El dilema de Ina
img img El dilema de Ina img Capítulo 4 IV
4
Capítulo 6 VI img
Capítulo 7 VII img
Capítulo 8 VIII img
Capítulo 9 IX img
Capítulo 10 X img
Capítulo 11 XI img
Capítulo 12 XII img
Capítulo 13 XIII img
Capítulo 14 XIV img
Capítulo 15 XV img
Capítulo 16 XVI img
Capítulo 17 XVII img
Capítulo 18 XVIII img
Capítulo 19 XIX img
Capítulo 20 XX img
Capítulo 21 XXI img
Capítulo 22 XXII img
Capítulo 23 XXIII img
Capítulo 24 XXIV img
Capítulo 25 XXV img
Capítulo 26 XXVI img
Capítulo 27 XXVII img
Capítulo 28 XXVIII img
Capítulo 29 XXIX img
Capítulo 30 XXX img
Capítulo 31 XXXI img
Capítulo 32 XXXII img
Capítulo 33 XXXIII img
Capítulo 34 XXXIV img
Capítulo 35 XXXV img
Capítulo 36 XXXVI img
Capítulo 37 XXXVII img
Capítulo 38 XXXVIII img
Capítulo 39 XXXIX img
Capítulo 40 XL img
Capítulo 41 XLI img
Capítulo 42 XLII img
Capítulo 43 XLIII img
Capítulo 44 XLIV img
Capítulo 45 XLV img
Capítulo 46 XLVI img
Capítulo 47 XLVII img
img
  /  1
img

Capítulo 4 IV

-Está bien mamá- Sonrío débilmente.

-Ahora, a dormir cariño... mañana será un hermoso y fantástico día para ti cielo- Mi madre hace que me gire sobre mis talones y con ligeros empujones me lleva hasta la cama, me acuesta para luego arroparme. -Hasta mañana cariño, descansa- Besa mi frente y se va, apagando las luces de paso.

Madre me trata como si aún fuera una niña pequeña, no me molesta ni nada por el estilo, solo... me parece extraño, realmente nunca me ha platicado como fue con mis hermanos ni tampoco me ha dicho quiénes son, al único que conozco y fue por mera casualidad fue a Hermes.

Doy vueltas sobre la cama una y otra vez, sin poder conciliar el sueño, miro el techo por varias horas, resoplo con fuerza varias veces.

-Estoy demasiado ansiosa-

Me levanto de la cama y voy a darme un baño, lleno la tina con agua caliente, el vapor inunda el cuarto de baño, miro sobre los estantes y busco las sales de baño que tanto me encantan. Rebusco en los frascos hasta que por fin las encuentro, esencia de rosas, es por estas sales que adoro las rosas, las pongo en la tina y dejo que la habitación se llene de ese exquisito aroma. Ya con todo listo me meto a la tina con cuidado, mi cuerpo apenas siente el agua caliente me relajo por completo, mis músculos que hace unos momentos estaban tensos, ahora están completamente relajados.

-Que bien se siente- Digo en voz baja y llena de gozo, cierro los ojos y dejo que esta sensación se propague por todo mi cuerpo.

Ya relajada, salgo de la tina, me seco y me vuelvo a colocar el pijama, me acuesto en mi cama y dejo que el cansancio me gane.

A la mañana siguiente, mi madre me despierta quitándome todas las sábanas y cobijas, como de costumbre, me toma del brazo y tira de mí.

- ¡Cariño ya levántate, que es tarde! -

Abro los ojos con dificultad y veo a mi madre, me siento en la cama y me tallo los ojos con pereza, luego suelto un bostezo y me rasco levemente la nuca.

- ¿Qué es madre? Aún es muy temprano para que me levante- Cierro los ojos mientras hablo con ella.

- ¡¿Cómo que temprano jovencita?! - Me reprocha jalándome de la oreja con fuerza.

Esto hace que abra los ojos repentinamente y toda la flojera que sentía se esfuma, pongo una de mis manos sobre la de mi madre al tiempo que dejo escapar pequeños chillidos de dolor.

- ¡Mamá! - Grito con fuerza. - ¡Ya me desperté! -

-Bien- Me suelta la oreja mientras se ríe. -Vamos cariño, que ya tienes que empezar a arreglarte, los invitados no van a tardar en llegar-

Al oír eso, me levanto de un salto de la cama y corro hasta el baño, luego regreso a dónde está mi madre.

- ¿Ya van a traer el vestido? -

Ella asiente con la cabeza mientras camina hacia la puerta de la habitación.

-Báñate cielo, en un momento lo traen-

Ya limpia, regreso a mi habitación cubierta por una bata de baño de color rosada y encajes dorados, con una toalla me termino de secar el cabello que aun escurre un poco de agua.

-Muy bien cariño, vamos a ponerte el vestido y luego te peino-

Asiento con la cabeza, con la ayuda de una sirvienta de confianza me ponen el vestido de color rosado palo con pequeños brillos, es de mangas largas acampanadas, debajo de estas tengo puesto unos hermosos guantes de color plateado que se amarran en mi dedo medio, miro con asombro los hermosos guantes, pero mi madre me pone otros que cubren por completo mis brazos, sin dejar ver ni un poco de mi piel.

-Mamá... creo que esto es exagerado- Digo entre risas nerviosas mientras veo los guantes de color blancos.

-Recuerda que era parte del trato hija, usar guantes y capucha... nadie en la fiesta puede verte-

- ¿Por qué no? - Me miro en el espejo y veo como mi madre peina mi cabello.

-Porque... puedes atraer miradas no deseadas cariño, eres una niña todavía -

Recoge todo mi cabello y hace un chongo alto, el peinado es completamente sencillo ya que estará cubierto por la capucha; Bueno... prefiero esto a no tener una fiesta. Una vez que madre me termina de peinar, me pone la capa y tal como habían dicho, cubre por completo mi rostro, no importa cuánto levante la cara, mi rostro no se ve en lo absoluto.

-Es una capa mágica cielo, mantendrá a raya las miradas curiosas- Besa mi cabeza con cariño. -Vamos cielo, que ya deben haber invitados esperando-

Tomo a mi madre del brazo y me aferro a él con fuerza, esos sentimientos de aquella noche los vuelvo a sentir a flor de piel, mis nervios me engañan haciendo que las piernas me tiemblen.

-Madre... estoy tan nerviosa que apenas puedo respirar-

Madre suelta una pequeña risita y posa una de sus manos sobre las mías y las aprieta con suavidad, este gesto me relaja y hace que recupere un poco la compostura, mis piernas ya no tiemblan tanto como antes.

-Tranquila cielo, todo irá bien y si alguien se atreve a arruinar tu momento, le daré el peor de los castigos- Me sonríe de forma maternal.

Pudo haberlo dicho entre pequeñas risas, pero se cuándo madre habla enserio y en esta ocasión así fue, ella de verdad haría eso. Abrazo a mi madre y sonrío.

-Gracias madre, pero estoy segura de que mi familia se va a comportar-

Ella suelta una risa sarcástica al tiempo que acaricia mi cabeza.

-Es por eso que te protegemos cariño, el mundo exterior es un caos y horror para alguien tan inocente como tú...- Dice esto con algo de pesar. -Eres lo más preciado que tenemos tu padre y yo cariño, eres nuestro bebé y queremos protegerte de todos ellos-

-Ay mamá, tu sabes que no siempre va a ser así-

-No hablemos de eso ahora cielo, disfruta de tu cumpleaños ¿Si? - Besa mi frente.

Asiento con la cabeza.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022