Abro lentamente mis ojos, se sienten tan pesados mis párpados que pareciera como si no fuera capaz de abrirlos completamente.
Siento un picor en mi brazo izquierdo y una punzada de dolor atraviesa mi sien cuando giro el rostro para ver con dificultad la causa de la incomodidad en mi brazo
Me encuentro con una intravenosa conectada a un suero de color marrón que parece sangre.
Mi cabeza da vueltas y no recuerdo nada de lo qué pasó.
Mi atención se dirige hacia un estruendo que puedo percibir a mi lado derecho y entre la penumbra logro distinguir una figura esbelta que camina hacia mí dando pasos lentos y fuertes, detonando seguridad.
El miedo ataca mi sistema y quiero luchar pero mis extremidades se encuentran tan dormidas y pesadas que no puedo moverme en lo absoluto
Él....
Pequeños flashes pasan por mi cabeza al verlo ahí de pie.
Se situó a mi lado y comenzó a dar vueltas alrededor mío como cazador rondando a su presa.
Se detuvo de golpe detrás de mí y comenzó a contarme todo lo que ocurrió y todos los planes que tenía previstos.
Sacó una jeringuilla de su bolsillo y lo único que pude sentir fue el ardor en mis ojos de las lágrimas que amenazaban con salir.
Llevó la jeringuilla hacia el extraño suero conectado a mi antebrazo y me comencé a sentir más cansada.
Lejanamente escuchaba sus relatos y eso solo podía significar una cosa, si me decía todo esto era porque ya estaba perdida.