Capítulo 5 Somos el centro de atención.

Capítulo 5

Somos el centro de atención

Ver entrar a esa mujer a la iglesia me hizo sentir insegura en este momento, escuchar como Steven dice que se ve realmente hermosa, eso sí que me hizo sentir aún peor, como una tonta esperando por un no se qué mientras que el está frente a mí botando la baba por esa mujer.

-¡Por Dios! Es más hermosa que yo

-Claro que no, Mari, tu eres muy bella también. Eres fascinante

Me dice mi jefe casi en un susurro muy cerca de mi oído y me di cuenta de que no he perdido la costumbre de pensar en voz alta

-Gracias Stev... Tú también eres muy lindo -Sonreí apenada, no debí decir eso, creo que será más conveniente mantener mi boca cerrada, los nervios están jugando con mi mente y ver como ese hombre detalla a la tal Brenda me hace enojar aún más

-Tú si que eres más hermosa -insiste- No cabe dudas. Además ella no tiene tu personalidad

« Lo dice como si de verdad fuera un halago. "Oh mira, ella tiene un cuerpo sexy y voluptuoso, pero tú, tu tienes una estupenda personalidad" ¡Estúpido! »

-Ese vestido es muy bonito, ¿no?

Le digo esperando a que se de cuenta de que estoy viendo que no deja de mirarla.

¿Sí venía decidido a hacer el ridículo, para qué me contrató?

-Así es, conociendo a Brenda como la conozco, ese vestido debe costar una fortuna.

-Eso parece... Es elegante y se ve costoso

Volteo la mirada hacia otro lado y el parece darse cuenta al fin de mi incomodidad

-Pero tú también estás preciosa, mírate. El día de hoy me has dejado sin palabras

Le agradezco, aunque sin ganas y el toma mi mano, mientras que sigo observando como mi jefe no le quita la mirada de encima a la novia durante toda la ceremonia.

Un rato más tarde, la pareja comienza a recitar los votos ceremoniales y seguido de eso el padre va a unirlos en bendición

-Joven Richard James, ¿Aceptas a Brenda Landricks como tu esposa, prometes amarla, honrarla y respetarla, en la salud y la enfermedad?

-Acepto -responde con una sonrisa enorme-.

-Querida Brenda, ¿aceptas a este hombre, Richard James, como tu esposo, prometes amarlo, honrarlo y respetarlo, en la salud y la enfermedad?

-Acepto -responde esbozando una sonrisa falsa-

Miro a Steven y me doy cuenta de que tiene un conflicto en su mirada. Es muy difícil descifrar lo que debe estar sintiendo ahora mismo.

Celos, rabia, nostalgia, tristeza... Un profundo dolor en su pecho. Todos esos sentimientos haciendo estragos en su cabeza ¡Es una pena que no se de cuenta!

Lo miro y siento que me parte el alma verlo así. No imagino lo doloroso que debe ser todo esto para él.

Para eso estoy aquí, este es mi trabajo el día de hoy. Debo ayudarlo a superar esta boda, tengo que consolarlo, ser su fortaleza y su apoyo en este duro momento.

De verdad puedo sentir cuan mal se siente, sus ojos casi inundados me hacen sentir muy mal

-Lo siento mucho Stev... Sé que no debe ser fácil para ti. Pero estoy aquí para ayudarte. Te diré uno de mis chistes malos favoritos de ser necesario para verte reír

Ese hombre apenas sonríe y yo le tomo la mano, siento como el la aprieta un poco y luego voltea a mirarme, ya no tenía su mirada ida, tan solo me veía agradecido

-No lo hubiera podido superar si tú no estuvieras aquí. Gracias por venir Mari... Esto es muy importante para mí

-Lo sé. No tienes nada que agradecer, tomo su brazo entrelazándolo con el mío y recuesto mi cabeza sobre su hombro

Seguimos escuchando la ceremonia, la mirada de Steven se va al piso cuando el padre bendice la unión de estas dos personas

"Los declaro marido y mujer; Richard, puede besar a la novia"

Justo antes de que ese hombre se inclinara a besarla, pude darme cuenta de la mirada que le dio Brenda a Stev... Lo buscó entre todo el público y la lujuria que se le desató al mirarlo se le salía hasta por los poros

¡Por Dios! Acaba de casarse, aún no se termina su boda y está viendo a este hombre de esa manera... Ella... Todavía lo desea

Quedé impactada... Sentía que debía salvar la situación, no podía dejar que siguiera viendo a Steven como un perdedor, prácticamente se estaba burlando de él, me parece que ella aun cree que puede tenerlo cuando quiera, aun estando casada. Así que lo tomé de imprevisto y le di un beso, no un beso cualquiera, uno de verdad. Delicioso y duradero

Al separarnos este hombre me mira sonriente y yo estaba muy, pero muy sonrojada mientras que aquella mujer se veía que estaba ardiendo de rabia

-Mari... ¿A que vino todo esto? -pregunta Stev con una sonrisa amplia en su rostro y yo me acerco para susurrarle en su oído-.

-Brenda te estaba mirando, parece enojada por que te besé

-¿Y eso qué? -pregunta aún más confundido

-Luego te lo explicaré, no quiero que nos escuchen, van a descubrirnos

-Parece que por aquí habrá otra boda muy pronto

Comentó una señora que estaba sentada al lado de Steven al presenciar ese beso y luego los acercamientos mientras hablábamos y este tan solo sonríe asintiendo con su cabeza

-Así es -responde Steven- antes no había pensado en casarme, pero esta hermosa mujer me está haciendo cambiar de opinión. Me están dando ganas de pedirle matrimonio y tener dos bebés que tengan esa hermosa sonrisa

Le dice Steven a la doña y se gira hacia mí sonriendo y deja un pequeño beso cerca de mi cuello

Salimos de la iglesia y al fin pude sentir el aire fresco en mi rostro. Estaba sofocándome ahí dentro siendo el centro de atención de esas viejas chismosas

-Lo hiciste bien allá adentro, pero esto aún no termina bebé, ahora debemos ir a la fiesta

Me dice Steven muy sonriente

« Benditos diez mil dólares. Están matándome »

Subo a su coche luego de que él abriera la puerta para mí, llegamos al gran salón imperial donde se celebraría la fiesta posterior a la ceremonia y este lugar parecía un verdadero cuento de hadas

-¡Por Dios, esto es hermoso! Parece salido de un cuento de hadas -Le digo y él sonríe-

-Pues si, Así es ella, Brenda tiene un gusto impecable, todo en ella debe ser perfecto

-Claro, ya entiendo, sabes lo que me parece, que te gusta hablar mucho de ella

-Desde luego, es su boda

-Entonces hubieras venido solo. ¿Para que traer a una novia falsa si de igual manera estarás más pendiente de tu ex que de cualquier otra cosa?

Le digo muerta de rabia, entiendo su dolor, quizás esté enamorado todavía, pero me molesta que lo haga y ahora mismo no me importa perder esos diez mil dólares. Siempre que pueda salir de aquí ahora

-Entonces hablemos de ese rico beso que me diste

Me toma del brazo impidiendo que me levante de la mesa

-¿Qué beso? -pregunto nerviosa y el bufó una leve sonrisa

-Vamos Mariela, ¿Te vas a hacer la tonta ahora? Hablo de ese beso que me diste durante la boda, donde me tomaste por sorpresa y me besaste como si tu vida dependiera de ello. ¿Y sabes algo? -se acerca a mi- Ese beso me encantó

-A... Eso. Mira Steven, iba a decírtelo antes, pero estábamos muy cerca de todas esas personas que no dejaban de hablar acerca de nosotros. Resulta que en el momento en que el padre le dice a Richard que bese a la novia, Brenda volteó a mirarte... Esa mujer te desea Stev... Te veía como si quisiera comerte con papitas

-¡Vaya! Esto sí que no me lo esperaba -Ríe-.

Steven y yo terminamos de beber nuestras copas y no dejaba de sentirme incómoda y fuera de lugar, sentía que no encajaba para nada en esta fiesta.

Escucho como los amigos y familiares de los novios hacen un brindis por la feliz pareja y ese tal Richard le pide a Steven que diga unas palabras en su honor

Stev se levanta un poco ansioso y toma el micrófono

"Es un placer volver a verlos a los dos, Richard, mi mejor amigo en la preparatoria y Brenda, una vieja amiga también. Ambos excelentes personas y estoy seguro que Dios va a bendecir su matrimonio. Deseo que sean muy felices juntos"

Steven regresa a la mesa y toma mi mano, deja un beso en el dorso y yo sonrío, ahora gracias a esto, volvemos a ser el centro de atención de todos

A medida que va transcurriendo la fiesta, no puedo evitar notar que Stev centra toda su atención en Brenda

Me levanto sin decirle una sola palabra y este al fin nota que aun existo

-¿Para dónde vas? ¿Sucede algo?

-Voy a los sanitarios y luego a por otra copa, estaré en la barra -le digo y me pierdo-.

Dejo a Steven muy entretenido en lo que ha venido haciendo toda la noche y voy a retocar mi maquillaje, luego camino hacia la barra y no puedo creer lo que estoy viendo ahora mismo

                         

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