Illicit Affairs
img img Illicit Affairs img Capítulo 5 Una última noche
5
Capítulo 6 No quiero perderte img
Capítulo 7 Todo es un desastre desde que no estás conmigo img
Capítulo 8 ¿Es muy tarde para remediar mis errores img
Capítulo 9 A pesar de todo, aquí estoy img
Capítulo 10 Epílogo img
img
  /  1
img

Capítulo 5 Una última noche

Volvió a servirse un vaso entero de whisky para sentarse en el sofá y apreciar la vista de la ciudad. La que se supone debía ser una de las noches más emocionantes de su vida fue realmente deprimente. Steve rechazó todos los planes de sus amigos de organizar una despedida de soltero. No quería nada, sin Eddie a su lado nada le importaba. Jamás se habían separado en nueve años, ¿cómo transcurriría un día más sin él?

¿Todo estaba perdido? ¿No existía una mínima posibilidad de que pueda arreglar las cosas con Eddie? Se veía tan herido... Y todo por nacer en la familia que le fue asignada, por cargar con ese maldito apellido y las consecuencias de este, quizá muchos pensaban que era un cobarde que se aferraba a la buena vida, sin embargo, nadie conocía más a su familia que él mismo.

Saltó al sentir que lo llamaban, ¿sería Eddie? No.

Bufó al ver que se trataba de Lucy.

-¿Tampoco saliste en tu última noche libre? - le preguntó un poco ebrio.

-Estoy viendo una película con Maxi - le comentó - Se quedó dormida hace unos minutos, quiere guardar energías para mañana.

-Al menos alguien está emocionada por la boda - contestó y bebió un poco más de su vaso - Un año pasará rápido ¿no?

-Steve, ¿estás completamente seguro? - le preguntó la rubia refiriéndose a la boda - Todavía hay tiempo en caso quieras retractarte, quizá puedas obtener esa herencia de otra manera, no lo sé.

-¿Tú estás segura de querer casarte conmigo?

-Eres mi mejor amigo y te apoyaré en todo lo que me pidas, pero ¿puedo ser honesta? No te veo nada bien, apenas han pasado unos días y siento que este matrimonio podría terminar de hundirte - dijo apenada.

-Eddie no lo entiende - parecía hablar consigo mismo - Cree que exagero cuando le digo que mi familia es capaz de todo. Él piensa que soy un ser despreciable que sólo quiere luchar por dinero, pero quiero protegerlo, Lulú.

-¿Temes que le hagan lo mismo que a Grace? - preguntó y confirmó sus sospechas al oírlo llorar - ¿Alguna vez le contaste a Eddie sobre ella?

En más de una ocasión, no podía ocultarle nada a su novio, así la reputación de su familia quedara en juego. Grace era su prima favorita, solía pasar las tardes jugando juntos cuando eran niños, y a medida que fueron creciendo hablaban sobre temas de los que no podían hablar con sus padres. Durante la adolescencia, Grace sufrió muchas críticas dentro del entorno familiar, le exigían que fuera más femenina, más refinada, buscaban convertirla en una persona completamente distinta a lo que era.

Ella una vez le confesó a Steve que le gustaban las chicas, incluso tenía una novia, pero que no entendía la razón por la que todo debía permanecer oculto, si no hacían nada malo, creyó que sincerándose con su familia podría obtener comprensión, tal vez podrían entenderla y aceptarla, aunque no fue así.

La última vez que vio a Grace fue cuando Steve tenía quince años, porque cuando le confesó a su familia sobre su orientación sexual no dudaron en enviarla a un internado en Irlanda, donde se encargarían de corregirla, y no le permitirían volver hasta que se encuentre "rehabilitada". Perdió contacto con los demás miembros de la familia, y hasta donde tenía entendido, apenas pudo irse de aquella cárcel juró alejarse de los Harrinson.

Al menos es lo que sus padres le contaron, pues Steve empezaba a creer que en realidad Grace estaba muerta. Nunca la encontró, ni en redes sociales, ni en su viaje a Irlanda, era como si la tierra se la hubiera tragado... O alguien con muchas influencias y dinero se hubiese encargado de hacerla desaparecer.

-Estoy seguro que ellos no dudarían ni siquiera un instante en lastimarlo, y no podría soportarlo - admitió secando sus lágrimas - Odio tanto vivir así, Lucy. Por eso necesito ese dinero, porque en el instante que se enteren sobre Eddie ellos se encargarán de hacer mi vida más difícil. Necesito llevarlo lejos, mantenerlo a salvo y...

-Steve... - el castaño continuaba hablando como si tuviera planes pendientes con el rizado, como si aún no asimilara que Eddie decidió terminar la relación días atrás.

-Vamos a volver, estoy convencido de eso, no lo perderé tan fácilmente - llamaron a su puerta, primero dieron dos golpes, luego uno y después tres - Tengo que irme, Lucy, acaba de llegar un pedido que hice.

Mintió.

Ese llamado era especial y lo sabía. Ansioso corrió a abrir la puerta para encontrarlo frente a él. Eddie Munroe se abalanzó sobre él para besarlo con desesperación, apenas cerró la puerta no perdió el tiempo en colocar sus manos sobre su rostro, había bebido tanto que temía que se trate de un sueño, pero no, en verdad estaba ahí. El rizado fue el primero en romper el beso.

-No te cases. Por favor no lo hagas. Podemos irnos si así lo quieres y empezar juntos en otra parte - le pidió rozando su nariz con la del castaño.

-Para irnos necesitamos dinero, amor. Apenas mi familia se entere me quedaré sin un centavo - respondió abrazándolo, era una conversación difícil, pero sintió tanto la ausencia del chico, que a pesar de todo necesitaba tenerlo cerca.

-¿Y eso qué tiene? Que se vayan a la mierda con todo su dinero. Yo puedo trabajar, y tal vez no sea en la empresa de tu familia, pero puedes conseguir otro empleo. No tendríamos tantas comodidades, pero seríamos libres.

-Mi familia se encargaría de que nunca consigamos empleo ninguno de los dos, si es que no nos mandan a matar primero, así como a Grace - Pese al dolor que sentía, Eddie comprendía la difícil posición en la que se encontraba Steve, aunque dudaba seriamente en si sus padres serían capaces de cometer un hecho tan atroz contra su propio hijo.

De igual manera, visitarlo una noche antes de su boda fue un rotundo error. Nada cambiaría, ambos tomaron una decisión y ninguno estaba dispuesto a dar su brazo a torcer.

-Entonces sí lo harás. Mañana te vas a casar - confirmó separándose del castaño.

-Lo siento tanto, Eddie.

-No... no lo hagas. Yo lo entiendo. Más bien, disculpa que haya venido, creo que lo mejor será que me vaya - dijo, pero fue detenido por Steve.

-Por favor quédate - susurró volviéndolo a acercar a él - Quédate conmigo esta noche.

-Cierto, es tu despedida de soltero - intentó bromear, aunque el castaño lo tomó como una queja, tal vez Eddie entendió mal el mensaje.

-No, no me refiero a eso, sólo quiero estar contigo ahora, abrazarnos, dormir juntos - pidió sintiendo que las lágrimas saldrían en cualquier momento de sus ojos.

-¿Qué pasa si alguien me ve salir de aquí mañana? - preguntó - ¿Qué le dirías a tus padres?

-Es la última noche - le dijo con la voz entrecortada.

-Es la última noche - repitió tomando su mano - Bien, ¿a qué hora llegan los strippers o lo que sea que se hace en estas ocasiones? - decidió bromear, si en verdad era la despedida, quería llevarse los mejores recuerdos de Steve, y no dejaría que el dolor interfiriera con eso, si después de esta noche no volvería a verlo, pretendería que todo está bien.

-Lamento decepcionarte, pero en cambio tengo otras opciones ¿pizza, comida china o sushi? - preguntó sin dejar de mirarlo.

-Pizza - respondió, e inevitablemente recordó su primera cita.

Parecía un respiro de la realidad, simplemente ellos cenando mientras intentaban hablar sin crear un ambiente tenso, o recordar lo caótico que serían los siguientes días cuando deban afrontar la vida que les esperaría. Una hora más tarde, ambos se dirigieron a la habitación del castaño, y se acomodaron para dormir, aunque en verdad, ninguno de los dos tenía sueño.

-¿Qué haces? - le preguntó Eddie sintiéndose nervioso por la vista fija del otro.

-Capturo este momento para siempre - dijo besándolo - Nunca dejaré de amarte.

-Steve...

-Te amo - susurró buscando los labios del rizado.

-Yo también te amo - respondió mientras el beso subía de intensidad - Steve, si esta es nuestra última noche juntos, hazme el amor.

-¿Estás seguro?

-Completamente.

El clima parecía ir de acuerdo a los sentimientos de la pareja, pues amaneció más nublado de lo planeado, ninguno de los pudo pegar el ojo durante el resto de la noche, permanecieron despiertos entre caricias, besos, gemidos y miradas cómplices. Finalmente, el gran y esperado día llegó, con ello, todo rastro de calma de la noche anterior desapareció.

                         

COPYRIGHT(©) 2022