Capítulo 5 Cayendo directamente en su trampa

La noche anterior, Waylon realmente no pensó demasiado en todo lo sucedido, pero por la mañana se tomó el asunto muy en serio.

Dos años atrás, cuando Lorenzo fue reconocido por la familia Hughes, Waylon se encargó de investigar sus antecedentes y los de Gracie, gracias a lo cual anoche la reconoció al instante.

Aunque ni su sobrino ni ella conocían su apariencia, Gracie parecía saber exactamente quién era e incluso estaba al tanto de su paradero, algo que necesitaba investigar.

El rostro de la chica se puso rígido por un breve momento y parpadeó varias veces.

Nadie lo sabía... pero además de ama de casa, también era una famosa hacker conocida como Alex.

"Me enteré por pura casualidad cuando Lanny se lo mencionó a Lorenzo", respondió Gracie.

Aprovechó el momento para incriminarlos y hacerles parecer imprudentes.

"¿Lanny?".

El semblante de Waylon se oscureció y se sumergió en pensamientos profundos.

Luego se acercó más a la chica, dejando que sus fuertes y anchos dedos descansaran ligeramente sobre la parte posterior de su cuello, enviando una energía tensa a través del aire.

"Será mejor que me lo cuentes todo, o no dudaré en mostrarte lo que pasa cuando alguien me miente".

Gracie sintió el peso de su intensa mirada, casi sofocándose bajo ella.

Este hombre definitivamente era muy peligroso; la noche anterior había intimado con ella, pero esta noche lucía mucho más serio, dispuesto a llevar las cosas a un terreno mucho más sombrío y cruel.

Si no fuera por su incesante deseo de hacer justicia, Gracie jamás se habría involucrado voluntariamente con un hombre tan frío y despiadado.

"Es cierto... Lorenzo quería ganarse tu aprobación, así que hizo que Lanny averiguara dónde estabas", confesó la chica.

No les tenía miedo a las amenazas de Waylon y estaba muy segura de su declaración, ya que era algo que Lorenzo y Lanny habían hecho anteriormente.

Al darse cuenta de que no mentía, el hombre la soltó y volvió a acomodarse en su asiento. "Está bien, te creo".

Los ojos de Waylon se dirigieron a la mano de la chica y notó la sangre. "¿Qué le pasó a tu mano?".

Gracie respiró profundamente, maldiciéndose a sí misma. ¡Él era demasiado impredecible!

"Solo es un pequeño corte que me hice por accidente con un cristal roto".

El hombre frunció el ceño al escucharla y tomó el botiquín de primeros auxilios que estaba a un costado del asiento.

Su acción tomó por sorpresa a Gracie; no podía creer que él realmente tuviera algo de decencia y se ofreciera a tratar su herida.

Pero entonces, al siguiente instante, Waylon le arrojó dos toallas.

"Use esto para cubrir los asientos. No quiero que se manchen".

Entonces eso era lo que en realidad le preocupaba...

La expresión de la chica se tensó ligeramente; parecía que había pensado demasiado las cosas. ¿Cómo podía esperar que Waylon, un tipo al que ni siquiera le importaban los vínculos familiares, mostrara amabilidad?

Gracie no pronunció una palabra más y simplemente colocó las toallas bajo su mano. Entonces, escuchó de repente el timbre del celular de Waylon.

La voz de Greg llegó en su mismo tono serio de siempre: "Señor Hughes, me acaban de informar de que anoche un hacker accedió a nuestra red interna. El equipo de seguridad informática acaba de percatarse de ello. Afortunadamente, los datos sensibles se encuentran intactos y no perdimos nada importante. Ya he pedido que se investigue más a fondo".

Cuando escuchó la palabra 'hacker', la chica no pudo evitar suspirar silenciosamente hacia sus adentros.

Parecía que el equipo de seguridad informática de Waylon todavía tenía muchas áreas de oportunidad; ella dejó intencionalmente indicios de su intrusión la noche anterior, pero les había llevado todo este tiempo darse cuenta.

La razón por la que había dejado rastros era sencilla...

Gracie miró a Waylon y notó que su expresión había cambiado; el estado de ánimo a su alrededor cambió inmediatamente, con la tensión imponiéndose entre ambos. "Asegúrate de atrapar a esa persona a toda costa".

La chica no pudo evitar sonreír para sus adentros; sí, ella quería que su objetivo cayera directamente en la trampa.

Cuando finalizó la llamada, Waylon clavó una mirada penetrante y oscura a Gracie.

Ella dejó de sonreír rápidamente y comentó: "No te preocupes. No escuché nada".

"Entonces ya vete".

Gracie no se ofendió al escucharlo hablar de una manera tan seca y descortés; en cambio, simplemente esbozó una dulce sonrisa. "Gracias por el viaje, Waylon. Buenas noches".

Después de salir del auto y observar cómo el Bugatti se alejaba, la expresión de la chica se tornó seria, borrándose todo rastro de su sonrisa.

En ese momento, su celular vibró para notificar la recepción de un mensaje de parte de Lorenzo.

"Se supone que ya estamos divorciados. ¡Deja de hacer que Paulina me llame todo el tiempo!".

Gracie apretó su celular con fuerza mientras en su corazón se arremolinaban sentimientos de rabia y odio.

Jamás podría borrar de su mente las últimas palabras de su hija: "Ojalá papá pudiera estar aquí conmigo".

Como ese hombre siempre se mostró tan indiferente con su hija y nunca le dio el amor paternal que merecía, Gracie decidió mostrarle lo que era perderlo todo.