Capítulo 5 MANTHE

La curiosidad aumenta en mi sistema. Lo que sucedió ayer me deja fuera de control pero por alguna razón siento más energía.

Estoy en mi habitación y decido salir de nuevo al pueblo a dar una vuelta. Hoy no se que haré pero quiero dejarme llevar.

Camino entre las criaturas y dejo a mi cuerpo que siga solo el camino.

Sin darme cuenta estoy en el mismo lugar de ayer. Entro y lo único que puedo ver es a algunas criaturas. Nada fuera de lo normal.

Es temprano, tal vez este sea un lugar nocturno. Camino hasta la barra y una sensación de deja vu me abarca.

Despierto y hago lo mismo que he hecho hoy pero siento que mi misión está hecha y vuelvo a dormir.

Salgo de ese pensamiento y un dolor punzante me taladra la cabeza. Estos recuerdos a medias no me ayudan a liberar mi espíritu.

Salgo del lugar y me dirijo hacia mi torre nuevamente.

......

Desconocido

Es la segunda vez que la veo.

Tengo que tener paciencia. Esto requiere de tiempo y necesito que se debilite.

Estoy en mi cueva y rodeo la majestuosidad que tengo en frente. Justo lo que necesito para este problema. Tengo que proteger este lugar. Nadie puede descubrir este sitio. Nada puede salir mal.

.....

Emille

Estoy nuevamente en mi prisión. No se que hago aquí, se supone que detestaba este lugar, pero me siento muy cansada y siento que me tengo que recostar.

Camino hasta la cama y me dejo caer sobre mi espalda. Miro al techo y cierro los ojos. Me concentro en escuchar la vida afuera.

Puedo oír a las criaturas en el pueblo, cómo hacen sus tareas y cómo caminan de un lado a otro. Mi oído se centra en una criatura en especial

Mikel

Escucho sus pisadas alejarse de la torre. Ha estado aquí, pero no subió. Se aleja del pueblo, puedo sentirlo. La conexión se va debilitando y la curiosidad me inunda.

Mis sentidos se ponen en alerta y abro los ojos nuevamente. Me pongo de pie y salgo dispuesta a seguirlo.

Camino apresuradamente entre las criaturas. Aun puedo oírlo, pero si me demoro mucho lo perderé, no quiero esforzarme. Claro está que no quiero desmayarme nuevamente. Cada vez que pierdo la conciencia siento como si mil ladrillos me aplastaran y pierdo un montón de energía. Logro verlo a la distancia y veo cómo se adentra en el bosque. Espero que no vaya más allá de la zona permitida o estaremos en graves problemas.

Lo sigo en silencio por todo el bosque y mientras más me adentro más puedo sentir cada criatura de este lugar, escucho el latir de los árboles y noto como cada vez se hacen mas grandes y más frondosos, confundiendo a cualquier criatura que pase por el lugar.

Pierdo de vista a Mikel y me quedo parada tratando de escuchar algo y....

Nada

No puedo detectar nada a mi alrededor, es como si todos mis sentidos se hubieran apagado de la nada.

Me giro en todas direcciones en su búsqueda y no lo encuentro. Comienzo a asustarme, este lugar cada vez se ve más oscuro y cerrado, ya no se por donde fue que vine y comienzo a caminar sin rumbo hasta que me doy cuenta que estoy caminando en círculos. Comienzo a desesperarme y empiezo a hiperventilar. El mareo llega hasta mi y puedo sentir como mi energía se desvanece.

Unas manos se posan en mis hombros y doy un salto asustada y me pongo en posición de defensa dispuesta a correr por mi vida.

Salgo corriendo sin mirar atrás y tropiezo varias veces, una rama rasga mi ropa y se me enredan otras en el cabello. Caigo sobre mis manos y rodillas lastimándome en el proceso.

Una mano me toma desde atrás y doy un manotazo asustada. Siento que le pegué a quien sea que me haya atrapado y me giro sofocada.

El rostro de Mikel es totalmente de confusión y sorpresa. Se sostiene la cara frotando en el lugar donde debo haberle pegado. No dudo que mi rostro exprese igual confusión.

- ¿Qué haces aquí? - inquiere un poco molesto

- Vine porque necesitaba buscar unas cosas- miento

- Estás mintiendo- maldición- al parecer no soy el único que miente muy mal.

- Bien ¿Qué haces tú aquí?- le digo a la defensiva

- Oh no, esa no es la pregunta ¿Me estás siguiendo? - me pregunta y me mira directamente a los ojos, siento como si me sacara la verdad obligado.

- Si - contesto apenada

- Ya veo - cruza sus manos tras su espalda y empieza a caminar a mi alrededor como un cazador acechando a su presa- ¿Por qué?

- Ya para de hacerme preguntas- me quejo- sentí mucha curiosidad al saber que venías hasta aquí. Yo estaba hace rato por visitar este lugar.

- ¿Cómo supiste que venía aquí?- vuelve a preguntar y giro los ojos.

- Te dije-

- No me hagas volver a preguntar- me mira severo y yo paso saliva

- Te escuché- me da aún más vergüenza y siento el calor aproximarse a mis mejillas. No aguanto una humillación más. Técnicamente estoy espiándolo.

- ¿Te dedicas a escuchar a los demás sin su permiso?- inquiere

- Bueno, estaba presenciando mi alrededor, estaba muy consternada y necesitaba una distracción... y pues mi atención recayó en ti, no fue intencional. No me puedes culpar.

Se detiene y me mira desafiante

- Espero que esta sea la última vez - decreta y se da media vuelta para irse

- ¡Espera!- lo detengo- dime cómo salir de aquí

- Utiliza tu oído, lo haces muy bien al parecer- me molesta

- Por favor- no soy de rogar pero este lugar me da miedo

Se detiene y lo escucho suspirar de cansancio. Genial, nos acabamos de conocer y ya me odia.

- Promete no hablar de esto con nadie y no volver a seguirme

- Lo prometo - levanto mi mano en señal de promesa y le sonrío inocentemente

- Andando- me dice

Lo sigo y después de caminar un poco me doy cuenta de que nos adentramos lo suficiente en el bosque como para si pasaba algo de lo que nadie se pudiera enterar y yo lo descubría me mataran y se deshicieran de mi cuerpo sin que nadie más me pudiera encontrar. Me aterro de solo pensarlo. Ok estoy exagerando.

Un poco más adelante escucho a Mikel gritar un nombre

- ¡Manthe! - nada, nadie sale de ninguna parte- ¡Manthe!

Y ahí lo veo...

De atrás de unos árboles sale un chico bastante parecido a Mikel pero con el cabello totalmente negro, como un azabache. Tiene unos ojos un poco rasgados de color azul intenso y largas pestañas. Se parecen mucho pero a la vez son tan diferentes. Son como un día soleado y una noche sin estrellas. Manthe viste totalmente de negro como Mikel pero sin ningún detalle, es como una gran oscuridad. Lo único que contrasta con su apariencia es su pálida piel y el azul de sus ojos. Trae unos pantalones ajustados y una camisa negra remangada hasta los codos que lo hace lucir muy varonil. Me quedo como tonta mirándolo.

- Emille, camina- la voz de Mikel me saca de mis pensamientos.

Continúo caminando detrás de ellos y cada rato le echo miradas al nuevo chico.

Me intriga demasiado...

Y no hay un misterio que yo no pueda resolver.

                         

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