Capítulo 5 La primera vez

Madre mía, hoy es el día de los imbéciles, que porque me fui me pregunta el muy cabrón.

- Haber como le digo esto, señor Williams, sin que mañana me eche.

- Habíamos quedado que hoy éramos Patri y Ayden, y no te preocupes no te voy a echar.

- Mire no soy de poner oídos a conversaciones ajenas, pero yo no voy a ser la amante de nadie, no va a engañar a su esposa, novia, o lo que sea conmigo, lo de ser la amante y secretaria no es lo mío.

- ¿Amante? - da un carcajada.

- Si, y seguramente la foto de esa dulce niña es la foto de su hija...

- Haber, no estoy casado, no tengo novia, y la foto que viste es mi sobrina, Chloe, viene el próximo fin de semana a Madrid, mi hermana murió en el parto y yo y mi madre la hemos cuidado, soy como su padre.

Lo miro aturdida, bajo la mirada por la vergüenza, madre mía, cada vez meto mas la pata, se me cae la cara de vergüenza, no puedo ni mirarlo.

- Lo siento... Pensé...

- Pues no pienses. - y cogiéndome las bolsas de la compra. - subamos a dejar esto.

- Señor... - me mira con cara de reprimenda. - disculpa, Ayden, pero estoy cansada, y mañana trabajamos y ya es algo tarde.

- Pues cenamos y me voy.

Me coge la llave de la mano, abre el portal y lo mantiene para que yo entre mientras lo miro embobada.

Cuando entramos a mi apartamento, cojo las bolsas y las llevo a la cocina, el me sigue hasta allí y cuando las he dejado en el suelo, me abraza por detrás.

- Podemos terminar ahora lo que empezamos. - susurra a mi oído.

Me besa el cuello y la espalda, sus manos levantan mi vestido, mientras me acaricia las piernas, mi respiración cada vez es mas fuerte, me doy la vuelta y le beso, Ayden me levanta y me apoya sobre la mesa de la cocina, me quita el vestido, y yo le quito la camiseta, mientras el me chupa y muerde los pezones le voy desabrochando el pantalón, tiene una erección enorme, cuando le consigo bajar el pantalón, y miro su calzoncillo me mojo solo de ver el tamaño que tiene.

- ¿tienes condones para todo eso?

Consigo decir entre jadeos. El sonríe y me besa cuando me suelta me siento abandonada, me hace falta sus caricias. le miro buscando en los bolsillos del pantalón.

- Mierda. - masculla.

- ¿que? ¿Qué pasa?

- Pensé que traía pero no tengo.

- ¿Que? ¿no me jodas? vaya calentón...

- podemos... - dice besándome - seguir - me vuelve a besar - y - otro beso - me corro fuera.

Digo que no con la cabeza.

- Yo tengo, pero no se si para semejante aparato sirvan. Tengo ganas, pero con precaución mejor.

Nos vamos a la habitación, no se como llegamos allí, entre besos caricias, y mas besos, caemos en la cama, cojo un condón de la mesita de noche, se lo pone con destreza.

- ¿Seguimos? - me dice burlón.

- Sin dudar.

Con sus suaves dedos, me toca el clítoris, y baja su boca hasta allí, lo chupa, le pega pequeños mordisquitos...

- Oye lo necesito ya...

Le ordeno, me tiene muy caliente...

- Primero llegarás...

Me sigue chupando, mordiendo, me introduce un dedo en mi vagina y lo mueve con destreza, mientras su lengua sigue en mi clítoris.

- Ayden voy a llegar... - Jadeo.

Al escuchar esas palabras, me chupa con mas fuerza, y empiezo a sentir que llega mi orgasmo, es la primera vez que llego sin que me penetren, Ayden no deja de chuparme y grito grito de placer.

- Estás muy rica. - dice sonriendo.

Entonces cuando aun estoy en extasis por el orgasmo que acabo de tener, Ayden se introduce en mi de una embestida, mi cuerpo tiembla de placer, con cada embestida se me forma una explosión, que se que volveré a llegar rápido, y eso llega cuando Ayden me besa desesperado introduce su lengua y mi cuerpo ya no puede mas con tanto placer, y grito con el siguiente orgasmo.

Ayden cae sobre mi.

- Eres una diosa.

- Pues anda que tu... - y doy una carcajada.

Ayden se hecha a un lado en la cama, y yo pienso que la he cagado.

- Esto no puede volver a pasar, somos jefe y secretaria.

- Eso lo vamos viendo. - dice sonriendo.

- Es que...

- Patri, hay un problema.

Lo miro, verás ahora me dice que si era casado y mañana salgo en los periódicos porque lo he asesinado.

- Al final eres casado, mira que no debería creerte..

- Patri, el condón se ha roto. - dice seriamente.

- ¿Que?