Fue en una tarde de esas cuando conocí a Iván, había cambiado mi clase de taller, quería que fuera pintura en vidrio, y lo logre, logré cambiarme a esa clase desde la prepa.
Debo de aceptar que llegue temeroso al salón, había puras mujeres, todas me veían raro por que lo era ¿No?. Ver a un hombre en clase de pintura no era algo que se viera mucho.
Y de pronto lo vi en la esquina del salón solo, me miró, me sonrió y levanto su mano haciéndome señas para sentarme con el, así que sin decir nada acepté y me senté ahí.
-¿Con que primer día?
-Si algo así, no en la escuela, solo aquí en el salón
Estaba nervioso de que alguien me hablara.
-Obviamente aquí-Se rió - Es un buen taller, es divertido y creativo
-Si me imagino siempre lo quise tomar
-Me llamo Iván, mucho gusto - me extendió su mano, y lo salude - ¿Cómo te llamas?
-El gusto es mio Iván, soy Thiago
-¿Thiago? Que nombre tan raro,sin ofender claro
-No te preocupes si es raro
Las clases con Iván eran muy lindas, divertidas, jamás me aburría me hacía sentir bien y al cabo de unas semanas empecé a sentir cosas por el, empecé también a llevarlo a mi casa, siempre con la excusa de tener trabajos juntos diciendo que era mi amigo.
El admiraba lo que me gustaba y jamás me dio vergüenza mostrarle como era yo en realidad.
Trate de buscar señales que me dieran a entender que el también era como yo, que lo que sentía, también lo podría sentir el.
Me la pasaba llorando todas las noches esperando que desaparecíeran mis sentimientos, como si de un simple truco se tratara,pero no podía estar más equivocado, se hacían cada ves más fuertes cada que lo miraba sonreir, hablarme, cada que plantada sus ojos en mi, hasta que un día paso lo que menos imagine.
Llegue a la escuela, con la cara Hinchada de tanto llorar la noche anterior por el, metí mis libros a mi casillero y vi que se acercó a mi.
-Diablos Thiago ¿Estás bien? Te ves...
-¿Fatal? Losé fue una noche horrible
Empecé a sudar en exceso, mientras seguía metiendo mis libros al casillero.
-¿De verdad estas bien?
-Si, es sólo que creo hace calor o algo
Mi cara se puso roja al sentirlo más cerca de mi,
-Sabes que amm, tengo que ir a clase, así que te dejo ¿Si?
-Esta bien
Comencé a evitarlo continuamente,por los pasillos o incluso en el salón hacia como si el no existiera, al cabo de una semana, estaba en las gradas de la escuela comiendo cuando el se me volvió a acercar.
-Dime que pasa
-¿Qué?
Deje de tomar mi jugo para mirarlo.
-Si dime que pasa ¿Por qué estás tan raro? ¿Estás evitandome?
-No, es sólo que yo he estado ocupado
-¿Ocupado? ¿Con que?
-Ya sabes pronto entraremos a la Universidad y hay que checar carreras y cosas asi
-Thiago, falta un año
-Pero más vale prevenir en el momento
Su cara, confundida me hacía sentir incomodo, no sabía como expresar lo que tenia que decir, así que sólo le sonreí.
El me miró, de arriba a abajo, de abajo a arriba y me sonrió, luego parecía buscar algo o a alguien a su alrededor, me tomó de la mano.
-Se lo que pasa Thiago
-¿Así?
-Si, estas enamorado de mi
-¿Qué?
-Lose Thiago y no pasa nada, esta bien
Empecé a ponerme nervioso y entré en pánico.
-¿Pero que cosas dices?
-¿Acaso lo que digo es mentira?
Me sentí acorralado, y no supe como actuar, el se me acercó mucho más y yo retrocedí, puso su mano en mis cachetes, después en mi barbilla y se acercó más y más hasta darme mi primer beso.
Me quedé completamente inmóvil, solo mirándolo.
-Te quiero Thiago
Le sonreí, y volvió a besarme esta vez con más ganas, después de unos días aviamos acordado estar juntos pero sin que nadie lo supiera ya que ambos estábamos en familias un poco diferentes, íbamos al cine, nos íbamos a las bibliotecas a leer juntos, el taller se hizo cada vez más placentero, y salíamos mucho al parque también, las veces que mis papás no estában nos quedabamos horas en mi habitación platicando de la escuela, y de nuestros planes a Futuro, todo era perfecto, hasta que empecé a sentirme mal, los problemas con mis padres aummetaron, tenía que hacer mi examen a la Universidad y me sentía muy estresado, empecé a distanciarme de él, y comenzamos a tener cada vez más peleas, eran horribles, nos gritabamos y nos insultabamos también.
Hasta que una noche, con todo el dolor de mi corazón tuve que dejarlo ir, le hacía mucho daño, el no merecía un amor así, aunque ahora que vivo de nuevo en esta soledad he deceado tantas veces volver con el, siento que lo necesito más y más, tal vez algún día el volverá.