Capítulo 8 Después de un beso

El resto del fin de semana, Lenay estuvo pensando en lo que había pasado. El beso con Lucas no había sido su primer beso, pero si había sido la primera vez que se había sentido así; muchas veces en el pasado, había probado varias medicinas, incluso algunas muy raras y ninguna la hizo sentirse así, entonces, no fue que él tuviera algún tipo de medicamento en la boca, tampoco que la hubieran envenenado y tampoco había sido su primer beso, no había explicación para lo que había sentido.

A pesar de no existir una explicación para su sentir, muy dentro de ella había una firme creencia que decía, que debía evitar que esa reacción se repitiera y lo más evidente era que no debía acercarse a quien la provocó. No sería tan difícil, el único lugar en el que podía ver a Lucas era en la universidad y ella era una deidad de la universidad, así que no deberían ser complicado mantenerlo lejos.

-Bien, que buen plan –se felicitó Len a sí misma después de terminar su discusión mental, se levantó y se dirigió a la salida trasera de su casa, pero antes de cruzar la puerta se detuvo en seco- cierto, Lucas es el mesero...no puedo alejarme de él si no sé lo que vio en el restaurante –dejó salir aire- esto será más difícil de lo que pensé.

Len caminó un momento por el jardín, observaba las flores de diferentes colores, también vio los arbustos e incluso se encontró con uno de los jardineros quien la saludó con una sonrisa; su caminata se extendió hasta casi la hora de la comida, así que decidió comer en la banca que estaba justo delante de la fuente. Esa banca era su lugar favorito en todo el jardín, porque estaba debajo de una estructura que la cubría del sol y la lluvia, además, la vista que tenía de la fuente, era maravillosa. La comida le fue servida y mientras bebía champagne, un sujeto de traje apareció.

-Señorita Len, tengo el informe de...-el sujeto fue interrumpido por Len-

-Espera, hoy es domingo y es la hora de la comida –Len dio una mirada al cielo- además el día está muy lindo ¿por qué no te sientas y tomas algo? ¿ya comiste?

-Sí, señorita Len –el sujeto caminó a la banca y se sentó en el otro extremo- ya comí, gracias.

-Bien, entonces tomate algo conmigo –Len extendió una copa al sujeto de traje- ¿te gusta el champagne?

-Sí, señorita –asintió el sujeto y extendió la copa a Len- gracias.

-Len sirvió y luego dejó la botella en su lugar- deberías probar las uvas, están muy buenas.

-Gracias, señorita –contestó él seleccionando que uva se veía más grande-

-Entonces, Gael ¿cómo estás? –cuestionó Len con una sonrisa mientras observaba al sujeto fornido de cabello ligeramente desordenado, que tenía una tez morena que combinaba a la perfección con sus ojos dorados y el arete brillante de una de su oreja. Gael era un sujeto de gran musculatura con tatuajes en ambos brazos e incluso uno se extendía hasta su mano-

-Estoy bien, señorita Lenay –contestó Gael con una sonrisa, mientras volvía a tomar lo que parecía, su octava uva-

-¿Seguro? Escuché que te atacaron. –Len lo observó de pies a cabeza- Podríamos llevarte al hospital si es lo que necesitas.

-Gael negó con diversión- Estoy bien, se lo agradezco, pero solo fueron unos rasguños.

-¿Cómo pasó? –cuestionó Len mientras seguía buscando golpes o heridas-

-Si se lo cuento, entonces estaría hablando de trabajo –dijo Gael con sarcasmo-

-Puedes correr, pero no esconderte –dijo Len con resignación mientras seleccionaba su siguiente uva- adelante, cuéntame.

-Mis hombres estaban investigando el camino por el que se fue la batería y también lugares cercanos, pero resultó que los estaban siguiendo –explicó Gael-

-¿Quién? –cuestionó Len-

-Agentes de la policía –contestó él-

-Len dejó salir una risa breve- por supuesto que sí, quieren a Ana. Entonces ¿qué pasó?

-Mis hombres no se dieron cuenta que los estaban siguiendo, hasta que los agentes entraron en su propiedad, así que no podíamos dejarlos vivos, pero tampoco podíamos dejar que retrasaran la investigación. Yo fui en su ayuda, pero no sabía que eran cuatro agentes los que nos estaban siguiendo –siguió explicando Gael- mientras yo peleaba con tres de ellos, uno me atacó por la espalda con una navaja y me hizo una pequeña cortada en el brazo y otra cerca de las costillas. Luego uno de mis hombres apareció y le disparó, el resto fue sencillo.

-Len tomó otra uva-

-Y pasó otra cosa...-dijo Gael-

-Len dirigió su mirada a él, mientras jugaba con otra uva entre sus dedos-

-Las placas de los agentes que nos estaban siguiendo, decían que eran oficiales de rango C –dijo Gael- es un rango mayor al de...Ana.

-Len pensó un momento y luego dejó salir aire- están perdiendo a sus mejores agentes, por perseguirme –chaqueó su lengua con el cielo de la boca varias veces mientras negaba- están jugando muy mal sus cartas –recuperó la postura y volvió a observar a Gael- de cualquier forma, dime si necesitas algo o te sientes mal...desde esa herida en tu cuello, ya no me voy a arriesgar contigo.

-Gael pasó dos dedos sobre la cicatriz que iba en diagonal desde su clavícula hasta el lugar cercano a su oreja- desde esta herida, juré ser leal a usted señorita Lenay, y eso implica que tampoco me arriesgare con usted y la protegeré.

-Len hizo una reverencia con la cabeza- gracias.

-Ah, y la información que traje es sobre la batería –agregó Gael-

-¿Lo encontraron? –cuestionó ella-

-Encontramos su ropa con manchas de sangre al otro lado del río, puede que haya muerto en algún lado –Gael pensó un momento- creo que dejó la ropa cerca del río como distracción, así que ordené seguirlo buscando en todas las direcciones. La certeza es que la sangre es de él, así que pronto aparecerá. Yo no le daría más de un mes.

-Len se limitó a escuchar-

-También...vi a Alba –Gael sonrió- tiene la misma sonrisa de siempre, a pesar de los años, se ve igual.

-Ella fue el primer amor de Mick –dijo Len dejando salir aire- fue muy valiente al dejarla en ese momento.

-Fue la única oportunidad para rescatarla, desde que el clan de rojo se enteró del nuevo rango de Mick, lo comenzaron a perseguir –dijo Gael- se arriesgó mucho para protegerla.

-Len se quedó en silencio un momento y notó la expresión pensativa y molesta de Gael- ¿en qué piensas?

-Si...si Mick iba a traicionarla ¿por qué no lo hizo en ese momento? –cuestionó Gael con molestia- ¿por qué tuvo que hacerlo ahora? Después de todo este tiempo que pasó con nosotros, en aquel momento tal vez hubiera sido más fácil dejarlo ir, pero ahora, cuando por fin nos volvimos amigos –respiró profundamente mientras observaba el suelo- eligió el momento menos indicado.

-¿Me guardas rencor? –cuestionó Len mientras observaba la fuente-

-No –negó Gael rápidamente- yo entiendo que Mick se lo merecía, además, no es como que no estuviera enterado de lo que pasaría. Él lo sabía claramente y aun así decidió hacerlo. Tal vez esto se escuche egoísta, pero siento que también me traicionó a mí.

-Escucha –Len dio un trago a su copa- la lealtad no es algo fácil, significa sacrificar muchas cosas por el bien de una persona que no eres tú. Como seres humanos, debemos sobrevivir y velar por nuestro bien, así que a la primera persona a la que debes ser leal es a ti mismo. En un inicio Mick fue leal a mí, porque yo le hacía bien, pero las cosas cambian y llegó un momento en que yo ya no funcionaba para él, lo que él quería no era algo que podía conseguir conmigo, así que fue leal a sí mismo y me traicionó.

-Gael prestaba atención a cada palabra que Len decía-

-Len dejó salir aire y observó a Gael con una expresión reconfortante- a lo que voy, es que la lealtad persigue tu bienestar y cuando ya no te sientas bien en el lugar en el que estás, tu lealtad buscará nuevamente un lugar en el que te sientas bien. Yo sabía que en algún momento Mick me traicionaría y no espero menos de ti.

-Gael se levantó rápidamente e hizo una reverencia- yo jamás la traicionaría señorita Lenay, gracias a usted mi familia y yo hemos vivido a salvo por muchos años. Por favor no espere una puñalada por la espalda, de mi parte.

-Len se puso de pie- levántate –ordenó-

-Gael recuperó la postura y la observó-

-No estoy esperando una puñalada por la espalda, estoy esperando que hagas lo que sea bueno para ti, en todo momento, así eso signifique escapar de mí –el viento sopló moviendo suavemente el cabello de Len- siempre he estado preparada para el momento en que tomen la decisión de dejarme atrás –dio unos pasos hasta quedar al lado de Gael- cuando tú lo decidas, avísame.

-Estas palabras hicieron que Gael girara su cabeza rápidamente al lugar en el que Len se había detenido, él tenía una expresión de sorpresa que solo se marcó más cuando se encontró el rostro sonriente y radiante de ella-

-Yo soy la única que sabe cómo escapar de mí –dijo Len- seré tu mejor aliada, cuando quieras dejarme.

[Lucas]

Después de que Len saliera corriendo de la Noria, Lucas se levantó rápidamente de su lugar y caminó detrás de ella, pero justo antes de pasar su veloz caminata a un trote, se detuvo. Por un momento brillante de conciencia, él meditó sobre lo que había pasado; actuar de manera impulsiva era uno de sus defectos, pero esta era de esas veces, donde el actuar así, instaló cierta culpa dentro de él.

A la mañana siguiente, Lucas se despertó temprano, luego de casi no poder dormir por haber pensado en Len. Después del desayuno, se dispuso a estudiar y para su suerte, eso lo entretuvo hasta casi las dos de la tarde; la alarma del celular sonó a todo volumen en la habitación, haciendo que Lucas despegara sus ojos del libro y descubriera que era la hora de comer, pero simplemente se sentó bajo el umbral de la puerta de entrada con un cigarrillo sin encender entre los labios.

-¡Hey, hermano! –saludó Henry-

-Lucas simplemente observó al chico musculoso en camiseta que se acercaba a él-

-Sabes, anoche me fui de fiesta con unos amigos y estuve con unas chicas muy lindas –Henry dio un golpe en el brazo de Lucas- hubiera sido bueno que fueras, pero tenías otros planes ¿no es así?

-Lucas esperó unos segundos y luego asintió-

-¿Cómo fue? ¿estuvo bien? –Henry sonrió con diversión- hay grandes cantidades de alcohol saliendo de tu cuerpo en este momento ¿eh?

-Lucas no contestó-

-Te digo algo, hermano. Yo no soy una persona completamente distraída, aunque así lo crean las personas y resulta que tu silencio de hoy, es diferente –Henry pensó un momento- ¿pasó algo anoche? ¿no te fue tan bien?

-Lucas dio una mirada a Henry-

-Entonces, sí pasó algo. Bien ¿qué pasó? –cuestionó Henry- ¿te peleaste con alguien? ¿actuaste como tonto?

-Lucas dejó salir aire-

-Fue por una chica –declaró Henry y al ver la expresión de sorpresa de Lucas, comenzó a reír- entonces tengo razón. Actuaste como tonto frente a una chica y seguro ella es importante para ti ¿te gusta? ¿quieres tomarla de la mano? –cuestionaba con un tonito burlón- por casualidad, tienes cara de que no dormiste por ¿escribir su nombre con tu apellido? ¿Cuántas hojas llenaste, amigo?

-Lucas le hizo una mala mirada a Henry-

-Henry soltó una carcajada- solo estoy jugando, a ver, dime ¿qué pasó?

-Actué por impulso –dijo Lucas en voz baja-

-¿Qué? –cuestionó Henry-

-¡Actué por impulso! ¡La besé y salió corriendo ¿sí?! –reclamó Lucas- pero ya me siento lo suficientemente culpable, así que...no digas nada –dijo volviendo a disminuir el tono de voz-

-Henry se recuperó de la sorpresa inicial y luego comenzó a reír, sus manos se posicionaron en su abdomen por el entumecimiento que su carcajada provocaba-

-Lucas hizo una mala cara y se levantó para regresar al interior de su casa, pero antes de lograrlo, Henry lo detuvo-

-Ya, me voy a dejar de reír –Henry se secó las lágrimas- ya estoy serio. Ven hablemos.

-Para estar serio, sigues con una sonrisa tonta en el rostro –dijo Lucas malhumorado y volvió a sentarse-

-Me tomaste por sorpresa, nunca me has dicho más de cuatro palabras y de repente me gritas –sonrió Henry- pero está bien. A ver –cruzó los brazos sobre el pecho- ¿qué pasó con ella? ¿hablaron después de eso?

-Lucas negó-

-Entonces, la dejaste ir –dijo Henry- y no han hablado desde entonces.

-Lucas asintió-

-Eso es bueno, ahora dime ¿te gusta? –cuestionó Henry- tiene que haber una razón por la que actuaste así, y será mejor que lo descubras pronto.

-Lucas trataba de procesar las palabras de Henry-

-Para que lo entiendas mejor. Siempre después de un beso o de una noche juntos, las chicas esperan que les aclares lo que está pasando y para donde van –Henry pensó un momento y luego corrigió- bueno, no solo las chicas. Hombres y mujeres en general, esperan que cuando hay atracción entre dos personas, automáticamente se dibuje un sendero sin neblina para iniciar una relación, pero las cosas no son así todo el tiempo.

-Lucas observó a Henry-

-Existen muchas personas que no están seguros de sus sentimientos el noventa por ciento de las veces, porque actúan de forma impulsiva y se dejan llevar por el momento, entonces todo se complica y finalmente...están atrapados en una relación estancada –Henry acomodó su cabello- yo fui de esos por mucho tiempo, y me arrepiento de las relaciones que se arruinaron por eso. Entonces, juré que cada vez que actuara de manera impulsiva, haría ejercicio hasta entender la razón por la que actué así.

-Lucas dio un vistazo al torso de Henry- actúas impulsivamente ¿muy seguido? -cuestionó con una pequeña sonrisita-

-Henry sonrió con diversión- esa estuvo buena. A lo que me refiero...es que sientes culpa por lo que hiciste, tanto lo del beso como por dejarla ir, pero realmente no tienes idea de lo que hubieras dicho, aún si la hubieras perseguido ¿me equivoco?

-Lucas negó-

-Entonces, deberías pensar realmente sobre lo que sientes y luego ir por ella. Decirle que la quieres o que solo actuaste por impulso, en realidad, no hay mucha diferencia porque al final puedes terminar pasando por un momento muy incómodo –Henry levantó los hombros- pero al menos, fuiste sincero.

-Nunca creí que pudieras hablar así –comentó Lucas-

-Bueno, yo no creí que pudieras decir más de cuatro palabras, pero míranos aquí –sonrió Henry- además, que me gusten las mujeres y disfrute de la compañía de muchas de ellas, no significa que tengo que comportarme como idiota con ellas. Aquí entre nosotros...-susurró- la inteligencia emocional te vuelve mucho más atractivo.

-Lucas sonrió suavemente con diversión-

-Okay –Henry se puso de pie- es momento de irme, pero espero que puedas resolverlo con esa chica –sonrió-

-Lucas asintió- gracias.

-No hay de qué –dijo Henry antes de irse-

Después de la conversación con Henry, Lucas volvió al interior de la casa para comer algo; una hora y media pasó la cocina en movimiento y una vez lista la comida él se sentó a comer. Un pequeño destello llegó a los ojos de Lucas cuando estaba terminando de comer, al levantar la mirada, se dio cuenta por la ventana que el sol ya se estaba escondiendo, entonces decidió aprovechar para salir a correr.

Lucas disfrutaba salir a correr en la madrugada y regresar a casa justo cuando el sol estaba terminando de posicionarse en el cielo, pero tratando de seguir los consejos de Henry, podía intentar salir a correr y regresar a casa cuando el sol terminara de ocultarse. Decidió utilizar una pantaloneta gris, con una camisa blanca sin mangas y zapatos para correr negros con blanco, acomodó sus audífonos en los oídos y salió de casa. Se encontraba con tenues rayos de sol en cada calle en la que cruzaba; siguió corriendo y corriendo hasta encontrarse con el parque de juegos en el que aún estaban algunos niños; corrió hasta encontrarse con la carretera en la que las luces ya se veían más brillantes, la música que sonaba en sus orejas combinaba perfectamente con las luces y la velocidad de los carros; el viento sopló enfriando el sudor que corría por su frente, él siguió corriendo hasta llegar a las gradas que llevaban a un sendero entre varios árboles, ese camino lo llevó a otro tramo de gradas que era más grande que el anterior y que iba en bajada, o por lo menos él lo usaría para bajar. Después del tramo de gradas, corrió nuevamente por el pavimento y llegó al puente desde el que se tenía una gran vista de la ciudad; al frente del puente se podían observar con claridad todos los anuncios brillantes que pasaban en las pantallas de los edificios; debajo del puente se observaban las luces rojas, amarillas y blancas que pasaban a toda velocidad. Lucas se detuvo justo en la mitad del puente, con las manos en las rodillas y respirando agitadamente, caminó un poco para calmar su respiración y se detuvo con los antebrazos apoyados sobre los tubos a la orilla del puente; observó a la lejanía como el cielo nocturno estaba terminando de acomodarse; nuevamente la música en sus orejas era la idónea para la vista que estaba teniendo y como un tipo de señal divina, la letra de la canción se unió a uno de los anuncios frente a Lucas.

En la pantalla gigante frente a él, con letras brillantes en un color salmón y justo al tiempo de la canción, aparecieron en letra cursiva las palabras "It's Definitely you"

Los ojos de Lucas no se despegaron un solo segundo de esas palabras. Ahora tenía su respuesta y eso dibujaba una amplia sonrisa en su rostro.

            
            

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