Capítulo 8 Resistirme a tí

La cena pasó y ambos se dijeron unos cuantos gustos, el tiempo paso muy rápido, ya después de cenar, ella se dispuso a organizar lavar la vajilla, entonces él se acercó a la cocina y quitándole los platos de las manos se aproximó a ella "tu cocinaste, al menos yo debería lavar la vajilla ¿No te parece?"

Ella se paralizo por un momento, tenerlo tan cerca hizo que su corazón se acelerara "permiso" continuo él, mientras la miraba a los ojos, tomó la esponja, lo que la hizo reaccionar "oh si, me parece buena idea" y le hizo lugar.

Parada detrás de la isla, tomó una copa y sirvió más vino y se quedó observándolo lavar, el llevaba una blusa blanca, que le quedaba justa al cuerpo, se podía ver desde afuera cada uno de sus músculos, un pantalón deportivo gris, se había subido las mangas y por algún motivo, el hecho de estar lavando la vajilla, lo hacía ver muy sexy.

Él se sintió observado y giró la cabeza y la vio mirándolo fijamente y sonrojada "¿Te gusta lo que ves?"

"Ya quisieras" dijo ella recobrando la compostura "no creas que te estaba mirando a ti, solo miraba lo que estabas lavando"

"Claro que sí" respondió él con una risa burlesca "eres tan egocéntrico, que crees que no me podría resistir a ti, pero no eres mi tipo" dijo ella levantando la copa de vino y tomando un sorbo "bueno yo creo que mejor me retiro"

El se secó las manos, y cuando ella se iba la tomó del brazo y la acercó a él, sus cuerpos quedaron uno contra el otro, él la sostuvo de la cintura para que no se alejara.

"¿Estás segura que puedes resistirte?" Mientras se acercaba a sus labios, ella sentía como un fuego subía por su cuerpo, jamás había sentido algo así, forcejeo un poco para zafarse de sus brazos, al ver qué era inútil se quedó mirándolo a los ojos sería, sus labios temblaban, no sentía su cuerpo, parecía que su mente y su cuerpo quisieran cosas diferentes.

El se acercó tanto que sus labios casi se rozaban, justo cuando estaban a punto de besarse sonó el teléfono. Él aflojó los brazos y se apartó, mientras aún la miraba de forma muy intensa atendió la llamada "hola, ¿que sucede? Estaré ahí a primera hora mañana entonces" y colgó la llamada.

Ella aún respiraba muy rápido y se componía del intenso acercamiento aprovechando que él se alejó ella se preparó para irse.

"Espera" dijo él antes que se fuera "perdón no debí... Bueno, no se perdón"

Ella solo afirmó con la cabeza abrió la puerta y se fue.

Anthony quedó solo, le había quedado el aroma de ella aún en su mente, sus labios jugosos y temblorosos que estuvo a nada de probar, esos ojos que lo miraban con pasión he incertidumbre.

Un pensamiento pasó por su mente '¿Acaso podría tenerla entre sus brazos en algún momento?' ella era perfecta y cuánto más la conocía más encantado quedaba no solo con su belleza física, sino también con su personalidad única.

Ella entró a su apartamento "¡rayos!" Exclamó en vos alta, aún se sentía agitada, sus piernas temblaban y tenía sus manos sudorosas.

¿Cómo un hombre podía causarle ese estado solo con tomarla, sin siquiera llegar a besarla? Está farsa va a ser difícil de sostener si ella caía en su encanto, eso podría arruinarlo todo. Pensó que debía mantenerse firme y no caer en las redes de Anthony Braum.

Al otro día cuando ella se levantó se dispuso a llamar a su madre, después de todo no era justo que se enterará de que se casaría por una revista, eso le causaría muchos problemas familiares a futuro.

"Hola mamá"

"Hola hija, ¿que has hecho? Hace días no hablamos"

"Si, perdón he estado algo ocupada"

"Ah claro entiendo, bueno cuéntame que has hecho"

"Tengo que contarte algo, te va sorprender, pero quiero que sepas que ya lo decidí y me gustaría hacerlo"

"Si lo dices así no haces más que preocuparme, dilo de una vez"

"Me casaré el próximo mes"

"¿Con quién? ¡Nunca nos dijiste que tenías novio!"

"Con Anthony Braum, Es que preferimos ser discretos, pero hace 6 meses que salimos aunque hace más que nos conocemos, en los próximos días es probable que veas esto que te estoy diciendo en las revistas y canales de TV no te preocupes por mi, estoy muy bien con él"

"Tu sabes hija que siempre que seas feliz te apoyaremos, y si tú eres feliz nosotros también"

Al terminar la llamada Claris se sintió muy mal por mentirle a su madre, pero si le decía el motivo de su casamiento y el arreglo que tenía con Anthony, ella jamás lo aceptaría, ni la dejaría hacerlo.

Entonces lloró por un buen rato.

En un abrir y cerrar de ojos llegó el viernes. Era media mañana cuando sonó el timbre.

Al abrir había un chico con una caja "una entrega para la señorita Claris Rody"

"Oh, soy yo muchas gracias" firmó el papel de entrega he ingreso con la caja, al abrirla tenía una tarjeta "para que puedas lucirte hoy" al sacar el papel, había un vestido hermoso color champagne, con reflejos dorados unos zapatos a tono y una caja con joyas.

Ella inmediatamente supo que había sido Anthony quien le había mandado eso. No demoró en tomar el celular y enviarle un mensaje "muchas gracias por el atuendo para hoy, me encantó, nos vemos luego"

Anthony estaba en una reunión al recibir el mensaje, lo leyó sin desbloquear el celular y lanzó una pequeña sonrisa de satisfacción.

            
            

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