Una Esposa y un bebe para el ceo
img img Una Esposa y un bebe para el ceo img Capítulo 5 Todo Oscuro
5
Capítulo 6 ¡Quiero ver a mi padre! img
Capítulo 7 ¿Casados img
Capítulo 8 Ocho img
Capítulo 9 Nueve img
Capítulo 10 Diez img
Capítulo 11 once img
Capítulo 12 doce img
Capítulo 13 trece img
Capítulo 14 Catorce img
Capítulo 15 Quince img
Capítulo 16 Dieciséis img
Capítulo 17 Diecisiete img
Capítulo 18 Dieciocho img
Capítulo 19 Diecinueve img
Capítulo 20 Veinte img
Capítulo 21 21 img
Capítulo 22 22 img
Capítulo 23 23 img
Capítulo 24 24 img
Capítulo 25 25 img
Capítulo 26 26 img
Capítulo 27 27 img
Capítulo 28 28 img
Capítulo 29 29 img
Capítulo 30 30 img
Capítulo 31 31 img
Capítulo 32 32 img
Capítulo 33 33 img
Capítulo 34 34 img
Capítulo 35 35 img
Capítulo 36 36 img
Capítulo 37 37 img
Capítulo 38 38 img
Capítulo 39 39 img
Capítulo 40 40 img
Capítulo 41 41 img
Capítulo 42 Confesión img
Capítulo 43 ¿Un camino sola img
Capítulo 44 44 img
Capítulo 45 45 img
Capítulo 46 No te dejare ir img
img
  /  1
img

Capítulo 5 Todo Oscuro

Su boca estaba devorando la mía sin piedad, sus labios suaves y sus dientes mordían mi labio inferior, tenía los ojos abiertos, estaba sorprendida, jamás me esperé que esto sucediera, tal vez en otro tiempo mi reacción hubiera sido diferente, pero esta vez solo quería apartarlo.

Mi instinto fue rápido, lo empujé y abofeteé su cara.

-Aléjate de mí, estás comprometido, serás padre de paso con mi mejor amiga, que hasta hace unos días pensé que era solo tu amiga. Sentí cosas por ti, pero eso ya murió, voy a casarme. Haz tu vida con Sam.

-Yo quiero intentarlo contigo ¡Maldita sea! -gritó eufórico. -¿Por qué no me dijiste lo que sentías antes? Estaríamos casándonos, te amo, siempre te he amado.

-Vete.

-Leila...

-¡Vete!

No esperé su respuesta y lo saqué a empujones de mi casa, cerré la puerta y subí a mi habitación. ¿En qué momento mi hermosa vida se había complicado tanto?

Espere unos cuantos minutos para calmarme un poco. No podía demostrarle a mi padre debilidad. Había decidido casarme, pero bajo mis propios términos. No necesitaba que nadie me controlara.

Bajé a la oficina de mi padre, donde ya se encontraba él, pero una voz me interrumpió al entrar. Podía escuchar una pequeña disputa e intenté descifrar quién era o lo que decían, pero hablaban muy rápido. Así que no me quedó otra opción que entrar.

Miré a mi padre, quien tenía un arma en su mano, apuntando justo a su oponente, que no era otro que Miguel.

- ¿Papá, qué estás haciendo? - pregunté nerviosa mientras me acercaba a él. Miguel sonreía con ironía.

- Hija... - titubeó mientras posaba su mirada en mí y luego volvía a mirar a Miguel.

- ¿Qué haces, papá? Baja el arma.

Si mi padre le disparaba a ese hombre, pasaría mucho tiempo en la cárcel. Se notaba a leguas que Miguel era un hombre importante por su porte al sentarse.

- El asunto es el siguiente - contestó Miguel ignorando a mi padre, sin una pizca de miedo. - Tu padre quiere terminar el contrato y no quiere que te cases conmigo. Al parece no es un hombre de palabra.

- Esa no es la verdad, dile la verdad - gritó mi padre como loco.

- No hay otra verdad, tu hija debe casarse conmigo porque tu apostaste tu empresa. No eres más que un borracho manipulador que vive apostando y engañando a su esposa con las mujeres de aquel casino. Me das pena.

- ¿De qué habla papá? - pregunté sin poder creer lo que ese hombre estaba diciendo.

- Las cosas no son así, hija, tienes que creerme - gritó mi padre, pero lo conocía a la perfección y sabía que estaba mintiendo.

- Estás mintiendo, papá, te conozco.

- Hija...

- Dime la verdad - grité eufórica - quiero saber la verdad.

Miguel permanecía en silencio observando nuestra riña, pero no podía controlarme. Mi padre estaba mintiendo y yo quería saber la verdad.

- Leila, debes casarte conmigo porque tu padre apostó tu virginidad y resulta que fui el ganador. Así que debes cumplir o arruinaré la vida de tus padres, porque tu mamá también saldrá afectada en todo esto. ¿Qué va a decir cuando se entere de que su amado esposo tiene otra vida?

- Tiene que ser mentira, dime que es mentira - caminé hacia mi padre, quien aún apuntaba a Miguel con el arma.

- Hija, por favor, déjame explicarte. Uno es hombre, la carne es débil, pero no los amo como a ustedes, daría mi vida por ti.

- Oh Dios mío - exclamé mientras caminaba lejos de él, quería irme - debo salir de aquí.

- Hija, por favor, te explicaré todo.

- Mamá tiene que enterarse de esto, no más mentiras, padre.

Pero no quería excusas, no quería más mentiras. Volteé a verlo pero, por mala suerte del destino, mi padre disparó el arma. La bala salió disparada entrando directo a mi pecho. La vida pasó por mis ojos desde mi infancia hasta la actualidad. Como pude, coloqué la mano en mi pecho, mientras las lágrimas salían sin parar. No podía creerlo, mi padre me había disparado.

- Papá - balbuceé mientras caía al suelo, un sonido sordo se apoderó de mí, mientras mi cuerpo temblaba.

- Hija, perdóname, por favor, no quise hacerlo.

Pero mi mirada no estaba concentrada en mi padre. Mis ojos ya nublados miraban la reacción de aquel hombre que quería casarse conmigo. Aquel que había destapado la olla. Él estaba aterrorizado. ¿Pero por qué? ¿Acaso estaba así por la grotesca escena o por mí?

Miguel corrió empujando a mi padre y un grupo de hombres entró al despacho de mi padre. ¿O debería llamarlo agresor?

Ya no escuchaba nada, pero podía ver todo a cámara lenta. Miguel corrió hacia mí, tomándome en sus brazos. Quise preguntar por qué se tomaba tantas molestias, pero no podía hablar. El sabor a metal me provocaba arcadas. Era oficial: estaba muriendo y todo por culpa de mi propio padre. Cerré los ojos mientras sentía mi cuerpo moverse, dejándome llevar por la oscuridad.

                         

COPYRIGHT(©) 2022