Katherine no se había dado cuenta de lo débil que era hasta que fue llevada a ese lugar, ella se arrepentía de nunca haber aprendido a defenderse, a pelear para proteger lo que amaba. Ella ya no tenía nada, pero aun así necesitaba volverse fuerte para poder vengar a su familia, así que aceptaría cualquier ayuda que le ofrecieran.
_ Si me dices que puedes ayudarme a conseguir el poder para vengarme, no me importa lo que tenga que hacer para obtenerlo , aceptaré tu ayuda.
A Daniel le había encantado la actitud que ella tenía,ya que a pesar de estar al borde de la muerte ella se aferraba a la vida de manera admirable.
_ Muy bien, así se habla, será mejor que nos escapemos antes de que amanezca como sabrás quieren separar mi cabeza de mi cuerpo
Daniel se quedó en silencio durante unos minutos y empezó a murmurar en un idioma que Katherine no puede entender, y una luz cegadora empezó a brillar en la oscuridad, se escuchó el sonido de unas cadenas cayendo al suelo.
Daniel salió de su celda y empezó abrir la celda de Katherine, murmurando las mismas palabras que había dicho antes pero esa vez le dijo que cerrara sus ojos.
Cuando la puerta se abrió él le dijo.
_ Ya puedes abrir tus ojos.
Katherine abrió sus ojos y lo vio de pie junto a su catre, ella no pudo ver bien como era Daniel ya que la luz de su celda era realmente escasa, sólo puedo distinguir su piel blanca que resaltaba en la oscuridad.
Daniel al ver el estado en el que Katherine se encontraba quiso hacer pedazos a la persona que la había dejado en tal estado, se habían ensañado con ella y la habían dejado hecha un despojo.
_ Realmente tienes la espalda peor de lo que creía, el que te ha hecho esto se ensañó contigo.
Katherine no respondió a eso ya que era algo evidente y le preguntó.
_ ¿Cómo te has liberado de las cadenas y has abierto las puertas de las celdas?
Esa pregunta Daniel no la podía contestar, o por lo menos no de momento, así que se limitó a decirle.
_ Ese es mi pequeño secreto, te lo diré más adelante, no te preocupes por eso ahora, hay que curar esas heridas que tienes, ten bebé esto te ayudará con el dolor.
Daniel le dio de beber el líquido de una pequeña botellita, el cual era realmente amargo e hizo que lo bebiera todo, casi de inmediato el dolor empezó a menguar, lo que hizo que se sintiera realmente agradecida con él, luego le aplico una pomada en las heridas. Él cortó unas cuantas tiras de su capa y la empezó a vendar con mucho cuidado y le preguntó.
_ ¿Cómo te sientes?, ¿Puedes ponerte de pie?
Ella hizo lo que él le pidió y se sorprendió mucho de que sus piernas no le fallaran, ya que minutos antes no podía ni siquiera darse la vuelta, ella sintió como si hubieran renovado sus fuerzas de golpe y le contestó.
_ Me siento mucho mejor, el dolor casi ha desaparecido, ¿Qué era esa medicina?
El tónico que Daniel le había dado era una medicina que había comprado en unos de sus viajes en la ciudad de Bratis, la cual ayudaba con el dolor y daba energía al cuerpo, pero su efecto no duraba mucho tiempo así que tenía que sacarla lo más rápido posible de aquel lugar antes de el dolor volviera y que ella se desmayara.
_ Es una medicina hecha con distintas hierbas ayuda mucho a aliviar el dolor, es realmente práctico para mi trabajo ya que aunque tenga graves heridas puedo seguir peleando, intenta caminar para poder irnos de este lugar.
Ella dio pasos pequeños por temor a caerse pero se sorprendió al ver que sus piernas le respondieron bien, Daniel se quitó la chaqueta y se la dio a ella y le dijo.
_ Ten, ponte esto fuera está helando
Katherine agradeció mucho que le hubiera dado su chaqueta, ya que su vestido estaba hecho tirones.
_ Quédate detrás de mí, yo iré a delante y me encargare de los guardias.
Katherine obedeció y caminó detrás de él y le preguntó.
_ ¿Sabes cómo salir de este lugar?
Él se había aprendido el camino mientras los guardias lo llevaban a prisión y contó a todos los guardias que habían.
_ ¡Por supuesto!, me fijé en el camino cuando me trajeron aquí.
Cuando salieron de la celda y ellos se dirigieron a la escalera que se encontraba al fondo de un largo pasillo en el cual no se encontraron con ningún guardia ya que todos hacían guardia fuera de aquel lugar, al llegar a la escalera Daniel sacó un pequeño alambre de su bolsillo y lo introdujo en la cerradura y luego de unos minutos la puerta hizo un clic y se abrió, al otro lado de la puerta habían dos guardias los cuales se sorprendieron mucho al ver que se había abierto la puerta.
Daniel abrió puerta de golpe y derribo a uno de los guardias al salir, después golpeó a otro guardia con un puñetazo en el estomago haciendo que se doblegaria por la cintura y dándole con la rodilla en la cara, el guardia cayó al suelo, y el otro que quedaba quiso sacar su espada para pelear con él pero antes que la sacará daniel ya lo había noqueado y le había arrebatado la espada, cuando el guardia cayó al suelo, Daniel les quitó las capas,se acercó a Katherine y le dijo.
_ Ya puedes salir....
Él le puso una de las capas de los guardias en los hombros a ella y él se puso la otra, luego le dijo.
_ Ven hay que darnos prisa antes de que vengan más guardias y se den cuenta de que nos hemos escapado
Así siguieron caminando a través de los distintos pasillos y cada que se encontraban con guardias Daniel se encargaba de ellos con la misma facilidad con la que había tratado a los primeros guardias.
Luego salieron a un pequeño jardín que estaba cubierto de nieve en el cual no se veía ningún guardia, Daniel tomó la mano de Katherine y la llevó al final del jardín donde había una pequeña puerta la cual conducía fuera del palacio, por lo visto era la entrada que usaban los empleados y no estaba muy vigilada, solo había un guardia, el cual estaba profundamente dormido, pasaron con mucho cuidado sin hacer ruido a la par de él para no despertarlo, por suerte pudieron salir del palacio sin tener muchos problemas.
Cuando se encontraban fuera Daniel le dijo.
_ Tengo un caballo más adelante, luego iremos a un lugar seguro puedes caminar un poco más.
Él sabía que el efecto del tónico que le había dado se acabaría pronto y le preocupó que se fuera a derrumbar a mitad de la calle ya que eso haría más difícil su huida.
_ Si, las heridas no me duelen, aunque me siento un poco mareada todavía puedo caminar.
Daniel siguió tomando la mano de Katherine y la llevó por las calles empedradas hasta donde él tenía su caballo, como era invierno y las calles estaban repletas de nieve y hacía mucho frío, no tuvieron que preocuparse por las personas, ya que las calles estaban completamente vacías.
Aún así Daniel le dijo a ella que se pusiera la capucha de su capa, cuando llegaron donde él tenía su caballo, la ayudó a subir con mucho cuidado para no lastimarla, luego se dirigieron al interior del bosque donde cabalgaron durante un buen rato, cuando ya estaba empezando a amanecer llegaron a una pequeña cabaña, la cual estaba casi escondida entre los árboles y la nieve, lo cual hacía muy difícil que alguien la pudiera encontrar.