Capítulo 4 Jamás rendirse.

En la cena con su primo David, tocaron el tema de su primer empleo, ya que había salido de la universidad hacía pocos meses y deseaba conseguir cuanto antes un buen trabajo en el cual pudiera aplicar todo su conocimiento, pero su espera y persistencia por fin lograron lo que tanto deseaba, un empleo.

Victoria, emocionada, le escribió un mensaje de WhatsApp a Rebeca para contarle que la habían llamado de la empresa RGBranding y empezaría mañana. Con sorpresa y alegría, su amiga le respondió que a ella también la habían llamado. ¡Esto era genial para las dos amigas que siempre estaban juntas!

La campaña duraría seis meses y habían sido contratadas como auxiliares de los publicistas encargados. Debían crear piezas publicitarias, editar videos, tomar fotos. Eran muchos jóvenes contratados en su primer empleo, desde servicios generales, publicistas, administradores, técnicos, sonidistas, camarógrafos, modelos, entre otros.

Al llegar a la agencia de publicidad, Rebeca la esperaba impaciente. Victoria estaba molesta con el transporte público de esta ciudad, era una tortura viajar en autobús, se detenían en todos los paraderos, el conductor se peleaba con los pasajeros, había que viajar casi siempre de pie y lo más terrible, expuesta a que te robaran todo.

"Órdenes aquí, haga esto, esto también, entreguen a tiempo", y todas esas exigencias para los nuevos, pensó Victoria mientras recordaba las palabras de su madre, de tener paciencia, no rendirse, que las cosas nuevas siempre causan nerviosismo y ganas de huir y dejar todo tirado, pero ella era consciente de la necesidad de conservar este empleo, ya que su madre y ella necesitaban este ingreso, ya que había muchas deudas por pagar y este era su única esperanza.

A las dos de la tarde, la salida finalmente llegó. El cansancio y el hambre se apoderaron de las dos amigas, pero tenían muchas cosas que contar en su primer día de trabajo. El regreso de Victoria nuevamente a casa de su tía le causaba estrés, los molestos trancones, el ruido, los tumultos de gente en los paraderos, la carrera que siempre llevaba la gente en esta ciudad y lo que más le causaba molestia era la actitud de sus primas hacia ella, la odiaban eso era más que seguro, por eso ella llegó, se preparó un café y un sándwich, lavó los platos, recogió todo el desorden que dejaron, tomó una ducha, decidió recostarse un rato y luego llamaría a su madre para contarle como le había ido en su día. Así transcurrieron esos 6 meses de su primer empleo, todo era rutinario y ya se tornaba un tanto aburrido, pero tenía que seguir, y más ahora que el contrato estaba por terminar y quedaría sin empleo y con la desesperanza de seguir viviendo en casa de su tía con sus primas.

            
            

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