Capítulo 9 9

Jeanie gimió cuando alguien la tocó y el dolor le subió por el hombro y bajó por el costado herido cuando le quitaron el metal de las muñecas. Le dolía moverse pero quería tocar 710 solo una vez más. Sabía que no iba a sobrevivir, a pesar de la intervención médica. Una mirada al charco de sangre en el que yacía fue suficiente para convencerla de ese sombrío hecho.

Ella extendió la mano y cubrió su mano con la suya donde descansaba en el suelo mientras él se agachaba sobre ella. Su cara estaba a sólo centímetros de la de ella. Ella curvó sus dedos alrededor de la parte posterior de su puño. Se sentía muy cálido, donde ella era tan fría. Ella se aferró a él lo más fuerte posible.

Miró hacia abajo al contacto, pero no se apartó de su toque. Tenía miedo de que él pudiera. La sangre empapó su mano, manchando la de él también. Ella medio esperaba que él se enojara. Ella sólo deseaba tocarlo. Tenía miedo de morir sola.

Él levantó su mirada hacia la de ella. Giró su mano bajo su palma y apretó fuertemente sus dedos. La llenó de gratitud que él se preocuparía lo suficiente como para intentar darle algo de consuelo. Se humedeció los labios de nuevo, desesperada por pronunciar las palabras.

"Traté de salvarlos a todos. ¿Lo lograron? ¿Todos sobrevivieron?

Parpadeó. "Ellos lo hicieron. Ninguna especie murió".

Las lágrimas la cegaron, pero parpadeó para contenerlas, desesperada por mantenerlo enfocado. Había logrado salvar a todos los hombres y mujeres atrapados dentro del edificio. Había tenido un precio alto, pero ella sabía los riesgos cuando conducía al trabajo esa mañana. Tantos de ellos, todas esas vidas eran más importantes que la de ella. Cerró los ojos y llegó una sensación de paz, bloqueando parte del dolor.

"¿Temblar?" Él gruñó su nombre. "Abre tus ojos."

La demanda fue una que no pudo resistir mientras lo miraba de nuevo. Se había acercado poco a poco hasta que su cálido aliento abanicó sus labios. Respirar le costó mientras luchaba por hacer que sus pulmones siguieran funcionando. La pérdida de sangre y el estado de shock de su cuerpo estaban pasando factura. Esperaba sonreír cuando lo intentara, queriendo transmitirle que estaba bien.

"No te mueras", dijo con voz áspera. "Aférrate." Apartó la mirada. "¡Más rápido!" Su tono se profundizó. "Ven aquí."

"¡Moverse!" gritó un hombre y algo pesado cayó al suelo detrás de ella. El abrigo que llevaba se tiró con fuerza, la tela se rasgó y no pudo evitar el gemido cuando las manos enguantadas exploraron su lado ahora expuesto.

"Estarás bien", dijo 710, atrayendo su atención. "Solo quédate conmigo." Casi aplastó su mano más pequeña con la suya, como si pudiera forzar la situación aferrándose a ella con más fuerza.

"Mierda", maldijo el médico.

"Arréglala", gruñó 710.

"Es malo", respondió el médico. "Jed, trae tu culo aquí. Abra el kit y comience una vía intravenosa.

Su boca se abrió. No tenía la energía para decirle al 710 ninguna de las cosas que siempre había querido decirle si alguna vez habían estado solos sin correr el riesgo de que Dean Polanitis o la gente que había trabajado para él los escuchara. Era importante que 710 entendiera cómo había cambiado su vida y le hiciera darse cuenta de que su propósito era salvar a los de su especie. Él era la motivación que le había dado el coraje para conquistar sus miedos. No había pasado un día desde que ella lo había visto sin que él no hubiera llenado sus pensamientos o perseguido sus sueños.

"Shiver", dijo un poco más fuerte, "quédate conmigo". La negrura la reclamó.

Capitulo dos

Tim Oberto le lanzó a su equipo una mirada enfurecida. "Casi la dejaste morir".

Trey Roberts, su segundo al mando, se aclaró la garganta. "Señor, ¿cómo se suponía que el equipo iba a saber que molestaría tanto a una mujer rescatada? La mujer en cuestión era una empleada. ¿Cuántas Nuevas Especies han sido asesinadas en sus manos? Lamento que la mujer de la Nueva Especie estuviera tan angustiada, pero los empleados de esos infiernos no son nuestra prioridad. Inmediatamente conseguimos ayuda médica para esa mujer una vez que la situación explotó. Ella lo va a lograr".

"¡Casi no lo hace!" Tim gritó. "Sé que es tu trabajo defender a los equipos, pero ambos sabemos que la cagaron. La justicia va a estar en mi trasero porque molestamos a una de sus hembras. Ella atacó a uno de nuestros hombres, tratando de defender a ese empleado. ¿Ella pidió ayuda para la mujer herida, o no, antes de arrojarlo contra una pared para quitarle la bota al empleado?

"Ella lo hizo", admitió un miembro del equipo. "Pero diablos, la perra tenía un arma cuando llegamos a ese piso. Se sentó frente a nosotros con un arma y por suerte no abrimos fuego y le volamos la cabeza. Habría tomado la foto si ella hubiera sido un hombre".

Las puertas se abrieron y Tim dio un respingo cuando el juez North y una docena de machos grandes de Nuevas Especies entraron en la habitación. Tim reconoció lo enojado que estaba Justice por el entrecerramiento de sus ojos felinos y el hecho de que sus labios estaban lo suficientemente separados para revelar sus caninos afilados. Tim esperó mientras Justice se acercaba.

"¿Cuál es su directiva?" Justicia gruñó.

Tim enderezó los hombros y se encontró con la mirada acalorada del juez North. "Para ayudar en el rescate de todas las Nuevas Especies". Justicia asintió. Eres nuestro equipo. El gobierno te asignó para que nos ayudes, pero ante todo respondes ante la NSO, Tim", gruñó Justice. "Eso significa todas las Nuevas Especies. Cuando una especie femenina exigió atención médica para un ser humano, se le debería haber dado lo que quería. El primer contacto es muy importante. Ella piensa que tu equipo es tan malo como los humanos que la mantuvieron cautiva. ¿Es cierto que la humana ya había recibido un disparo cuando sus hombres la maltrataron y la esposaron, casi dejándola desangrarse en el suelo? Tim se estremeció cuando su mirada se desplazó hacia Trey. "¿Lo es?"

Trey suspiró, dirigiéndose a Justice. "Estaba un piso por encima de ellos, pero he hablado con el líder de ese equipo. Eso parece, señor. Ella sufría una herida de bala y sostenía un arma en su regazo. Dos guardias de seguridad estaban muertos en el suelo junto a ella. El equipo asumió que se habían enfrentado entre sí para evitar que obtuviéramos información si los arrestaban".

"La hembra de la especie", gruñó Justice, "dijo que el humano fue golpeado por el equipo. Ella jura que la cara del humano estaba sangrando y magullada solo después de que llegaron. ¿Es eso cierto? ¿Alguien golpeó al humano?

Trey se aclaró la garganta. "Los interrogué sobre todo lo que pasó. Uno de los hombres la golpeó con la culata de su rifle de asalto para derribarla. Su cara quedó magullada en ese momento o cuando la sujetaron en el piso".

Sonó otro gruñido y uno de los machos de la Nueva Especie se adelantó. True era un gran hijo de puta: un metro ochenta, hombros anchos y pecho ancho. Sus densos bíceps estiraron las mangas de la camisa negra hasta el límite. El cabello rubio brillante le caía sobre los hombros y sus ojos marrón oscuro se entrecerraron con ira mientras se fijaban en Trey. Tim se puso tenso, con la esperanza de que no estallara una pelea, ya que sabía que Nuevas Especies en particular, a quienes habían rescatado en una misión anterior, todavía estaban aprendiendo a controlar su temperamento. El día ya había sido un desastre total y no quería que empeorara.