Un Matrimonio Inesperado
img img Un Matrimonio Inesperado img Capítulo 6 Los niños se pelearon
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Capítulo 16 Ella es una fresca img
Capítulo 17 Utilizando su posición img
Capítulo 18 Él solo quiere complicarle las cosas img
Capítulo 19 Nunca te dejará ir img
Capítulo 20 Quiere mandarte a la cárcel img
Capítulo 21 Te lo ruego, Ezra img
Capítulo 22 Despidiendo a esta pequeña bastarda img
Capítulo 23 Ella es mi esposa y la madre de mi hijo img
Capítulo 24 No quiero ser tu amigo img
Capítulo 25 El desastre es inevitable img
Capítulo 26 Por último, cómetelo de un bocado img
Capítulo 27 La nueva Selina img
Capítulo 28 Buena para hechizar a los demás img
Capítulo 29 Vas a matar a mi hermano img
Capítulo 30 Quiero irme contigo img
Capítulo 31 Señor Lu, ¿está usted celoso img
Capítulo 32 ¿Quieres que se enrede conmigo img
Capítulo 33 Pasando la noche en su casa img
Capítulo 34 Le ha enseñado bien img
Capítulo 35 Hacerse un retrato familiar img
Capítulo 36 Me haré cargo de ella img
Capítulo 37 Una noche hace cinco años img
Capítulo 38 ¿Cuándo tuviste una hija img
Capítulo 39 Robo de pareja img
Capítulo 40 Destrozar su ropa img
Capítulo 41 Debes mantenerte alejada de él img
Capítulo 42 Ezra ha bebido demasiado img
Capítulo 43 Silencio, no te muevas img
Capítulo 44 ¿Por qué vino al centro de identificación img
Capítulo 45 Dame dos meses img
Capítulo 46 ¿De verdad quieres tener un padrastro img
Capítulo 47 ¡Es la mitad de la noche! ¿Qué sucede contigo img
Capítulo 48 Una pequeña alborotadora img
Capítulo 49 ¡No eres digna! img
Capítulo 50 ¡Contraatacar! img
Capítulo 51 Ella le derramó el café primero img
Capítulo 52 Envíala lejos img
Capítulo 53 ¿Por qué me estás hostigando img
Capítulo 54 El amargo fruto de amarte img
Capítulo 55 ¡Qué coincidencia! img
Capítulo 56 Los niños estaban desaparecidos img
Capítulo 57 ¡No te enojes ni la golpees! img
Capítulo 58 ¿Su hijo era desdichado img
Capítulo 59 La hija de Joseph Quan img
Capítulo 60 Él realmente la besó img
Capítulo 61 Debes beber con más sinceridad img
Capítulo 62 Jugaremos este juego hasta el final img
Capítulo 63 ¿No debería resultarte indiferente img
Capítulo 64 Ser mi amante img
Capítulo 65 Déjame ser tu hermano mayor img
Capítulo 66 Suéltame img
Capítulo 67 ¡No puedes tocar a las mujeres a tu antojo! img
Capítulo 68 Cicatrices moteadas de quemaduras img
Capítulo 69 Todo era parte de su artimaña img
Capítulo 70 No intentes engañarme img
Capítulo 71 ¿No estás cansada de fingir img
Capítulo 72 Dale a Carol un hogar img
Capítulo 73 Es mejor que tu mamá se case con mi papá img
Capítulo 74 ¿Ustedes se divorciarán img
Capítulo 75 ¿Te gusta el señor Quan o el señor Lu img
Capítulo 76 Mis maquinaciones dan mucho miedo, ¿verdad img
Capítulo 77 Ve y suplica a Selina img
Capítulo 78 Mudarse img
Capítulo 79 ¡No mueras sin mi permiso! img
Capítulo 80 Sobre mi cadáver img
Capítulo 81 Él nunca se preocupó por ella img
Capítulo 82 Ezra se acercó a su cama img
Capítulo 83 Demandando a Ezra img
Capítulo 84 El plan de Viola img
Capítulo 85 ¿Pretende ir a suplicarle img
Capítulo 86 Acogerla img
Capítulo 87 ¿Cuál fue su intención img
Capítulo 88 La tos se torna seria img
Capítulo 89 El miedo no puede ser liberado img
Capítulo 90 La trampa diseñada para ella img
Capítulo 91 Ojos desdeñosos img
Capítulo 92 Envíala a un sanatorio img
Capítulo 93 Almorzar juntos img
Capítulo 94 De compras juntos img
Capítulo 95 Esdras, ¿cómo puedes ser tan cruel img
Capítulo 96 Vigílala img
Capítulo 97 Adiós al cumpleaños solitario img
Capítulo 98 ¿Por qué no te vas a casa img
Capítulo 99 ¿Crees que soy un tonto img
Capítulo 100 Realmente fue picada por mosquitos img
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Capítulo 6 Los niños se pelearon

Escuchar a Ezra llamar a Selina su secretaria provocó una gran incomodidad en Viola, que al pensar en su marido y su ex amiga compartiendo horas y horas de trabajo, se le hizo un nudo en la garganta.

"Te queda un minuto, Selina", dijo Ezra, mirando su reloj con impaciencia.

"¡Lo siento!", respondió ella alzando un poco la voz. Luego, se dio media vuelta para irse tan rápido como se lo permitió su herida.

Viéndola alejarse, el hombre sonrió con frialdad.

'¿Por qué cojea así?

¿De verdad se lastimó?

¡Bah, no me interesa! ¡Es más, haré sufrir a esa zorra aún más! ¡Este es solo el comienzo!'.

Con una sonrisa de satisfacción, Viola comentó alzando una ceja: "Gracias, cariño. Te amo".

Acto seguido, se le acercó a su esposo, solo para que él la rechazara y se fuera.

Al verlo marcharse sin mirar atrás, Viola apretó los puños furiosa.

'¡Maldita Selina! ¡Todo esto es gracias a ti!

Es tu culpa que Ezra se esté volviendo cada vez más frío conmigo. Cualquiera que sea tu objetivo para haber vuelto, ¡no permitiré que lo logres! ¡Jamás te dejaré salirte con la tuya, así tenga que dejar mi vida en ello!'.

Mientras tanto, en el patio del exclusivo jardín de infantes, Carol observaba con cierto aire de suficiencia a su compañero Richard Lu, aquel niño que empujó a su madre en el aeropuerto. El pequeño estaba siendo castigado por causar problemas mientras esperaba que lo fueran a buscar.

"Richard es muy malo, señorita. Acosa a sus compañeros de clase. Cuando crezca, seguramente también intimidará a los ancianos, a los débiles, a los enfermos y a los discapacitados. ¡Alguien debería darle una lección!", exclamó Carol con las manos en las caderas, levantando la férula en su mano con una mirada de provocación hacia el rostro sombrío del chico.

Echándole otro vistazo, ella le hizo una mueca.

'¡Qué molesto es!'.

Cuando Carol se enteró de que él era su compañero de clases, no quiso seguir asistiendo a esa escuela.

Sin embargo, su madre la convenció diciéndole que además de estar cerca de su trabajo, las instalaciones eran las mejores de la ciudad. Así que no tuvo más remedio que obedecer.

Entonces, pensó que simplemente se vengaría mientras estuviera atrapada con él.

De pronto, en un momento en el que la atención de la maestra estaba en otra parte, Richard hizo algo inesperado.

Se abalanzó sobre Carol después de haber agarrado barro de una maceta cercana y se lo tiró en la cara.

"¡Ahh!", gritó la niña, que sin quedarse atrás, le hizo lo mismo.

En cuestión de segundos, los dos se golpearon el uno al otro, quedando ambos con la cara enrojecida.

En ese instante, Selina llegó justo a tiempo para ver a su hija arrojarle barro al chico, por lo que corrió hacia ella, ignorando por completo el doloroso crujir de su tobillo.

La directora de la institución rápidamente salió al paso para disculparse: "Lo siento mucho, señorita An. Es nuestra culpa que los niños se pelearan".

Por su parte, Selina miró con nerviosismo a Carol, antes de dirigir su mirada al niño con el que estaba peleando. Seguidamente, tras confirmar que ninguno de los dos estaba herido, le preguntó a su hija con seriedad: "¿Qué pasó, Carol? ¿Quién inició esta pelea?".

"¡Richard me atacó primero echándome barro en la cara!".

Evaluando la situación, Selina notó que él también estaba sucio, de modo que continuó: "¿Tú también lo atacaste?".

"¡Claro! Si él intenta molestarme, yo me voy a defender. ¡No me voy a quedar de brazos cruzados!", dijo Carol con confianza.

Francamente, Selina no tenía idea de dónde había sacado ella ese temperamento. La niña podía ser implacable cuando la provocaban, y como madre, le molestaba no poder culpar a su pequeña. Así que suspirando, le ordenó: "Esto tiene que parar ya, ¿de acuerdo? Pídanse disculpas el uno al otro. Los compañeros de clase no deberían pelear así".

La mujer estaba tan absorta en observar la reacción de Carol que no se dio cuenta de que Richard era el chico con el que se encontró en el aeropuerto.

En lugar de resolver el asunto, sus palabras solo irritaron a los dos niños, que cruzándose de brazos, se dieron la vuelta soltando un bufido.

Siendo testigo de todo, la directora del jardín de infancia intervino: "Señorita An, ¿puedo hablar con usted en privado?".

"Por supuesto, ¿qué sucede?".

"Mire, Richard es un niño con mucha fuerza que padece de autismo. No puede controlarse a sí mismo cuando se pone emocional. Es un chico especial de muy pocas palabras. Espero que pueda entenderlo. Considero que si no fuera por la provocación de Carol, no habría hecho algo como esto", explicó la mujer.

Asombrada, Selina repitió: "¿La provocación de Carol?".

Realmente le costaba creer que su hija hiciera algo de ese estilo.

"Parece que se guardan cierto rencor. De hecho, la primera vez que Carol lo vio en clase, gritó que ya no quería venir más".

Mientras hablaba, la directora lucía claramente confundida.

Selina también lo estaba al principio, pero después de mirar más detenidamente a Richard, se dio cuenta del porqué.

Previamente no lo había reconocido debido a todo el barro en su cara.

Lo que no esperaba era que al ver mejor a Richard, notó que era idéntico a Ezra. Y pensando en el diablo, Ezra apareció mirándola con frialdad.

"Señorita An, este es el señor Ezra Lu, el padre de Richard", los "presentó" la directora inmediatamente. "¿Qué tal si vamos a mi oficina a conversar un poco?", añadió.

'Siendo hijo de esos dos, no es de extrañar que Richard sea tan excéntrico', pensó Selina.

Un par de minutos después, en el despacho de la directora, el par de ex pareja se sentó uno frente al otro.

Allí, ambos niños también se sentaron cara a cara, mirándose a los ojos, dejando claro que se odiaban mutuamente.

En el medio, la directora se aclaró la garganta con torpeza y le contó a Ezra lo que había sucedido. "Señor Lu, esto fue solo un simple malentendido entre los chicos, creo que podemos resolverlo pacíficamente pidiéndoles que se pidan disculpas. ¿Qué opina?".

Ezra era un tipo importante. No hablaba mucho y tenía mal genio.

Es por ello que no se atrevía a decir algo que pudiera ofenderlo.

Al ver que el hombre permaneció en silencio, Selina pensó en lo que pasó antes cuando protegió a Viola de manera irrazonable. Por ende, temía que también protegiera a su hijo sin criterio alguno, haciendo que Carol sufriera las consecuencias.

Ella podía soportar cualquier ataque personal, pero su hija era intocable. Así que sería capaz de hacer lo que sea para mantenerla fuera de su alcance.

Entonces, Selina se puso de pie mirándolo a los ojos para decir: "Señor Lu, si bien ambos niños merecen un poco de disciplina. Por ahora considero conveniente que los hagamos pedirse disculpas por sus malas acciones. Mi hija comenzará".

Dicho esto, miró a la pequeña Carol haciéndole un ligero gesto.

Inconforme con lo que decía su madre, la pequeña se quejó: "¡Pero mami, él me lanzó barro en la cara primero! ¡Él empezó! ¿Por qué debería disculparme yo antes?".

"Tú lo provocaste, ¿no es así? Es por eso que debes disculparte primero, querida", explicó Selina suavemente.

Ante esto, la chiquilla no dijo nada más.

Luego, la mamá le dio unas palmaditas en la mano, diciendo: "Vamos, adelante".

Finalmente, Carol se acercó al chico a regañadientes para murmurar: "Lo siento, Richard. No debí haberte hecho ninguna mueca, aunque esa no sea razón suficiente para que me eches barro en la cara. Como varón, debes ser un caballero para poder tener una novia en el futuro".

Inexpresivo, Richard miró a Selina y a la directora.

Esta última le hizo caras a Ezra para que dijera algo, pero él ni siquiera movió un músculo facial. A estas alturas, Selina se arrepintió de su decisión de hacer que su hija se disculpara primero. Ezra la odiaba tanto que era posible que también odiara a Carol.

A fin de cuentas, a sus ojos, la chica también era una bastarda.

Con esta tensión en el aire, alguien llamó a la puerta de la oficina. De repente la voz de Moses profunda resonó en la habitación. "Selina, aquí estoy. ¿Qué pasó?".

En un segundo, Carol ya estaba corriendo hacia los brazos de su querido amigo. "¡Oh, Sr. Moses! ¡Estoy tan feliz de verte! ¿Viniste a buscarnos?".

Cargándola, él contestó: "Yo también estoy muy feliz de verte, mi princesita. Siento mucho haber estado tan ocupado los últimos días, pero ya estoy aquí. ¿Qué sucedió?". Mientras hablaba, se acercó a Selina, mirando al hombre y al niño que estaban sentados frente a ella.

Al ver la interacción entre Moses y Carol, el rostro de Ezra se volvió aún más oscuro.

            
            

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