Capítulo 6 Investigación

"Todos hicieron un excelente trabajo el mes pasado. Este mes...".

En la sala de conferencias, Eva Bates, la directora del departamento de inversiones, estaba reunida con su equipo cuando, de repente, sonó su celular. Lo tomó y vio que era una llamada de la directora de operaciones, Shelly.

"Señorita Tucker, ¿en qué puedo ayudarla?". Eva sonaba respetuosa.

"Ven a la oficina del CEO ahora mismo". La fría voz de Shelly se hizo oír, desprovista de cualquier emoción.

"De acuerdo, ¡ahora mismo voy!", respondió Eva y les dijo a los empleados que volvieran al trabajo antes de dirigirse al despacho del CEO.

"Debe de ser el nuevo y misterioso CEO. Seguro que quiere ascender a la señorita Bates y ofrecerle un aumento de sueldo".

"Eso es lo que yo también pienso. Señorita Bates, cuando vea al misterioso jefe, hable bien de nosotros. También queremos que nos aumenten el sueldo".

Todos pensaban que ella tenía muchas posibilidades de ascender, y la propia Eva también. Bajo las miradas envidiosas de la multitud, salió de la sala de reuniones con expectación.

Sin embargo, cuando entró en la oficina, en lugar de conocer al nuevo CEO, vio que Shelly la miraba fijamente con cara gélida.

"Eva, ¿qué has estado haciendo en los últimos tiempos?", preguntó Shelly con voz severa.

"¿Eh? Yo... Estuve invirtiendo para la empresa". Eva estaba confusa.

"¡Vaya! ¡Intenta meditar sobre lo que has estado haciendo! Recuerda que aquí solo hay una persona que puede mandar, y es el nuevo CEO. Él tiene voz y voto en todo, y cualquiera que se atreva a desafiarlo será castigado, sin importar quién sea o lo que haya hecho por la empresa", comentó Shelly con frialdad.

Tras unas palabras más, le dijo a Eva que quedaba suspendida para ser investigada y le indicó que se fuera a casa a reflexionar sobre sus actos mientras esperaba nuevas instrucciones.

Eva salió del despacho del CEO y regresó al departamento de inversiones, con la mente en blanco.

"Eva, ¿qué te pasa?", preguntó Zuri.

Zuri Simpson, la directora del departamento de recursos humanos, llegó de casualidad para encargarse de algunas tareas. Como amiga íntima de Eva, se acercó a ella con expresión preocupada al notar su actitud distraída.

"¿Qué? No te preocupes. ¡Estoy bien!", respondió la mujer de inmediato.

"Por cierto, me enteré de que el nuevo CEO quería verte. ¿Hay buenas noticias?", preguntó Zuri con curiosidad.

Eva volvió en sí. Aunque aún no estaba segura de lo que había ocurrido, se dio cuenta de la gravedad de la situación.

Dentro y fuera de la empresa, hizo enfadar a muchos, lo que la llevó a sospechar que alguien la incriminaba. Incluso albergaba dudas sobre su mejor amiga, por lo que le daba demasiado miedo confesar la verdad.

"Nada grave. El CEO me dio unos días libres, teniendo en cuenta lo mucho que he estado trabajando". Eva buscó una excusa y se apresuró a abandonar la empresa.

Decidió considerar a quién podría haber ofendido recientemente y quién podría estar conspirando en su contra. Además, también pensaba utilizar sus contactos para asegurarse la vuelta al trabajo.

Mientras Eva se alejaba, Zuri frunció el ceño, confundida.

"Naomi, ¿conoces al CEO del Grupo Dawgin? Ofendió a mi hermana y se enfrentó a la bancarrota. Por desgracia, se suicidó saltando de un edificio hace unos días", dijo Harvey. Estaban en el restaurante más lujoso de Florisa.

Naomi apoyó distraídamente la cabeza en la mano y respondió con indiferencia: "Oh...".

No sabía por qué no dejaba de pensar en Nolan en aquel momento. No podía evitar preguntarse dónde estaría y qué hacía.

Ya fuera Harvey o Naomi, ninguno de ellos esperaba que Nolan, el inútil a sus ojos, estuviera ahora en el centro del poder del Grupo Honory. Y él puso la carrera de Eva en peligro con solo unas pocas palabras.

Cuando Naomi se cansó de las incesantes charlas de Harvey, llamó a su esposo.

"Nolan, hoy no trabajes hasta muy tarde. Esta noche vamos a la fiesta de compromiso de Delia", le dijo.

No era solo un recordatorio, sino también una preocupación. No quería que su familia volviera a insultarlo por llegar tarde.

"¡Ja! No creo ser tan bueno como para ir contigo", pronunció él con frialdad.

Al oír esto, Harvey, que había estado escuchando a escondidas, se acercó con rapidez a Naomi y lo regañó por el celular. "¡Nolan, ¿cómo te atreves a rechazar a Naomi?! Ella solo...".

Pero el muchacho colgó antes de que Harvey pudiera decir más, enfureciéndolo tanto que golpeó la mesa, llamando la atención de los demás comensales.