Capítulo 4 Mi nombre es

El tomo mis manos y una corriente subió por todo mi cuerpo, intente retirar la mano pero él no me lo permitió.

-No seas mal educada, si retiras tus manos dirán que me estas rechazando, bailemos.

¿Pero que se había creído este ? Yo no era ninguna mal educada.

-No soy mal educada, pero si no quiero bailar no lo hago y ya esta, no estoy obligada a sucumbir a sus peticiones señor-dije molesta mientras lo miraba fijamente.

-Miguel Toro.

-¿Que ?-pregunte sin entender a que se refería.

-Mi nombre, es Miguel Toro, no es necesario que me digas señor.

Sus hábiles pasos de baile me hicieron girar por todo la pista de baile, escuchaba exclamaciones de los invitados estábamos dando un buen espectáculo.

A la hora de finalizar los aplausos no pudieron faltar, agradecí a todos y me liberé del agarre de aquel hombre.

Camine con decisión hacia la mesa donde estaban los dulces y me dispuse a comer chocolates, esa era una de mis debilidades.

Tenia la boca llena cuando Rang se acerco a mi.

-Laila ¿Quien es ese hombre ?-pregunto mientras arrugaba su cara, estaba molesto, lo conocía a la perfección, pero ahora lo que debía descubrir era porque estaba así.

-Un amigo de mi padre ¿te ocurre algo?-pregunte haciendome la inocente.

-Bailaban con una complicidad impresionante cualquiera diría que son amantes.

Mire a Rang buscando alguna pizca de burla, intenté descubrir si era un chiste o estaba jugándome alguna broma, pero no, la verdad es que estaba mas serio que nunca.

-La verdad es que...

-Somos amantes, ella es mi prometida-intervino miguel hablando por mi, quede con la boca abierta ¿pero que estaba diciendo? Rang pensaría que es verdad y perdería cualquiera oportunidad con el.

¡Espera! Ya no había ninguna oportunidad con él.

-¿Es cierto?-pregunto Rang ignorando a Miguel quien parecía que se estaba divirtiendo un mundo.

No sabia que responder, por un lado estaba comprometida con aquel hombre que salvaría a mi familia y por el otro lado estaba este hombre que parecía salido de una película o era mi acosador personal.

-¿Porque tienes que preguntar? Es mia, no creo que tu como su amigo tengas derecho acosarla de esta manera al menos que te guste-Miguel lanzaba dagas con aquella boca, Rang cada vez estaba mas cabreado.

-¿Tuya? La he amado desde que la conocí, jamas te había visto en su vida y ni siquiera pareces de confianza, me siento con el derecho que tengo porque mi corazon le pertenece.

Y asi sin mas, supe que Rang sentía lo mismo que yo, pero ninguno había dado el paso, pero ¿porque con sam si? ¿Porque vas a casarse si me ama?

-¡Por favor!-bufeo Miguel -Tienes mas de dos años acostandote con su mujer amiga, incluso la embarazaste ¿de que amor me estas hablando ?

Mi alma cayo a mis pies ¿como sabia este hombre tantas cosas?

-Voy a partirte la cara desgraciado-grito Rang, pero mi padre fue mas rápido y se interpuso.

-No hagan un espectáculo delante de todo el mundo. Es el cumpleaños de mi hija, no una fiesta de boxeo, Rang muchacho no puedes atacar al prometido de tu mejor amiga.

-¡Me importa un comino lo que diga señor! ¡Este hombre no tiene derecho a hablar así de Leila!-gritó Rang, visiblemente enfadado.

Mi padre miraba la escena con preocupación, mientras Miguel mantenía una sonrisa desafiante en su rostro. La tensión en el ambiente era palpable, y yo solo quería que todo aquello terminara.

-Por favor, tranquilícense todos. Miguel, por favor no lo provoques más, Rang, entiendo tu enfado, pero por favor, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir-intervine, tratando de calmar los ánimos.

Finalmente, la situación se calmó un poco, y cada uno tomó su lugar en la fiesta. Pero la incomodidad seguía presente en el ambiente. No sabía qué hacer o qué decir. ¿Cómo podía aclararle a Rang que lo que Miguel había dicho no era cierto? Y ¿cómo esperaba casarme con un hombre que aparentemente conocía todo de mi pero yo de el nada?

La noche siguió su curso, pero yo no podía quitarme de la cabeza toda la confusión que había sucedido, las palabras de Miguel no me dejaban vida, samantha estaba embarazada.

Necesitaba hablar con Rang, aclarar las cosas y explicarle la verdad, tambien queria saber si todo era cierto.Pero antes de que pudiera hacerlo, sentí una mano en mi hombro.

Era Miguel, con una sonrisa en su rostro.

-Lo siento por lo que dije antes. Solo estaba tratando de protegerte, Laila. Sé que las cosas se han complicado, pero estoy aquí para apoyarte en lo que necesites, no quiero que ese chico te lastime-dijo, con una mirada sincera en sus ojos.

-No puede lastimarme mas que tu, que intentas comprarme a graves de un contrato, tratarme como un objeto.

-Lo siento si te ha dado esa impresión. No pretendía ser así, solo quería ayudar a tu familia. Pero si eso te hace feliz, hablaré con tu padre y cancelaremos el compromiso-dijo, con un tono de arrepentimiento.

Su actitud parecía genuina, pero algo en mí no confiaba del todo en sus palabras. Sabía que había algo más detrás de toda esta situación. Aun así, agradecí su gesto y decidí hablar con mi padre al día siguiente para aclarar todo.

La noche pasó dando por terminado el peor cumpleaños de la historia al menos para mi, Miguel se había desaparecido después de nuestra conversación.

Al día siguiente, antes de que pudiera hablar con mi padre, recibí la visita de Rang. Él quería hablar conmigo, y necesitaba aclarar las cosas. Acepté de inmediato y nos encontramos en un café cercano.

-Laila, necesito saber la verdad. ¿Es cierto lo que dijo Miguel ayer? ¿Estás comprometida con él?-preguntó, con una mirada de confusión en su rostro.

Quise decirle que no, que no aceptaría casarme con aquel hombre si el me amaba, pero los recuerdos y las palabras vinieron a mi, el va a casarse, será padre, todo esto con mi mejor amiga, él ya había decidido.

-Si, Rang, estoy comprometida con él. Todo lo que dijo Miguel fue una verdad. Quiero que sepas que tambien te he amado desde el primer dia, moria por tener una oportunidad, también te amo, siempre lo he hecho, pero esto no debe ser, Samantha es mi mejor amiga, creo que ya hiciste tu elección-respondí, con sinceridad en mis palabras.

-Dime que me amas nuevamente y te juro que cancelo el compromiso, senti temor de decirte lo que sentia, pensé que no me corresponderías, pero ahora que se que me amas, haría al mundo arder en fuego si me lo pidieras.

-Rang yo...

Pero no pude terminar la frase porque su boca acalló la mia.