Capítulo 2 ~Huida~

Capítulo II

Mis ojos rechazan la luz que entra por la ventana y vuelven a cerrarse.

-Despierta bella durmiente- Delph intenta tirar de la sabana pero las subo a mi cuello nuevamente.

-No quiero y dudo que desees ver lo que hay debajo.

-Vamos, ya es hora de almorzar-procede a darme almohadazos.

-Tus demostraciones afectivas dan asco- murmuro y rueda los ojos.

-Viaje dos horas para estar aquí y me niego a verte dormir. Arriba, vamos.

-Vaaalee, pero cierra las cortinas y no prendas las luces que debo vestirme.

-Eso no tiene sentido, es tu cuerpo Gi- la chisto y me incorporo-Como quieras te espero en mi cuarto.

Sale y en la oscuridad me visto. Una vez en su cuarto la encuentro acostada y me lanzo sobre ella. Sus brazos rodean mi cuerpo y no nos movemos por unos minutos.

-Te extrañe-le contesto que yo igual y me abraza mas fuerte-no veo la hora de que estudiemos juntas es raro no tener una garrapata pegada todo el tiempo.

Ambas reímos y nos separamos.

-Anda , bajemos que ya esta listo el almuerzo.

Nos dirigimos al comedor y mis tíos ya están ubicados en la mesa. Tomo asiento frente a Delph.

No recordaba que la mesa fuera tan grande. Se nota que no almuerzo aquí a menudo.

-Buenos días- los saludo.

-Buenas tardes querrás decir, ya son las dos- Mike es quien responde, mientras Victoria solo me ofrece una pequeña sonrisa.

-Cierto, error mío.

Es más fácil aceptarlo que explicar que a pesar de la hora solo dormí 5.

-¿Estos errores son comunes?

-Por supuesto que no. A veces solo tengo el sueño cambiado.

-Entonces va siendo hora de que ocupes tu tiempo en algo más.

-Claro, ¿Alguna recomendación?

-Cualquier universidad a la que quieras asistir-interviene mi tía -¿Cuál llama tu atención?

Cambridge. Cambridge. Cambridge.

-Estoy abierta a recomendaciones.

-Hay muchas aquí que son buenas, son embargo en la que esta tu prima es la mejor.

-Esa será entonces.

No tengo intenciones de discutir a estas horas.

Nos traen el almuerzo y yo solo medio lo remuevo.

Siendo franca esta conversación fue bastante innecesaria, no es como si los cuatro no supiéramos a donde asistiría por los próximos cinco años.

Se me quito el apetito.

-Las inscripciones ya están abiertas- mi tía Victoria me observa desde el otro lado de la mesa- deberías anotarte ya antes de que agoten las plazas.

-¿Alguna sugerencia de carrera?

-Alguna que te guste o llame tu atención.

No puedo ser guiada por mis gustos ya que no hay, cualquier carrera en este momento me es indiferente.

-¿Qué te parece seguir con leyes?

-Me encantaría pero sabemos que solo me iría bien en la universidad no podría ejercer luego.

No me sorprenden sus consejos es obvio que desea que siga con lo que toda la familia estudio y me gusta pero...

-Gianna es muy poco tolerante a la frustración, en un juicio si no llega a su objetivo puede llegar a bloquearse y nada sale bien si no tenemos el control de la situación o los sentimientos que esta nos produce- habla Mike.

Me duele, me quema, me lastima pero es verdad.

-Puedes aprender a manejar lo.

Si supiera como hacerlo ya lo habría hecho.

-¿Opciones u otra recomendación?

-Podrías inclinarte a finanzas o relaciones internacionales, eres muy buena con los números y más aun haciendo sociales, te iría genial en ambas.

-Si puede ser.

-Elige algo que te convenga más allá de los gustos porque estos varían con el tiempo, algo que hoy consideres la mejor opción mañana puede ser que creas ya no vale la pena- termina por decir.

La veracidad de sus palabras me hacen replantear varias cosas así que tomo su consejo.

-Finanzas será entonces, me inclino más por los números.

Ellos lucen complacidos, como si fuera la mejor decisión de mi vida aunque apenas y se de que va la carrera.

Con el estomago cerrado alejo un poco mi plato mientras ellos terminan de almorzar y quedamos en que mañana haríamos la inscripción ya que hoy es domingo.

Estoy dormitando cuando Delph irrumpe en mi cuarto. Entra cantando y maneja una alegría que no se de donde saca.

-Estas durmiendo bastante,¿ A que se debe el cansancio?

-¿No puedo estar cansada?

-¿De que?

-La vida de que más.

-A mi con esas cosas no, tu saliste anoche.

-Puede ser.

-O sea que, ya podemos ir al centro comercial y a tomar un café más tarde.

Me es imposible decirle que no así que medio sonrió y solo asiento, la culpa por la cantidad de veces que la rechace me obliga a aceptar, por más que sienta que es demasiado salir por dos días seguidos.

-Perfecto salimos en una hora ¿Te parece?- le confirmo y sale en su burbuja de felicidad porque hace tiempo no compartimos una tarde así.

Como le explico que tengo un inconveniente con que al salir todos las miradas estén puestas en mi por más de que para muchos sea invisible. O que no puedo estar en un mismo lugar por más de veinte minutos ya que el ambiente me empieza a incomodar y por más estoy inquieta. Además de que los lugares muy concurridos me sofocan con la cantidad de personas que asisten.

Necesito fumar.

Suelto un suspiro dramático y espero a que pasen unos cincuenta minutos para cambiarme y salir.

-Me quiero ir- suelto de la nada.

-¿Cómo?-Delph me da un admirada confundida con la taza de café en sus manos.

-No estoy segura de querer estar aquí.

-¿Que quieres decir con aquí?

-No la cafetería o el centro sino, aquí, esta ciudad en general.

-¿Y donde quieres ir?- contesto que no lo se y sigue -¿ Para que?

-No tengo idea, solo se que al seguir aquí estancada estoy perdiendo el tiempo y por más cómodo que sea no me gusta.

-Entonces...- hace una señal para que continúe.

-Tengo un pequeño inconveniente- digo con ironía y ella enarca una ceja- no tengo presupuesto.

-No llega a ser un gran problema lo resuelves rápido.

-Claro, una persona que no tiene experiencia y que además no sabe hacer nada puede resolverlo rápidamente ya que es algo bastante fácil.

-No digo aje sea tan fácil, solo que estas ahogándote en un vaso de agua lo cual es innecesario- toma su café y está vez suaviza sus ojos al observarme- Podrías pedírselo a mis padres o bien podría prestarte mi tarjeta.

-Y luego debería devolverlo, no se si quiero deudas sin saber que rumbo voy a tomar.

-Lo ves, no es que no haya una manera si no que las opciones no te gustan. Podrías estar en Nueva York con una llamada, pasar algún tiempo en un piso de Londres que sabes va a estar desocupado o simplemente adelantar unas semanas tu regalo de cumpleaños.

Puede que tenga razón y me ahogo en un vaso de agua, sin embargo sus palabras suenan a la misma comodidad de aquí que es justamente ll que no quiero solo por una vez en mi vida necesito esa libertad de hacer algo por mi misma. Creo que esta dependencia para con todos me esta hundiendo de a poco y debo encontrar la manera de esforzarme y tomar mis acciones como un logro.

Salir de mi zona de confort.

-Hay una tarjeta negra en tu billetera que apuesto no tiene uso, ¿no pensaste en sacarle provecho algún día?-retoma la conversación luego de unos minutos.

-Miento si digo que no pero la idea de que alguien pague por ella al final me es desagradable.

-No lo tomes así, es la mínimo que puede hacer.

Enarco una ceja y ella gira su rostro esquivando mi mirada.

Tomo un sorbo de mi negro café y otra vez surge la necesidad de fumar, como algo para mantener mi boca ocupada pero aun así estoy bastante inquieta. Debo des estresarme siento que estoy al tope.

Al volver ocupo mi tiempo editando las últimas fotografías que encontré en la memoria de la cámara. Hacía tiempo que no la utilizaba, olvidé todo lo que guardaba en ella.

Estoy trabajando en la última sesión que hice en Nueva York cuando oigo el móvil.

Número desconocido

¿Occupato?

Gianna

Dipende

Número desconocido

Siamo usciti?

Gianna

Ok. ma vieni a cercarmi perché esco da sola.

Quedamos en que vendrá dentro de media hora así que no me da tiempo siquiera a arrepentirme.

Me ducho y salgo lo más rápido que puedo ya que decidí esperarla fuera del complejo.

-¿A dónde vas?-preguntan desde la escalera.

Delph me mira con curiosidad.

-Salgo- es lo único que digo antes de cerrar la puerta a mi espalda.

Camino unas cinco largas cuadras para salir del complejo. Temo no encontrarla, que se haya arrepentido a mitad de camino o de haber llegado temprano. Suelto un suspiro de alivio ya que son todas ideas de mi cabeza.

La italiana está en el capó de un MCLAREN blanco, tiene un cigarrillo entre sus labios mientras habla por teléfono. Unos lentes de sol cubrían sus ojos y lleva puesto un Jean junto con un crop top lleno de encaje.

Chica mala.

Me reconoce a mitad de la calle , levanta sus lentes y una sonrisa adorna sus labios.

-Solo te falta la chaqueta de cuero- digo cuando llego a ella.

-En realidad no, esta dentro- deja un casto beso en la comisura de mis labios- Hola Gi.

Quiero creer que el sol y no sus suaves atenciones lo que me hace acalorar.

La saludo y entramos al auto, dejo mi mochila en la parte trasera y no tarda de arrancar aún sin rumbo alguno.

-Bien, ¿Dónde vamos?

-No se tu, pero a mi s eme acabo la pila- admito- Cualquier lugar con poca gente esta bien.

-A mi igual-contesta y calla por unos minutos- ¿Te agrada la costa?

-Por supuesto.

-¿Sabes como llegar a alguna, y que en ll posible sea poco concurrida?

-La mayoría esta llena de turistas para estas fechas, pero hay una especie de playa secreta- se detiene en un semáforo y me observa interesada.

-Tienes mi atención, continua.

-Se llama playa del petit sperone y es un lugar poco concurrido.

-Vale allí vamos- se pone en marcha cuando la luz cambia a verde.

¿Debería decirle que esta a unos 1300 km? Lo dudo,¿ si se arrepiente y decide volver?

Tendré que arriesgarme, no soy tan cruel como para alejarla tanto tiempo de la ciudad a ciegas.

-Hay un pequeño detalle- hablo- esta unos mil kilómetros y algo más.

-Gi, mientras sepas como llegar esta todo bien, no quiero estar más aquí.

-Si tu lo dices, son poco más de quince horas en auto.

-¿Te da miedo pasar tanto tiempo conmigo?-frena en una estación de servicio.

Me observa con media sonrisa coqueta y yo enarco una ceja.

-Ambas sabemos que no- me inclino un poco hacia su cuerpo - ¿A ti ma jolie ¿No te asusta pasar mas tiempo del debido conmigo?

Mi voz es baja y suave, sin embargo aún así algo se enciende en su mirada y sus mejillas se tornan de un tono rosáceo. No es secreto que es mas peligroso para ella que pase mas tiempo conmigo que para mi si fuese al revés. Sale de su estupor con una risita nerviosa y baja del auto, la imito. Me pregunta si quiero entrar a comprar y le digo que mejor cargo el combustible.

Me conozco y se que si voy yo examinaría cada cosa que me gusta y al final volvería con las manos vacías.

La espero apoyada en el capó y ella vuelve con dos bolsas de chatarra pura, una parece tener frituras y la otra todo tipo de dulces.

Mi perdición.

-¿Te gusta conducir?- pregunta cuando llega a mi lado.

-Si ¿a que viene la pregunta?

-Vale, te toca- me ofrece las llaves y yo quedo estática.

-¿En serio?

-Si por que no- se encoge de hombros- tu conoces el camino y yo la paso mejor de copiloto, no puedo comer bien si estoy conduciendo.

-Como quieras- entramos al auto y nos ponemos en marcha.

-¿Cómo conseguiste mi número?- hablo luego de un rato algo extrañada.

-No es como si fuera muy complicado Gi- contesta y yo ruedo los ojos divertida.

-Christian y Cloe probablemente recién se levanten en media hora imposible que hayan sido ellos.

-¿Cómo estas tan segura?

-Sus fiestas jamás terminan temprano y de ser así,- sonrío y sacudo la cabeza- no van a dormir menos de diez horas luego de una noche tan interesante.

-Creí que eran los tres iguales- entrecierra sus ojos hacia mi.

-No, yo ya dejé esa vida.

Es decir, dejar aún lado mi vida de noche y hacer de cuenta que los vicios no existen y aislarme por completo de la sociedad.

-Fue el chico de la barra, estaba asombrado de verte, le pregunté si se conocían y una cosa llevó a la otra y bueno. Dijo que si no lo habías cambiado ese era tu número.

Pasan cuatro horas en las que solo paramos en las estaciones de servicio.

-Creo que deberíamos buscar cualquier lugar para dormir.

-Estamos en medio de la nada, además a estas horas dudo que encuentres algo más que un pequeño cuarto de motel.

-No pienso entrar a un motel contigo- se ruboriza.

-¿Tienes miedo de no controlarte?- hablo en tono sugerente.

-¿Tienes edad siquiera para entrar a esos lugares?

-Ja-ja-ja, que sepas que estas desaprovechando una oportunidad no cualquiera pasa una noche conmigo.

-En serio, no hay ningún lugar por aquí?

-Si pero esta a una hora casi-respondo- ¿O sino...?

-Habla.

-Aparcamos por aquí , descansamos un poco y seguimos.

-Claro y nos acurrucamos en la parte de atrás ¿Te parece?

-No me importaría compartir un espacio tan pequeño contigo ma jolie.

-Me inclino más por seguir una hora más de viaje- habla y yo me carcajeo.

-Vale.

Seguimos en la carretera por una hora más hasta entrar en la ciudad conocida por sus festivales de cine. Acelero cuando noto que se ha dormido.

Las luces se van haciendo cada ves más presente y la ciudad ya se ve a la lejos. La carretera, las luces, la ciudad en sí, me es tan familiar que me causa cierta melancolía. Solía venir aquí cuando era más chica, solo que en ese entonces mi lugar era de copiloto recorriendo estas mismas calles. Imágenes de hace un par de años se pasan por mi mente y el sentimiento es cada vez mayor a medida que avanzamos.

Me brillaban los ojos cada que veía un auto negro esperando por mi a la salida del instituto, solo ocurría un viernes por mes con suerte pero significada que iba a ser un buen fin de semana, lejos de casa. Puede que no sea el mejor lugar para una adolescente de quince años- ya que este tanto como Ibiza eran de nuestros lugares favoritos - pero era mas divertido recorrer las boutiques y pasar el fin de semana en hoteles palaciegos con una bestia de dos metros detrás de mí que ir a Disney, la pasaba mucho mejor.

La idea era esquivar el lugar porque mi cabeza siempre juega en mi contra en estas situaciones, pero al ver su cara de cansancio el primer sitio bonito que se me ocurrió fue este. Hace tiempo que no pasaba por aquí pero se que hay un hotel en especifico en el puedo aparecer cuando quiera.

Me toma unos quince minutos más llegar hasta mi objetivo. Termina de estacionar y le pincho la mejilla a mi copiloto.

-Ey - chasqueo mis dedos y no reacciona.

Mis métodos para despertar a una persona se basan en almohadazos, música alta, gritos o algún que otro leve golpecito. No se como tratar a esta chica la verdad. Vuelvo a hablarle y no recibo respuesta.

¿Y ahora como la despierto?

Rocíala con agua.

Le hablo, le pincho las costillas, las mejillas, levanto sus párpados y recién medio despierta.

-Ya llegamos- le hablo antes de que cierre los ojos y tenga que hacer todo el show otra vez.

-¿Tan rápido?

-No se si consideraría rápido una hora y media de viaje la verdad.

-Ni lo sentí, no descanse nada.

-Me di cuenta.

-¿En donde estamos?- se frota los ojos.

-Cannes.

Me observa perpleja y yo salgo del vehículo. Me imita y una vez dentro del hotel nos dirigimos a la recepción pero la misma está llena. Ubico a la recepcionista con la mirada y ella me ofrece una amplia sonrisa. Le hago un gesto con la mano y me indica que suba.

Llegamos al ultimo piso y abro con la tarjeta.

-No te hacía de tantos lujos la verdad.

-Es que no lo soy- me mira confundida- no es mío.

-No estamos usurpando nada ¿verdad?

Me río y me dirijo a la habitación pasando por su lado.

-En serio, no nos colamos en el hogar de un desconocido ¿cierto?

-No es un desconocido.

-Eso no me tranquiliza demasiado.

-Vale, es de una persona muy cercana a mi, tengo llave así que me puedo aparecer siquiera por aquí. Listo, eso es todo.

-Okay, no estamos usurpando entonces- le digo que no h que se tranquilice - ¿Dónde duermo?

-Hay solo dos habitaciones, y bueno la sala de estar- nos dirigimos a las primeras.

Abro mi cuarto y ella intenta abrir el otro. No resulta, tiene llave.

-Este no se abre.

-Lo se, puedes quedarte aquí- le indico que pase- Utiliza lo que quieras del placar y el baño casi siempre está bien equipado, si necesitas algo pídelo.

-Ok gracias- investiga toda la habitación y vuelve a hablar- ¿Dónde dormirás tu?

-El sofá por supuesto- la confusión brilla en sus ojos- más allá de las bromas soy una dama con modales ma jolie, no dormiré contigo. A no ser que lo pidas claro está - medio le sonrió.

-¿Y el otro dormitorio?

-Esta cerrado y no quiero saber porque.

-¿El sofá entonces?

-A menos que quieras que vele tu sueño si. O enredarme en tus sábanas no lo se- se sonroja y yo carcajeo.

-Avísame si estas muy incomoda y te paso una almohada.

-Vele, sueña conmigo te aseguro será bonito.

Se ríe y yo entro a buscar algo para dormir.

-¿A que hora quieres salir?

-Quiero dormir unas doce horas, pero también quiero ver el amanecer-sigue con su monólogo hasta que se decide- bueno, despierta me antes de esa secuencia.

-Como quieras -saco lo que necesito del placar y me dirijo a la puerta- sueña conmigo en lo posible.

Entrecierra sus ojos y quiere lucir seria pero el rosa en sus mejillas no la ayuda.

Me doy una ducha y no salgo hasta que el agua empieza a enfriarse. Mi cuerpo me pide un descanso sin embargo el desvelo

Termino la edición y no es que me guste, pero tampoco me es desagradable y que yo haya hecho algo que no está mal para mi es un paso gigante. Sigo en el balcón con la laptop hasta que mis ojos lagrimear pero cuando me recuesto en el sillón el insomnio me toma y lo único que puedo hacer es mirar el techo.

Pasa una hora al menos hasta que escucho pasos acercarse por el pasillo.

-¿Qué sucede?

Stella esta parada observándome, algo parecido a la vergüenza se asoma en sus orbes.

-En realidad...

No termina la frase y yo la incentivo con las manos.

-No, no es nada, solo, olvídalo.

Como si nada pega la vuelta y retoma el camino jacta mi cuarto, me toma un minuto interceptaron en el pasillo antes que entre.

-Suéltalo ¿Qué es? ¿Estas incomoda? ¿Te quieres ir?

Menea la cabeza pero sigue en silencio. Me aproximo un poco mas cerca de ella y su perfume invade mis fosas nasales.

Su aroma es ddlicioso.

-¿Entonces?- me concentro.

-Es que en realidad no duermo sola.

Por un momento me quedo tiesa, la chica con aspecto de mala en realidad no duerme sola. No es que la juzgue, para nada yo también pase por eso solo que...

Red flag. Red flag. Red flag.

-¿Tienes novio?

-No.

-¿Y como...?

-Es complicado, solo podrías- toma una respiración profunda - no lo se, hacerme compañía?

-Entonces si querías que vele tu sueño- le ofrezco una sonrisa y se muestra un poco más relajada.

Nos encaminamos a mi habitación. Trato de mostrar toda la soltura que puedo para que no se sienta incomoda y al parecer funciona.

-¿Quieres ver algo?- le entrego el mando de la tele.

-Lo que quieras esta bien- se acomo

-Insisto, no veo películas o series.

-¿Estas bromeando?

-No, jamás logro terminarlas.

-Eso no puede seguir así.

Procede a poner una película de los noventa. Un millonario y una chica de compañía.

Genial. Lo único que faltaba era aumentar mis fantasías de que un caballero me rescate de mi miserable vida.

-Gracias, ahora necesito un Edward.

-Solo puedes querer un Edward más no necesitarlo.

Tiene los ojos cerrados y su respiración se va suaviza do poco a poco.

-No esperes el rescate del príncipe, eso nunca pasa.

-Puede ser- susurro y ella termina por dormirse.

Algo peor que esperar el rescate de un príncipe, encerrarte en tu castillo e impedirle el paso. Ser tan egoísta de no permitir que te ayuden porque puedes sola, porque siempre has podido y después de todo creer que el esperará por ti hasta que estés lista, porque al fin y al cabo el príncipe es una persona y es egoísta creer que no se agotará luego de tantos intentos solo porque la princesa eres simplemente tu.

Sacudo mi cabeza para ahuyentar los intrusivos pensamientos pero otros aparecen.

Las incógnitas sobre la chica que yace dormida a mi lado se presentan como estrellas en el cielo.

¿Esto será solo una locura de fin de semana?

No luce como si lo hiciera a menudo. Bueno yo tampoco pero si es muy común huir de literalmente todo.

¿Si no tiene novio, sin embargo no duerme sola, que tiene?

Red flag.

Si por esas casualidades de la vida esto no es solo una locura de fin de semana, pero ella ya tiene a alguien ¿En que me convierte?

¿Quién seré yo en su vida? ¿En qué ambiente de su vida me querrá?

Suelto un suspiro. Mis noches de insomnio se vuelven dramáticas con el pasar de las horas. Capaz y esto es solo una locura de fin de semana y yo ya me hice la cabeza.

Sus movimientos al acomodarse mejor me sacan de mis pensamientos. Me concentro en su silueta -estirada y boca abajo- su respiración se acompasa con la mía y son esos esos suaves suspiros los que tranquilizan mi mente y calman la ansiedad en mi, a pesar de no dormir mi cuerpo se relaja y logro descansar.

            
            

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