En nombre del Amor
img img En nombre del Amor img Capítulo 3 tres
3
Capítulo 6 seis img
Capítulo 7 siete img
Capítulo 8 ocho img
Capítulo 9 Nueve img
Capítulo 10 Los regalos img
Capítulo 11 once img
Capítulo 12 Doce img
Capítulo 13 Trece img
Capítulo 14 catorce img
Capítulo 15 Quince img
Capítulo 16 Deciseis img
Capítulo 17 Diecisiete img
Capítulo 18 Dieciocho img
Capítulo 19 Diecinueve img
Capítulo 20 veinte img
Capítulo 21 21 img
Capítulo 22 22 img
Capítulo 23 23 img
Capítulo 24 24 img
Capítulo 25 25 img
Capítulo 26 26 img
Capítulo 27 27 img
Capítulo 28 28 img
Capítulo 29 29 img
Capítulo 30 30 img
Capítulo 31 31 img
Capítulo 32 32 img
Capítulo 33 33 img
Capítulo 34 34 img
Capítulo 35 Epilogo img
img
  /  1
img

Capítulo 3 tres

Salimos de la cocina dejando todo preparado. Nos reunimos nuevamente todos los chicos en una fila. Mi madre comienza a entregarnos bandejas con copas de champagne muy espumoso y fino. Cada uno llevábamos aproximadamente doce copas largas con distintas piedras brillantes pegadas al cristal, haciendo lucir la copa elegante y sofisticada. Se escucha un alboroto y varios carros estacionarse.

-Chicos, que empiece el juego-dice mi madre.

Las puertas se abren dejando entrar a un montón de personas con trajes de lujo. Las mujeres llevaban vestidos elegantes, dignos de una alfombra roja. Estaba totalmente impresionada. Luego de esperar que pase un poco la multitud, comenzamos a movernos entregando las copas a cada persona que se nos atravesaban. Iba y recargaba para seguir repartiendo, cuando de repente entraron los novios.

Mi boca casi cae al suelo al ver a la novia, era realmente hermosa. Su cabello era tan amarillo como el sol, su piel blanca como la leche, sus ojos eran de un azul claro. Llevaba un hermoso vestido de revistas, parecía el vestido que usó la princesa Diana el día que se casó con el príncipe Carlos, con la diferencia de que este estaba más ceñido al cuerpo, al menos en la parte de arriba. Los novios pasan por mi lado, el chico era un galán de revistas, la pareja perfecta.

Mi madre me toma del brazo quitándome la bandeja, entregándome otra de color dorado con solo dos copas muy distintas a las otras.

-Ve cariño, estas son las de los novios, entrégalas-dice indicándome.

Hago lo que dice y me acerco a ellos. Todos están felicitándolos y abrazándolos, pero como puedo me hago un lado y logro mi cometido, entregando las copas. De cerca puedo notar que están realmente enamorados. No se han soltado ni una sola vez, lo que me hace sonreír.

Luego de entregar las copas, esperamos a que el novio y la novia hagan el brindis. Pero lo que más me sorprende es el discurso que da el recién casado. Lo miro fijamente y presto atención a todo lo que dice.

"Toda aventura comienza con un sí. La primera, cuando aceptaste esa primera cita (me costó lo mío). Después, nuestro primer viaje juntos; fue por Whatsapp, pero me bastó para sonreír como un tonto durante una semana. Hoy, me has dicho el sí más importante de todos para empezar la aventura más importante de todas. No sé qué vi exactamente en ti. No es fácil de analizar. Pero, lo que sí sé es que aquello, sea lo que sea, no lo he visto en nadie más. Por eso hoy estoy aquí, dispuesto a todo. No siempre estoy contento con el mundo, en ocasiones, no creo que sea justo, no creo que conserve demasiadas cosas bellas. Pero, cuando te miro, siempre recuerdo por qué todavía tengo esperanzas. Siempre te elegiría a ti, una y mil veces más. Nos entendemos sin apenas hablar, no necesito nada más para saber que eres tú con quien quiero estar. Hay cosas imperceptibles, pero que están ahí; hay una magia, algo ajeno a lo racional. Sé que suena utópico, sé que parece una tontería, pero tú me haces sentir así, desde que te conozco, me he esforzado por guardar cada momento, cada imagen, cada olor, cada sabor, cada sensación.

A partir de hoy, lo haré como parte de tu misma familia, como decían en Cuando Harry encontró a Sally, 'cuando te das cuenta que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible'.

En Antes del atardecer, el protagonista dice una frase que me marcó: 'Recuerdo aquella noche mejor que algunos años de mi vida'. Y es lo que me ha pasado a mí: el día que te conocí, sin pretenderlo, sigue grabado a fuego. Tiene que ser una señal.

"Un brindis por la novia más hermosa de todo el jodido mundo."

Todos los presentes, incluyéndome, quedamos encantados con semejante discurso. Fue maravilloso. Creo que todas las mujeres de este mundo deseamos que alguien nos mire y nos hable de esa forma, que venere nuestro mundo de esa manera. Pero todas no corremos con la misma suerte.

Camino por el lugar entregando más copas. Luego del brindis, la barra se abre para tragos más fuertes. Comenzamos a entregar las cremas con sus respectivos canapés. Pensé que sería algo difícil, pero le he agarrado el gusto. Mi madre me había encargado la mesa familiar, incluyendo la de los novios. Cuando me tocó ir a la mesa de los acortejados, me di cuenta de que de verdad estaban muy enamorados. Él no dejaba de darle amor y ella solo sonreía como boba. Entregué la comida y seguí mi camino.

Cuando camino para entregar las respectivas cosas a la mesa de la familia, casi se me cae la bandeja cuando me topo con el chico que me ayudó en la cocina, sentado y compartiendo con lo que suponía era su familia. Él me miró fijamente, sonriendo abiertamente, mientras todos seguían hablando. Estaba casi por terminar cuando él abrió su enorme boca.

-Oye abuela, mira la chica que está repartiendo, es de la que te conté hace rato, ¿recuerdas? -dice él mirando fijamente a la señora que estaba a su lado.

-Así que esta es la chiquilla que te tiene tonto Edder -dice la señora. Él está a punto de responder cuando una voz conocida se acerca a la mesa.

-Buenas noches familia, perdonen la tardanza -dice Lis tomando asiento sin siquiera mirarme. Al parecer no se había percatado de mi presencia. Intento retirarme, pero el chico se levanta y se acerca a mí. Me disculpo con todos y salgo del lugar intentando huir, pero él es mucho más rápido y logra alcanzarme.

-¿Por qué estás huyendo? ¿Te hice algo? Perdóname si no te dije mi nombre o quién era, es solo que si te lo decía, no me dejarías ayudarte. Además, no me costaba nada. Tenías una buena pelea con la freidora -dice sonriendo.

-Lo siento señor, no volverá a ocurrir -digo mirándolo.

-Oh no, no, no preciosa, a mí me llamas por mi nombre. Por cierto, mucho gusto, soy Edder. ¿Y tú? -dice dándome la mano.

-Soy Julianny -digo nerviosa.

-No tiembles, por favor. Ni que estuvieras conociendo al diablo -dice nuevamente sonriendo. Si seguía con esas sonrisas, mis pantaletas se caerían.

-Discúlpame, Edder, debo irme. Hablaremos luego -digo, marchándome directo a la cocina. Mi corazón iba a salirse por la boca, no sé qué me pasaba, pero ese chico causaba un maremoto en mi interior. Entro a la cocina como alma que lleva el diablo, mi madre me mira, pero no le da tiempo de decir nada porque me entrega más comida que debo repartir en las mismas mesas. Así que debía controlarme, Lis estaba allí y ni siquiera me había visto. Estaba el otro asunto de Edder, hasta su nombre me hace sentir algo. Llego a la mesa en absoluto silencio, todos ríen y conversa algo. Cuando sirvo los platos, escucho que ella me llama.

-Juli, cariño, no te había visto. Te estuve llamando toda la tarde para que me acompañaras a esta fiesta. Qué casualidad -dice mientras me abraza. Por suerte, nadie le pone interés, excepto Edder, quien nos mira atento a lo que decimos.

-Lo siento, Lis. Mi madre necesitaba ayuda, por eso me tuve que ir del juego -digo apenada.

-No te preocupes, ya estás aquí. Ahora solo hay que disfrutar -dice sonriendo. Ella era muy alocada.

-Lo siento, Lis. Mi madre me necesita. Estoy en plan de trabajo -digo seria. No podía fallarle a mi madre.

-Ah, entiendo. Está bien -dice mientras vuelve a tomar asiento. Mi mirada conecta con la del chico. Me siento desnuda cuando me mira con esos ojos tan agonizantes.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022