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-Señorita Len, llegamos...despierte -chofer observaba a Len por el retrovisor-
-¿Ya llegamos? -dijo una Len adormilada-
-Así es ¿durmió bien? -cuestionó chofer-
-Los sillones de este auto son bastante cómodos, pero, aun así, me duele el cuello -dijo Len mientras trataba de masajearse con la mano- bien, me voy.
-Buen día, señorita.
-Gracias, igualmente. -Len dio una última mirada y salió del auto acomodando los lentes oscuros para ocultar su notable desvelo-
Len se dirigió a la clase que le tocaba y tomó asiento en su escritorio, dejó reposar su cabeza en la palma de su mano mientras observaba por la ventana.
-¿Una fiesta muy larga anoche? -cuestionó un chico al acercarse a Len-
-Algo -contestó Len indiferente-
-Me llamó Kevin -dijo él extendiendo la mano-
-Lenay -contestó Len ignorando la mano extendida-
-Soy atleta -comentó Kevin con orgullo-
-¿En serio? ¿Qué deporte prácticas? -Len pasó de tener su cabeza reposada en la palma de la mano, a su barbilla, de esta manera podía observar al chico frente a ella-
-Me gusta correr -sonrió Kevin-
-¿Y qué tan rápido puedes correr? -cuestionó Len inclinándose ligeramente hacia adelante-
-Tan rápido como me lo pidas -Kevin sonrió encantador-
-Lo tomaré en cuenta -sonrió Len-
Len había notado que el chico delante de ella, era bien parecido. Se había limitado a escuchar su voz y juzgándolo sólo por su timbre, parecía un buen chico, pero su aspecto lo cambiaba todo. No era un buen chico.
-Buenos días -saludó el profesor al entrar en la clase- hoy tendremos trabajo grupal, así que, por favor, todos junten sus mesas con otros cuatro integrantes -indicó-
-Podemos trabajar juntos ¿está bien? -cuestionó Kevin con una sonrisa-
-Está bien -sonrió Len-
Varias personas en la habitación observaban a Len. Ella estaba bastante acostumbrada a esto, siempre las personas esperaban que las eligiera y cuando elegía a un par, iniciaban las entradas dramáticas e incluso se atribuían fama, que a Len no le importaba, pero no entendía el gusto de las personas por destacar.
-¿Podemos unirnos? -cuestionó una chica de lentes-
-Por supuesto -sonrió Len con amabilidad-
-Me llamó Betty y ella es Lilith -dijo la chica-
-Soy...-Len fue interrumpida-
-Lenay -contestó Lilith con emoción- eres muy linda y popular, todo quieren ser tus amigos. Estoy feliz de trabajar contigo.
-Len sonrió- no creo ser tan maravillosa como describes, pero muchas gracias por esa información, es un gusto conocerlas.
-Creo que el resto de los grupos ya se armó y nos falta uno -dijo Betty-
-Entonces, trabajaremos el doble...juntos -coqueteo Kevin tratando de tomar la mano de Len-
-Déjenme averiguar que pasa -Len se levantó y caminó en dirección al profesor-
-Tiene tanto liderazgo -comentó Lilith con admiración al observarla hablar muy cómodamente con el profesor-
-Len volvió a su lugar y se sentó- parece que habrá un intercambio y por eso uno de los estudiantes está ausente, se está preparando.
-¿Entonces tendremos que esperar al nuevo? No me gusta retrasarme en trabajos -comentó Kevin con molestia-
-El profesor dijo que no tardará en aparecer, así que, iniciemos y cuando aparezca, ya veremos cómo hace su parte -sentenció Len-
Después de escuchar instrucciones, Len organizó el trabajo con ayuda de sus compañeros; escuchó opiniones y sugerencias e incluso armó un tipo de mapa para comprender mejor la tarea. Las clases se desarrollaron normalmente y llegó el momento de la comida.
Len se levantó de su escritorio y tomó sus cosas, mientras observaba algo en su celular, salió de clase y caminó a la salida.
-Len -llamó Lilith- ¿a dónde vas? ¿No vas a comer?
-Yo tengo...-Len observó cómo Betty y Kevin la rodearon- tengo planes y comeré en otro lado -sonrió-
-¿Podemos...sentarnos mañana en la cafetería juntas? -cuestionó Lilith con cierto sonrojo-
-Eres muy tierna -sonrió Len- por supuesto, sentémonos juntas. Ahora, me tengo que ir -retomó su camino-
-Kevin observó cómo Len se alejó y caminó a paso rápido detrás de ella- ¿puedo acompañarte?
- No es necesario.
-Entonces...me dejarías llevarte a casa -sonrió Kevin- ¿puedo?
-Len se detuvo y pensó unos segundos- en otra ocasión. Ya vinieron por mí, adiós -retomó su camino hasta salir de la universidad y subir a su auto-
-Se está haciendo la difícil - comentó Kevin para sí- que entretenido será esto.
Después de un largo viaje, Len llegó a un restaurante que desde afuera podía verse lleno de personas, todas notablemente distinguidas.
-Parece que va muy bien el negocio -comentó el chofer-
-Así es. Vamos -ordenó Len y se dirigió al restaurante-
-¿Cómo están? ¿Tienen reservación? -dijo el chico de la entrada-
-Mesa 6B -dijo el chofer-
-Oh, por supuesto. Síganme -el chico los guio hasta la mesa 6B, que era una de las habitaciones privadas del restaurante- en un momento les traen la comida.
-Muchas gracias -contestó chofer y se detuvo frente a Len- señorita, entiendo su molestia, pero recuerde que estamos en un lugar público y no sería bueno...hacer mucho ruido.
-Len respiró profundo- lo intentaré - dijo de mal modo-
-Bien -chofer sonrió y abrió la puerta de la habitación.
Len entró en una habitación con una gran mesa redonda que tenía varias sillas y detrás de cada silla había un sujeto de traje. La única persona sentada, era un señor de unos cuarenta años que tenía la mirada baja y estaba temblando.
-Señorita Len -saludaron todos los hombres de traje con una reverencia-
-Len medio sonrió- Hola. Tomen asiento, la comida vendrá pronto -se dirigió a la silla que estaba justo frente al señor que, para este momento, estaba pálido como un fantasma- ¿cómo estás Mick? - cuestionó al sentarse-
-Bi-Bien Señorita Len ¿y usted? -dijo Mick con la voz temblorosa-
-Bueno Mick, no he tenido un buen día. Primero me encargué de un traidor y no logré dormir mucho; después tuve que soportar a un atleta idiota y después, como la cereza del pastel, me entero que alguien hizo algo a mis espaldas y casi me pone en riesgo -Len se inclinó sobre la mesa- dime Mick ¿en cuál de las tres, entras tú?
-Se-Señorita puedo explicarlo...-dijo Mick tembloroso-
-Hazlo, pero antes...piensa que lo que digas a continuación, puede salvar tu vida.
-Señorita Len, yo no quería que las cosas salieran así, es que...me enamoré de ella y una cosa llevó a la otra. Está embarazada y sólo quería darle una mejor vida, por eso quería sacarla de ahí, no hice nada en su contra señorita, nada, nada en su contra. -dijo Mick llorando-
- Mick ¿sabes quién es la mujer a la que defiendes en este momento?
-Es Ana de limpieza, en el edificio roca... -contestó Mick con incredulidad-
-Error. Ana de limpieza, es una espía infiltrada de la policía.
Mick se levantó rápidamente de la silla y corrió a toda velocidad en dirección a Len. Inmediatamente los hombres de traje se movieron de sus asientos, pero Len los detuvo. Cuando Mick llegó a Len, se puso de rodillas y entre lágrimas, suplicó.
-Señorita Len, no lo sabía. Le juro que no lo sabía, pero por favor, no le haga nada. Ella es la madre de mi hijo, perdone a un no nacido que no tiene la culpa. Castígueme a mí, por favor ¡Castígueme! -suplicó Mick- le juro por mi hijo que no sabía que era una espía.
-¿De verdad no sabías Mick? ¿En serio? -Len acercó su mano a la barbilla de Mick y la levantó-
-Mick negó moviendo la cabeza de un lado a otro tan rápido como pudo- Lo juro por mi hijo.
-Bien. Regresa a tu lugar, la comida vendrá pronto.
Unos minutos pasaron, cuando tocaron la puerta y luego entraron varios meseros con charolas a dejar la comida a cada persona en la mesa. Los meseros salían luego de completar su tarea, pero ocurrió algo, el último de los meseros en entrar era un joven alto y atractivo que llevaba la comida de Mick; al dejar el plato delante del señor, se percató de la imagen temblorosa y asustada de Mick.
-¿Está bien señor? ¿Ocurre algo? -cuestionó el chico a Mick-
-Mick dio una mirada rápida a Len y luego negó- está todo bien. -sonrió de la forma más real que pudo-
-¿Seguro? ¿Necesita un médico?
Len había clavado la mirada en el chico que hablaba con Mick, no era uno de los meseros usuales, parece que por error lo habían enviado a él a meterse en la reunión y claramente...no sabía las reglas.
-Él está bien -sonrió Len- sólo está emocionado porque va a ser padre ¿cierto, muchachos?
Inmediatamente todos los hombres de traje sonrieron y dieron miradas alegres a Mick, quien se obligó a sonreírles de vuelta.
-Todo está bien, puedes retirarte -siguió hablando Len- y por favor llama al gerente.
-Claro -el chico dio una última mirada a Mick y luego salió de la habitación-
-Habla con el gerente y averigua que pasó -ordenó Len al chofer-
-Sí, señorita Len. -chofer se levantó y salió del lugar-
-Todos, disfruten sus alimentos. -dijo Len-
Mick observó su comida y el sobre al lado de uno de los platos, lo tomó entre sus dedos y lo observó unos segundos con temor de lo que pudiera haber adentro.
-¿Qué pasa Mick? ¿Por qué no comes? -cuestionó Len-
-A-Aquí hay un sobre.
-Oh sí, es un regalo para ti.
-Mick observó el sobre con confusión y cierta inquietud-
-Que esto no arruine tu comida -sonrió Len con amabilidad- tú trabajaste para mí por mucho tiempo y guarde la esperanza de que tu relación con la policía fuera un error, y no me equivoque. Tu sólo querías proteger a tu pequeño bebé y yo respeto mucho esa paternidad que ahora tienes y siempre buscaste. Felicidades por el embarazo.
-Gracias, señorita Len -sonrió Mick suavemente-