Desconocido
Todo salió según lo planeado.
Ella está inconsciente y sus marcas no aparecieron ni aparecerán en ningún momento.
Lo más divertido es que ninguno de ellos tiene idea de que pudo pasar. No hay una explicación.
Camino por el bosque de la isla y respiro con calma, el olor a roble colándose en mis fosas nasales. El olor a sangre se hace presente.
Me dediqué a observar todo el ritual, por supuesto he pasado desapercibido, soy un pueblerino más.
Al menos eso creen.
Cuando noté que mi tarea estaba completada me puse la capucha de la túnica y me dispuse a caminar bosque adentro.
Tengo una cueva que conservar.
....
Emille
Escucho voces a mi alrededor, es como si estuviera ahí pero me siento en un limbo extraño.
- No tengo idea de que pudo suceder- comenta una voz desconocida para mí
- No hay una explicación para esto- habla alguien más
- Es algo imposible, cada pueblerino pasa el ritual. Quien no lo pasa vuelve a dormir- dice otra voz desconocida para mí
Comienzo a sentirme más pesada y presente en la realidad, mis ojos se empiezan a abrir.
Todos me miran expectantes y yo lo único que puedo hacer es emitir un quejido de molestia. Siento un sabor metálico en mi boca y puedo intuir que es sangre. Ya había probado ese sabor justo antes del ritual.
Mi mente viaja al momento en que la presencia desconocida planta sus labios sobre los míos y cómo el sabor metálico de la sangre llenó mis papilas gustativas provocando sensaciones extrañas y mareos. No me cabe duda de que eso tuvo algo que ver con el ritual.
- ¿Recuerdas algo extraño que haya sucedido antes del ritual?- me pregunta el otro muchacho que se iniciaba conmigo.... Mikel.
- No, todo estuvo tranquilo, nada fuera de lo normal- miento
No sé por qué siento la necesidad de ocultar lo que verdaderamente pasó. Algo dentro de mi cabeza grita que no diga la verdad.
- Bien, esto no es normal y no tenemos una explicación para lo que está ocurriendo contigo- me dice el jefe de la isla.
- En este lugar muchas cosas no tienen explicación, señor- le digo y me arrepiento casi de inmediato de mis palabras
El jefe me dedica una mirada severa y solo me da la espalda y sale de la habitación.
Por lo que puedo ver nos encontramos en una de las habitaciones de la torre que sirvió de refugio para mí mientras llegaba la edad de mi iniciación.
- Tienes que quedarte aquí hasta que descubramos que es lo qué pasa- me dice Mikel antes de darse la vuelta para retirarse.
- Me opongo totalmente- digo y él se gira asombrado- Ya alcancé la edad que necesitaba para obtener mi libertad, no pienso pasar ni un minuto más dentro de esta torre.
- No estás en posición de oponerte a nada- me corta- no sabemos qué sucedió o qué eres. No podemos dejarte vagar por ahí cómo si nada.
- No me van a retener aquí. Son mis últimas palabras, no discutiré este tema contigo.
El jefe entra por donde mismo salió y por su expresión puedo notar que escuchó nuestra conversación. Él es el mayor de toda la isla, tiene 90 años, por eso es quien está al mando. Todos le debemos respeto. A su edad pudiera ser un anciano perfectamente pero el don que se le otorgó a la mayoría de edad fue Gracia, siempre va a lucir como a sus 50. Tiene el cabello totalmente blanco pero su rostro carece de arrugas. Envejecemos muy tarde. Todo depende de la decisión de la naturaleza de la isla cuando nos brinda su don especial.
- Emille, te quedarás aquí por hoy- intento reclamar pero él continúa- mañana en la mañana podrás salir. Solo debes estar aquí hoy por si pasa algo y necesitas atención.
Asiento resignada y me dejan sola en la habitación.
Aún me siento un poco mareada. Me pongo de pie y me dispongo a caminar hasta la ventana que hay en el lugar. Observo cómo las criaturas van y vienen.
Cierro los ojos y me enfoco en escuchar. Capto sonidos de corta distancia, aún soy muy joven para extender mis habilidades.
Por un segundo mi mente va más allá de los alrededores de la torre y escucho en el bosque los sonidos que emiten los animales, percibo el movimiento del aire y el sonido de las ramas de los árboles al moverse con el viento. También escucho cómo corre el río.
Abro los ojos sorprendida. Se supone que no debería escuchar la vida en el bosque, no tengo conocimiento de esa parte de la isla, casi nadie lo tiene, no he sido iniciada ni tengo la mayoría de edad. Hay un límite del bosque que nadie conoce. Eso despierta mi curiosidad.
Vuelvo a cerrar los ojos y trato de concentrarme en escuchar más allá, siento algo que me llama, me atrae pero no sé qué es. Un fuerte dolor de cabeza me invade y siento algo caliente salir de mis oídos, sangre...
Me doy por vencida y camino alrededor de la habitación.
Me he dedicado estos años desde que desperté a investigar lo poco que se conoce sobre Orgen.
Las criaturas que aquí habitan nacen en cápsulas místicas color marrón, su verdadero nombre es ovoide. Estos no permiten la entrada de la luz, para que nadie pueda ver su interior ni se dañen los huevos, se les llama comúnmente así. Se encuentran en una parte alejada de la isla donde nadie tiene acceso, ni siquiera el líder. Es como si la naturaleza de este lugar quisiera proteger a sus hijos, todos venimos de ella. En el momento del nacimiento localiza el propio ovoide el mejor lugar y se transporta hasta allí para el momento adecuado de la eclosión. No se sabe cómo, pero cuando nace la criatura puede ser como yo o algún animalito del bosque. Se nace con un tamaño considerable y habilidades no muy desarrolladas con respecto al oído, el olfato, la vista y el gusto. Al paso de los años el cuerpo de la criatura se va formando y se determina si es femenino o masculino, se definen sus rasgos y todas las partes del cuerpo y se nos transfiere la información necesaria que podemos captar y procesar. Hasta que al cumplir los 21 se realiza el ritual de iniciación donde cada individuo es marcado con los dos puntos negros y se le otorga la libertad.
Hasta ahí cada criatura vive como por inercia y no se preocupa más que por servirle a la naturaleza o a su líder y es como si sus mentes fueran programadas para no pensar en algo más que no sea sobrevivir hasta alcanzar la mayoría de edad y obtener algún don. También son desconocidos todos estos dones, se descubren algunos nuevos si alguien es premiado con uno. Por supuesto cómo todo lo desconocido en un principio es repudiado, hasta que se conoce de él.
Mi máxima aspiración siempre ha sido esa libertad, mis ansias de conocimiento me sobrepasan y siento que este lugar oculta muchas cosas.
Ahora mismo lo que ocupa mi cabeza es ¿Qué pasó ayer? ¿Por qué no fui iniciada?
De repente tanto pensar me pone muy cansada y necesito recostarme.
Cierro los ojos para tratar de descansar.
Abro rápidamente mis ojos y me incorporo en la cama.
¿Qué ha sido eso?