Capítulo 4 Mario le pide a Vida que sea su novia

Mario encontró paz en la casa de los Orellana, en esta casa no habían insultos ni humillaciones, como en la casa de los Catalán. Se llevaba bien con su amigo Ramon (hijo), nadie decía nada porque ayudaba con las tareas de cosechar maíz, dieta muy básica en las familias de Guatemala, también ayudaba a traer leña para uso de la cocina de la casa, y también muchas veces Acompañó a doña Lupe, conduciendo a una burra de nombre: bonita, esta cargaba todos los animales exóticos que doña Lupe compraba para comerciar(iguanas,armadillos, lagartos etc.), para doña Lupe era una gran ayuda porque ya no tenía que salir sola por los caminos, solos en el monté, todos se beneficiaron por la presencia de Mario en la familia Orellana, don Ramon lo aceptaba de buena gana, Ramon hijo tenía compañía en las tareas pesadas, y doña Lupe tenía un ayudante para el negocio, ahh! Y a Vida le caía muy bien .

Mario era ese tipo de joven humilde y tímido, quizá por las humillaciones en su adolescencia su carácter se había deformado un poco. Pero esto fue una ventaja para el en esa familia, don Ramon era un hombre de principios y practicaba el cristianismo, quizá si Mario hubiese sido diferente no lo habrían aceptado, ya en esta casa no se permitían palabras soeces ni ninguna comportamiento indebido.

Mariano de Jesús Salazar López era el nombre de Mario, así tenía sus documentos de identidad, aunque sus apellidos en los registros aparecían como López Salazar. En el futuro, pero muy en el futuro; 70 años para ser exactos sus documentos de identidad tuvieron que ser cambiados a la forma correcta ya que su padre era apellido López y su madre Salazar. Esto causó confusion en el futuro a sus hijos porque también fueron registrados con el primer nombre que sus documentos iniciales decían.

Pasaron unos dos años que Mario vivía con los Orellana, ya Mario teñía unos 20 años y Vida 18, a Mario le gustaba la flaca de ojos bonitos y an ella no le era indiferente. Aquí comenzó el romance entre Vida y Mario, el era atento con ella, le ayudaba con algunas tareas para estar cerca y poderla ver seguido . Solo había un pequeño problema, Mario era tímido y no se atrevía a pedirle que fuera su novia.

Pasó mucho tiempo hasta que se pudiera decidir, pero al fin un día saco fuerza de flaqueza y se decidió a hablarle de lo que sentía por ella. Su corazón latía a mil palpitaciones por minuto sentía su cara caliente y roja, también sus manos estaban sudorosas, era ahora o nunca, había buscado el momento justo para estar a solas y que nadie los interrumpiera. Vida por su parte se sospechaba cual era la intención de Mario, pero no decía nada, ya que aún seguía siendo la chica tímida e inocente de siempre. Esta si era una situación normal de inicio de un noviazgo, con sensación de mariposas en el estómago por los nervios. Finalmente Mario se decidió, yo yo yooo quería preguntarle si quiere ser mi novia.

Transcurrió unos segundos en silencio, que a Mario le parecían una eternidad, antes que Vida contestara algo. Mario gritaba en su interior que diga que si por favor!!. Finalmente Vida se atrevió a decir algo. Ella dijo: déjeme pensarlo y le respondo después. Dio la vuelta y salió corriendo hacia la casa.

Mario se quedó pensando entre sí, dijo que lo iba a pensar, Dios quiera que sea si su repuesta. Esta fue una escena que era común en aquellos tiempos la chica nunca decía que si a la primera, no como en estos tiempos que primero vienen los besos y las caricias, y después preguntas como se llama a quien bésate o quizás nunca pidas que sea tu novia y sales sin saber que tipo de relación tienes.