Capítulo 6 AMIGA

Me sentí aliviada al llegar a la empresa, el lugar estaba bullicioso como de costumbre, al menos no era como en mi sueño.

Después de mi extraña pesadilla, sobre este sitio completamente vacío, fue reconfortante ver a todos los demás, incluso si no parecían encantados de verme.

Si les caía bien o mal, la verdad no era mi problema y poco me importaba.

Por los pasillos corría un rumor, que yo era la nueva asistente del jefe.

Obviamente, muchos estaban sorprendidos, yo no encajaba en ese lugar a diferencia de las demás chicas.

Ignore las miradas maliciosas de algunas empleadas.

Sentía un nudo en el estómago, movía mis pies con algo de impaciencia.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, me sentí aliviada al ver que no estaría sola.

Esa mañana estaba teniendo un mejor comienzo que en mi sueño, ingrese lentamente.

Minutos después la puerta se abrió, salí, mis pasos eran lentos, como si me pesaran las piernas.

Había pasado varios días y no me acostumbraba a la energía de ese lugar, en algunas ocasiones era asfixiante.

Me senté en mi escritorio y comencé mi rutina, Alexandre probablemente estaba en su oficina, y yo sabía que no debía molestarlo.

Todavía tenía una larga vida por vivir, no quería morir antes de tiempo.

Respondí correos electrónicos, rechace algunas reuniones, agende otros, debía de ser muy cuidadosa, incluso respondí un par de llamadas.

Una de ellas era una mujer furiosa, de seguro era alguna de sus amantes, pero no era mi asunto.

Colgué el teléfono y solté un suspiro de frustración, esa mujer había sido muy grosera, incluso me había insultado.

Escuché una risa baja, me giré rápidamente, observe en el pasillo a una joven.

Una chica alta y delgada, me miraba con una sonrisa en la cara, su cabello era corto, se veía realmente hermosa.

Se acercó lentamente, sus tacones la hacían ver estilizada,

-Felicitaciones, la nueva asistente del señor Grayson, has estado aquí durante unos días y no has salido corriendo del edificio llorando y suplicando piedad. Eso es de admirar.

No pude evitar sonreír por dos razones. Uno, porque sabía que probablemente tenía razón, y dos, porque a pesar de todo, no me había dejado intimidar.

La joven se veía muy amigable, la primera persona que me hablaba y no me miraba como si fuera una cosa extraña.

-Bueno, creo que soy demasiado especial, por eso sigo aquí -bromee un poco.

-Sí, no voy a negarlo, eres la primera que no sale corriendo a los tres días, deberíamos de salir a celebrar.

-Soy Natalie Smith.

La castaña tomó mi mano y la estrecho, se veía muy jovial y animada.

-Encantada de conocerte, soy Elsa Ramos, es realmente reconfortante ver a alguien que tenga esa valentía, todos salen corriendo cuando conocen a Alexandre y no las culpo, incluso yo le temo.

-Se podría decir que soy valiente, quizás tonta por seguir aquí.

Ella me miró de arriba a abajo, como estudiándome.

-¿Por qué aceptaste el trabajo? -Preguntó, con curiosidad, pero no espero a que respondiera, hablo de nuevo -creo que lo tengo. ¡Es el sueldo! Grayson paga demasiado bien -me guiño un ojo.

-Necesito el dinero -respondí con una sonrisa -no todos tenemos la misma oportunidad de elegir.

-¡Ahhh!, la mayoría llega por ese motivo, pero en unos días se dan cuenta de que no todo es color de rosa, ni tan sencillo como lo imaginan y se largan.

-Eres muy amable conmigo. ¿Cómo es eso posible? Todo el mundo me odia desde que empecé a trabajar en este lugar.

Ella se echó a reír, parecía algo divertida, se llevó las manos a sus caderas.

-Confía en mí cuando digo que están celosos. Grayson no suele contratar -guardo silencio por unos segundos -disculpa mis palabras, a alguien como tú, sabes a lo que me refiero.

Yo sabía a qué ella se refería, me encogí de hombros, eso no era un secreto.

-Prefiere empleados de clase alta, gente que no avergonzaría a su empresa, personas que siempre estén a la altura.

Solté un suspiro de frustración, eso era algo tonto.

-Eso es ridículo, él me odia y me lo demuestra todos los días.

-Él te odia tanto como a todos -respondió la castaña -no es personal.

-¿Por qué?

-Eso es lo que todos nos preguntamos querida -dijo guiñándome un ojo.

Entonces ese hombre siempre era tan odioso y arrogante.

-Bueno, por mi propio bien, me toca que tolerarlo y no es sencillo.

Alguien se aclaró la garganta y me congelé en estado de shock, acaso se trataba de satanás nuevamente.

La risita divertida de Elsa me saco del trance.

-¡Oh, Dios mío! -Se rio a carcajadas -Deberías haber visto tu cara. Pensaste que era él, te ves pálida.

-Casi me da un infarto.

-Debe de tener cuidado con sus palabras, Grayson te habría despedido sin dudar.

Un chico con el cabello blanco me sonrió.

-Eres la chica nueva, ¿no es verdad?

Me puse de pie y lo miré directamente a los ojos, podía ser un amigo o enemigo.

Él me mostró una sonrisa y me estudio con la mirada.

-No te preocupes, no soy tan agrio como Alexandre.

Me relajé, pudo haber sido peor, debía de cuidar mis palabras y estaba muerta.

-Soy Joseph, tío de Alexandre.

-Natalie Smith, es un gusto.

Me quedé mirando al joven, era realmente diferente a Alexandre, no tenía cara de limón agrio.

Su cabello era blanco, tenía una sonrisa dulce, eran como el agua y el aceite, definitivamente este joven no podía ser su familiar.