Emille
Al día siguiente me desespero al encontrarme en la misma habitación durante casi todo el día.
Estoy ansiosa por salir de este lugar. Algo en mi interior me impulsa y me llama.
Veo a cada nada la entrada esperando a que alguien venga hacia donde estoy y me libere. Debo respetar las leyes de este lugar y a su máximo líder pero me siento ahogada.
Comienzo a caminar de un lado a otro en la habitación. Siento como mi cuerpo se va calentando y empiezo a sudar demasiado
<¿qué me pasa?>
Siento como mi cuerpo va perdiendo energía y necesito tomar aire. Me acerco hasta la ventana y antes de llegar pierdo toda la movilidad de mi cuerpo cayendo al suelo. Lo último que puse escuchar fue mi nombre salir de la boca de nuestro líder
.....
Cuando despierto me duele la cabeza.
- Emille ¿Estás bien?- escuchó la voz preocupada de nuestro líder y me incorporo
- Si ¿qué me pasó?- preguntó sosteniendo mi cabeza, duele demasiado.
- Vine a decirte que podías salir cuando quisieras y cuando entre aquí estabas tendida en el suelo casi inconsciente- explica- cuando me acerqué a ti una ola de energía me repudió y te desmayaste.
- No sé qué me pasó - soy sincera- me sentía muy impaciente por salir y comencé a caminar de un lado a otro, la temperatura de mi cuerpo comenzó a subir y luego se disipó de un momento a otro dejándome completamente sin energía- suspiro - lo último que recuerdo es que me acerqué a la ventana.
- Creo que deberías quedarte aquí por un tiempo- me dice
- ¿Qué? No, no no- no me puedo quedar aquí- estar aquí es lo que me impide estar bien- declaro- me iré.
- No estás bien - da un paso hacia mí y yo retrocedo, me siento amenazada- debes estar aquí para poder vigilarte.
- ¿Vigilarme? No, claro que no. Me voy de este lugar - le doy la espalda y siento mi cuerpo agitarse- déjeme sola.
- Bien - lo escucho suspirar- puedes salir cuando quieras.
Escucho la puerta cerrarse y todo mi autocontrol regresa. Comienzo a respirar calladamente y me dispongo a salir de esta prisión.
Al salir de la torre me recibe una vista encantadora. No encuentro un punto específico al que mirar. Todos los pueblerinos están de un lado a otro. Observo las flores y los hermosos colores qué hay a la luz del atardecer. Los colores que no pude apreciar mientras estuve encerrada y que solo desde ayer pude observar a la distancia.
Avanzo entre las criaturas y puedo observar las caras felices. Veo varios duplus. Los duplus son las criaturas que se entrelazan. Se atraen y crean un vínculo natural que los une hasta que alcanzan la mayoría de edad. Luego de cumplir los 50 deciden si desean continuar sus visas juntos porque al alcanzar la mayoría de edad el verdadero vínculo se crea con la isla, ese es uno mayor que el que se pueda crear con cualquier o otra criatura.
Admiro todo a mi alrededor y me siento maravillada de tanta hermosura. Veo puestos de comidas y de bebidas.
Me acerco hasta uno donde hay hermosos amuletos y llama mi atención un hermoso rubí de Sylos que me enamora. Lo tomo en mis manos y puedo sentir como si poder me atraviesa.
- Le queda muy hermoso- me dice la Fémina- ¿le gustaría quedárselo?
- Es hermoso... solo que no tengo con qué pagarlo, acabo de recibir mi libertad - le digo amablemente
- Es un desperdicio que no lo puedas tener - escucho la voz de Mikel a mis espaldas
Me giro en su dirección y hoy se encuentra más reluciente que el día de la iniciación. Viste completamente de negro con un medallón con piedras azul marino. Su ropa contrasta perfectamente con su blanca cabellera.
- Fem, de ese collar a la señorita. Aquí tiene el pago.
Él estira su mano y le brinda unas semillas a la mujer. Ella las acepta encantada y me entrega el amuleto.
- Te ayudo- se ofrece- la verdad te queda muy hermoso- me gira y me observa de frente.
- Gracias- le digo- ahora dime ¿Te ha mandado el líder para que cuides de mí?
- ¿Qué? Claro que no- me dice pero por su tono nervioso puedo notar que me está mintiendo.
- No sabes mentir- le digo- dile que estoy muy bien- hago una pausa y lo miro a los ojos- que desde que salí de ese lugar estoy llena de energía.
Doy media vuelta y sigo mi camino por todo el pueblo mirando, curioseando y apreciando cada cosa.
Entro a un local que está al centro del pueblo "Islem Orgen"
Me introduzco y descubro la vida ahí dentro. Por primera vez escucho música desde cerca y veo tantas criaturas juntas.
Me dirijo hacia un mostrador y pido lo primero que veo.
Me entregan una sustancia carmesí y me lo tomo de un sorbo. Sabe un poco amargo pero cuando pasa por la garganta deja una sensación agridulce. Me pido otro y así tomo como cinco.
Camino hacia el espacio del baile y me dejo llevar por el ritmo. Aquí todo es nuevo para mí. No sé si lo hago bien pero me encanta la sensación de poder que corre por mis venas con esta melodía.
Camino hasta el mostrador nuevamente y siento un poco de mareo.
<¿qué pasa?>
Mi vista se torna oscura y no veo nada, siento como todo se detiene a mi alrededor y no puedo moverme. Esa presencia.
Intento ver algo pero la negrura en mi mirada no me lo permite.
Lo siento acercarse a mí e intento luchar, mis extremidades no me responden.
Está justo frente a mí, no lo veo pero puedo sentirlo. Me toma con ambas manos el rostro y siento nuevamente ese sabor como a sangre que se vuelve desagradable en mis papilas gustativas. Son unos labios ásperos que se mueven sobre los míos y me obligan a responder el beso. Mientras más me resisto peor es así que decido dejarme llevar. Todo el escenario cambia y siento una sensación de poder recorrer mi sistema. El beso es delicioso y el sabor a sangre va desapareciendo, dejando un gusto dulce que me hace relamer mis labios.
Todo vuelve a la normalidad y me quedo en medio del lugar pasando la lengua por mis labios.
Eso fue... impresionante