Memorias de una mujer que ama demasiado
img img Memorias de una mujer que ama demasiado img Capítulo 5 Entre caballos y amores parte 1
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Capítulo 6 Entre amores y caballos parte 2 img
Capítulo 7 Verano de amor img
Capítulo 8 Hijo único img
Capítulo 9 Nuevo empleo img
Capítulo 10 Nueva enemiga img
Capítulo 11 Una mujer vulgar img
Capítulo 12 Desenmascarando al culpable img
Capítulo 13 Ajuste de cuentas img
Capítulo 14 Savanah logra escapar img
Capítulo 15 Cara a cara img
Capítulo 16 La hora de la verdad img
Capítulo 17 Fuegos artificiales img
Capítulo 18 El cumpleaños de Savanah img
Capítulo 19 Mi héroe img
Capítulo 20 Confirmar la sospecha img
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Capítulo 5 Entre caballos y amores parte 1

No hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza.

Miranda estaba entusiasmada por sumergirse en el mundo de Allister.

Unos Jeans de mezclilla azul petróleo muy pegados, una camisa a cuadros azul con blanco, botas vaqueras café oscuro, y su cabello castaño recogido en dos largas trenzas, eran el atuendo perfecto para una cita como esa.

Estaba tan nerviosa, Allister parecía ser lo que siempre había soñado.

Esperaba el momento de volver a verlo, con el corazón dispuesto y lleno de expectativas.

Imaginaba lo que encontraría en "thousand oaks" , jamás había estado en una hacienda de gente rica, jamás había estado en ningúna hacienda.

Solo tenía dos amigas, Savanah y Sophie, así que no tenia muchas invitaciones para salir con sus amigos.

Además nunca tenía tiempo, entre la escuela, trabajar a veces en el campo y cuidar de Aby era muy poco tiempo libre con lo que contaba.

Savanah y Sophie no estaban enteradas de la existencia de Allister, Miranda no había querido contarles aún, por miedo a que su padre no les diera permiso de frecuentarse, y el sueño terminara demasiado rápido.

Ellas habían compartido con Miranda de sus relaciones, ambas tenían novio desde hacía dos años.,y ella siempre era "el mar tercio" con alguna de sus amigas.

Estaba ansioso por vivir el romance del primer amor, saber que se siente que alguien te tome la mano, te bese los labios, te mande flores.

Era tantas cosas que sus amigas ya habían experimentado, siempre le contaban con todo detalle, y ella soñaba ilusionada con el caballero sin rostro qué un día llegaría para hacerla conocer las mieles del amor.

Estaba cansada de pasar san Valentin sola, era la única que nunca recibía un detalle, la única que nunca tenía una cita.

Sentada en la mesa de centro de la sala de su casa, hablaba con su pequeña hermana tratando de que el tiempo pasara más rápido,mientras que Aby yacia sobre el sofá con la cabeza colgando y no dejaba de hacer preguntas como ya era su costumbre.

¿Tu crees que venga por ti en su caballo?

No lo se Aby, tal vez.

¿Puedes llevarme contigo? Yo también quiero conocer la hacienda de Allister.

No puedo llevarte, pero te prometo que la próxima vez le pediremos permiso a papá para que me deje llevarte conmigo.

Mmm gruñó decepcionada.

Ahora lo que tienes que hacer es ser buena niña y no hacer preguntas imprudentes a Allister.

Miranda ¿Que significa ser imprudente? Pregunto Aby con con impaciencia.

No tener cuidado de lo que se dice o se hace, que no ponen cuidado.

¡Oh! Respondió Aby con sorpresa.

El motor de un auto rugia en la calle, ambas se miraron la una a la otra y corrieron a la ventana para ver de donde venia el ruido.

Sobre el pavimento húmedo reposaba majestuosamente un Tesla modelo X Plaid, color plomo.

Al abrir la puerta baja un joven que parecía un modelo de revista, con Jeans rotos, lentes oscuros y una chamarra de piel en color negro.

Agita la mano mientras sonríe en señal de saludo al ver a Miranda Y Aby asomadas por la ventana.

Ambas salen a prisa a su encuentro.

Wow de verdad que eres multifacetico, pasaste de ser el jinete de un hermoso ejemplar árabe a un chico rudo.

Allister suelta una leve carcajada.

¡Vamos! No puedes quejarte de aburrimiento, puedes tener un chico diferente para cada día de la semana, dijo a tono de broma.

Lucía tan hermoso, no cabía duda que en todas su facetas era verdaderamente guapo. Toda la escena parecía sacada de un comercial de televisión.

Su cabello rebelde y los hoyuelos en sus mejillas lo hacían lucir como un adonis. El parecía ser conciente de su irresistible personalidad. Era tan seguro de sí mismo y eso lo hacía más atractivo aún.

¡Hola Aby! ¿Como estas hoy?

Vengan esos cinco

Estoy bien,Dijo Aby con su incompleta sonrisa.

Ambos chocaron palmas como saludo.

A Aby le agradaba Allister, sentía una especie de amor platónico por el, como cuando una niña se enamora de un cantante famoso.

Miranda observaba medio atolondrada la ternura con la que Allister se dirigía a su hermanita.

Bueno princesa, es hora de irnos ¿Vamos?

Miranda asintió con la cabeza.

Después de usted, dijo Allister mientras señalaba el camino con su mano.

Se apresuró a llegar al auto para abrirle la puerta y después de que ella subiera cerrarla.

Miranda se derretía con esos modales de caballero, tenía que ser el, no podía ser nadie más.

Aby sacudía la mano impetuosamente parada en la puerta.

Y ellos devolvieron el gesto haciendo lo mismo.

Tomaron carretera rumbo a "thousand oaks",

Allister decide encender el estéreo de su lujoso tesla y "Hey Jude" del grupo the Beatles comenzó a sonar. Se miraron a los ojos y empezaron a cantar en sincronía la estrofa que sonaba. Ambos comenzaron a reír a carcajadas y el tema de la música fue perfecto para debatir durante el viaje.

No podía creerlo, además del amor al campo y los caballos, también compartían su gusto por la misma música, era genial, pensaba Allister. Nuca se había sentido tan identificado con una chica, era como si ella fuera su complemento, la otra mitad que le faltaba.

Mi padre amaba ese grupo, tengo recuerdos hermosos con esas canciones. Lo recuerdo trabajando en su despacho mientras sonaba "the Beatles" de fondo.

El olor a puros, el whisky y "the Beatles" son cosas que relaciono siempre con el.

Miranda notó un tono nostálgico en su voz y una tristeza fugaz en sus ojos.

¿Hace mucho que murió?

Dos años, pero parece que fue ayer, no sabes la falta que me hacen sus consejos.

Puedo imaginarlo, comento Miranda, uno de mis más grandes miedos es que mi papá muera. Se que un día tiene que pasar pero no estoy lista para ese día y no creo estarlo nunca.

No te preocupes querida, el señor Robinson es un hombre fuerte, no va a pasarle nada.

Tomaron una pequeña desviación de la carretera, era un angosto camino empedrado y a lo lejos se podían observar lo que parecía los límites de una propiedad.

Tras 5 minutos siguiendo el mismo camino por fin habían llegado.

La puerta de acceso era enorme, de color café oscuro, hecha completamente de madera de cedro y en uno de los muros que la sostenía colgaba un elegante letrero en letra cursiva en el que se podía leer, " Bienvenidos a

thousand oaks, Propietario August Corner, desde 1895".

No pudo contener la curiosidad y le pregunto a Allister.

¿Quien es August Corner? ¿Tu abuelo?

Más bien, mi tatarabuelo. Este rancho a pasado de generación en generación al primogénito varón de la familia. Así llegó a mis manos, y cuando yo muera, debo heredarlo a mi primer hijo varón.

¿Y que harás si tienes solo niñas?

Entonces tendría que pasar al primogénito de mayor edad entre todos los hijos varones descendientes del Abuelo August, osea hijos de mis primos. El abuelo Corner dejo una cláusula en su testamento la cual especifica que solo un Corner puede ser dueño del rancho, si lo heredaran las mujeres, sus hijos no lo llevarían como primer apellido.

Creo que tu abuelo fue injusto con su descendencia del género femenino, me parece que esas ideas son prejuiciosas y nocivas.

Pienso exactamente lo mismo que tu querida, por ejemplo mi hermana no tuvo derecho a heredarlo y si hay alguien que ama más a

"thousand oaks" que yo esa es mi hermana Allison.

Miranda estaba muy sorprendida en este tiempo que tenían de conocerse Allister jamás le mencionó que tenía una hermana.

¿Tienes una hermana?

Si, es mi gemela. Soy mayor que ella con 5 minutos, comento muy divertido.

Miranda miro a su alrededor habían llegado a una hermosa fuente sobre la glorieta que estaba frente a la entrada de la casa.

Allister estacionó el auto cerca de las escaleras en cascada qué llevaban a la puerta de la casa.

Se bajó de prisa y rodeo el auto para abrir la puerta del copiloto.

Adelante princesa, estas en tu casa, dijo mientras hacía una reverencia.

Entraron a la casa y los recibió una de las chicas del servicio.

Buenos días joven Allister, ¿les ofrezco algo de tomar?

Dirige su mirada hacia Miranda, ¿quieres tomar algo querida?

Estoy bien, gracias Allister.

Estamos bien Mindy, puedes retirarte.

Toma asiento preciosa, ponte cómoda, tengo que dejarte sola unos minutos para ir a cambiarme de ropa para pasear por el rancho.

De acuerdo, aquí espero, por favor no tardes.

Allister subió corriendo las escaleras, mientras que Miranda observaba a detalle todo a su alrededor.

Todo era tan hermoso y elegante, no dejaba de pensar en que si la hacienda de Ashley Wilkis de "Lo que el Viento se llevó" existiera en la vida real sería igual.

Caminaba al rededor del vestíbulo y observa los cuadros qué había colgados en las paredes, miró la pintura de una hermosa mujer que no parecía de esta época colgando sobre la chimenea, le dio curiosidad y se dirigía hacia ella para observarla más a detalle, cuando escuchó unas voces que venían de la cocina.

Es una pobretona, ubieras visto su ropa desgastada y sus viejas botas. Seguro es una oportunista que solo quiere sacarle dinero.

Era la voz de Mindy la chica que los recibió, Miranda no podía creerlo.

Esa mujer sin conocerla la había juzgado mal.

Espera a que se entere la señora Margot, con lo que odia ella a las trepadoras, la hechara de aquí y no permitirá que el joven Allister la siga fracuentando.

Dedícate a hacer tu trabajo y deja de meterte en lo que no te importa, ese es asunto del joven Allister, no intervengas.

La mujer que dijo eso era de mayor edad y sonaba mucho más sabia, su palabras le dieron un poco de consuelo a su inquieto corazón.

Se retiro de ahí para dirigirse al elegante sillón que estaba cerca de la chimenea. con un nudo en la garganta,se hundió en el. No se había detenido a pensar lo que diría la familia de Allister al enterarse que estaba saliendo con una chica de clase inferior, muy inferior.

Sintió miedo al pensar que no volvería a ver a Allister, para el debía ser importante la opinión de su mamá. Y si las criadas pensaron que solo buscaba su dinero, probablemente su madre pensaría lo mismo.

Miranda estaba tan sumergida en sus pensamientos sufriendo por adelantado, que no escucho a Allister llamarla mientras bajaba corriendo las escaleras.

¡Querida! ¿En que piensas?

Miranda se asustó al verlo parado frente a ella, pues no lo escucho acercarse.

Yo.. Emmm... En nada no me hagas caso. ¿Estas listo?

Más que listo, ¡vamos!

Caminaron juntos y llegaron a unas enormes caballerizas, el espacio era como cinco veces más grande que toda su casa.

Éste será tu compañero el día de hoy.

Era un moro hermoso, se veía regio, elegante.

Se llama "el profeta" le pusimos así por que viene directo de Israel, allá esta uno de los criaderos más grandes de caballos finos. Llego a "thousand oaks" cuando aún era un potrillo, papá lo trajo con el en uno de sus viajes.

Allister se veía tan varonil ensillando a aquel hermoso ejemplar, las venas de sus brazos resaltaba cada ves que apretaba las amarras, lucia tan sexi.

Es un animal muy noble y fácil de montar, no tendrás ningún problema. ¡Quedó listo! Ya puedes subirte.

Termino de ensillar el mio y nos vamos, ¿de acuerdo?

De acuerdo, dijo Miranda.

Allister se avalanzo sobre ella y le dio un torpe beso en la mejilla, para luego salir corriendo a terminar de ensillar su caballo.

Miranda se quedó atónita, ningún chico la había besado antes, era un gesto tan tierno e infantil.

Por primera vez en su vida sintió mariposas en el estómago.

Observaba a Allister trabajar en lo suyo tan diligenteme, mientras repasaba lo que acababa de ocurrir hacia unos momentos en su mente.

¿Será esto Amor?

                         

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