kat asintió. "Podría haber matado a alguien si hubiera sido un mal tipo".

Los gritos estallaron repentinamente desde la dirección de la puerta principal. Kat se dio la vuelta a tiempo para ver una furgoneta con cristales polarizados que se abría paso entre los arbustos junto a la fila de coches que esperaban para entrar en Homeland. Casi se estrelló contra algunos manifestantes antes de chocar contra esos vehículos. La parrilla había sido modificada en un ariete. Alcanzó a ver lo que parecían ser dos paquetes pegados con cinta adhesiva. Esos paquetes explotaron al impactar con las puertas. Las bisagras de la puerta cedieron y se derrumbó sobre el pavimento.

El shock la mantuvo inmóvil durante preciosos segundos mientras la furgoneta intentaba pasar por encima de la barrera de metal derribada. Los guardias a lo largo de la parte superior de las paredes abrieron fuego. Sus balas rebotaron en los costados del vehículo. Rusty agarró a Kat y ambos cayeron al suelo junto a su alquiler.

Kat levantó la cabeza y observó el infierno que se desarrollaba. Dos de los neumáticos de la furgoneta estaban atascados en la puerta dañada, pero no tardaría mucho en liberarse. Retrocedió y luego el conductor cambió de marcha y avanzó de nuevo. Una parte doblada de la puerta lo colgó, pero casi se salvó de ella.

La vista demasiado cercana para su comodidad de la rejilla no reveló señales de más explosivos pegados al frente. El conductor probablemente tenía la intención de usar la potencia del motor y la fuerza para romper la segunda puerta, pero su auto alquilado se interpuso en su camino. Tendría que sortearlo y eso lo retrasaría.

Luchó por salir de debajo de la mujer Nueva Especie que la había derribado. Una mirada reveló que Rusty estaba bien y no en el camino de las llantas que estaban a punto de ser empujadas hacia adelante cuando la camioneta se estrelló contra su alquiler. El motor seguía funcionando. Se puso de rodillas y se lanzó a través de la puerta abierta del auto, agarró el freno de emergencia y tiró de él. No detendría la furgoneta, pero haría un poco más difícil empujar el coche.

Salió del auto en reversa, aterrizando sobre su trasero, un instante antes de que fuera embestido. Su atención se fijó en la furgoneta. Las balas todavía rebotaban en él, sin causar ningún daño excepto por lo que parecían ser algunas leves marcas de arañazos.

"¡MOVER!" Rusty gritó. "Sígueme."

Kat volvió la cabeza cuando la Nueva Especie se puso de pie. Sacó su arma pero no disparó a la camioneta. Kat reaccionó, sus años de entrenamiento tomando el control antes de que pudiera pensar. Tiró de la pistola de la mano de Rusty, se levantó y quitó el seguro.

"Dispara a los neumáticos", gritó Kat.

Le disparó al parabrisas donde vio a dos asaltantes sentados. Ambos vestían equipo de asalto táctico con protectores faciales completos. Las ventanas del vehículo aguantaron, lo que significaba que no podía hacer ningún daño, pero eso fue en ambos sentidos. Un movimiento en la parte trasera de la furgoneta le aseguró que había más bastardos. Avanzó, ignorando los disparos, esperando que los guardias en la pared no la apuntaran.

El conductor volvió la cabeza cuando ella se detuvo junto a su puerta. Ella agarró la manija pero estaba cerrada. Agarró el arma con ambas manos. Pisó el acelerador, los neumáticos chirriaron y el olor a goma quemada la asaltó mientras empujaba su alquiler unos metros. Se movió con él y examinó la puerta en busca de un defecto. La cerradura estaba expuesta, así que disparó contra ella. El agujero que apareció pareció sorprender al conductor y ella podría haberlo alcanzado pero la bala no le haría mucho daño con la plataforma de pecho que llevaba. Abrió la puerta de un tirón y apuntó a las dos pulgadas de piel que se revelaron en su garganta cuando él miró en su dirección y cometió el error de mirar hacia la pared, levantando la cabeza. ella disparó

El pasajero intentó levantar un rifle de asalto de grado militar para dispararle, pero se enganchó en el extremo del divisor central, entre los asientos. Ella le disparó, pero la bala no atravesó su careta. Se lanzó hacia atrás. El conductor se atragantó, la sangre fluyó sobre su chaleco. No llevaba cinturón. Ella empuñó una de las correas de su chaleco y tiró con fuerza. Ella se giró cuando él se cayó, poniendo su costado contra la camioneta, fuera de la línea de visión del pasajero. El conductor cayó al suelo y ella lo soltó.

Las balas atravesaron la puerta abierta junto a ella y supo que si giraba hacia delante para dispararle al pasajero de nuevo, él la golpearía. Se concentró en el hombre moribundo a sus pies. Se inclinó, con cuidado de mantenerse fuera de la puerta abierta de la furgoneta que aún estaba en marcha, pero que ya no avanzaba. Su coche lo impidió. Sacó la pistola de su funda y vio dos objetos que parecían granadas.

Santa mierda. No están jodiendo. Dejó caer las armas al suelo y agarró los dos artefactos explosivos. Eran hechos a mano, por suposición, pero parecían mortales. No tuvo tiempo de reflexionar exactamente sobre cómo funcionaban o qué harían. Temía que los otros asaltantes estallarían en cualquier momento y atacarían. Vio los interruptores y usó sus pulgares para activarlos, rezando para que no explotaran instantáneamente. Se arriesgó a exponerse cuando los arrojó adentro y se inclinó para agarrar la puerta. La cerró de golpe, giró y salió corriendo.

"¡Correr! ¡Bomba!" les gritó a dos oficiales de la NSO que avanzaban.

Uno de ellos siguió las órdenes y se zambulló detrás de una especie de barrera que habían instalado cerca de la caseta de vigilancia, pero el segundo siguió avanzando.

"Va a estallar", dijo. Al menos ella esperaba que así fuera. Sería realmente malo si solo hubiera hecho estallar dos armas químicas, pensando que eran artefactos explosivos. Había tenido meros segundos para examinarlos.

El guardia que seguía acercándose a ella tenía que medir al menos seis pies y cinco. Él no apuntó su arma hacia ella, lo cual fue una bendición. Ella metió la cabeza cuando sus brazos se abrieron como si fuera a agarrarla, pero lo agarró por la cintura. Sacó el aire de sus pulmones cuando se estrelló contra su cuerpo sólido, recordándole cuando golpea una pared a toda velocidad. Sin embargo, ambos se hundieron.

¡AUGE!

El sonido casi la ensordeció y algo golpeó su espalda. No estaba segura de si había sido golpeada por un objeto volador o si solo fue la onda expansiva de la explosión. Le zumbaban los oídos, se sentía entumecida y no sabía si estaba herida. El gran cuerpo debajo de ella se movió. Estaba tumbada encima de él. Él se dio la vuelta y de repente sintió el implacable pavimento bajo su espalda. Su peso la inmovilizó mientras lograba abrir los ojos, sin siquiera darse cuenta de que habían estado cerrados hasta entonces.

Su audición mejoró un poco a medida que disminuía el trauma. El guardia era pesado, aplastándola entre él y el suelo. Había vuelto la cabeza para mirar detrás de él. Ella miró fijamente una garganta bronceada, revelada debajo de su protector facial tintado, e incluso notó su barbilla cuadrada. Explosiones y un silbido llenaron el aire.