Capítulo 6 Mi bestia Mi bella

Mantenía mi cabeza en alto, estaba aprendiendo sobre distintos protocolos para mantener una apariencia en donde solo obedezco a Kellen, ya que a ojos de muchos esa es mi función. Solo soy una omega en un mundo vació en donde solo los deseos de gente codiciosa se cumplen.

Pero hay algo distinto, Kellen parece ser distinto a todos y espero que él sea diferente. Mi omega sufriría demasiado si me entero de que seré parte de sus otras mujeres, aunque no sé si hay otras mujeres me duele el hecho de que puede ser cierto.

No verlo en tres días y que Amelia repita tantas cosas me sofoca y llena mi mente de distintos pensamientos sobre lo que ocurre a mi alrededor. ¿Podría ser tarde para negarme?, quisiera sentir su aroma más cerca.

Su aroma es rico y relajante, algo que quiero sentir cerca de mí.

Pero él no está, por un momento miro la ventana donde quisiera ver si él está cerca. Tengo miedo mientras estoy aquí esperando, hago mi mayor intento para que Kellen este orgulloso de mí mientras aprendo a comportarme como una omega para él.

- Es todo por hoy, puedes tomar una siesta antes de que él venga -.

Mi emoción cubrió el ambiente, aquellas palabras que quise escuchar por horas demasiado largas que parecían años, al fin mis oídos las escuchan. Hago una reverencia antes de salir corriendo de aquel lugar llena de emoción por verlo.

Me detuve al ver gente y sus miradas oscuras me intimidaron, había escuchado tantas cosas dirigidas hacia mí en estos tres días. Kellen me había prohibido interactuar con otros en la casa, Amelia no quiso decir nada más por lo que no comprendo por qué me aparta.

¿Estará avergonzado de mí?

[...]

Él estuvo aquí.

Lo sentí, su calidez, su aroma fue algo que nunca olvidaría. ¿Podrá ser que me quede dormida?, suena imposible porque Amelia ha repetido que siempre me despertará para cualquier cosa importante.

¿Me habrán mentido para burlarse de mí?

Miro mi alrededor hasta mirarme a mí mismo por el espejo, con el rostro fruncido me incorporo caminando hacia aquel espejo. La ropa es muy distinta a la que tenía puesta, esta ahora es una pijama demasiado distintas a las que uso.

Observo mi alrededor nuevamente cerrando mis ojos, el aroma de Kellen es demasiado fuerte como para hacerme dormir llena de tranquilidad. Escucho como la puerta se abre y el aroma de Amelia me llama la atención.

- ¿Kellen, no ha llegado? -.

Ella niega sin mirarme.

- Él... llega en una hora -.

Bajo mi rostro sin poder creer en eso, me mienten, ¿por qué?, mis ojos se pierden en un lugar fijo mientras intento no pensar en lo que ocurre. En solo pocas horas todo parece cambiar siempre.

- Dime la verdad... -.

Mi vista se nubla mientras le pido aquello, parpadeo evitando llorar, pero es algo imposible cuando soy alguien muy blando y débil en sentimientos. Mis mejillas son cubiertas por mis lágrimas que no parecen tener ningún control.

Ella trata de tranquilizarme, pero es algo imposible cuando comienzo sollozar con fuerza.

- ¡Calla niña!, él no debe de escuch... -.

El rugido que Kellen emite apenas apareciendo calla a Amelia, yo no le doy importancia al solo mantener mi rostro con la mirada hacia abajo. Su aroma se vuelve demasiado fuerte mientras más se acerca.

- ¡Afuera! -.

Los tacones de Amelia se comienzan a escuchar hasta el punto de que ese sonido se pierde. La mano de Kellen se posa sobre mi hombro, pero me remuevo alejándome de él, el sonido de la puerta se escucha seguido de sus pasos acercándose más hacia mí.

Niego cuando vuelve a querer poner su mano en mi hombro; - No.

Casi grito mientras lloro desconsoladamente, cubro mi rostro con mis manos alejándome más de él hasta que me detiene sujetando mi hombro.

- Adara... -.

- No -.

Vuelvo a negarme.

- No te informaron de mi llegada por una buena razón -. Lo miro y saco mi rostro de entre mis manos, seco algunas lágrimas y frunzo un poco mi entrecejo.

- ¿Cuál? -vacila un poco y le doy la espalda-. Si no tienes nada que decir, prefiero estar sola -.

- Omega mía -niego, sus brazos me cubren en un instante dejándome sentir su calidez-. No quería causarte daño o que te avergonzaras. Ayer mi lobo comenzó a actuar de una forma sádica, sin control, en el momento que llegue estabas dormida por lo que intente que siguiera así. Pedí que nadie te molestara para que al despertar yo llegara como si nada hubiera ocurrido -.

La vergüenza se acumula en mis mejillas mientras bajo mi rostro para que nadie más vea aquella vergüenza. Soy tan tonta. De manera escurridiza salgo de sus brazos para sentarme en el suelo y esconder mi rostro entre mis rodillas y brazos.

Me pongo nerviosa cuando él hace lo mismo, solo que sus brazos me rodean mientras yo aún no sé qué hacer. Mi actitud me comienza a carcomer recorriendo todo mi cuerpo por pensar mal de él cuando solo me intentaba mantener a salvo de él.

- Pensé que era mejor decirte otra cosa a la verdad, no quería que te alejaras de mí por miedo -.

- L-lo... siento -. Menciono nerviosa, cierro mis ojos suspirando profundamente.

Mi rostro pasa a su hombro mientras él me acomoda sobre sus piernas, sus brazos pasan a envolver mi pequeña cintura y es como si mi cuerpo reclamara un descanso de todo, su aroma me vuelve a tranquilizar como nunca antes.

- Ya te he mencionado que no necesitas decir eso -.

Aun con sus palabras, él es Alfa de Alfas y debo de comportarme como tal, no puedo ofenderlo o faltarle al respeto. Si él me puso aquí a su lado es por dos razones:

Primera razón: Quiere tener hijos y forman lo nombrado familia.

O

Segunda razón: Quiere tener su propio Harem y me eligió a mí como la primera.

Mi mente no me deja en paz desde que Amelia dijo aquello, pensar en que elegiría él me tiente gastando energía y hasta ahora que estoy a su lado puedo dormir sin imaginar cosas de por medio.

Con avaricia solo quiero que Kellen sea mío.

[...]

Miro mi vestido, es uno nuevo para mí de un color lila que cae desde mi cintura hasta llegar a mis rodillas. Las zapatillas puestas son de un color beige que combinan con el vestido, todo elegido por Amelia desde la mañana, ya que Kellen había desaparecido dejándome de nuevo sola.

La cita del té me ponía nerviosa, por el hecho de que no sabía como tenía que actuar y aunque estuviera triste por no recibir nada de información sobre Kellen no puedo fallar en esto. Sería vergonzoso. Soy su omega y debo de esforzarme para que nadie piense que soy un desperdicio y una burla hacia él.

Me detuve por un momento dejando de seguir a Amelia, sentía como los nervios me atacaban desde lo más profundo aprovechándose de los pocos recuerdos que tengo. Pero tenía miedo a ser dejada sola en un lugar que no conozco, sería la presa de todos ellos, por lo que no puedo evitar no sentir estos pensamientos.

Mis manos sudan y es algo que intento esconder mientras Amelia sigue su camino al jardín trasero, he visto por las ventanas el lugar al que vamos y sé que ya todos están ahí esperando para burlarse de mí.

- No estés nerviosa, algunas de ellas se divierten con las nuevas que llegan. Aun así, tú puedes alzar la voz, tienes más poder que ellas en este momento, ya que eres su reina -la observo de manera lenta-. El rey se encargó de informar a cada persona noble dentro de la casa que eres suya, de su propiedad. Su reina -.

Ignoro la emoción en los ojos de Amelia y observo hacia ambos lados donde están dos guardias resguardando la puerta. Ambos guardias hacen un gesto de respeto que conozco bien y abren la puerta dejándonos salir.

Mis ojos son iluminados por el sol algo que me causa daño, por lo que bajo mi rostro, Amelia carraspea provocando que alce mi rostro. Todas platican entre sí mientras me miran con detenimiento, pero no todas hacen eso algunas otras están en sus pláticas como si fueran lo más interesante ignorando a todos.

Nadie me agrada, sus auras son pesadas y con un color demasiado fuerte.

Veo con disimulo a cada una de las chicas que me miran mientras me siento, sonríen como si fuera la burla del lugar mientras me examinan para encontrar algo mal en mí. Amelia tose con falsedad llamando su atención y me mira por un momento por lo que sonrió para que no se preocupe.

- Reina Amelia, nos dirá ¿quién es el juguete de nuestro Rey? -. Aprieto mis manos detrás de mi vestido enojada por las palabras que dijo la chica de cabello pelirrojo.

- Vaya, han dejado su educación a un lado. Pensé que se presentarían primero hacia su nueva Reina. Este té es por mi retirada, mi hijo ya no me ocupa y puedo dejar mi título e ir a una villa en donde estaré tranquila. Preséntense, guarden su mal comportamiento porque mi hijo es especial cuando hablan mal de su Reina -.

Todas se miran entre sí y yo solo sigo los pasos de Amelia hasta llegar a un lugar donde hay sillas vacías, ella me indica donde sentarme y lo hago. Nuestras tazas ya estaban puestas, pero solo la mía tenía líquido en su interior. Uno de los sirvientes se lleva la taza poniendo una nueva y le agradezco.

- Entonces ella se hará cargo del palacio, no estoy segura de que ella pueda soportar lo que tú has cuidado -.

- Sí, claro que le tengo que enseñar lo que tiene que hacer. Estoy segura de que será mejor que yo en todo -.

- Señora, ¿Cómo una omega puede ser Reina? -.

- Princesa Kaia, no es bueno ser descortés. con alguien mucho más poderoso que tú. Estás faltando el respeto, no creo que tu padre el Duque de Lomer quiera saber la falta de educación de su hija -la mirada de Amelia es intensa-. Y recuerden esto, la reina es una omega. Hay pocas en este mundo y nadie puede remplazar a la reina, es la pareja destinada del rey, por lo que si piensan en hacerle daño ustedes no saldrán limpias -.

Siento como alguien se sienta a mi lado donde permanecía vació, por las miradas de aquellas chicas nobles parezco algo repulsivo que no debería de estar ahí y me causa daño. Giro mi rostro al sentir como pone su dedo en mi hombro llamando mi atención, la chica que me llama es hermosa y su sonrisa la hace ver amigable.

- Eres tu verdad -la miró por un rato confusa de sus palabras hasta que vuelve a hablar-. Disculpa, Reina. Soy Amirah, por el momento soy la pareja principal de uno de los gobernantes del norte -. Alzó mi ceja sin saber qué responder, y aunque digan que soy la reina. Yo no lo sé siendo que es un nombramiento informal al no contar con la aprobación como debería de ser.

Lo escuché antes, mientras otros pensaban que dormía escuche perfectamente todo y yo no soy adecuada. Sus burlas son correctas y sus miradas llenas de asco las puedo aceptar porque ni yo sé quien soy.

- Oh, Amirah. Cariño, has crecido aún más. Puede que nuestra reina ocupe un momento más para acostumbrarse a esto, ¿no tienes problema? -la chica de ojos violetas niega con una sonrisa-. Parece que vamos avanzando, es sorprendente que Abasí te trajera -.

- No lo creo, no solo vine yo. Parece que está enojado porque solo me evita, no tengo idea de que hice -.

- No te preocupes, a veces no entendemos que puede enojar a seres llenos de tantas incógnitas. Eres joven, por lo que entenderá que eres inexperta en muchas cosas, aun así eres buena adaptándote -.

Interrumpo su plática con una de las tantas preguntas que tengo en mi cabeza; - ¿Quién es Abasí? -.

- Puede que pronto lo conozcas, es alguien que siempre va al palacio imperial, tenemos buenos tratos con ese gobernante por la pequeña amistad que tiene Kellen con él. Espero logren ser buenas amigas ambas. Amirah es una persona con especie defectuosa, así que podrán ayudarse ante los comentarios que logren hacer las nobles -. Asiento mirando hacia Amirah que permanece sonriendo mientras come.

- Amirah, ¿cuántas primaveras tienes? -.

- Voy a cumplir 21 primaveras -es muy joven-. No soy la más joven de aquí, Reina, al ser un lugar donde hay mucha gente con poder, hay concubinas muy jóvenes. Algunas fueron vendidas por sus familias -.

- Pero son niñas... -. Jadeo aterrada de pensar en las edades por debajo de Amirah.

- Lo saben, lo sabemos. Todas aquí sabemos el peligro de ser solo una amante. Pero somos solo eso y no podemos retar a nuestros Amos -ella toma mi mano y le sonrió como ella lo hace hacia mí-. Qué suerte que nuestra Reina no pase por eso. Me alegra que no tenga que vivir con ese miedo de ser remplazada -.

Sus palabras me hacen pensar en algo que quería evitar, ¿en verdad no seré remplazada? Soy torpe y sin ningún logro a resaltar. Lo que muchos pensaran es que por ser omega estoy donde estoy, solo sería alguien para tener cachorros como si fuera mi mayor logro.

- Después de una semana iremos al palacio. Entendido, solamente Kellen está arreglando unas cosas en este lugar -. Asiento mirando a Amelia que parece moverse con facilidad entre los nobles.

- Reina Adara, Señora. Me tengo que ir, mi amo me habla -.

La sigo con mis ojos observando a un hombre de espaldas demasiado alto y con ropa elegante, Amirah llega a su lado y él se acerca hacia ella para besar su hombro descubierto.

No debí de haber visto eso.

Es una beta sin naturaleza, ¿se aprovecha solo de ella?

Esas dos cosas se instalan por mi mente llena de curiosidad como siempre, siendo más miedo que otra cosa, y lo oculto para no causar disconformidad a otros y que piensen que soy alguien entrometida.

- ¿Cómo se enteró de mi nombre? -.

- Puede ser que Kellen le contara algo a Abasí, y él le mencionara eso a Amirah. Son más cercanos que lo que se muestra -. Finaliza Amelia, continúa tomando de su té y hago lo mismo que ella tratando de meterme más en el ambiente.

[...]

Limpio mis lentes con la tela de mi vestido intentando no ser molesta al caminar con dirección a la biblioteca, aunque la fiesta de té fue algo lindo me sentía incómoda, por lo que mis lentes se empañaban con facilidad ante el humo que dejaba el té caliente.

El aroma a casa de Kellen me invade y alzo mi rostro poniéndome mis lentes para ver si es quien está cerca de mí. Se supone que con tener gen de hombre lobo no tendría estos problemas, pero tanto escapar daño mi vista.

- Ma belle lune -sonrió al escuchar su voz ronca cerca de mi oído-. Disfrutaste la tarde con las demás chicas -.

Frunzo mi ceño, esas arpías solo criticaban mi vestimenta, rostro y cualquier movimiento que hacía, por eso solo son arpías; - No. Son muy... muy ahg -.

Giro mi rostro un poco al escuchar su risa, una hermosa risa que llega a hacer que mi corazón apresure los latidos y mis mejillas se sientan cálidas.

- Oh, qué mala experiencia -me agarra posesivamente de mi cintura pegándome a su pecho-. No te culpo, todas querían lo que ahora tú eres -.

Ladeo mi rostro; - ¿Y qué soy? -.

- Mienne, eres mía. Y nadie podrá serlo más que tu Ma belle -. Mi corazón duele al escuchar como dice que soy solo de él.

- Eso que dices ¿es el idioma antiguo? -. Él asiente, me gira poniendo mi cuerpo más cerca del de él. Siento como se acerca a mi mejilla y cierro mis ojos nerviosa mientras aprieto mis manos.

Una de sus manos oprime mi espalda y aprieto con más fuerza mis manos, sus labios toman los míos siendo algo distinto a lo que sentí con mi primer beso. En este parecía querer devorarme. Y al ser una omega que solo puede cumplir con las necesidades de su pareja, no impuse un impedimento.

- ¿Me amas? -.

¿Amarlo?, si mi corazón palpita con fuerza y duele, ¿es porque lo amo? En realidad es algo que no sé, nunca había tenido algún pretendiente o amante que yo recuerde. Nacer con mi rango es un riesgo que no permite que cualquiera te posea, me siento como una tonta al no poder responder su pregunta como sé que él quiere.

- Lo siento Alfa... -agarro el rostro de Kellen en mis manos al ver como su mirada se perdía por mis palabras, yo me sentía mal por no saber que decir haciéndome sentir que soy una tonta por no saber que es el amor- Yo no sé que es eso del amor, Alfa, lo siento mucho por no saber si lo amo... -. La fuerza de su aura me deja débil haciendo que mi cuerpo se sienta débil ante tal desesperación expresada.

- ¿Quieres asustar a tu Alfa? Es esa tu intención, belle -. Se separa de mí dejándome tomar aire, sus ojos muestran un extraño sentimiento que no entiendo bien, pero este no es malo.

Me vuelve a besar siendo más rudo con su beso, devorándome sin tanto esfuerzo mientras mi corazón palpita con fuerza. Mi cuerpo comienza a adquirir la calidez que él desprende, siendo ahora otra sensación.

Con mis manos en su pecho logro poner algo de distancia, con estabilidad sigo de pie algo que no creía poder después de todo aquello. Kellen besa mis manos con una mirada cálida mostrando algo que solo me hace temer.

- ¿Qué soy para ti? -.

- Eres mi Omega -su rostro pasa a mi cuello con velocidad- ¿Por qué preguntas eso ma belle? -.

Vuelvo a tomar distancia sin sentirme segura; - En la fiesta de té... yo fui presentada como reina, ¿eso es verdad? Otras seguían diciendo que seré remplazada y que solo sería una esclava como ellas -. La mano de Kellen toma mi mentón, siento las ganas de llorar por mis palabras y parece que él lo comprende.

- Tú no eres igual a ellas -.

Ladeo nuevamente mi rostro; - ¿Por? -.

Besa mis labios fugazmente, me mira con una sonrisa para después negar; - Algún día lo sabrás Ma belle. Solo no te dejes menospreciar por ellas, tu eres un diamante brillante entre basura, no te compares con ellas -.

[...]

Ma belle.

Ma belle.

¿Qué significa?

Hojeo el diccionario que encontré en la gran biblioteca sobre lengua antigua, y creo haberme confiado mucho con el título. Como siempre soy una torpe. Sigo confundiéndome con las cosas, pero creo saber algunas palabras que parecen difíciles de pronunciar.

Ma belle. Sonrió al encontrar después de varios minutos el significado de Ma belle.

- Si Ma es Mi, Belle es... ¿Bella? Y Lune es Luna -.

Mi bella será ese su significado. Y con Ma belle Lune sería ¿Mi bella Luna?

- Eso es lo que te mantiene tan ocupada -aprieto el diccionario con mis manos por haber sido descubierta- ¿Tu alfa puede saber que es lo que haces en la biblioteca a tales horas de la noche? -.

Niego, cierro la libreta y escondo el diccionario para que él no lo vea. Y aunque logro escucharme, no creo que quiera saber lo incompetente que soy al no saber ni siquiera un idioma antiguo.

- Ma belle, es mi bella -. Muerdo mis labios sin poder ocultarlo.

- ¿Por qué quieres saberlo? -.

- Tengo curiosidad del porqué dices siempre eso, solo es eso Alfa -. Sus manos toman con fuerza mi cintura, siendo posesivo con sus ojos. Inclina su cuerpo alcanzando un poco mi altura y puedo sentir su respiración pesada.

- Tienes razón es mi bella, mi oméga es muy inteligente -.

- ¿Uh? -cierro mis ojos, cuando creí aprender algo él me llama con una nueva palabra-. Espera... -tomo mi libreta donde hice mis apuntes y sonrió, alzo mi cabeza y lo observo-. M-mon bel Alpha... ¿lo dije bien? -

- Mon oméga, eres realmente inteligente. ¿Aprendiste eso en poco tiempo? -. Asiento nerviosa, su sonrisa hace que me desconcentre un poco al sentir como mi corazón de nuevo duele.

- Y su significado es mi hermoso alfa, ¿está bien? -.

- Claro que lo está, y aunque no lo estuviera, tú siempre estarás bien -.

- ¿Cómo? -.

- Ahora que sabes el significado de algunas cosas, ¿investigaras cada palabra que diga en ese idioma? -asentí-. Espero saber de cada nuevo conocimiento que vayas forjando mientras no este contigo -.

- Si... Ma bête -. Mordí mi labio nerviosa.

- Entonces soy tu bestia. Mmm, ya veo. En ese caso seremos la bella y la bestia -.

La bella y la bestia. Eso suena muy dulce de su parte.

Rio por aquello siendo nuevamente atrapada por las manos de Kellen que me toma en el aire, me pone contra su pecho cargándome, y siendo tarde no podre guardar la calma al estar a su lado.

- ¿Lo dije bien? -.

- Ma bête, si lo dijiste bien ma belle -. El brillo en sus ojos hace que detalle sus hermosos ojos verdes, sonrió, pronunció repetidas veces para decirlo como él lo dijo.

- Ma bête -suspiro por el roce de sus labios contra los míos-. Tú eres mi bestia -. Sonrió sin apartar mi mirada de la suya.

Sus labios atacan los míos devorándome de nuevo y haciendo que pierda el control de mi cuerpo, dejándome a merced de él sin poder decir o hacer nada. Era distinto cuando estaba con Kellen quien me cubría de una calidez que nadie más tenía, ¿puedo amarlo? ¿Será bueno amarlo?

            
            

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