Capítulo 3 Cita de amigos

Hoy es sábado y no tengo trabajo, usaré ese tiempo para hablar con Luna, ella se queda en mi casa, sin consultar a sus padres. Claro que yo me metería en problemas, si mi madre descubre que vivo con una niña de 15 años.

Estaba desayunando con luna, de pronto ella me mira, ve que la miro y baja la cabeza.

-Algo que quieras decirme, lunita?

Ella abre sus ojos como platos.

-Lunita? Que se supone que significa?

-Es un sobrenombre, s-solo se me ocurrió, de acuerdo!

Susurro avergonzado.

Ella asiente.

-Me gusta ese nombre, entonces... yo puedo ponerte un sobrenombre?-sonríe divertida.

Asiento con la cabeza.

De pronto me mira fijamente.

-Tratas de fusilarme con la mirada o que?

Yo creo que si

Ella se ríe.

-Solo trato de pensar en tu sobrenombre-pone cara seria y pone su mano sobre su mentón, pensativa-.

La miro con mala cara.

-Terminaste?

-Henry, te puedo preguntar algo?

Asiento con la cabeza.

-Claro.

-Cual es tu segundo nombre?

Vale, eso no me lo esperaba.

Acaso no sabes tu segundo nombre?

Si se, cállate

-Es... Tom.

Ella abre sus ojos como platos, y saca una pequeña sonrisa divertida.

-Me gusta, te llamare... Tommy.

-Y tu?

Ella ladea la cabeza.

-Yo que?

-¿Cual es tu segundo nombre?

Ella lo piensa.

-Es Katherine.

-Lindo nombre.

Ella se ruboriza.

-G-gracias.

Al terminar el desayuno, me visto. Veo a lunita vistiéndose y sacando una mochila.

-Me voy a comprar verduras y carne. ¿Porque sacas tu mochila?-pregunto curioso-.

Ella me mira.

-Voy a estudiar, tengo un trabajo que hacer, ¿te importa si naya viene acá?

-No, pero... porque viene? Te va a ayudar?

-Si, y también no confía en ti.

-En mi? Porque no confía en mi?

Ella encoge sus hombros.

Voy en mi moto al supermercado de la ciudad.

Al entrar, veo muchos, dos por uno.

Agarro unas cebollas y las pongo en una bolsa, El morrón rojo, y un kilo de pan.

En la sección de carne, había de todo tipo, agarré uno que decía, (Falda) era la parte de abajo de la vaca.

Llene todo en el carrito del supermercado, al llegar al mostrador una chica de unos 17 años con cara de amargura, agarraba las compras, las escaneaba y los ponía en la bolsa.

Gente como ella sobran en el mundo.

Al llegar a casa note que había un ligero ruido de dos personas hablando.

Deben ser Lunita y Naya.

Al abrí la puerta, dejé las bolsas de compras en la mesa y me acerqué a las chicas, estaban estudiando y riendo.

De inmediato noto otra persona en la mesa.

Eh? Pensé que luna dijo que solo vendría Naya.

Me acerco a ellas y notaron mi presencia.

La primera persona es lunita, estaba estudiando y riendo con naya.

La segunda, naya estaba riendo y dándole instrucciones, como si fuera su maestra.

La tercer persona era una chica rubia, con ojos verdes, se parecía a naya.

Llego a la mesa, y rompo el silencio.

-Hola lunita-Veo a la chica de ojos verdes mirándome confusa-Y ella quien es?

-Oh.. bienvenido Henry-habiamos acordado, que solo cuando estemos solos nos llamariamos con nuestro segundo nombre-te presento a la hermana de Naya, ella vino con naya, ya que tu no estabas, accedió a cuidarnos, se llama Amelia.

Ella baja la cabeza en forma de saludo.

Admito que con su cabello largo rubio y sus ojos verdes, es hermosa!

-Hola naya, Como estás? Hace tiempo que no venias por aquí.

-Si.. hola, Solo quería estudiar con mi mejor amiga, espero que mi visita no te haga enojar...

Sonrío de lado.

-Porque me enojaría? No te preocupes, puedes venir cuando quieras.

Ella resopla de alivio.

-Luna, ¿el es el dueño de esta casa?, y con la persona con la que vives?

Lunita abre los ojos como platos y traga saliva.

-Así es,-le ofrezco la mano educadamente-mucho gusto, henry jones.

-Amelia Garcia, Hermana de naya Garcia.

Amelia ve su reloj, yo miro el mío y son las 1:30.

Hora de cocinar.

-Oye Amelia.. me ayudas a cocinar?

Ella asiente.

-Si claro, que haremos?

Sonrío.

-Estofado

Unos minutos después....

Estábamos comiendo la comida, que por cierto me quedó genial, con la ayuda de Amelia, claro.

Amelia estaba comiendo de apoco, incómoda mira a Luna.

-Luna.. ¿tus padres permitieron que te quedes con el? digo, es un desconocido, tus padres deben estar preocupados, tu hermano me manda mensajes todo el tiempo, preguntándome si estas conmigo.

Hablar de sus padres debe ser difícil para Luna.

Ella baja la cabeza y la vuelve a subir, mirando directamente a Amelia.

-Yo.. estoy bien acá, Henry me ha tratado bien y a mis padres nunca les importe, mi hermano.. aun no le dije nada, pero hablaré con el. Le diré que estoy bien.

-¿Como se llama tu hermano?-pregunto curioso.

Ella sonríe tímidamente.

-Justin Anderson, es mi hermano mayor, el me cuida cuando mis padres no están presentes en la casa.

Justin?

Ese nombre me suena.

-Creo que deberías hablar con el, así nos conocemos-Susurro a Luna

Naya, que estaba al lado de Luna, no puede evitar poner una mueca de disgusto.

-No creo que le agrades.

-Y se puede saber porque?

-Pues por muchas cosas, empezando su diferencia de edad.

Suspiro.

Encojo mis hombros

-No tengo opción.

***

23 de Mayo Domingo 2024

Me levanto temprano, veo de reojo a lunita durmiendo.

Me lavo la cara, me cepillo los dientes y me seco la cara con una toalla.

En el comedor , preparo mi taza de café, y tomo unas medialunas que quedaron en el refrigerador, Naya y su hermana, nos dieron.

Que generosas!

Estaba terminando la medialuna, cuando veo unos pasos por el pasillo, Lunita estaba en su pijama, era uno rosa con flores blancas.

Ella me mira sonriendo de lado.

-Buenos días Tommy.

Ahhg odio ese nombre.

Me aclaro la garganta ruidosamente.

-Tom es mi segundo nombre , preferiría que me llamaras por mi primer nombre, lunita-bromeo-.

Ella me pone mala cara, pero después sonríe.

-Esta bien.. A partir de ahora te llamare Henrisito.

Eso es todavía peor

-Prefiero que me llames Henry.

Ella suspira.

-De acuerdo, Henry.

Me senté con ella en la mesa, mientras bebía mi café.

-Lunita, ¿no crees que deberíamos hablar de algo?

Ella alza la cabeza, apunto que comer la tostada.

-De que?

-Ya sabes, de tu hermano y que no puedo dejarte vivir aquí mucho tiempo. No somos nada.

Ella baja la cabeza lentamente, y de sus mejillas, caen lágrimas.

Oh no, no pensé que lloraría.

-Eh vivido una semana contigo, ni mis padres me han tratado tan bien como tu, en cuanto a mi hermano, me contactare con el, y hablaremos, pero no será en tu departamento, no quiero molestarte.

Y después de esas palabras serias... yo tuve que cagarla.

Suelto una risa divertida, ella abre los ojos como platos.

Demonios, no puedo evitarlo, lo arreglaré.

No la cagues imbécil.

Siempre tan positivo conciencia.

Volviendo a la conversación.

-No me molestas para nada, y además, quiero estar presente cuando estés con tu hermano, que mejor momento que en mi casa. Luna, no tienes idea de lo feliz que soy, desde que te conocí, ah sido una semana increíble.

Le sonrío ampliamente.

Ella se sorprende, y se ruboriza.

-G-gracias, nadie.. me había dicho algo así.

-Habla con tu hermano, para que sepa que estas bien, y le dices que venga a mi departamento, seguro que quiere hablar con el que te ah estado cuidando todo el tiempo.

Ella asiente.

-De acuerdo Henry.

-bueno, termina tu desayuno.

-Si.

Después del almuerzo...

Yo terminaba de lavar los platos, cuando se me ocurrió una idea.

Lunita estaba en el cuarto, voy a llevarla de paseo en la plaza.

Caminaba en dirección a mi cuarto, yendo a decirle a lunita, que la voy a llevar de paseo, pero algo me detuve. Y es el miedo a verla en ropa interior, me da miedo abrir la puerta.

Abro la puerta lentamente, cerrando los ojos.

-Puedo pasar?

Escucho a luna soltando una risa.

-Por que cierras los ojos? Estoy vestida, no te preocupes.

Abro los ojos aliviado y veo a Luna en

mi cama, ella esta acostada mirando hacia el techo, con aspecto de aburrida.

-Estas aburrida?-sonrió-.

Ella suspira.

-Si, muy aburrida.

--Tengo una propuesta que hacerte, que tal si vamos juntos a la plaza de aquí cerca.

Ella sonríe maléficamente.

-Es una cita?

Me aclaro la garganta.

Dile que es una cita, seguro se sentirá mejor.

-Su-supongo.

Ella levanta sus manos de victoria, baja de la cama individual y me abrasa inesperadamente.

Unos minutos después...

Estaba sentado en un banco, alado de lunita, que estaba almorzando un Hot Dog felizmente.

-Te está gustando la cita-bromeo divertido-.

Ella asiente sonriendo de lado.

-Si, mucho.

De pronto engancha su brazo con el mío y me lleva al carrusel nuevo, que solo había los domingos.

Ella se sienta en un caballito de mar de metal.

Sonríe ampliamente.

Creo que es momento de capturar su sonrisa perfecta.

Agarro mi móvil del bolsillo de mi pantalón y empecé a sacarle fotos.

La veía sonriendo, mientras daba vueltas el carrusel.

Seguro que esto no lo olvidaré, nunca.

Al parar el carrusel, se baja y me agarra del brazo

-Adonde vamos ahora?

-Ehh... déjame pensar-hace poco vi una maquina de fotos, y pensé en ir hay-vamos a la maquina de fotos?

-Bien pensado.

Entramos a la máquina de fotos, al entrar veo una pantalla grande, donde hay una cámara, abajo hay una ranura para las monedas.

Agarro una moneda de mi bolsillo, la meto en la ranura y la pantalla se enciende y aparece una cámara.

Aparecemos en la pantalla con lunita,

ella sonríe y se pega más a mi,

Siento que su escote toca mi hombro.

Toco el botón, enseguida aparece un temporizador de 3 segundos.

Desesperados, nos abrazamos, ella y yo sonreímos.

Después de unas fotos intensas, salimos de la máquina.

Necesitaba aire.

Abajo en la máquina, hay una ranura grande, donde sospecho que salen las fotos, de hay sale un pedazo de cartón en forma rectangular, aparecía el logotipo de una estrella.

Es el logotipo de la máquina.

Volteo el cartón rectangular y aparecemos hay.

Después de comprar algodón de azúcar, volvemos a un puesto de tacos.

Era un quiosco con una bicicleta aunida.

Nos comimos los tacos y volvimos a casa.

Al llegar a casa, se le ve a luna agotada.

-Deberías dormir-Propongo.

Ella sonríe.

-Gracias por lo de hoy, me sentia aburrida y esta cita me levanto el animo.

Me sorprendo un poco por lo que dijo, pero mas me sorprendo cuando viene hacia mi, abrazándome fuertemente, y lo termina besándome el cachete.

-Que duermas bien.

Ella se dirige al cuarto, yo me toco el cachete y sonrió.

-Ah valido la pena.

Primera cita

Hoy es sábado y no tengo trabajo, usaré ese tiempo para hablar con Luna, ella se queda en mi casa, sin consultar a sus padres. Claro que yo me metería en problemas, si mi madre descubre que vivo con una niña de 15 años.

Estaba desayunando con luna, de pronto ella me mira, ve que la miro y baja la cabeza.

-Algo que quieras decirme, lunita?

Ella abre sus ojos como platos.

-Lunita? Que se supone que significa?

-Es un sobrenombre, s-solo se me ocurrió, de acuerdo!

Susurro avergonzado.

Ella asiente.

-Me gusta ese nombre, entonces... yo puedo ponerte un sobrenombre?-sonríe divertida.

Asiento con la cabeza.

De pronto me mira fijamente.

-Tratas de fusilarme con la mirada o que?

Yo creo que si

Ella se ríe.

-Solo trato de pensar en tu sobrenombre-pone cara seria y pone su mano sobre su mentón, pensativa-.

La miro con mala cara.

-Terminaste?

-Henry, te puedo preguntar algo?

Asiento con la cabeza.

-Claro.

-Cual es tu segundo nombre?

Vale, eso no me lo esperaba.

Acaso no sabes tu segundo nombre?

Si se, cállate

-Es... Tom.

Ella abre sus ojos como platos, y saca una pequeña sonrisa divertida.

-Me gusta, te llamare... Tommy.

-Y tu?

Ella ladea la cabeza.

-Yo que?

-¿Cual es tu segundo nombre?

Ella lo piensa.

-Es Katherine.

-Lindo nombre.

Ella se ruboriza.

-G-gracias.

Al terminar el desayuno, me visto. Veo a lunita vistiéndose y sacando una mochila.

-Me voy a comprar verduras y carne. ¿Porque sacas tu mochila?-pregunto curioso-.

Ella me mira.

-Voy a estudiar, tengo un trabajo que hacer, ¿te importa si naya viene acá?

--No, pero... porque viene? Te va a ayudar?

--Si, y también no confía en ti.

--En mi? Porque no confía en mi?

Ella encoge sus hombros.

Voy en mi moto al supermercado de la ciudad.

Al entrar, veo muchos, dos por uno.

Agarro unas cebollas y las pongo en una bolsa, El morrón rojo, y un kilo de pan.

En la sección de carne, había de todo tipo, agarré uno que decía, (Falda) era la parte de abajo de la vaca.

Llene todo en el carrito del supermercado, al llegar al mostrador una chica de unos 17 años con cara de amargura, agarraba las compras, las escaneaba y los ponía en la bolsa.

Gente como ella sobran en el mundo.

Al llegar a casa note que había un ligero ruido de dos personas hablando.

Deben ser Lunita y Naya.

Al abrí la puerta, dejé las bolsas de compras en la mesa y me acerqué a las chicas, estaban estudiando y riendo.

De inmediato noto otra persona en la mesa.

Eh? Pensé que luna dijo que solo vendría Naya.

Me acerco a ellas y notaron mi presencia.

La primera persona es lunita, estaba estudiando y riendo con naya.

La segunda, naya estaba riendo y dándole instrucciones, como si fuera su maestra.

La tercer persona era una chica rubia, con ojos verdes, se parecía a naya.

Llego a la mesa, y rompo el silencio.

-Hola lunita-Veo a la chica de ojos verdes mirándome confusa-Y ella quien es?

-Oh.. bienvenido Henry-habiamos acordado, que solo cuando estemos solos nos llamariamos con nuestro segundo nombre-te presento a la hermana de Naya, ella vino con naya, ya que tu no estabas, accedió a cuidarnos, se llama Amelia.

Ella baja la cabeza en forma de saludo.

Admito que con su cabello largo rubio y sus ojos verdes, es hermosa!

-Hola naya, Como estás? Hace tiempo que no venias por aquí.

-Si.. hola, Solo quería estudiar con mi mejor amiga, espero que mi visita no te haga enojar...

Sonrío de lado.

-Porque me enojaría? No te preocupes, puedes venir cuando quieras.

Ella resopla de alivio.

-Luna, ¿el es el dueño de esta casa?, y con la persona con la que vives?

Lunita abre los ojos como platos y traga saliva.

-Así es,-le ofrezco la mano educadamente-mucho gusto, henry jones.

-Amelia Garcia, Hermana de naya Garcia.

Amelia ve su reloj, yo miro el mío y son las 1:30.

Hora de cocinar.

-Oye Amelia.. me ayudas a cocinar?

Ella asiente.

-Si claro, que haremos?

Sonrío.

-Estofado

Unos minutos después....

Estábamos comiendo la comida, que por cierto me quedó genial, con la ayuda de Amelia, claro.

Amelia estaba comiendo de apoco, incómoda mira a Luna.

-Luna.. ¿tus padres permitieron que te quedes con el? digo, es un desconocido, tus padres deben estar preocupados, tu hermano me manda mensajes todo el tiempo, preguntándome si estas conmigo.

Hablar de sus padres debe ser difícil para Luna.

Ella baja la cabeza y la vuelve a subir, mirando directamente a Amelia.

-Yo.. estoy bien acá, Henry me ha tratado bien y a mis padres nunca les importe, mi hermano.. aun no le dije nada, pero hablaré con el. Le diré que estoy bien.

-¿Como se llama tu hermano?-pregunto curioso.

Ella sonríe tímidamente.

-Justin Anderson, es mi hermano mayor, el me cuida cuando mis padres no están presentes en la casa.

Justin?

Ese nombre me suena.

-Creo que deberías hablar con el, así nos conocemos-Susurro a Luna

Naya, que estaba al lado de Luna, no puede evitar poner una mueca de disgusto.

-No creo que le agrades.

-Y se puede saber porque?

-Pues por muchas cosas, empezando su diferencia de edad.

Suspiro.

Encojo mis hombros

-No tengo opción.

***

23 de Mayo Domingo 2024

Me levanto temprano, veo de reojo a lunita durmiendo.

Me lavo la cara, me cepillo los dientes y me seco la cara con una toalla.

En el comedor , preparo mi taza de café, y tomo unas medialunas que quedaron en el refrigerador, Naya y su hermana, nos dieron.

Que generosas!

Estaba terminando la medialuna, cuando veo unos pasos por el pasillo, Lunita estaba en su pijama, era uno rosa con flores blancas.

Ella me mira sonriendo de lado.

-Buenos días Tommy.

Ahhg odio ese nombre.

Me aclaro la garganta ruidosamente.

-Tom es mi segundo nombre , preferiría que me llamaras por mi primer nombre, lunita-bromeo-.

Ella me pone mala cara, pero después sonríe.

-Esta bien.. A partir de ahora te llamare Henrisito.

Eso es todavía peor

-Prefiero que me llames Henry.

Ella suspira.

-De acuerdo, Henry.

Me senté con ella en la mesa, mientras bebía mi café.

-Lunita, ¿no crees que deberíamos hablar de algo?

Ella alza la cabeza, apunto que comer la tostada.

-De que?

-Ya sabes, de tu hermano y que no puedo dejarte vivir aquí mucho tiempo. No somos nada.

Ella baja la cabeza lentamente, y de sus mejillas, caen lágrimas.

Oh no, no pensé que lloraría.

-Eh vivido una semana contigo, ni mis padres me han tratado tan bien como tu, en cuanto a mi hermano, me contactare con el, y hablaremos, pero no será en tu departamento, no quiero molestarte.

Y después de esas palabras serias... yo tuve que cagarla.

Suelto una risa divertida, ella abre los ojos como platos.

Demonios, no puedo evitarlo, lo arreglaré.

No la cagues imbécil.

Siempre tan positivo conciencia.

Volviendo a la conversación.

-No me molestas para nada, y además, quiero estar presente cuando estés con tu hermano, que mejor momento que en mi casa. Luna, no tienes idea de lo feliz que soy, desde que te conocí, ah sido una semana increíble.

Le sonrío ampliamente.

Ella se sorprende, y se ruboriza.

-G-gracias, nadie.. me había dicho algo así.

-Habla con tu hermano, para que sepa que estas bien, y le dices que venga a mi departamento, seguro que quiere hablar con el que te ah estado cuidando todo el tiempo.

Ella asiente.

-De acuerdo Henry.

-bueno, termina tu desayuno.

-Si.

Después del almuerzo...

Yo terminaba de lavar los platos, cuando se me ocurrió una idea.

Lunita estaba en el cuarto, voy a llevarla de paseo en la plaza.

Caminaba en dirección a mi cuarto, yendo a decirle a lunita, que la voy a llevar de paseo, pero algo me detuve. Y es el miedo a verla en ropa interior, me da miedo abrir la puerta.

Abro la puerta lentamente, cerrando los ojos.

-Puedo pasar?

Escucho a luna soltando una risa.

-Por que cierras los ojos? Estoy vestida, no te preocupes.

Abro los ojos aliviado y veo a Luna en

mi cama, ella esta acostada mirando hacia el techo, con aspecto de aburrida.

-Estas aburrida?-sonrió-.

Ella suspira.

-Si, muy aburrida.

--Tengo una propuesta que hacerte, que tal si vamos juntos a la plaza de aquí cerca.

Ella sonríe maléficamente.

-Es una cita?

Me aclaro la garganta.

Dile que es una cita, seguro se sentirá mejor.

-Su-supongo.

Ella levanta sus manos de victoria, baja de la cama individual y me abrasa inesperadamente.

Unos minutos después...

Estaba sentado en un banco, alado de lunita, que estaba almorzando un Hot Dog felizmente.

-Te está gustando la cita-bromeo divertido-.

Ella asiente sonriendo de lado.

-Si, mucho.

De pronto engancha su brazo con el mío y me lleva al carrusel nuevo, que solo había los domingos.

Ella se sienta en un caballito de mar de metal.

Sonríe ampliamente.

Creo que es momento de capturar su sonrisa perfecta.

Agarro mi móvil del bolsillo de mi pantalón y empecé a sacarle fotos.

La veía sonriendo, mientras daba vueltas el carrusel.

Seguro que esto no lo olvidaré, nunca.

Al parar el carrusel, se baja y me agarra del brazo

-Adonde vamos ahora?

-Ehh... déjame pensar-hace poco vi una maquina de fotos, y pensé en ir hay-vamos a la maquina de fotos?

-Bien pensado.

Entramos a la máquina de fotos, al entrar veo una pantalla grande, donde hay una cámara, abajo hay una ranura para las monedas.

Agarro una moneda de mi bolsillo, la meto en la ranura y la pantalla se enciende y aparece una cámara.

Aparecemos en la pantalla con lunita,

ella sonríe y se pega más a mi,

Siento que su escote toca mi hombro.

Toco el botón, enseguida aparece un temporizador de 3 segundos.

Desesperados, nos abrazamos, ella y yo sonreímos.

Después de unas fotos intensas, salimos de la máquina.

Necesitaba aire.

Abajo en la máquina, hay una ranura grande, donde sospecho que salen las fotos, de hay sale un pedazo de cartón en forma rectangular, aparecía el logotipo de una estrella.

Es el logotipo de la máquina.

Volteo el cartón rectangular y aparecemos hay.

Después de comprar algodón de azúcar, volvemos a un puesto de tacos.

Era un quiosco con una bicicleta aunida.

Nos comimos los tacos y volvimos a casa.

Al llegar a casa, se le ve a luna agotada.

-Deberías dormir-Propongo.

Ella sonríe.

-Gracias por lo de hoy, me sentia aburrida y esta cita me levanto el animo.

Me sorprendo un poco por lo que dijo, pero mas me sorprendo cuando viene hacia mi, abrazándome fuertemente, y lo termina besándome el cachete.

-Que duermas bien.

Ella se dirige al cuarto, yo me toco el cachete y sonrió.

-Ah valido la pena.

            
            

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