Capítulo 3 ~Playa~

Capítulo III

Gianna

-¿De donde quieres ver el amanecer?- le pregunto cuando se nueve y medio abre los ojos.

-¿Cómo? - habla entre dormida.

Hasta así su voz es bonita.

-¿Si te parece bien el balcón o quieres salir?- sigo preguntando entre susurros.

-Aquí estoy bien- gira su cuerpo y vuelve a dormir.

Aprovecho que no debo mover la para levantarme y me dirijo a la cocina. Ya me resigne a estar en una cama y no poder dormir, con esta van casi cuatro horas.

Siento que algo vibra en mi bolsillo.

Alex llamada entrante.

Atiendo y nos quedamos al menos un minuto en silencio, ambos esperando lo mismo. El quiere que hable y yo también.

-¿Te molesta?- pregunto rompiendo el silencio.

-No.

-¿Entonces? Hace mucho que no llamas.

No quiero que suene a reclamo pero creo que no lo consigo. Cada vez que desaparece se crea un vacío dentro de mi que nada ni nadie puede llenar, pero en parte trato de comprender, su trabajo es complejo.

-Mucho trabajo, lo siento. Y solo me sorprendió.

Bastaron solo esas últimas cuatro palabras para que mi cuerpo entre en calor, me muero de la vergüenza si le dijeron que vine acompañada.

-¿Qué cosa?

¿Si me hago la incomprendida olvidara el tema?

-¿Quién es la chica?

Por llegar visto no.

Automáticamente mi rostro se calienta y cambia de color aunque trato de actuar como si nada.

-Que te.

-¿Una amiga?-pregunta.

Oh si y que amiga.

Ya nos conocemos, los dos sabemos que hace esto solo para molestar, la risa que suelta al final lo delata.

Pasa otro minuto en silencio.

-¿Te hace falta algo?

-¿Cuándo paso eso?

-No me esquives hablo en serio ¿Quieres dinero?

-No .

-Entonces hazme un favor y revisa tu correo.

-No me mandes nada, vale?

-Esta bien ¿A todo esto que haces despierta?

-El insomnio ganó la batalla de esta noche.

-Bueno, ponte a editar y come algo, ya casi sale el sol.

Me causa nostalgia lo mucho que me conoce.

-Okay gracias.

-Hasta luego Gi.

Hago lo que me dice solo cambio la comida por un buen café y dejo lo de los correos como futura tarea.

Paso una hora en el sillón con la música de la rubia de fondo y otra más apreciando las estrellas en el balcón.

-Siempre sueles desaparecer ni bien la otra persona se duerme.

-Ni fue así, me levante hace poco y por lo general duermo sola.

-¿Hay excepciones?-pregunta tomando asiento junto a mí.

-Una sola.

-Ahora dos.

De un momento a otro esta demasiado cerca su aroma es delicioso y el dulce e tono de su voz encantador. Al igual que en la discoteca las tentaciones me llaman.

Su mirada se posa en mi rostro y luego baja a mi cuerpo.

Todo pasa muy rápido, ve la taza de café vacía y la toma.

-¿No piensas desayunar solo eso? O si?

¿Qué Carajos?

-Si- dudo- ¿Por qué?- pregunto.

Esto no era lo que esperaba estoy más confundida que la mierda.

-No. Teniéndome a mi en una cocina no puedes desayunar solo un café. Vamos.

Sale del balcón y hace que la siga a la cocina.

Cuando vamos al lugar es una cosa increíble de ver se desliza por todas partes buscando objetos e ingredientes. Este parece ser su lugar.

¿tan difícil es encontrar el mío?

Cuando ya tiene todo listo y preparado parece una sirena en agua tranquilas solo falta que me cante. Su mirada que engatusa al igual que su brillante sonrisa ya me tienen embelesada cuando me observa.

-Esto es el paraíso.

-Si con esto te refieres a mi pues gracias.

Sus mejillas se tornan de un color rosáceo que solo la hace ver más encantadora.

-El lugar Gi, el lugar.

Hace dos postres y una pasta frota, ahora se cree autoridad para dejarme tomar café y desayunamos. Ni bien el cielo comienza a aclarar decidimos salir a la carretera, no nos queda mucho camino cuando lleguemos el sol ya estará arriba.

-Me prestas tu laptop- le digo que si y la toma- porque tienes tantos e-mails?

-No lo se y tampoco quiero saber, puede que sean de los chicos.

-Puede ser. No tienes intriga?

-Para nada.

- los podemos abrir?

- si quieres solo No me digas que hay.

-Pero...

Procede y su cara de sorpresa es impresionante. No puedo ni imaginar la cantidad de rechazos que hay en esos e-mails.

-¿Qué es esto?

-Sutiles rechazos de muchas galerías de arte.

-De verdad?

-Compruébalo tu, más abajo hay más.

- imposible Chloe me mostró tus trabajos y son muy buenos para que los rechacen.

- yo quise creer lo mismo pero cuando más de una galería no quiere trabajar contigo te da que pensar.

- puedo revisar todos.

- Hazlo Ya pasó mucho tiempo.

- hay uno que aceptó. Es decir hace rato se quieren comunicar contigo y están dispuestos a reunirse cuando puedas punto el chat es reciente.

-Igualmente ya no.

-¿No que?

-No quiero, eso fue hace un año.

-¿Estas ofendida? Mira a todos nos paso alguna vez...

-No es eso es solo que ya no tengo motivación para seguir, fue algo momentáneo. Lo intenté, no salió y listo.

-Como digas.

Quedamos en un silencio cómodo sin embargo mi corazón no deja su fuerte palpitar y me cuesta terminar las respiraciones.

Siento que si había avanzado algo en estos dos días ya los retrocedí y me vuelvo a sentir como en todo el año que estuve encerrada.

-¿ Porque vives con tus tíos?

-Larga historia.

Mentira.

-Tenemos tiempo.

-Más adelante también los tendremos.

-Seguro.

-¿Cómo lo sabes?

-No lo se.

-¿Entonces?

⁰-Sería una desgracia para mis ojos no volver a contemplar tu mirada Gi.

Jamás creí que mis ojos color café podrían ser bonitos hasta ahora.

Sus mejillas se tornan rosas y gira su rostro a la ventanilla ni bien termina de hablar.

- no me has contestado- dicen mirando hacia el paisaje que deja el camino.

- Qué cosa

-¿Por qué vives con ellos?

-Si no lo hice antes no lo voy a hacer ahora.

-¿Eres reservada cierto?

-Bastante a la hora de hablar de mí pero soy muy sociable creo que eso ya lo has notado.

Esta vez me mira y yo le sonrío, imita ni gesto a la vez que niega con la cabeza lentamente.

Escucho un sonido familiar y me hago a un costado en la carretera.

-¿Necesitas espacio?

-Si no te molesta.

-Bueno-sale a fumar y yo contesto la llamada.

-Hola.

-¿No te pareció necesario avisar que no ibas a estar?- Mike habla del otro lado.

-No, en realidad no lo planeé.

-Igual, un voy a salir jamás está de más, volvimos para verte.

-No, volvieron por negocios que pasen por casa es diferente.

-Gianna...

-¿Qué? Es la verdad.

-Delph esta triste, te extraño y vino a verte.

-Estuve un año en casa.

Y recién me extrañan.

-Sabes que estuvo ocupada.

-Si lo se, yo también la extrañe pero no les parece que esta bien que salga de casa.

-Si pero no cuando venimos a verte.

-Ustedes pueden volver en cualquier momento yo no se cuando pueda volver a salir, estuve un año sin hacerlo.

-Por voluntad propia nadie te obliga a hacerlo.

Como le explico que en serio no podía, es imposible.

-Bueno - suspiro- supongo que están ocupados ya nos vamos a ver cualquier cosa hablamos.

-Adiós Gi, que lo pases bien- dice lo último con un suspiro pero suena bien.

Cuelgo y bajo para decirle a la italiana que le toca manejar, mi cuerpo vibra y al salir siento todos los sonidos más fuertes y molestos.

Me siento rara.

-¿Esta todo bien?

-De maravilla.

-Te cuesta aceptar las cosas ¿ verdad?

-Por supuesto que no.

Me mantiene la mirada y amabas sabemos que miento pero bueno, es lo que hay no lo aceptaré jamás.

-Sigue derecho y yo te guío.

-Vale, los dulces que compré están ahí.

En menos de nada no dejos ni un poco de lo que trajo del almacén.

Durante mi tiempo sola reconocí que comer calma mis nervios, lo que causa después es casi aparte.

Luego de un rato a lo lejos de visualiza el agua y poco a poco vamos llegando a la costa.

-Esto si es un buen paisaje.

Aclara cuando llegamos. No se si no comprendió la indirecta o que porque dudo que tenga baja autoestima así que deduzco que es eso

-Te lo dije.

Veníamos hablando de eso en el camino, me hizo un interrogatorio en el que pregunto hasta el color del agua.

-¿Quieres pasar al manos una noche aquí?- le pregunto mientras aparco el auto a un lado de la carretera.

-Por supuesto, quien no.

Bajamos y juntas caminamos hacia el agua, ambas encantadas con el lugar. Nos sentamos en el arena en la pose con los pies de indio.

Una vez una persona me dijo que las cosas más sencillas son las más bellas no había tomado conciencia de eso hasta ahora.

-¿Cómo estas?- pregunta luego de unos minutos en silencio.

-No lo sé - contesto y por primera vez en mucho tiempo estoy siendo sincera.

Pasamos otro rato en silencio y no sé si ella comprende que necesito este momento o qué es lo que sucede pero es increíble irónico que uno desconocida me entienda más que cualquier otra persona cercana.

-¿El agua no te trae paz?

-Me calma, pero no lo llamaría paz.

-¿Por qué?

- jamás estoy en paz eso es un hecho.

-¿Y tienes razones?

-No hay simplemente nunca estoy bien.

- debe haber razones de otra manera es ilógico. Hay que hallarlas y amigarte contigo debe ser feo estar mal todo el tiempo.

- lo es por momentos creo que veo los matices de la felicidad pero son solo esos pequeños fragmentos de tiempo tan momentáneos como estrellas fugaces en el cielo.

Lentamente siento el tacto de su mano en la mía y una pequeña ráfaga de calor invade mi cuerpo tan solo como ese pequeño contacto. Su mano toma la mía firmemente pero es un lapso tan corto de tiempo que el contacto parece hasta fantasmal, ya que suena su móvil y se ve obligada a atender.

-Mike.

Contesta la llamada que se convierte en la más larga para mi en lo que juego con el encendedor. Ll abro prendo y cierro al menos un millón de veces hasta que vuelve de su llamada infinita.

-Un amigo, lo siento.

-No hay drama.

-En serio es que...

-No me debes anda Stella, enserio esta bien.

-Vale.

Nos quedamos un tiempo más observando el agua y admirando la calma que nos trae. Pasamos por el hotel más cercano y uno de los más lindos que nos ofrece el lugar pedimos dos habitaciones y volvemos a la playa Pero esta vez a otra parte vamos recorriendo poco a poco toda la extensión del lugar.

- me prestas tu laptop. Por qué tienes tantos mensajes sin abrir.

- Creo que ya te lo dijeron pero me encerré Durante un año en una burbuja dentro de casa Esa computadora no se usa desde entonces es decir recién la estoy agarrando otra vez.

- ¿Puedo abrirlos?

- Como quieras solo no me digas lo que encuentras.

- sé que me dijiste que no te diga nada pero hay una...

-Esas cosas ya no me interesan.

-Y a mi no me interesa lo que digas así que. Gi hay una galería interesada en tus trabajos hasta ahora siguen intentando contactar contigo.

            
            

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