Capítulo 5 Entre Sombras y Verdades

La luz tenue del amanecer iluminaba apenas el horizonte cuando Clara llegó a su oficina. Las horas de sueño habían sido pocas, pero la incertidumbre y las preguntas sin respuesta la mantenían alerta. Cada nuevo detalle sobre Andrés parecía una pieza de un rompecabezas cuyas dimensiones ni siquiera podía imaginar.

Al abrir su correo, encontró un informe preliminar de Víctor, su jefe de seguridad. Contenía un resumen breve pero inquietante. Andrés Salgado había sido señalado como sospechoso de filtrar información estratégica en Marinsa Tech, pero los cargos nunca se confirmaron. Poco después de que la investigación se cerrara, la empresa fue adquirida, y Andrés desapareció de la industria durante casi un año antes de reincorporarse en una pequeña consultora.

Clara leyó las palabras varias veces, tratando de encontrar sentido. ¿Por qué alguien con un historial tan delicado sería contratado como asistente? ¿Había algo que se le escapaba?

Un mensaje de texto de Víctor llegó mientras seguía inmersa en sus pensamientos:

"Necesitamos hablar en persona. Hay algo más."

Clara respondió con un simple "Ven a mi oficina en una hora" y se preparó para un día que prometía ser largo.

El rostro detrás de la máscara

Una hora después, Víctor entró en la oficina con un semblante serio. Cerró la puerta detrás de él y colocó una carpeta sobre el escritorio de Clara.

-Esto es todo lo que tenemos hasta ahora.

Clara abrió la carpeta. Había fotos, registros de llamadas y movimientos financieros de Andrés en los últimos meses. Aunque la mayoría de los datos parecían normales, hubo un detalle que captó su atención: una serie de reuniones en un café discreto en el centro de la ciudad.

-¿Quiénes son las personas con las que se reúne? -preguntó Clara, señalando las fotos.

-Eso es lo curioso. Ninguna de ellas trabaja en esta empresa ni tiene vínculos directos con Andrés. Pero hay algo interesante. -Víctor sacó otra hoja de la carpeta-. Una de estas personas está conectada con una de nuestras empresas competidoras, InverTech.

Clara sintió que la cabeza le daba vueltas. InverTech era una de las principales amenazas para Montenegro Corp. desde hacía años.

-¿Estás diciendo que Andrés podría estar trabajando para ellos?

-No tengo pruebas suficientes para afirmarlo, pero las coincidencias son demasiadas.

Clara cerró la carpeta y apoyó las manos sobre su escritorio.

-Sigue investigando. Quiero respuestas concretas antes de tomar cualquier decisión.

-Entendido. Pero, Clara... ten cuidado. Si él está relacionado con InverTech, no sabemos hasta dónde podría llegar.

Ella asintió, pero sus pensamientos ya estaban enfocados en el próximo movimiento.

Un encuentro inesperado

Al mediodía, Clara decidió que necesitaba un respiro. Bajó a la cafetería del edificio y se sorprendió al ver a Andrés sentado solo, con una taza de café en la mano y un libro abierto frente a él.

Pensó en ignorarlo, pero algo en su expresión la detuvo. Era inusual verlo así, relajado y absorto, como si el mundo exterior no existiera. Decidió acercarse.

-¿Un momento tranquilo? -preguntó, tomando asiento frente a él sin esperar invitación.

Andrés levantó la vista, claramente sorprendido, pero pronto esbozó una sonrisa.

-A veces hace falta un respiro, incluso aquí.

Clara miró el libro que tenía en las manos. Era un ejemplar viejo de 1984 de George Orwell.

-Interesante elección.

-Es un recordatorio de lo peligrosos que pueden ser los juegos de poder. -Cerró el libro con cuidado y la miró directamente-. ¿Usted lee?

-Cuando tengo tiempo, sí. Pero últimamente, el trabajo no me deja mucho espacio para eso.

Hubo un breve silencio entre ambos. Clara sabía que debía aprovechar el momento para tantearlo, pero no quería parecer demasiado directa.

-Andrés, he estado pensando en algo -dijo finalmente-. ¿Por qué decidió trabajar aquí?

La pregunta parecía casual, pero Andrés no se dejó engañar.

-¿Por qué lo pregunta?

-Simple curiosidad. No muchos optan por trabajar en una empresa que adquirió a su antiguo empleador.

Andrés pareció reflexionar antes de responder.

-Montenegro Corp. representa una oportunidad. Es una empresa fuerte, con una visión clara. Después de lo que pasó en Marinsa Tech, quería un lugar donde pudiera crecer y aportar algo real.

-¿Qué pasó exactamente en Marinsa Tech?

El rostro de Andrés se tensó, aunque mantuvo su compostura.

-Eso es parte del pasado. Pero le aseguro que no tengo nada que esconder.

Clara lo miró detenidamente, buscando alguna señal de que estuviera mintiendo. Pero Andrés era bueno controlando sus emociones, demasiado bueno.

-Espero que así sea -dijo, levantándose-. Porque aquí no hay espacio para secretos.

Andrés la observó mientras se alejaba, su expresión impenetrable.

Las piezas encajan

Esa noche, Clara recibió un nuevo correo anónimo. El mensaje era breve, pero impactante:

"Revisa el archivo 'Proyecto Nexus'."

Clara buscó en los servidores de la empresa y encontró un documento etiquetado con ese nombre. Era un proyecto confidencial que Montenegro Corp. había desarrollado meses atrás, relacionado con una tecnología revolucionaria que aún no se había anunciado públicamente.

Al abrir el archivo, descubrió algo alarmante: varias páginas estaban incompletas, como si alguien hubiera eliminado información clave.

-Maldita sea... -murmuró.

Decidió llamar a Víctor de inmediato.

-Necesito que verifiques quién ha accedido al archivo 'Proyecto Nexus' en los últimos tres meses.

-Voy a ello -respondió él, y colgó.

Mientras esperaba, Clara comenzó a conectar los puntos. Si Andrés estaba filtrando información a InverTech, Proyecto Nexus sería un objetivo lógico. Pero aún no tenía pruebas definitivas.

Minutos después, Víctor llamó de vuelta.

-Clara, esto es serio. El archivo fue accedido desde la computadora de Andrés hace dos semanas.

El corazón de Clara se hundió.

-¿Estás seguro?

-Completamente.

Clara colgó sin responder y se quedó mirando la pantalla de su computadora. Todo indicaba que Andrés era culpable, pero una parte de ella se resistía a creerlo.

Un enfrentamiento decisivo

A la mañana siguiente, Clara llamó a Andrés a su oficina. Él llegó puntualmente, con su acostumbrada actitud calmada.

-¿Me llamó? -preguntó, cerrando la puerta detrás de él.

-Siéntese.

Andrés obedeció, pero Clara notó un destello de incertidumbre en sus ojos.

-Voy a ir directo al grano. Alguien ha estado accediendo a información confidencial de la empresa.

Andrés mantuvo su expresión neutral.

-Eso es grave. ¿Tiene alguna pista de quién podría ser?

Clara lo miró directamente.

-Sí. Los registros indican que fue usted.

Por primera vez, Andrés pareció genuinamente sorprendido.

-¿Qué? Eso es imposible.

-Los registros no mienten. ¿Va a negarlo?

Andrés se inclinó hacia adelante, su voz firme pero calmada.

-Señorita Montenegro, no sé quién está intentando incriminarme, pero le aseguro que no he hecho nada de lo que me acusa.

Clara cruzó los brazos, indecisa. Había algo en su tono que sonaba sincero, pero las pruebas eran claras.

-Tiene hasta el final del día para explicarme qué está pasando. Si no lo hace, tomaré medidas.

Andrés asintió lentamente y se levantó.

-Lo haré. Pero espero que, cuando descubra la verdad, no se arrepienta de haber dudado de mí.

Cuando salió de la oficina, Clara sintió una mezcla de rabia y confusión. Todo estaba a punto de explotar, y no sabía si estaba lista para enfrentar las consecuencias.