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Alicia espera este viaje con ansias; ya que acaba de cumplir la mayoría de edad y su padre le ha permitido viajar sola por primera vez a Japón; aunque se esperan a reunir al cabo de una semana.
A Miguel; el actual novio de Alicia no le hace mucha gracia que ella se vaya por todo el período vacacional; ha intentado convencerla de no ir, cosa que no ha logrado. Ya que sin que él; lo sepa reunirse con Otto y Nampyeon es parte de su rutina de vida. Como siempre su tío Takumi ha comprado el boleto de ida en primera clase, y el retorno lo paga su tío Lee, y este año no es la excepción.
-Papi apúrate debemos irnos al aeropuerto -grita Alicia, mientras salen de la casa.
-¡Coñas!, voy hija, aún hay tiempo, ten calma- Le responde con una sonrisa en la boca. -¿Y Miguel, no va a despedirte? -pregunta Roberto a su ansiosa hija.
-¡Claro!, papi él nos va a encontrar en el aeropuerto -dijo asertivamente, a la par que ella corría en dirección al carro.
La espera en el aeropuerto le parece una eternidad, tal vez por ser su primer viaje como adulta, o por la necesidad de reunirse con esos dos seres que la colman de felicidad.
-Atención pasajeros con destino a Tokio Japón... -La voz por el parlante la saca de sus pensamientos, aún, estando rodeada de los brazos de Miguel.
-¡Listo hija!... Debes ir al área de abordaje -dijo algo nervioso Roberto.
-Te amo papi -Lo sé amor, dales mis bendiciones a todos.
-Papi nos vemos en una semana, que no se te olvide -se despide una Alicia más que feliz, emocionada, mientras les llena las caras de besos a ambos hombres.
-¿Alicia, estás segura de que no quieres pasar las vacaciones junto a mí, amorcito? -trata Miguel de convencerla.
-¡No, estás loco! ... Quiero reunirme con Otto y Nampyeon es una tradición irrompible -se aleja con una gran sonrisa, dando grandes zancadas hacia la puerta de la terminal.
-¿Qué significan esas dos palabras que dijo Alicia? -Le pregunta Miguel a Roberto ya en el camino a casa, sintiendo una espinita penetrante en sus celos infundados.
-Bueno- empieza a explicar Roberto- Verás jovencito es una larga historia -El mayor encoge sus hombros, listo a soltar algunas verdades envueltas en pizpiretas mentiras, a la par que deja que la briza caribeña alborote su cabellera.
»Pero para resumir Otto significa marido en japonés y Nampyeon significa esposo en coreano -Roberto aprieta sus labios, intentando que una carcajada algo vengativa no salga de él.
-¿¡Pero qué coñas, viejo del carajo!?... ¿Es broma, verdad? ... ¿me está tratando de decir que mi novia se va a encontrar con un hombre que es su esposo o marido? -espeta Miguel con desdén todo desconcertado.
-No es ninguna broma, tranquilo, además no es un hombre sino dos, uno es su Otto y el otro es su Nampyeon -dice Roberto feliz; ya que no le agrada mucho el actual novio de su hija.
Quince horas después, Alicia aterriza en Tokio. Sin dudarlo mucho, a pesar de las tradiciones y conceptos morales de la nación del sol naciente, ella corre a los brazos de Akihiro, rodeando la cintura del joven con sus piernas y grita... ¡Otto te extrañé!, gesto de reencuentro que hacen desde la infancia.
-¡Oh mi Kimi!, yo también te he extrañado -Mientras la sujeta con fuerza contra su pecho.
-¿Sabes Otto?, tengo un secreto que contarte -No se lo digas a mi tío Takumi comenta ruborizada.
-¿Qué podrá ser que no te aguantas para decirlo?, ¿tendrá que ver con tu corazón? -Otto señala con su dedo el corazón de Kimi; ya experimentado de como ella suele delatarse.
-"Sip"... Has dado justo en el clavo, tengo novio -confesa Kimi mordiendo, internamente, su labio inferior.
-Espero que te comportes como toda una dama y no cometas ninguna locura -Le advierte Otto.
-¡Claro!, que soy toda una dama; a este caramelito tropical solo lo disfrutará el hombre que me ame incondicionalmente; y quien será mi esposo. Él será la persona que yo ame con toda mi alma -afirma, presagiando un futuro que tal vez, solo tal vez, el destino interfiera en él. Mientras Alicia gira sobre su eje.
Los días pasan, tranquilamente, con la familia del tío Takumi, en especial Otto y Kimi quienes no se separan para nada, pasan todo el día y toda la noche poniéndose al día de todo lo acontecido durante el último año. Y claro, Otto no pierde tiempo en aconsejar a Kimi para que se cuide y ser siempre una buena chica.
Con la llegada de Roberto la familia se siente casi completa, solo falta Nampyeon. El tío Takumi se acuesta temprano por recomendación del doctor; ya que tiene problemas cardíacos. Por lo demás pasan quince maravillosos días en Japón.
-Chicos, acuéstense temprano que mañana viajan a Corea, ya pasa de la medianoche -Les avisa Roberto.
-Kimi, ya vamos a aterrizar -son las palabras que junto con una caricia en su mejilla despiertan a la joven; ya que el viaje de Tokio a Corea no se extiende más de lo habitual.
Ya Taeyang está entre inquieto y desesperado, esperando a sus dos compañeros de verano; cuando escucha una voz que grita -¡Nampyeon!... ¡Te extrañé! -justo cuando Alicia lo abraza con sus piernas alrededor de la cintura y él la besa en la mejilla diciéndole -Yo también te extrañé Anae.
De repente se escucha una tos algo forzada -déjenme presentarle a mi novia Yong -dice el joven coreano, quien se deja tomar del brazo. -A la par que, una voz por demás empalagosa exagera, diciendo oppa.
-Tranquila no es mi intensión quitarte a tu oppa -dijo Anae entre dientes, mirando a un Otto tan contrariado como ella.
-¡Bien!, chicos vamos a casa que nos están esperando -suelta como si fuera una novedad Taeyang, aún, sabiendo que sus dos grandes amigos ya saben lo que les espera en la casa familiar.
-Sí- gritan los tres inseparables -restándole importancia a la ridícula escena de celos demostrada por la coreanita sin pudor alguno.
Por fin, luego de varios "tic tac" del tiempo, irrumpen cuales esperanzados jóvenes en la casa del tío Lee. Este la abrasa y la besa tan pronto como ella pone un pie en la decorada habitación, tal cual como se recibe a una hija legítima que acaba de llegar de un largo viaje. Un ambiente festivo y alegre los abruma entre risa y palabrerías, como es de esperar el tío Lee deja aflorar esa personalidad que intenta siempre resguardar en lo más profundo de su ser.
El "tic tac" del tiempo permite pasar tres días cuando reciben una llamada de la madre de Akihiro para avisarles que Takumi acaba de ser hospitalizado de emergencia.
Los tres jóvenes y Lee optan por tomar el primer vuelo al día siguiente. Sin mucho dudar se dirigen, directamente, al hospital.
-¿Cómo está mi padre? -pregunta Otto con voz entrecortada.
-Nada bien hijo -baja la mirada Roberto, a la par que Lee no tarda en sentarse al lado de su excompañero de escuadrón.
Cada miembro de la familia permanece en total silencio en la sala de espera, tratando de algún modo de transmitir algo de paz entre ellos. Solo se necesitan ligeros choques de miradas para expresar la lucha de sentimientos entre el miedo y la esperanza. Media hora después, se presenta ante ellos el doctor, solicitando la presencia de algunos familiares, tras nombrarlos el doctor les indica el camino.
Los rostros de Roberto, Lee, Alicia, Akihiro y Taeyang reflejan extrañezas tras ser nombrados por el galeno, a pesar de ello, no dudan en seguir los pasos del doctor. Alicia apretando sus temblorosas manos se debate entre distraerse contando sus pasos o imitar el andar firme de Akihiro y Taeyang. Sin embargo, es la voz de Lee quien la tranquiliza con palabras suaves y esperanzadora, mientras que la mano conocida y segura de su padre le permite estar en su aquí y ahora.
Con un suave movimiento el doctor abre la puerta blanca, permitiendo que todos en total silencio entren en la habitación donde Takumi está conectado a varios aparatos. Tras verlo así; tan indefenso y débil los ojos de Kimi se llenan de lágrimas en fracciones de segundo. Busca fortaleza, aferrándose a las manos de Otto y de Nampyeon para poder avanzar hacia la camilla. Como acto reflejo entrega un tierno beso a su tío ya con lágrimas rodando por sus mejillas.
-Estoy muy consciente que me queda poco tiempo de vida, así que necesito que todos me juren que cumplirán mi testamento, el que ya está notariado -suplica Takumi con voz pausada.
-¡Ey, mi amigo! Aún eres joven, además tú has estado en peores condiciones y has sobrevivido -expresa Roberto cuando se permite remembrar el pasado, mientras toma la mano con suavidad con miedo a causarle algún daño a su gran y valiente amigo.
-Ahora entiendo lo que sintió tu madre en el momento de su muerte, pues no hay nada mejor que poder irse en paz rodeado de sus seres queridos -pronuncia con pausada voz Takumi, haciendo referencia a aquella conversación en tiempos de guerra.
Estas palabras hacen que el latino recuerde dolorosos momentos de su pasado, sin embargo, entiende, perfectamente, a su excompañero de combate.
-Puedes estar seguro y tranquilo cumpliremos tu última voluntad -Le jura Roberto.
-Sí, mi amigo, así se hará -interviene, oportunamente, Lee.
»Además, recuerda que todo quedó muy bien explicado y tanto tú como yo sabemos que es la mejor forma de retribuirle a Roberto todo lo que hizo por nuestras vidas durante esos tres meses -Un silencio respetuoso se implanta entre los dos asiáticos.
-Alicia quiero que seas fuerte como tu padre fue hace años atrás. Quiero que sepas que todo lo hicimos para protegerte porque te amamos incondicionalmente -dice Takumi mirándola a los ojos- prométeme mi hermosa hija que lo cumplirás, así yo podré descansar en paz, prométemelo -Le insiste, incansablemente, con los últimos alientos de vida.
-Claro que sí, tío Takumi. Todo lo que tú quieras. Lo prometo, pero no te mueras -Le ruega con trémula voz, mientras se aferra al pecho del débil hombre.