Mi loca perdición
img img Mi loca perdición img Capítulo 5 5. Andrea
5
Capítulo 6 6. Andrea img
Capítulo 7 7. Andrea img
Capítulo 8 8. Andrea img
Capítulo 9 Andrea img
Capítulo 10 Enzo img
Capítulo 11 Enzo img
Capítulo 12 12. Andrea img
Capítulo 13 13. Andrea img
Capítulo 14 14. Andrea img
Capítulo 15 Andrea img
Capítulo 16 Andrea img
Capítulo 17 Andrea img
Capítulo 18 Enzo img
Capítulo 19 Andrea img
Capítulo 20 Andrea img
Capítulo 21 Andrea img
Capítulo 22 Andrea img
Capítulo 23 Andrea img
Capítulo 24 Andrea img
Capítulo 25 Andrea img
Capítulo 26 Andrea img
Capítulo 27 Andrea img
Capítulo 28 Andrea img
Capítulo 29 Enzo img
Capítulo 30 Enzo img
Capítulo 31 Andrea img
Capítulo 32 Enzo img
Capítulo 33 Andrea img
Capítulo 34 Andrea img
Capítulo 35 Andrea img
Capítulo 36 Enzo img
Capítulo 37 Andrea img
Capítulo 38 Epílogo. Andrea img
img
  /  1
img

Capítulo 5 5. Andrea

-Abstinencia sexual. Odio esas palabras -declaro. Enzo por su parte solo sonríe.

-Después de todo no serán tan malas. Te lo demostraré -susurra ya contra mi oído.

Joder. Tengo ganas de todo. Este hombre, con sus palabras y sus ideas que no me declaran nada con precisión me tiene el cuerpo a toda velocidad.

-Andrea. Hablemos en mi oficina -me distrae Hugo.

Me la estaba pasando de película porno aquí y el imbécil de Aiden tiene que estropearlo todo.

-Bravo Aiden -manifiesto-. Eres un tío genial.

Él sonríe, con aires de superioridad.

Sigo a Hugo hasta que ocupo silla frente a su mesa. Su rostro más que enfado muestra lástima.

-Andrea lamento informarte que Keira no puede trabajar aquí...

-¿En serio? -lo interrumpo-. El imbécil de Aiden no puede venir a dar órdenes en tu propio negocio.

-No me puedo permitir otro salario. Con los que laboran son suficientes. Además ella trabajará en una empresa, cobrará bien.

-Aiden...maldito gilipollas que todo lo controla -bufo mientras salgo de la oficina.

No puedo montarle una bronca a Hugo, me tiene mucha paciencia y me ha pasado muchísimo la mano.

Tomo el celular y le marco a Keira.

-Dime Andrea -contesta al instante.

-Keiri el hijo de..... -iba a decir una palabra pero lo pienso bien y rectifico. Su madre no tiene la culpa del maldito hijo que creó ¿O si?-. Aiden habló con Hugo para que no te diera el empleo.

-Tranquila Andrea. Hablamos después.

-Adiós Keiri -digo y ella cuelga.

Termino de trabajar. Ahora mismo solo quiero dormir. Después de despedirme de todos me marcho.

Un deportivo, demasiado llamativo se encuentra situado frente al gastropub. Continúo mi camino si enfocar la joyita. Estoy de veras cansada, como para detenerme a admirar un coche.

-¿Por qué tan deprisa?. Hoy toca sobredosis -expone una voz que ya reconozco en cualquier sitio.

Me giro para observarlo. Esta sentado sobre la pantera delantera del deportivo. Sonríe sexy cuando repara en mí.

-Creí haberte dicho algo de Abstinencia sexual por cuatro días -manifiesta mientras camino hacia él.

-Y quién habló tan despacio contigo, diciéndote que yo seguía órdenes de alguien -expreso mientras me quedo frente a él.

-No es una orden es una sugerencia...-susurra nuevamente a mi oído.

Es que él no puede simplemente hablarme desde su posición. Me está encendiendo el cuerpo estrepitosamente.

-¿No das órdenes?. ¡Qué novedad! -expongo.

-No las necesito -derrocha tal seguridad en sus palabras.

Sus ojos se mueven hasta mis pechos. No se puede ver nada ahí, ni siquiera las puntas. Algo que agradezco grandemente, sino, notaría ahora mismo como están.

Vuelve su mirada hasta mis ojos y otra leve sonrisa se apodera de sus labios.

-Vamos. Te llevo a casa.

-No llevo a todo el mundo a mi casa -digo.

-Yo no soy todo el mundo -sentencia-. Y no voy a follarte. Solo te dejaré sana y salva en la puerta.

Su frase de "no voy a follarte" hace eco en mi. No me hace ni puta gracia, porque este hombre me pone como una moto.

Camino en dirección al asiento de copiloto. Enzo hace lo mismo, se sube al carro y lo pone en marcha.

Después de indicarle mi dirección. Varios minutos y entramos a mi barrio. Durante el trayecto no intentó absolutamente nada.

Yo aquí deseosa de mucho y el conformándose con tan poco.

No le gustaré o será gay.

Bajo del auto rápidamente. Justo antes de abrir la puerta de mi casa su cuerpo me tapa por completo. Estoy presa entra la dura puerta y su fuerte cuerpo.

-Recuerda diosa, cuatro días sin orgasmos -susurra y un aroma a menta inunda mi nariz.

¿Diosa?

-No me estás ayudando -expongo.

-Seguro que puedes -comenta-. Todo sea por tocar el puto cielo con las manos.

-Lo he tocado varias veces -manifiesto-. Y permitiéndomelo yo misma. ¿Quieres comprobarlo?

-No lo has tocado conmigo -comenta mientras saca un centímetro de su boca un caramelo. Lo aprieta un poco con los labios para que no se le caiga.

Baja mi tope hasta que mis tetas, sujetadas por el ajustador sin tirantes resaltan entre nosotros. No quita sus ojos de mi, ante cada acción que realiza. Las bragas se me mojan...se me mojan de verdad.

Despacio, baja el ajustador liberando mis senos. Joder. Cómo estan los pezones. Me mira nuevamente como si estuviese estudiando mis expresiones. Baja su cabeza hasta que llega a mi pezón derecho.

Gimo, sin importarme dónde estamos y que cualquiera puede verme. Cuando mueve el caramelo de menta por todo el pezón. Es refrescante, demasiado delicioso.

El placer se multiplica y concentra en mi sexo. Quiero más.

Siempre soy yo la que vuelve loco de placer antes...algo pasó hoy.

Pasa al otro pezón y repite la acción de antes. No me toca. Ni siquiera sus labios han rozado mis tetas. Este hombre me calienta sin rozarme.

Se separa de mis senos y recupera su altura. Agarra con una mano mi barbilla, ejerciendo presión para que abra mi boca. Suelta lo poco que quedaba del caramelo de menta en mi boca.

-Duerme bien, diosa. Y no juegues dónde no debes.

Así sin más, dejándome caliente y atormentada frente a la puerta de mi departamento, se marcha.

Privarme de sexo me pone de un humor de perros. Entro inmediatamente a la casa. No me detengo en detalles, voy directamente a la ducha y me doy un baño. El agua la dejé bastante fría, nunca te tenido que bajar calentura, pero, he escuchado que sirve para eso.

Cuando termino me envuelvo en una toalla y voy para el cuarto. Todavía queda caramelo en mi boca, pero, es tan pequeño que casi desaparece. Recuerdo lo que pasó hace pocos segundos...Joder, esa etapa de calentura no la pasaba hace mucho. Normalmente paso a la acción pronto.

Sin embargo, este hombre, me calentó, como mi cuerpo había olvidado que podía llegar a ese punto. Y lo cierto es, que no me tocó con nada. Solo unas palabras al oído y un puto caramelo de menta.

Abro la mesita de noche y saco un consolador. La calentura no cesó y tengo que actuar en consonancia.

El sonido de mi móvil me interrumpe. Me fijo en la pantalla veloz, pero, dejo de hacer lo que pretendía para detallar lo que dice el mensaje.

No tengo ese número.

Hoy no hay juego, Diosa.

¿Cómo me lo vas a impedir? Ya tengo algo en la mano que me ayudará.

Su llamada llega al instante. La cojo sin darle vueltas.

-Lo que tengo en la mano yo te ayudará más dentro de cuatro días.

-Tal vez y no me satisface como esperas. Soy algo exigente.

-Espera y verás, Diosa.

-Dime por qué empezaste a trabajar en Upcide -cambia el tema.

-Porque no podía seguir estudiando. Vivía sola. Tenía que trabajar.

-¿Te apasiona algo más? -otra pregunta-. Ya sé. Ser actriz porno.

Una risa sonora de escapa de mi boca.

-No quiero revelar mis tips para todo el mundo.

-Me gustaría estudiar diseño, pero de zapatos -contesto después.

Jamás he compartido eso con nadie y me estoy arrepintiendo ahora. La conversación se tornó tan amena y entretenida que no me detuve en pensar antes de contestarle.

El parece notarlo porque después de seguirme en el silencio finalmente habla.

-Piensa que por un segundo no estás envuelta en una capa fría, que por un momento no solo buscas sexo. Piensa que estás conversando con una persona que entiende perfectamente tus estados, tus ideas, tus acciones...

Despacio cierro los ojos sumergida en un mundo que no es este, dónde solo escucho su voz, dónde no hay más nada. Los fantasmas están lejos...se han ido.

-Una persona que siente tus miedos o tu corazón palpitar de prisa. Esa persona te está extendiendo ahora mismo su mano ¿la escuchas?

-Sí -contesto. Lo veo. Todo está en paz, demasiado tranquilo. Esa persona portadora de esa voz gruesa pero que me gusta me extiende la mano.

-Esa persona quiere saber que odias más que nada -continúa hablando.

-Que me engañen.

-Estás frente a dos puertas, una que permite el acceso a un día frío, en el que llueve a cántaros, la otra da paso a un día soleado, con bastante calor. ¿Por qué puerta nos conducirás?

-Por la primera -respondo sin asomo de dudas.

-¿Te gustan los días lluviosos y fríos?

-Me encantan.

-Y que planes tienes para ellos.

-Tomar un chocolate caliente después de un maratón de sexo.

-Hay tres bichos frente a ti, uno se llama Infelicidad, el otro Abstinencia y el otro Amor ¿A cual le tienes más miedo?.

-Le tengo miedo a dos: Abstinencia y Amor.

-¿Y de los dos cuál te provoca más miedo?

-Amor. Trato de huir cada día de ese monstruo, que un día destruyó cada parte de mi cuerpo. Me fue matando despacio, por partes. Le temo, realmente le temo.

-¿Es el sexo una forma de no encontrarte nuevamente con ese bicho?

-Me tomó tiempo recuperarme del monstruo llamado Amor. El sexo fue un método para levantarme bien alto y no volver a encontrarme con aquel bicho. Tomé las folladas como sentimientos y me aferré fuertemente a ellas. Ahora, solo siento orgasmos, es lo único por lo que mi corazón palpita, es lo único a lo que mi cuerpo es dependiente como una maldita droga.

Me perdí de este mundo y me adentré en el que Enzo creó en segundos para mí. Cómo pudo lograr eso. Como me abrió de esta manera hacia él.

-El problema está en que todos han llegado a tener sexo en vez de follarte la mente. No han sabido acariciar tu alma o darte besos cerca de tu armadura. Te he demostrado hoy, que follar no solo es penetración y que no es necesario tocar para estremecer.

                         

COPYRIGHT(©) 2022