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Capítulo 14
El brillo del sol atravesó las cortinas, golpeando directamente mis ojos. Solté un quejido y me giré en la cama, sintiendo mi cuerpo pesado y entumecido.
-Ay, Dios... -bostecé, abriendo los ojos con esfuerzo-. Mi garganta está seca... y mi cabeza me mata.
Intenté incorporarme, pero el mareo me golpeó con fuerza.
-Por fin te despiert