Capítulo 7 Cena juntos

Claris ese día se compró algunas cosas de uso personal, hizo algunos trámites para cambiar de dirección y luego regreso al apartamento.

Anthony después de desayunar come ella se fue a la oficina, al entrar se encontró a su padre sentado en el sofá "hola Anthony debemos hablar de un asunto"

"Hola papá, buenos usted dirá" dijo mientras se apoyaba en el escritorio.

El señor Bernard Braum era un hombre muy directo, así que sin vueltas preguntó "¿Cuando me presentarás a tu novia? Ya te estás demorando"

"El viernes la llevaré al evento de beneficencia, así que te recomiendo asistir"

a Bernard no le gustaban ese tipo de eventos, muy pocas veces había aceptado invitaciones de esa índole, aunque todo el mundo sabía quién era, muy pocas personas habían logrado entablar una conversación informal con él.

"Pensé que primero la presentarías a la familia,

antes de presentarla al mundo"

Anthony sabia muy bien el motivo de ese comentario, el padre quería aprobar o desaprobar a la chica, que ya sabía que sería lo segundo, su padre tenía solo una chica a quien aprobaría, esa era la hija de un millonario amigo de él, Anna Miller una mujer obsesionada con casarse con Anthony, pero para este eso no estaba a discusión, jamás se casaría con ella, para su padre ese matrimonio sería una negociación, ya que con ello lograría fusionar las empresas de ambos.

"Prefiero hacerlo así, ella es una chica común, pero es una gran persona, no podría exponerla a tus juegos"

El padre se levantó casi de un salto, frunciendo el seño ya caminando hacia la puerta.

"Bueno ya veremos cómo es la chica, recuerda que tengo altos estándares" y cuando llegó a la puerta se dio vuelta "y yo no juego con él futuro de mis hijos" cerro la puerta y se fue, dejando a Anthony furioso.

¿Cómo se atrevía a decir que no jugaba con él futuro de sus hijos? Cuando su hija, la hermana de Anthony, se había casado con un hombre adinerado solo porque su padre lo organizó así, ella después del casamiento se veía siempre triste y desdichada, aunque intentaba disimular, Anthony en mas de una ocasión había notado moretones en su cuerpo, pero cuando él preguntaba, ella siempre tenia una explicación que según ella era creíble, pero como ella no se abría con él no podía hacer nada por ella.

Ese día Anthony quedó abrumado después de la reunión con su padre.

Al llegar la noche llegó a su edificio y antes de entrar a su departamento pasó por él de Claris.

Al abrir la puerta ella vestía un vestido fresco la tela tipo gasa caía por su cuerpo, llevaba su pelo suelto, era un atuendo casual pero se veía sumamente sensual, el tragó saliva al verla, ella no se percató de su reacción.

"¡Hola! Adelante pasa"

Dijo ella con una sonrisa muy cálida

"No, solo venía a ver si necesitabas algo y para recordarte nuestra cena en mi apartamento"

"Ah ok, estoy bien gracias, y la cena la recordaba ¿a las ocho te parece bien?"

"Si, si yo pediré algo para esa hora"

"Bueno, nos vemos en un rato entonces"

Cerró la puerta y el se fue.

La imagen de la chica había quedado en su mente, era realmente hermosa.

Después de darse un baño y ponerse algo cómodo, sonó el timbre, era Claris, había traído una botella de vino para la cena.

"Oh no era necesario que traigas nada" dijo él sorprendido al ver la botella

"Tengo un montón en mi apartamento" dijo riendo.

El sacudió la cabeza, y le dio paso a ella.

"Ya voy a pedir la cena entonces" dijo el tomando el teléfono

"Con una cocina tan grande ¿no cocinas?"

El bajó el teléfono "no se cocinar, viene una persona 3 veces a la semana a limpiar y cocinar" dijo y comenzó a marcar el número

"¡No llames!" exclamó ella mientras le tomaba el teléfono "yo cocinare hoy" el simplemente se quedó sin palabras, asintió con la cabeza y no dijo nada. "A ver qué tienes, mm.. ya está, haré unas pastas con salsa" dijo mientras tomaba cosas de la nevera "¿té gusta?" Preguntó mientras lo miró.

Él estaba admirado por su gracia, y tartamudeo "si, si em, ¡c... claro!"

"Ge nial" y comenzó a cocinar.

El la observaba y comenzó a creer que ella definitivamente tenía todo para ser una buena esposa, con lo poco que habían compartido ya lograba meterse en sus pensamientos, y ella le había gustado desde aquel día en el club, donde le había echado vino en sima de su camisa.

Al cabo de un rato la cena estaba lista. El la ayudo a armar la mesa y no podía evitar mirarla.

Ella actuaba con naturalidad como si toda su vida hubiera vivido con él.

Cuando se sentaron ella comenzó "me gustan los chocolates"

El que estaba aún viajando en sus pensamientos preguntó "¿Cómo?"

"Que me gustan los chocolates" repitió "dijimos que hoy hablaríamos de nuestros gustos"

"Ah sí, cierto, perdón estoy algo cansado" se excusó él.

"Ah bueno, ¿quieres hablar otro día? Solo tenemos tres días"

"No, no hoy está bien, continua tú con las cosas que te gustan"

Ella se sonrió "bueno" y siguió "me gusta la pasta, no me gusta tanto cocinar, pero me arreglo muy bien..." Y así dijo unas cuantas cosas más "y por último no me gustan las mentiras, ni las personas falsas si alguien me miente puede que mi confianza no la recupere tan fácilmente"

"Creo que recordaré algunas cosas" dijo Anthony curvando sus labios "la comida está exquisita, lo hiciste ver tan fácil, y para mí esto es muy difícil de lograr" mientras tomaba un trago de vino.

"¡Gracias! Mi mamá me enseñó muy joven a cocinar, siempre dijo que tenía que saber cocinar para no depender de otra persona para que me cocine"

"Bueno, habrá que darle las gracias a tu mamá, te ha enseñado muy bien"

Ella se sonrojó, él le tomó la mano "debemos repetir está cena"

Ella sacó la mano con suavidad "ya veremos"

            
            

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